En Sudáfrica comienza un ensayo clínico singular. Este país tenía, según estimaciones de la OMS para 2005, unos 5.5 millones de personas infectadas con el VIH, una cifra siempre creciente y bastante incierta que supone casi el 12% de la población total. La prevalencia entre mujeres jóvenes (15-24 años) triplicaba la de los hombres (15% frente al 5%) y se suponían unas 320000 muertes al año. En el 2007 no hay razones para pensar que nada vaya mejor.
En este contexto, se ha decidido llevar adelante un ensayo clínico para comprobar la eficacia de un "preparado tradicional" contra el SIDA. Los sujetos del ensayo serán un centenar de pacientes ya infectados por el virus pero que aún no han desarrollado la enfermedad. La idea es comprobar si el "preparado" retrasa o evita ese desarrollo. Las pruebas se desarrollarán en el Hospital Edendale.
El preparado consistirá en cápsulas de Sutherlandia (Lessertia) frutescens, una planta propia de las zonas secas de Suadáfrica y auténticamente multipropósito ya que se dice que aumenta las defensas, la longevidad, reduce el estrés y la depresión, combate algunos tipos de cáncer, tuberculosis, estimula el apetito, actúa contra la hepatitis vírica, asma y bronquitis... etc. Un medicamento universal, como verán.
Ilustración tomada del William L. Brown Center for Plant Genetic Resources
Sudáfrica es un sitio especial respecto a esta prueba por dos motivos. El primero ya está dicho: la enorme cantidad de infectados. El segundo es que en su trayectoria de lucha contra el SIDA han pasado por etapas de lo más extrañas entre las que destaca el empeño de su ministra de sanidad Mantombazana Edmie Tshabalala-Msimang por recomendar tratamientos basados en ajo y remolacha cuestionando los tratamientos con antirretrovirales. O la duda constante del Presidente Thabo Mbeki sobre todo lo descubierto sobre el SIDA incluyendo la relación entre el virus y la enfermedad.
Por otra parte, la "medicina tradicional" en Sudáfrica es de uso generalizado. En este complicado contexto se plantea el ensayo clínico con los preparados de Sutherlandia. financiado por el National Center for Complementary and Alternative Medicines (EE.UU.).
Hay tres actitudes ante este ensayo. La primera es la de quienes defienden que los ensayos clínicos "a la occidental" no son aplicables a las técnicas tradicionales por motivos diversos (que no contemplan al ser humano como un todo o que no atienden al bienestar espiritual, por ejemplo). Es una visión que sólo entiendo como disculpa ante la objetividad, un miedo a las pruebas. Por ese motivo, es interesante que se haya llegado a plantear este ensayo.
Desde el otro extremo se afirma que la "medicina tradicional" es un camelo integral y que hacer este tipo de ensayos clínicos es una pérdida de tiempo, de dinero y de tal vez de vidas.
La mía está entre ambas aunque soy escéptico ante la posibilidad de que los principios activos de la Sutherlandia sean capaces de frenar el desarrollo del SIDA. Voy a dejar mis motivos para más adelante, para agosto o septiembre del año que viene, que es cuando se estima que dispondremos de los primeros resultados.
Mientras tanto, creo que es importante que este ensayo se haga. Eso sí, con todas las garantías y sin ocultar ni métodos ni resultados ya que no estamos sólo ante una prueba más: es la primera colaboración entre científicos y curanderos para comprobar la eficacia de un "remedio" en una enfermedad seria, dice el decano de la Nelson R. Mandela School of Medicine.
¿Podrá la Sutherlandia con la infección? ¿Podrá retrasar la aparición o hacer más lento el desarrollo de la enfermedad? ¿Podrá el gobierno de Sudáfrica ser transparente en el proceso?
Por cierto, no fui tan receptivo en otro caso, aparentemente similar pero en realidad bastante diferente. Léanlo en La "medicina tradicional china" quiere ser seria.
Datos básicos:
- comienzo del ensayo: agosto de 2007
presupuesto: 4.4 M$ - financia: The National Centre for Complementary and Alternative Medicines (NCCAM), una división del National Institutes of Health, EE.UU.
- entidades participantes: Universidades de KwaZulu-Natal, Western Cape y Missouri-Columbia y International Center for Indigenous Phytotherapy Studies (TICIPS). También participa, aunque no queda claro cómo, la Traditional Healers' Association of South Africa.