23 marzo 2009

Derechos sobre la órbita geoestacionaria y más allá

Sabía que todos los países reclaman soberanía sobre el territorio emergido y su subsuelo. También sobre los mares vecinos cuando los hay. Y sobre el espacio aéreo. Pero estos días me ha llamado la atención J, desde su estancia en Ecuador, sobre que al menos uno de los candidatos a presidente del país reclama soberanía sobre la "órbita geoestacionaria". ¿Es una errata? No, pero es interesante y me ayuda a mantener el subtítulo de este blog.
Recordemos que una órbita geoestacionaria es aquella donde el satélite gira a la misma velocidad angular que la Tierra de forma que se mantiene en la vertical del mismo lugar. Eso sólo puede ocurrir sobre el Ecuador y a unos 35768 km de la superficie, montaña arriba, montaña abajo (1). Cada satélite que está en esa órbita ve un 42% de la superficie terrestre aunque sólo entre los 81º de latitud Norte y sus equivalentes de latitud Sur. Debido a esto, con sólo 3 satélites geoestacionarios con 120º de separación es suficiente para cubrir con Radio María la totalidad de la Tierra habitada. Se libran los osos polares y algunos pingüinos. Los usos civiles de la órbita geoestacionaria son predominantemente las comunicaciones y la meteorología y está mucho más lejana que la usada por los satélites de observación terrestre (unos 700-800 km sobre la superficie). Como su latitud es 0º deben repartirse en longitudes diferentes. Aquí hay una lista de satélites geoestacionarios: a ojo salen unos 350.

Imagen de satélites y restos ("basura espacial") en órbita alrededor de la Tierra. La mayor aglomeración se produce en la órbita geoestacionaria y alrededores.

Investigando por ahí encuentro que la Constitución de Ecuador, que creo que está actualmente en debate, incluye en su artículo 4:
El Ecuador ejercerá derechos sobre los segmentos correspondientes de la órbita sincrónica geoestacionaria y la Antártica, de conformidad con las normas del Derecho Internacional y con la legislación interna.
Los derechos de la órbita geoestacionaria se ejercerían, supongo, sobre la proyección con origen en el centro de la Tierra de los límites nacionales sobre dicha órbita. Esto supondría, un segmento de 11780 km, un 4.46% del los 264000 km que supone aproximadamente la circunferencia total, de la cual un 70% está sobre océanos. Colombia tendría unos 4171 km (un 1.57%), algo que también incluye en su Constitución (Art. 101):
También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar territorial, la zona contigua, la plataforma continental, la zona económica exclusiva, el espacio aéreo, el segmento de la órbita geoestacionaria, el espectro electromagnético y el espacio donde actúa, de conformidad con el Derecho Internacional o con las leyes colombianas a falta de normas internacionales.
Los países ecuatoriales han intentado conseguir un reconocimiento de esos derechos desde hace un tiempo. En 1976 hubo una reunión en Bogotá de los diez países implicados, Brasil, Colombia, Congo, Ecuador, Gabón, Indonesia, Kenia, Somalia, Uganda y Zaire, y se redactó una declaración en la que se defiende la existencia de soberanía sobre este "recurso natural". Dicha declaración no ha sido reconocida en la legislación internacional y se me ocurre que uno de los artículos puede ser causa de que nunca se haga. En concreto se dice:
Los satélites ubicados por países no ecuatoriales en segmentos de órbita de los Estados Ecuatoriales, carecen de la autorización de éstos y la existencia de tales satélites no confieren derecho alguno al uso actual o futuro del lugar que ocupan.
Huelga decir que las reivindicaciones de soberanía absoluta con negación de los derechos actuales (que están otorgados por legislación internacional vigente) no tienen ninguna opción de salir adelante ya que dependen de un consenso con otros países y el derecho internacional es, por definición, el fruto de acuerdos multilaterales.

Actualmente, las posiciones orbitales son administradas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo dependiente de las Naciones Unidas. Los países ecuatoriales (o al menos los más activos en este asunto) se quejan de favoritismo hacia las "grandes potencias" en la adjudicación de posiciones y que, como consecuencia de ello, se está saturando la órbita de forma que los países en desarrollo no podrán en un futuro poner sus propios satélites. El argumento es respetable pero no estoy seguro de que sea correcto. Por ejemplo, los satélites no son eternos sino que duran lo que dure el combustible utilizado para corregir las inevitables desviaciones de la órbita (he leído aunque no confirmado que las concesiones actuales son de 15 años). Por tanto, existe una posibilidad de recambio de posiciones en el tiempo y donde hoy hay un satélite estadounidense podrá haber uno brasileño o marroquí ya que la posición no queda "secuestrada" indefinidamente. Por otro lado, no parece que la UIT niegue permisos aunque sí exige que el satélite esté al menos en construcción en el momento de la petición y en órbita antes de 5 años o la concesión de posición caducará. Encuentro que esos requisitos son algo lógico precisamente para prevenir el "secuestro" de posiciones que luego no se mantendrían vacías. Sí es cierto que la concesión de posiciones se hace por simple orden cronológico por lo que no existe ninguna reserva para los países ecuatoriales pero tampoco para ningún otro lo cual hace que el dominio de la UE, Rusia y los EE.UU. sea abrumador.

Personalmente, y por aquello de mojarme, no creo que la órbita en cuestión deba someterse a soberanía de nadie en concreto, y menos por la casualidad de estar debajo de ella a 40000 km de distancia. Sí debe garantizarse un acceso real a todos los países que puedan o quieran poner un satélite allá arriba. Para ello tal vez deba mejorarse la normativa actual pero la gestión de esos lejanos "territorios" debe ser internacional y los derechos generales. Es cierto que actualmente los satélites son mayoritariamente de los países más ricos (la cruel lógica de la economía) pero a nadie se le impide crear consorcios o alianzas y muchos de esos satélites generan beneficios globales tanto en comunicaciones como en usos científicos.

Si me permiten una broma para terminar ¿por qué quedarse en derechos territoriales de 40000 km? o ¿por qué limitar esos 40000 km a los países ecuatoriales? Cada país podría extender su territorio nacional hasta el infinito y más allá, que decía Buzz Lightyear, y prolongar la proyección de sus fronteras terrestres y marítimas hasta unas cuantas UA de distancia. ¡Ah, la propiedad, cuántas cosas curiosas salen a la luz al invocarte!

(1) La órbita geoestacionaria permite ciertas tolerancias de forma que en la realidad es un gran "donut" con un radio medio de 42165 km, un ancho de 74 km y una "altura" de 42 km.

17 marzo 2009

De bombas de racimo y otras hierbas

Con estos temas siempre pasa lo mismo: poca información y, aún esa, de fiabilidad imposible de contrastar. Hay cosas que sí, que se pueden saber, como que España, junto con otro centenar de países, firmó en diciembre un tratado contra el uso de las bombas de racimo. Más o menos a la vez, la ministra de Defensa, Carmen Chacón, anunció que España destruirá todo su arsenal de bombas de racimo para el 1 de junio de 2009.
Eso significa que tenemos bombas de racimo en nuestro arsenal.
Ese es el aspecto clave pero no parece que sea el único detalle. Se confirma, por ejemplo, que la destrucción de las bombas de racimo se hace en las instalaciones de FAEX (Fabricaciones Extremeñas) en Cáceres. Una parajoda (no es errata) porque FAEX forma parte de la compañía Explosivos Alaveses SA (Expal) que fabrica las llamadas BME 330. Podemos encontrar algo de información al respecto en Portal Aeronáutico, donde en una sección de armamento aire-superficie del Ejército del Aire se mencionan tres variantes. Para confirmar un poco más el dato, en esta página aparece información de la BME 330 proviniente de una empresa del ramo bajo el título "BME 330 AR Cluster Bomb (Spain)". Podemos encontrar datos similares en Infodefensa.com. Dicen que en el Ejército del Aire hay tres tipos de BME 330, según su carga:
  • BME 330C, con una carga de 180 submuniciones CP, CH o SNA
  • BME 330AT, con una carga de 512 SAC-1 y 4 MAC-2
  • BME 330AR, con una carga de 8 SAP y 20 SNA
A continuación nos explican un poco más las entretelas que se ocultan en los 317 kg que pesa cada unidad BME 330:
  • CP: antipersonal, alto explosivo de fragmentación, letal a 5 m (0.8 kg)
  • CH: carga hueca, anticarro, 200 mm.(0.8 kg)
  • SNA: alto explosivo, denegación de área (0.8 kg)
  • SAC-1: carga hueca y fragmentación, anticarro, 100 mm (0.2 kg)
  • MAC-2:alto explosivo, anticarro, denegación de área (3.5 kg)
  • SAP: carga hueca y alto explosivo, perforante, daña unos 50 m cuadrados (18 kg)
Foto tomada de Espejo aeronáutico

Según la misma página, se utiliza otro tipo de bomba de racimo aunque en este caso de origen foráneo:
  • MK-20 Rockeye II, de origen norteamericano aunque fabricadas aquí bajo licencia. En concreto, el Ejército del Aire utiliza la version CBU-100/B, que con un peso de 248 kg contiene 247 bombetas Mk-118 anticarro de 600 g de peso cada una que pueden perforar 19 centimetros de acero.
Instalaza S.A. es otro fabricante español que lo declara directamente ya que en su web anuncia uno de sus productos:
  • MAT 120: munición de mortero, con 21 submuniciones de efecto contra carro y de fragmentación, cuyas espoletas electrónicas están dotadas de dispositivos de autodestrucción y auto-neutralización, eliminando así el riesgo de municiones activas abandonadas sobre el terreno.
Lamentablemente, el Ejército español no da demasiada información al respecto por lo que es difícil saber con seguridad cual es la situación actual. Personalmente me disgusta saber que este tipo de armas se fabrica aquí, que no se hace público a quién se vende ni tampoco hasta qué punto entra en los planes de nuestros ejército la posibilidad de usarlas.

Por cerrar con un detalle menos siniestro les diré que las bombas de racimo han estado en un sitio donde no se las esperaba: en el discurso de un fotógrafo llamado Gervasio Sánchez, un cordobés que ha pasado su vida reflejando en sus fotografías los peores lugares del mundo.
A este fotógrafo se le concedió el Premio Ortega y Gasset de fotografía por una imagen titulada Sofía y Alia. La breve historia de Sofía Elface está aquí y la foto es esta:


Gervasio Sánchez escribe artículos, siempre sobre lo mismo: nuestro fracaso como humanos evidenciado por las guerras. Merece la pena también leerle en Los desastres de la guerra.
Gervasio recibió el premio y dijo, entre otras cosas y con nombres propios, lo siguiente (el discurso completo está aquí):
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años. Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad. Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi. Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado. Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas. Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos. Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

14 marzo 2009

20000 fotos de expediciones polares

Me entero de uno de esos sitios para mirar, perderse y soñar un rato: Freeze Frame recoge veinte mil fotografías digitalizadas de una veintena de expediciones polares desde 1845 a 1982. Les copio aquí abajo algunas de esas imágenes de la vida cotidiana que me gustan especialmente y donde me dedico a mirar los objetos, libros y demás trastos que acompañaban a esta gente durante meses intentando parecerse a un hogar.

Scott escribiendo su diario en los cuarteles de invierno un 7 de octubre de 1911


Remendando sacos de dormir (Captain Scott’s Antarctic Expedition 1911-1912)

Entrando en la tienda de campaña en Cabo Royds, 1904

El fotógrafo Herbert Pointing revela negativos un 22 de julio de 1911

13 marzo 2009

Niños a la carta: por ahora no

Recordarán que hace unas semanas salió a la luz una oferta peculiar: una clínica estadounidense ofrecía a las parejas que se sometieran a tratamientos de fecundación in vitro la opción de elegir el color del pelo y ojos de sus futuros hijos.

La idea surgió de William Kearns, director del Shady Grove Center for Preimplantation Genetics que dio a conocer en un congreso a finales del año pasado algunos resultados de nuevas técnicas para el análisis de caracteres fenotípicos complejos. Aunque por ahora el trabajo no está publicado y los datos no han sido analizados por terceros, llamó la atención de algunas clínicas estadounidenses que ya ofrecían selección de sexo, mucho más fácil de determinar. Finalmente, Los Angeles Infertility Center anunció la posibilidad en un futuro próximo de elegir sexo, color de ojos, color del pelo y complexión, además de los más lógicos análisis de enfermedades genéticas (ver más abajo).

Era solo cuestión de tiempo que la "oferta" se desinflara de alguna manera porque es algo prematura y, aunque mis conocimientos sobre el asunto son escasos, me apetece hoy comentarla en algunos aspectos no necesariamente éticos, a ver qué les parece. Y es que dicha oferta era algo engañosa o, por decirlo de otra manera, no podía ni podrá aplicarse a la generalidad de la población como parecen haber entendido algunos. Veamos las razones.

La primera cuestión a tener en cuenta es de Perogrullo pero conviene decirla: la selección que se ofertaba sólo era factible para las parejas que iban a recibir el tratamiento de fecundación asistida, es decir, que tienen problemas de infertilidad. Eso excluye a la mayoría de las parejas que se reproducen por el método "convencional".

La segunda es que, dentro de las parejas con problemas de infertilidad, sólo podrían tratarse aquellas a las que se hiciera un diagnóstico genético preimplantacional (DGP). El DGP es un análisis genético de una de las células del embrión que se realiza en etapas muy tempranas del desarrollo (tres días). Es un procedimiento complejo y caro cuyo objetivo es detectar los embriones que presenten defectos genéticos. El DGP no se realiza en todos los casos sino sólo cuando alguno de los progenitores presenta una enfermedad genética hereditaria o cuando la edad de la madre supone mayor riesgo de defectos genéticos (por cierto, ver este ejemplo). Es obvio que se puede hacer un DGP exclusivamente para determinar caracteres como el color de ojos o de pelo pero probablemente obligaría a realizar una fecundación in vitro que no todas las parejas infértiles necesitan. La FIV es difícil, dura y de eficiencia limitada por lo que es dudoso que fuera popular en cuanto se explicara bien el protocolo en vez de obviar sus difultades.

Nos quedan, por tanto, sólo las parejas que realmente deben ser tratadas con FIV y DGP pero incluso dentro de este porcentaje limitado hay problemas.

Por ejemplo, otra perogrullada es que los caracteres deseados deben estar presentes con una probabilidad razonable en alguno de los embriones. Pongamos mi caso: mi mujer tiene el pelo castaño y los ojos verdes, yo tengo también el pelo castaño pero mis ojos son marrones, y en mis ancestros no hay ojos verdes que yo sepa. Si quisiera un hijo con ojos verdes la clínica debería rectificar en su oferta ya que la probabilidad de que uno de los embriones los tuviera es minúscula. Sí sería posible que tuvieran el gen recesivo pero en esta próxima generación dominaría el color marrón. Si añado a mis peticiones el pelo rubio las probabilidades caen aún más. Finalmente, si por alguna razón quisiera hijos rubios y de ojos azules lo mejor sería esperar a la siguiente reencarnación porque dichas variantes no están disponibles en nuestro catálogo familiar.

Otro problema es que detectar el color de los ojos o del pelo no es fácil porque son caracteres complejos que no dependen de un gen único (cosa que he obviado en el párrafo anterior por simplicidad). Recientemente se ha dicho que se puede acertar entre un 75 y un 90% de las veces analizando "solamente" ocho marcadores genéticos pero dicho estudio se ha realizado en una población europea muy restringida (origen holándés, creo recordar) con sólo 3 colores implicados (azul, marrón y "mixto"). Es previsible que si aumenta la variabilidad genética el problema se va a complicar mucho.

Y finalmente está la pura (im)posibilidad de acceder al tratamiento (imposible en muchos sitios y países que tienen necesidades más imperiosas) y el dinero necesario para satisfacer el capricho.

En consecuencia, la oferta de Los Angeles Infertility Center tenía pinta de ser más propaganda ruidosa que otra cosa. Al día de hoy, las reacciones más bien críticas han aconsejado a la clínica a retirar la oferta y a cerrar la línea de trabajo. Alguien acabará haciéndolo pero no va a ser ahora y esperemos que no nos volvamos tan estúpidos como para confundir salud y capricho. Aunque alguno habrá, sin duda.
Por finalizar con la opinión personal: estoy completamente a favor del DGP para la erradicación de problemas genéticos que son evitables como la fibrosis quística o la enfermedad de Hungtington cuyas consecuencias son mortales. Estoy en contra de la DGP para satisfacer caprichos o, en general, seleccionar caracteristicas que no supongan un beneficio médico para el futuro niño. Por suerte o por buen sentido, la legislación española actual prohíbe la DGP para fines no médicos.

11 marzo 2009

¿Hipnosis contra el dolor?

Salió en bastantes medios hace unos pocos meses: la hipnosis puede calmar el dolor de las mujeres que tienen un aborto temprano. La frase es ambigua (¿"puede calmar"?) y los subtítulos no lo mejoran salvo uno, el último, que se moja más:
  • Los fármacos alivian parcialmente el dolor durante un aborto (obvio)
  • El control del dolor sigue siendo un desafío para los médicos (obvio)
  • Un estudio señala la hipnoterapia como el mejor analgésico (no tan obvio)
  • ¿Será verdad semejante cosa? ¿Estaremos haciendo el tonto tomando fármacos en vez de someternos a hipnosis ante operaciones quirúrgicas en general o ésta en concreto? Bueno, tenemos ante nosotros la posibilidad de comprobarlo ya que el artículo parece serio y se ha publicado en una revista del ramo previa revisión. La referencia es la siguiente:
    Isabelle Marc et al., 2008, Hypnotic analgesia intervention during first-trimester pregnancy termination: an open randomized trial, American Journal of Obstetrics & Gynecology, 199(5): 469.e1-469.e9
    El objetivo del trabajo es "determinar si la analgesia mediante hipnosis puede reducir la necesidad de analgesia intravenosa sin aumentar el dolor ni la ansiedad durante la operación de aborto". El estudio se realizó con 350 mujeres que tuvieron que someterse a aborto con menos de 14 semanas de gestación. Un grupo (172) fue sometido a una "analgesia hipnótica estandarizada" antes y durante la intervención. El principal resultado fue, según el resumen del trabajo:
    Las mujeres que recibieron hipnosis requirieron menos analgesia intravenosa (63%) que el grupo de control (85%, P <>Lo cual les hace concluir que "la hipnosis puede ser efectiva como complemento al control farmacológico del dolor agudo durante el aborto".
    No he tenido contacto alguno con la hipnosis por lo que puedo estar equivocado al considerarla un método de sugestión cuyo "éxito" depende de lo susceptibles que sean las personas que se someten a ella. Bajo este punto de vista no me parece absurdo que una sesión bien llevada, unida a una persona sugestionable pueda llevar a los resultados que se muestran en el trabajo. Pero... ya saben ustedes de mi pasión por buscar agujeros en estas cosas.
    La primera circunstancia que me llama la atención del estudio es que 258 candidatas no fueron incluidas por razones diversas entre las cuales aparecen ser escéptica sobre la hipnosis, estar demasiado preocupada por el aborto o mostrar desinterés por la investigación (?)...
    La segunda es que dentro del protocolo se informa a las pacientes que pueden solicitar libremente sedación farmacológica en cualquier momento pero también se permite a los médicos administrar esa sedación si juzgan que la paciente siente dolor aunque ella no la pida.
    En tercer lugar, tanto médicos como pacientes conocen el experimento (no es un procedimiento ciego) y las pacientes saben en qué grupo están (hipnosis o control).
    Finalmente, el reparto en los dos grupos se realiza 30 minutos antes de la intervención y el grupo "hipnosis" comienza inmediatamente el tratamiento que consiste en una fase de relajación seguida otra fase donde se le dan "estrategias y sugerencias" para reducir el dolor. Estas estrategias se le recuerdan de nuevo en la mesa de operaciones. Mientras tanto el grupo control recibe un tratamiento normal con instrucciones para la relajación pero excluyendo instrucciones para reducir el dolor o la ansiedad.
    En resumen: 1) se excluyen personas que son escépticas respecto a la hipnosis (menos sugestionables), 2) los médicos pueden decidir si se administra sedación aunque la paciente no la pida, 3) médicos y pacientes conocen el experimento y 4) al grupo de control no se le da instrucciones específicas para controlar el dolor mientras que al grupo con hipnosis sí.
    Visto el experimento y sus circunstancias es inmediato preguntar:
    1. ¿Cómo se valora el efecto específico de la "hipnoanalgesia" si sólo se ha informado a un grupo sobre cómo reducir el dolor?
    2. ¿Por qué no se ha hecho un grupo sin hipnosis pero con instrucciones sobre el control del dolor?
    3. ¿Cómo se puede asegurar que los médicos no tienden a administrar mayor sedación al grupo de control?
    4. ¿Cómo se puede controlar el efecto de que las pacientes del grupo de control esperan sufrir más dolor que las del otro grupo?
    La percepción del dolor es un tema complicado y aún más difícil hacer un buen diseño experimental para controlar sus efectos. Aún así, creo que en el trabajo de Marc y colegas se han dejado algunos cabos sueltos. O será que eso de la hipnosis no me acaba de convencer.

    09 marzo 2009

    Obama y las células troncales

    Soy un firme partidario de la investigación con células troncales vengan de donde vengan. Las razones las expuse en De embriones y células madre, donde comenté la instrucción vaticana "Dignitas personae sobre algunas cuestiones de bioética". La cuestión subyacente puede resumirse en la consideración o no del cigoto y blastocisto como personas y, en caso positivo, como merecedoras de los mismos derechos que los humanos desarrollados. No voy a repetir consideración alguna, sólo mi postura personal: no considero que un embrión en estado de blastocisto pueda ser considerado una persona ni siquiera remotamente. Consecuentemente, tampoco considero que la investigación con células troncales embrionarias procedentes de embriones crioconservados sea éticamente criticable.
    En los EE.UU., el anterior presidente George W. Bush había prohibido la financiación pública de ese tipo de investigación en el año 2001 haciendo uso del veto presidencial en las dos ocasiones donde se intentó revertir la situación en el Senado., incluso por mayorías claras (63 contra 37 en el 2006). Las razones fueron "morales y religiosas". La noticia de hoy es que Barack H. Obama ha anunciado el levantamiento de esa prohibición con lo que en los EE.UU. se abre la posibilidad de financiar esas investigaciones con fondos públicos. La orden original la tienen aquí. Les dejo con la declaración de intenciones aunque merece la pena leer el documento completo:
    La investigación con células humanas troncales embrionarias y no embrionarias pueden ayudarnos a comprender mejor y a tratar varias enfermedades y condiciones discapacitantes. En la década pasada se han hecho avances alentadores en este campo, consiguiendo un consenso general en la comunidad científica de que la investigación debe ser apoyyada con fondos públicos.
    En los últimos 8 años, la intención del Department of Health and Human Services y del National Institute of Health (NIH) para financiar y dirigir la investigaciñin con células troncales embrionarias ha sido limitada por las acciones del Presidente. El propósito de la presente orden es eliminar esas limitaciones en la investigación, potenciando la financiación de la NIH y reforzando la contribución de los científicos de América (sic) en los nuevos descubrimientos y terapias en beneficio de la humanidad.
    Para mí es una buena noticia porque sólo sabremos hasta donde se puede llegar en el tratamiento de algunas enfermedades investigando sin excesivas trabas. En cualquier caso, los vetos unipersonales no me parecen la forma más razonable de regular nada.
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