30 marzo 2009

Desde los mares del Cámbrico

El periodo Cámbrico comenzó hace 540 millones de años y duró unos 55 millones más. En el registro fósil de ese tiempo aparecen repentinamente unos cincuenta grupos básicos de organismos, algunos tan conocidos como los trilobites, fenómeno que se ha venido en llamar explosión cámbrica. Muchos grupos se extinguieron después, otros se consideran antecesores de algunos actuales. Algo de aquella enorme riqueza biológica se ha revelado en yacimientos tan famosos como Burgess Shale, en Canadá, cuya extraña fauna fue comentada en el libro de Stephen Jay Gould "La vida maravillosa". Estos fósiles son especiales porque los organismos fueron enterrados por un deslizamiento submarino de limo muy fino que consiguió que se conservaran improntas de los tejidos blandos, algo excepcional. Esas condiciones de preservación, unidas a las docenas de miles de ejemplares encontrados han permitido restaurar el aspecto y a veces otras características de aquella lejana fauna.
Hoy les traigo la reconstrucción de Hurdia, uno de los grandes predadores de los mares cámbricos ya que tal vez superaba los 60 cm. Hurdia poseía ojos pedunculados, una boca circular dentada y branquias asociadas a una especie de aletas laterales. Lo más característico y "personal" respecto a otros géneros del filum es que tenía un caparazón en la parte anterior del cuerpo.
Su aspecto, el aspecto de cuando estaba vivo hace más de 500 millones de años, era este:

Figura tomada de Allison C. Daley et al., 2009, , Science, 20 March 2009: 1597-1600.

28 marzo 2009

Ser o no ser: aborto y células troncales

No me ha apetecido comentar los argumentos del movimiento antiabortista en España en los últimos tiempos. Para que mi opinión quede clara me adhiero casi sin fisuras a la expresada por Jesús Mosterín en El País. Es bueno leer el artículo con atención ya que hay frases a lo largo de todo él que argumentan y matizan la postura, no debe hacerse una lectura diagonal.
Si después del artículo de Mosterín le apetece a alguien todavía leer lo que escribí sobre la investigación con células troncales con un enfoque diferente, lo encontrará en De embriones y células madre y Sin dinero para los cybrids.
Alfredo toca el tema, también polémico, de la suficiencia de los 16 años a la hora de tomar decisiones importantes, directamente aplicable al caso de la nueva ley española, cuyo borrador aún no se ha hecho público.

26 marzo 2009

Lenguas en peligro

A través de Todocartografía me entero de que la UNESCO utiliza Google para mostrar el mapa de las lenguas en peligro en el mundo. Este Atlas está disponible en formato PDF (20 Mb) y en forma de hoja de cálculo pero su verdadera dimensión puede verse en la presentación cartográfica.
Es posible elegir varios niveles de problemas, desde "vulnerable" hasta "en situación crítica". El mapa de abajo corresponde a este último nivel e incluye 574 lenguas. De ellas, 519 tienen menos de 100 hablantes.

Por dar algún ejemplo, en Chile y Argentina aparecen cinco lenguas con serios problemas:
  • Chaná, considerada extinta desde el siglo XIX pero del que recientemente se descubrió que aún existía una persona que tenía conocimientos de ella: Blas Wilfredo Omar Jaime, de 75 años, residente en Paraná, Argentina.
  • Huilliche con un número poco claro de hablantes, tal vez hasta 2000, en Osorno y Chiloé (Chile).
  • Kawésqar o Alacaluf, hablado por unas 20 personas residentes, parece, en la zona de Puerto Edén, al Sur de Chile.
  • Aonek'enk (tehuelche meridionales), con sólo 4 hablantes en el año 2001, en Santa Cruz y Chubut.
  • Yahgan o Yámana, con sólo 1 hablante residente en Villa Ukika en la isla Navarino.
Y si nos vamos a las lenguas extintas (233 registradas a nivel mundial) en la misma zona tenemos dos ya perdidas:
  • Gününa Küne (tehuelche septentrionales)
  • Ona o Selk'nam

Grupo aonek'enk en una fotografía tomada hacia 1895, posiblemente en la zona del Estrecho de Magallanes.

Del cuaderno de bitácora personal.
Salíamos del invierno en Ushuaia y durante la semana nunca habíamos superado los 0 ºC. Nevaba a ratos y el viento no paraba nunca. Cruzamos el Canal Beagle en un pequeño pesquero rojo y azul. Atracamos en una isla sin árboles, donde el mar rompía en playas de cantos. Me protegí del frío y del aire helado en una oquedad rodeada de un pequeño muro de piedras medio derruido. Había allí una docena de huecos similares. Luego, a la vuelta, me dijeron que era lo que quedaba de un asentamiento yamana, los últimos pobladores locales de aquel rincón de Tierra del Fuego.

Familia de onas en Bahía Inútil, Chile, en 1890

23 marzo 2009

Derechos sobre la órbita geoestacionaria y más allá

Sabía que todos los países reclaman soberanía sobre el territorio emergido y su subsuelo. También sobre los mares vecinos cuando los hay. Y sobre el espacio aéreo. Pero estos días me ha llamado la atención J, desde su estancia en Ecuador, sobre que al menos uno de los candidatos a presidente del país reclama soberanía sobre la "órbita geoestacionaria". ¿Es una errata? No, pero es interesante y me ayuda a mantener el subtítulo de este blog.
Recordemos que una órbita geoestacionaria es aquella donde el satélite gira a la misma velocidad angular que la Tierra de forma que se mantiene en la vertical del mismo lugar. Eso sólo puede ocurrir sobre el Ecuador y a unos 35768 km de la superficie, montaña arriba, montaña abajo (1). Cada satélite que está en esa órbita ve un 42% de la superficie terrestre aunque sólo entre los 81º de latitud Norte y sus equivalentes de latitud Sur. Debido a esto, con sólo 3 satélites geoestacionarios con 120º de separación es suficiente para cubrir con Radio María la totalidad de la Tierra habitada. Se libran los osos polares y algunos pingüinos. Los usos civiles de la órbita geoestacionaria son predominantemente las comunicaciones y la meteorología y está mucho más lejana que la usada por los satélites de observación terrestre (unos 700-800 km sobre la superficie). Como su latitud es 0º deben repartirse en longitudes diferentes. Aquí hay una lista de satélites geoestacionarios: a ojo salen unos 350.

Imagen de satélites y restos ("basura espacial") en órbita alrededor de la Tierra. La mayor aglomeración se produce en la órbita geoestacionaria y alrededores.

Investigando por ahí encuentro que la Constitución de Ecuador, que creo que está actualmente en debate, incluye en su artículo 4:
El Ecuador ejercerá derechos sobre los segmentos correspondientes de la órbita sincrónica geoestacionaria y la Antártica, de conformidad con las normas del Derecho Internacional y con la legislación interna.
Los derechos de la órbita geoestacionaria se ejercerían, supongo, sobre la proyección con origen en el centro de la Tierra de los límites nacionales sobre dicha órbita. Esto supondría, un segmento de 11780 km, un 4.46% del los 264000 km que supone aproximadamente la circunferencia total, de la cual un 70% está sobre océanos. Colombia tendría unos 4171 km (un 1.57%), algo que también incluye en su Constitución (Art. 101):
También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar territorial, la zona contigua, la plataforma continental, la zona económica exclusiva, el espacio aéreo, el segmento de la órbita geoestacionaria, el espectro electromagnético y el espacio donde actúa, de conformidad con el Derecho Internacional o con las leyes colombianas a falta de normas internacionales.
Los países ecuatoriales han intentado conseguir un reconocimiento de esos derechos desde hace un tiempo. En 1976 hubo una reunión en Bogotá de los diez países implicados, Brasil, Colombia, Congo, Ecuador, Gabón, Indonesia, Kenia, Somalia, Uganda y Zaire, y se redactó una declaración en la que se defiende la existencia de soberanía sobre este "recurso natural". Dicha declaración no ha sido reconocida en la legislación internacional y se me ocurre que uno de los artículos puede ser causa de que nunca se haga. En concreto se dice:
Los satélites ubicados por países no ecuatoriales en segmentos de órbita de los Estados Ecuatoriales, carecen de la autorización de éstos y la existencia de tales satélites no confieren derecho alguno al uso actual o futuro del lugar que ocupan.
Huelga decir que las reivindicaciones de soberanía absoluta con negación de los derechos actuales (que están otorgados por legislación internacional vigente) no tienen ninguna opción de salir adelante ya que dependen de un consenso con otros países y el derecho internacional es, por definición, el fruto de acuerdos multilaterales.

Actualmente, las posiciones orbitales son administradas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo dependiente de las Naciones Unidas. Los países ecuatoriales (o al menos los más activos en este asunto) se quejan de favoritismo hacia las "grandes potencias" en la adjudicación de posiciones y que, como consecuencia de ello, se está saturando la órbita de forma que los países en desarrollo no podrán en un futuro poner sus propios satélites. El argumento es respetable pero no estoy seguro de que sea correcto. Por ejemplo, los satélites no son eternos sino que duran lo que dure el combustible utilizado para corregir las inevitables desviaciones de la órbita (he leído aunque no confirmado que las concesiones actuales son de 15 años). Por tanto, existe una posibilidad de recambio de posiciones en el tiempo y donde hoy hay un satélite estadounidense podrá haber uno brasileño o marroquí ya que la posición no queda "secuestrada" indefinidamente. Por otro lado, no parece que la UIT niegue permisos aunque sí exige que el satélite esté al menos en construcción en el momento de la petición y en órbita antes de 5 años o la concesión de posición caducará. Encuentro que esos requisitos son algo lógico precisamente para prevenir el "secuestro" de posiciones que luego no se mantendrían vacías. Sí es cierto que la concesión de posiciones se hace por simple orden cronológico por lo que no existe ninguna reserva para los países ecuatoriales pero tampoco para ningún otro lo cual hace que el dominio de la UE, Rusia y los EE.UU. sea abrumador.

Personalmente, y por aquello de mojarme, no creo que la órbita en cuestión deba someterse a soberanía de nadie en concreto, y menos por la casualidad de estar debajo de ella a 40000 km de distancia. Sí debe garantizarse un acceso real a todos los países que puedan o quieran poner un satélite allá arriba. Para ello tal vez deba mejorarse la normativa actual pero la gestión de esos lejanos "territorios" debe ser internacional y los derechos generales. Es cierto que actualmente los satélites son mayoritariamente de los países más ricos (la cruel lógica de la economía) pero a nadie se le impide crear consorcios o alianzas y muchos de esos satélites generan beneficios globales tanto en comunicaciones como en usos científicos.

Si me permiten una broma para terminar ¿por qué quedarse en derechos territoriales de 40000 km? o ¿por qué limitar esos 40000 km a los países ecuatoriales? Cada país podría extender su territorio nacional hasta el infinito y más allá, que decía Buzz Lightyear, y prolongar la proyección de sus fronteras terrestres y marítimas hasta unas cuantas UA de distancia. ¡Ah, la propiedad, cuántas cosas curiosas salen a la luz al invocarte!

(1) La órbita geoestacionaria permite ciertas tolerancias de forma que en la realidad es un gran "donut" con un radio medio de 42165 km, un ancho de 74 km y una "altura" de 42 km.

17 marzo 2009

De bombas de racimo y otras hierbas

Con estos temas siempre pasa lo mismo: poca información y, aún esa, de fiabilidad imposible de contrastar. Hay cosas que sí, que se pueden saber, como que España, junto con otro centenar de países, firmó en diciembre un tratado contra el uso de las bombas de racimo. Más o menos a la vez, la ministra de Defensa, Carmen Chacón, anunció que España destruirá todo su arsenal de bombas de racimo para el 1 de junio de 2009.
Eso significa que tenemos bombas de racimo en nuestro arsenal.
Ese es el aspecto clave pero no parece que sea el único detalle. Se confirma, por ejemplo, que la destrucción de las bombas de racimo se hace en las instalaciones de FAEX (Fabricaciones Extremeñas) en Cáceres. Una parajoda (no es errata) porque FAEX forma parte de la compañía Explosivos Alaveses SA (Expal) que fabrica las llamadas BME 330. Podemos encontrar algo de información al respecto en Portal Aeronáutico, donde en una sección de armamento aire-superficie del Ejército del Aire se mencionan tres variantes. Para confirmar un poco más el dato, en esta página aparece información de la BME 330 proviniente de una empresa del ramo bajo el título "BME 330 AR Cluster Bomb (Spain)". Podemos encontrar datos similares en Infodefensa.com. Dicen que en el Ejército del Aire hay tres tipos de BME 330, según su carga:
  • BME 330C, con una carga de 180 submuniciones CP, CH o SNA
  • BME 330AT, con una carga de 512 SAC-1 y 4 MAC-2
  • BME 330AR, con una carga de 8 SAP y 20 SNA
A continuación nos explican un poco más las entretelas que se ocultan en los 317 kg que pesa cada unidad BME 330:
  • CP: antipersonal, alto explosivo de fragmentación, letal a 5 m (0.8 kg)
  • CH: carga hueca, anticarro, 200 mm.(0.8 kg)
  • SNA: alto explosivo, denegación de área (0.8 kg)
  • SAC-1: carga hueca y fragmentación, anticarro, 100 mm (0.2 kg)
  • MAC-2:alto explosivo, anticarro, denegación de área (3.5 kg)
  • SAP: carga hueca y alto explosivo, perforante, daña unos 50 m cuadrados (18 kg)
Foto tomada de Espejo aeronáutico

Según la misma página, se utiliza otro tipo de bomba de racimo aunque en este caso de origen foráneo:
  • MK-20 Rockeye II, de origen norteamericano aunque fabricadas aquí bajo licencia. En concreto, el Ejército del Aire utiliza la version CBU-100/B, que con un peso de 248 kg contiene 247 bombetas Mk-118 anticarro de 600 g de peso cada una que pueden perforar 19 centimetros de acero.
Instalaza S.A. es otro fabricante español que lo declara directamente ya que en su web anuncia uno de sus productos:
  • MAT 120: munición de mortero, con 21 submuniciones de efecto contra carro y de fragmentación, cuyas espoletas electrónicas están dotadas de dispositivos de autodestrucción y auto-neutralización, eliminando así el riesgo de municiones activas abandonadas sobre el terreno.
Lamentablemente, el Ejército español no da demasiada información al respecto por lo que es difícil saber con seguridad cual es la situación actual. Personalmente me disgusta saber que este tipo de armas se fabrica aquí, que no se hace público a quién se vende ni tampoco hasta qué punto entra en los planes de nuestros ejército la posibilidad de usarlas.

Por cerrar con un detalle menos siniestro les diré que las bombas de racimo han estado en un sitio donde no se las esperaba: en el discurso de un fotógrafo llamado Gervasio Sánchez, un cordobés que ha pasado su vida reflejando en sus fotografías los peores lugares del mundo.
A este fotógrafo se le concedió el Premio Ortega y Gasset de fotografía por una imagen titulada Sofía y Alia. La breve historia de Sofía Elface está aquí y la foto es esta:


Gervasio Sánchez escribe artículos, siempre sobre lo mismo: nuestro fracaso como humanos evidenciado por las guerras. Merece la pena también leerle en Los desastres de la guerra.
Gervasio recibió el premio y dijo, entre otras cosas y con nombres propios, lo siguiente (el discurso completo está aquí):
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años. Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad. Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi. Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado. Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas. Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos. Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

14 marzo 2009

20000 fotos de expediciones polares

Me entero de uno de esos sitios para mirar, perderse y soñar un rato: Freeze Frame recoge veinte mil fotografías digitalizadas de una veintena de expediciones polares desde 1845 a 1982. Les copio aquí abajo algunas de esas imágenes de la vida cotidiana que me gustan especialmente y donde me dedico a mirar los objetos, libros y demás trastos que acompañaban a esta gente durante meses intentando parecerse a un hogar.

Scott escribiendo su diario en los cuarteles de invierno un 7 de octubre de 1911


Remendando sacos de dormir (Captain Scott’s Antarctic Expedition 1911-1912)

Entrando en la tienda de campaña en Cabo Royds, 1904

El fotógrafo Herbert Pointing revela negativos un 22 de julio de 1911

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