12 octubre 2008

El hombre de paja y un mundo de fantasmas

Juan Manuel de Prada se queja esta semana en el XLSemanal de las críticas recibidas por su "Creacionismo". No las refuta, claro, sino que, lastimero, insiste en moverse en su mundo, ese extraño mundo donde entes inmateriales gobiernan el universo y nos imponen el pensamiento recto bajo amenaza de castigo eterno. Si quieren ver un ejemplo químicamente puro de la falacia del hombre de paja (y sonreír con un punto de tristeza) lean su deposición de esta semana. En ella mezcla sin rubor aparente ciencia con espiritismo, ideologías (no dice cuales) con los hooligans del libre mercado, la bolsa con el oración curativa. Todo vale en ese totum revolutum donde lo único que demuestra es su debilidad argumental y su incapacidad de hilar un razonamiento simple sin recursos tramposos.

Al final, don Juan Manuel me apena un poco, tengo que reconocerlo. Creo que en sus escritos se refleja, más que su ignorancia en lo que a la ciencia se refiere (que también), su desesperación porque la oscuridad en la que se sentía cómodo va desapareciendo a marchas forzadas. Antes, lo que eran grandes "misterios" sólo encontraban explicación (es un decir) en poderes sobrenaturales ejercidos por entes necesitados, casi siempre, de urgente tratamiento psiquiátrico. Ahora ya no, lo siento. Hace tiempo que empezamos a darnos cuenta de que esos seres son tan necesarios para entender el mundo como el hombre del saco o las meigas.

¿No se ha dado cuenta don Juan Manuel de que el conocimiento que nos da la ciencia nunca ha necesitado volver al mito? Ningún "misterio" desvelado ha tenido que ser revisado para retornar a la divinidad como explicación razonable. En la breve historia de la ciencia, incluso cuando una idea se ha demostrado errónea, ha sido para avanzar en esa inmensa construcción humana y arrinconar a los espíritus y ectoplasmas como explicación del mundo. Mal que le pese a algunos, es muy improbable que tengamos que volver al martillo de Thor para explicar los truenos o al diseño divino como causa de la fisiología del camello (Harun Yahya dixit aunque no se lo crean).

En contraste, todo el histórico montaje de dioses con mediums que los canalizan se diluye con rapidez y sin pausa. No es que la ciencia se haya propuesto ese objetivo sino que es un efecto irremediable del hecho de saber más de nuestro universo. Ante su desconcierto, el mundo de fantasmas de Juan Manuel de Prada se queda sin papel y él sin argumentos. ¿Multiplicación de panes y peces, dice? A otro perro con ese hueso, señor de Prada. Y no, tampoco creo en los Reyes Magos de la Bolsa. ¿O es que no sabe que hay mucha gente así?

P.S.: les juro que eso de los Reyes Magos sólo es por la frase hecha.
En El fondo del asunto Fernando ha tenido más paciencia que yo y desmenuza el artículo en el post Prada y los molinos de viento (gracias Ricardo).

15 comentarios:

Ton de Bass dijo...

El de Prada me tiene anonadado, flipado. Cada vez que voy a leer un artículo suyo me entra como una sonrisilla interna. ¿Será capaz de superarse a sí mismo? Lo consigue muy a menundo el tío. Pero me ocurre que a veces me da por rebotarme y lincharlo intelectualmente por mis adentros y otras me da como penita, la penita de ver los últimos estertores de una criatura que sucumbe. Claro que luego me doy cuenta de que algo como el creacionismo tiene millones de adeptos en el mundo supuestamente civilizado y moderno y me sale la vena sádica: qué penita ni leche migá, a rematar a la criatura de marras. (Nota: aunque es obvio, recalco que la "criatura" es un constructo ideológico, y no el Sr. de Prada ni ningún otro ser humano. Es que hay que tener un cuidado...)

Ángel M. Felicísimo dijo...

Ayer estábamos cenando con unos amigos hablando de todo un poco y las sensaciones eran así de variadas. Uno decía que ningún problema, que todo era tan burdo que era irrelevante. Otro que cuidado porque el discurso siempre tenía sus incondicionales (en el sentido literal de la palabra), y que erosionaba el sentido común de la gente. Otro veía una intensificación del pensamiento mágico en general... En fin, con el tiempo veremos si esto va a alún sitio. Mientras tanto aprovecharemos que tenemos el derecho a comentar y a opinar.

Alfredo Oliva dijo...

Parece que la estrategia de ciertos señores, de ideología más bien conservadora y vinculada a la iglesia, está bien clara:
la ciencia debe evitar inmiscuirse en asuntos religiosos y morales, ya que se supone que son monopolio exclusivo de humanistas, a la vieja usanza, y de curas. Por eso, les escuece tanto la educación para la la ciudadanía. "Con la Iglesia hemos topado"
No creo que la iniciativa de Prada sea algo aislado y carente de intención.

Anónimo dijo...

Otra entrada relacionada con este tema:

http://yamato1.blogspot.com/2008/10/prada-y-los-molinos-de-viento.html

Ton de Bass dijo...

Con permiso, he publicado una entrada al respecto en mi blog.

Creando y descreyendo

Gracias, un saludo.

Anónimo dijo...

Yo a este señor no lo entiendo y eso que soy creyente porque si uno cree en Dios es imprescindible creer en cada ser humano , en sus posibilidades, en todo lo que puede aportar para todos cuando es libre . De modo que cada vez que te leo mi fe se alimenta, se enriquece. Es verdad, no es broma.
Claro que habria que saber en que creo yo, eso aparte. Pero desde luego lo que te digo es verdad. Y si no ven la maravilla que es el hombre, sus capacidades para conocer, su luchas por la verdad...,su necesidad de saber, se trata tan solo de montajes de poder, del Ego convertido en globo y de miedo, mucho miedo no se bien a que.
Gracias por todo ello y un abrazo

Anónimo dijo...

De Prada es muy cargante con frecuencia. Desde hace un tiempo (no mucho) ha adoptado esta pose católica y, de hecho, colabora en el periódico del Vaticano. Los novelistas, en general vanidosos, se suelen arrimar a la sombra del árbol que más adula su ego.
Digo que es una pose porque este hombre hoy viene con esto y pasado mañana vendrá con cualquier otra cosa que el considere que le distinga.
Se podría pensar que prestarle atención en contraproducente. No obstante, Ángel, a mí me parece correcto que comentes estas idioteces por varias razones: escribe en un medio que llega a mucha gente (XL Semanal es el dominical más difundido) y, efectivamente, como a tu amigo a mí también me parece que presenciamos cierta intensificación del pensamiento mágico.
Para terminar una pregunta para melusina: ¿podrías explicarnos a los mortales descreídos qué diantres significa tu comentario?

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Cuando el ateo tome consciencia de que su apuesta es tan metafísica como la contraria adquirirá la mayoría de edad filosófica. Entretanto puede seguir acusando a Dios de ser un "dios de las brechas", sin confesar que el ateísmo está instalado en las mismas grietas del conocimiento y no es, en su contingencia histórica, menos provisional que la noción que se tiene de Aquél.

Si hacemos abstracción de los argumentos exhibidos por ambas partes para, olvidando su contenido particular, fijarnos en su finalidad, encontraremos, además de las consabidas diferencias ónticas (el ateo no lo es sólo de Dios, sino de toda substancia), una asimetría de tipo epistemológico. La conclusión del ateo nace deliberadamente con el propósito de no explicar nada, careciendo de valor teórico positivo. Cómo y por qué la denuncia de uno o varios defectos de razón o de hecho -si los hubiese en las tesis que se combaten- puede desembocar en una actitud existencial de rechazo permanente a "lo religioso" es algo que me supera. Ha de ser una mezcla de materialismo y descaro la que lleva a afirmar que todo lo que no es observable en un cuerpo es falso e inane.

Pero la razón, salvo cuando viene auspiciada por la ideología, no tiene padre ni madre. No cabe referirse a razones ateas o a verdades religiosas en sentido absoluto. Encontramos, sin embargo, metafísicas que aspiran a la objetividad frente a las que hallan en la siempre renovada incertidumbre un consuelo aleccionador, aunque nadie sepa exactamente en qué consiste la lección recibida. Entonces, no se cambian unas causas por otras, sino que se disuelve la causalidad en un cúmulo de experiencias inconexas (Hume). No se elucida, en fin, qué permite el orden de las cosas, mas se niega que haya tal orden general (Darwin).

Así, el ateísmo sin más va a extinguirse en la antítesis teológica que representa, mientras que el teísmo busca, a guisa del dicho de Arquímedes, un punto externo al mundo para comprender el propio mundo. Habrá tantas visiones exteriores del universo como concepciones quepa contar de éste. Y si bien necesariamente sólo una es verdadera por completo, entender mal -aun a expensas de ser corregido- en cualquier caso será mejor, más esforzado y más humano que no entender en absoluto.

Ton de Bass dijo...

Hola Irich. No estoy de acuerdo cuando dices que “el ateo no lo es sólo de Dios, sino de toda substancia”. Dices que el ateo no trata de explicar nada. Yo pienso que el ateo puede o no intentar explicar cualquier cosa. Tan solo, en el caso de hacerlo, no utiliza la deidad como causa de lo que desea analizar. Por cierto que, desde el punto de vista teísta, no se suele llegar a las primeras causas, pues la argumentación termina en Dios, que por la propia naturaleza que el hombre le ha adscrito no permite mayor análisis o especulación. El teísta se conforma con atribuir hechos de la naturaleza a Dios pero no suele atreverse con la esencia misma de la realidad de Dios, principalmente porque plantearse tal cosa suele estar fuera del discurso religioso (que se contenta con los conceptos de omnipotencia y poder creador). Me parece válido tratar de utilizar puntos exteriores al mundo para entender éste, y cuando digo mundo digo universo. Pues precisamente esa es la más importante de las fronteras actuales de la ciencia: los estados iniciales del universo y el por qué la materia se configuró del modo en que lo hizo y no de otro.

Ángel M. Felicísimo dijo...

La de Irich siempre es la misma la estrategia: este post no me gusta por lo tanto suelto un discurso sobre los ateos.
Pos vale, si eres feliz...

Anónimo dijo...

¡Joder, irichc! No entiendo nada de lo que dices. Esto sin duda significa que eres extremadamente inteligente y yo un necio.
Soy científico en activo (investigador), pero después de leer tu comentario he decidido retirarme. Como tú dices: "Habrá tantas visiones exteriores del universo como concepciones quepa contar de éste. Y si bien necesariamente sólo una es verdadera por completo,..." ¡Cuántas cosas sabes, tío! ¡Qué chachi es hablar! Y hablar, y hablar, ...
Sólo una duda: ¿a cuento de qué vienes a hablar del ateísmo?

Lungri dijo...

Irich, da una muestra ejemplar de lo que es cantinflear

Pepe dijo...

Lo cierto es que hay que tener muchas tragaderas para creer que la vida apareció en un sopicaldo templado y que una bacteria llega a ser un elefante o una almeja aprovechando algunos errores en la copia del genoma.
La fe darwinista puede aún sobrevivir pero cada vez con más dificultades y tapándose los ojos ante la obscena realidad.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Venga pepe, ánimo, que seguro que lo puedes hacer mejor leyendo un poco.

Anónimo dijo...

Pepe, si hablas de darwinismo (y hablas mucho, por cierto) no lo mezcles con genética, por favor. Otra cosa es que hables de la teoría sintética de la evolución.
Por cierto, resultas encantador adoptando esa pose de escéptico-contra-la-ciencia-oficial. Te calculo unos 17 años, pues hay que estar en la adolescencia para adoptar ese papel de llanero solitario y gustarse tanto. Hi-yo, Silver!

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