Algunos nos resistimos a comulgar, especialmente con ruedas de molino, que luego nos gastamos el sueldo en Almax.
- La enseñanza financiada con fondos públicos será laica, las religiones no se impartirán en los centros de enseñanza públicos ni concertados.
- El Estado y las Iglesias serán independientes: las religiones no recibirán fondos públicos ni recaudarán sus fondos con instrumentos del estado.
- Un centro sólo podrá recibir financiación del Estado si todos sus profesores han obtenido su plaza en pruebas selectivas públicas.
¿Por qué, por ejemplo, la primera medida? Pues porque a menos que demostremos fehacientemente que la religión católica es la verdadera (y la verdad, no se me ocurre ninguna prueba experimental), tendrá que haber café para todos: veremos a profesores de religión católica, ortodoxos, bahai, jainistas, sintoístas, sufís, taoistas, anglicanos, confucianistas, budistas, protestantes, islamistas (con asignaturas optativas de sunnitas, shiitas y wahabis), judíos, adventistas... Y eso contando con las religiones con cierto volumen de socios, que si mantenemos el respeto a las minorías el equipo docente se crece. O sea, que ni siquiera me lleva mi ateísmo militante, es sólo cuestión de presupuesto.
Y mientras tanto los de la CONCAPA van de paladines de la libertad de enseñanza, tiene huevos la cosa. Si no se lo creen miren su página web (eso sí, se la buscan ustedes, que a mí me da repelús ponerla aquí). De paso allá encontrarán la cuenta bancaria para hacer donaciones en contra de la LOE (?).