O la noticia amarilla de la semana
1. La noticia
Parece que no se puede vivir sin titulares espectaculares aunque el aparente brillo venga de errores groseros, inexactitudes fácilmente detectables y corregibles o exageraciones sin sentido. Leo en 20 minutos lo siguiente (literal aunque las cursivas son mías):
Un grupo de científicos ingleses creen que el ADN no se originó en la Tierra
Un grupo de científicos del Imperial College de Londres aseguran haber encontrado pruebas tangibles que demuestran que la vida humana no se originó en la Tierra según un estudio realizado en unos fragmentos de meteorito Murchison, que se estrelló en Australia en 1969.
Zita Martins, investigadora del Departamento de Ciencia del Imperial Gollege, asegura que la materia prima de la que están constituidas las piezas fue utilizada para desarrollar las primeras moléculas de ADN, por lo que dice que "pueden ser de origen extraterrestre", según TG Daily.
Los investigadores aseguran que descubrieron uracil y xantina, sustancias que se encuentran en las moléculas que constituyen el ADN. Al parecer, las pruebas constataron que las moléculas provienen del espacio y no son el resultado de la contaminación del meteorito aterrizado en nuestro planeta.
La noticia de 20minutos puede enfocarse desde dos puntos de vista. El primero es educativo porque es un ejemplo de degradación de la información a partir de la fuente original. El segundo es ver qué hay realmente detrás de esa noticia espectacular.
Respecto al primer enfoque, 20minutos yerra varias veces en los tres párrafos de la noticia, por ejemplo:
- El titular es falso, ese grupo de científicos no ha dicho eso.
- Zita Martins no pertenece al Departamento de Ciencia, que no existe en el Imperial College, sino que es postdoctoral en el de Ciencia e Ingeniería de la Tierra (Earth Science and Engineering).
- Los científicos no han dicho tampoco que hayan encontrado nada que demuestre que la vida humana no se originó en la Tierra (aparte de que no han mencionado "vida humana" en ningún momento).
Es interesante destacar que la fuente citada por 20 minutos, TG Daily, sí da la noticia bastante correctamente: sitúan a Zita Martins en el sitio correcto y comentan que uracilo y xantina son "precursores" de los componentes de moléculas constituyentes de los ácidos nucleicos (ver nota 1 abajo). El caso de 20 minutos parece, por tanto, un ejemplo claro de prisas que llevan a malas traducciones e interpretaciones (con alguna errata) y a dar una noticia de un preocupante tono amarillento.
2. El artículo
Cerrado este caso ¿cuál es el contenido real de la noticia?
Pues Martins y colegas han dicho tres cosas: (1) que han encontrado uracilo y xantina en un meteorito de Murchinson, que cayó en Australia en 1969, (2) que han descartado el origen terrestre de estas moléculas por los porcentajes de carbono 13, y (3) que estas moléculas podrían haber sido utilizadas como material "bruto" por formas de vida incipientes para formar parte de su material genético (el resumen original está aquí).
El artículo, por tanto, tiene dos componentes, uno científico y otro especulativo.
El científico (la existencia de estas moléculas en el meteorito) es muy interesante pero no nuevo: la presencia de moléculas orgánicas extraterrestres ya se mostró desde hace bastante tiempo no sólo en los meteoritos sino también en el espacio exterior y en planetas de pelaje diverso (nota 2): la formación de moléculas orgánicas no es especialmente improbable ni infrecuente.
Dado que la existencia de estas moléculas facilita potencialmente la vida, al menos tal como la conocemos aquí, es fácil caer en la tentación de establecer relaciones causales. ¿Es probable que los meteoritos como portadores de estas moléculas hayan intervenido significativamente en el surgimiento de la vida en la Tierra? Para responder a esto es conveniente recordar el experimento de Miller-Urey, un clásico que estableció que las condiciones en la atmósfera terrestre temprana eran favorables para la formación de moléculas orgánicas.
El experimento se realizo por primera vez en 1953. Stanley L. Miller y Harold C. Urey recrearon una atmósfera de metano, hidrógeno y amoniaco sobre agua y la sometieron a descargas eléctricas. Al cabo de unos pocos días aparecieron aminoácidos entre otras moléculas orgánicas. Juan Oró replicó el experimento a primeros de los 60 obteniendo también adenina, un nucleótido que forma parte del ADN y ARN y esencial para la adenosina trifosfato (ATP), la molécula "almacén" de energía en las células. Estos trabajos pioneros se publicaron conjuntamente en 1976 donde, por cierto, ya hablaban de los compuestos orgánicos del meteorito de Murchinson:
Miller S.L.; Urey, H.C.; Oró, J., 1976, Origin of organic compounds on the primitive Earth and in meteorites, J. Mol. Evol., 9 : 59-72.
En resumen, no parece que la parte especulativa añada mucho valor a la parte científica pero es útil para formar titulares. La parte científica es interesante porque aporta más información a lo conocido pero no es nueva (ver aquí algunos artículos relevantes): es posible que esos componentes tuvieran algo que ver en la evolución de la vida pero ni es seguro ni parece necesario.
¿Probado el origen extraterrestre de la vida humana como dice 20minutos? No, en absoluto, sólo es un garrafal error de interpretación.
¿Probado que las moléculas orgánicas de los meteoritos ayudaron a la vida en la Tierra? No, en absoluto, sigue siendo una hipòtesis que, además, no parece necesaria. De los hechos conocidos no se deduce esto de ninguna manera.
PS: revisando un poco, hay diarios que ya dan por demostrado el origen extraterrestre de la vida. Véase un ejemplo nítido de titular gilipollas en el Heraldo.es: "Los científicos confirman que la vida terrestre tiene su origen en las estrellas". Con dos cojones.
Nota 1: creo que las xantinas no son precursores de componentes del ADN o ARN pero si hay alguien que lo sepa con seguridad (o lo contrario) que lo diga.
Nota 2: me disculpo pero no he tenido tiempo de completar referencias académicas sobre esto. Algunos ejemplos interesantes, muy recientes o más antiguos: 1 (NASA/ESA Hubble Page, 2008), 2 (New Scientist, 2004), 3 (Space.com, 2006), 3 (NASA, 1996).