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13 julio 2009

En el Polo Sur de la Luna no hay un agujero

Dedicado, con todo el aprecio que me merecen, a los fanáticos de la Tierra Hueca.

La NASA obtuvo hace un año un mapa de alta resolución del Polo Sur lunar. Se consiguió, no mediante un satélite, sino desde la Tierra. En varias ocasiones durante el año 2006, se utilizó una antena de 70 m de diámetro (tres cuartas partes de un campo de fútbol) para enviar pulsos radar de 500 kW hacia esta zona de la Luna. Los ecos fueron recogidos por dos antenas más pequeñas, de 35 m y usados para generar el mapa topográfico.
Abajo tiene un video de la zona, de unos 640 x 400 km, que muestra la iluminación (simulada) a lo largo de un día. La resolución original es de unos 20 m.
A los de la Tierra Hueca (y todos los planetas y satélites según ellos) les recordaré que el Polo Sur lunar es tangencialmente visible desde la Tierra en varias épocas del año. Sólo hade falta molestarse en mirar y ni siquiera hace falta un telescopio, basta con unos prismáticos.



Me enteré del mapa por todocartografía, gracias. La reseña en la NASA aquí.

19 febrero 2009

Los sólidos polos de la Luna

Un altímetro láser emite un pulso de luz y mide el tiempo que tarda en recibir el reflejo. Con eso es posible medir la distancia entre el altímetro y el suelo. Este es el sencillo principio en el que se basan los radares, sonares y sistemas dedicados a medir distancias: pulso ... eco. Cuando se hace repetidamente desde un avión o un satélite acabamos obteniendo un conjunto de datos en tres dimensiones que forman un modelo de la superficie. Esa superficie puede estar en la Tierra o en cualquier otro sitio.
Lo que les comento hoy es que se ha publicado muy recientemente una nueva topografía de la Luna construida mediante un instrumento llamado LALT (Laser Altimeter, no han sido muy creativos) transportado por un satélite de la Japan Aerospace Exploration Agency. En 20 kg de peso se integra un sistema de medida basado en un láser infrarrojo (1064 nm) que permite obtener las elevaciones de la superficie con una exactitud de unos 5 m. Todo esto se realiza desde unos 150 km de altitud y de forma relativamente lenta: una medida por segundo.
Acudiendo a la página web original podemos descargar los datos de elevaciones como ficheros de texto (tres columnas con las coordenadas) y procesarlos con las herramientas adecuadas. Abajo les incluyo dos figuras que ilustran bien esta cuestión: el Polo Norte y el Polo Sur lunares, generados a partir de los datos de puntos de la página japonesa y un poco de trabajo con un sistemas de información geográfica. Cada uno de ellos tiene como origen unos 647000 puntos.

El Polo Norte lunar está en el centro de la imagen, que muestra las zonas con latitudes superiores a los 85º N (proyección polar estereográfica).

El Polo Sur lunar está en el centro de la imagen, que muestra las zonas con latitudes superiores a los 85º S (proyección polar estereográfica).

Enlazando con uno de nuestros temas favoritos, estos datos revelan un resultado inesperado que no hará cambiar la ciencia: la Luna no tiene agujeros en los Polos. Mal que les pese a algunos. Aunque siempre queda la socorrida huída hacia adelante: los japoneses han falsificado la información, lo mismo que hace la NASA. Esta actitud tiene su lado bueno y su lado malo. El bueno es que se puede seguir impermeable a la información sin más esfuerzo que negarse a aceptar que dos más dos son cuatro (hay gente a la que le cuesta poco este ejercicio de voluntad). El malo que hay que añadir otra agencia y varios cientos de personas más a la conspiración mundial.
El artículo en el que se han publicado los resultados es el siguiente:
H. Araki et al., Lunar Global Shape and Polar Topography Derived from Kaguya-LALT Laser Altimetry, Science, 323(5916): 897-900, 2009.

21 marzo 2008

Rellenando mundos (y 2)

Creo que en el post anterior quedó en evidencia uno de los argumentos preferidos de los partidarios de la "Tierra hueca". Como no he recibido ningún comentario coherente que lo rebata a pesar de las más de seis mil lecturas (efecto Menéame, todo hay que decirlo) asumo que los creyentes han decidido aceptar el argumento deportivamente y corregirán sus páginas web para que el error no se perpetúe [/ironía off].

Hoy, y para cerrar esta miniserie y olvidarnos de este pintoresco asunto, intentaré diluir un par de afirmaciones más aprovechando que no soy aficionado a las procesiones.

Afirmación 1. Todos los planetas y satélites son huecos y tienen entradas en sus polos.

Lamentablemente para los que afirman esto, no sólo existe la excelente y completa imagen de la Antártida que mencioné en el post anterior, donde no se observa anomalía alguna, sino que se ha cartografiado recientemente el Polo Sur de nuestra Luna con una resolución de 20 m, mucho mayor que la disponible previamente.

Los datos que sirven de base a las imágenes fueron tomados a finales del 2006 por dos antenas del Goldstone Solar System Radar, separadas 13 km y situadas en el desierto de Mojave, en California. La captura de datos de los polos lunares es complicada debido a que desde la Tierra sólo se pueden observar tangencialmente y eso aprovechando los momentos del año adecuados, donde las inclinaciones de los dos ejes de rotación permiten una mejor visión directa de la zona.

Antena de 70 m del GSSR

El uso de dos antenas para recibir los ecos del radar permite no sólo obtener imágenes sino la topografía del terreno. ¿Hay agujero? Pasen y vean ustedes mismos (el Polo Sur está justo en el centro de la imagen).

Topografía del Polo Sur lunar. Una imagen de mucha mejor resolución puede descargarse aquí (13 Mb)

Aunque estos datos son relativamente nuevos, ya había mapas de los Polos lunares desde que la sonda Clementine (1994) los sobrevoló. Los mapas de Clementine eran groseros, con una resolución espacial de 1000 m. El GSSR hizo nuevos mapas de ambos polos en 1999 mejorando hasta 150 m en planimetría y 50 m en altimetría (publicados en un artículo disponible aquí e ignorado por los conspiranoicos). Finalmente, este último mapa del Polo Sur tiene una resolución de 20 m en planimetría y 5 m en altimetría. También hay mapas de los polos lunares elaborados con el telescopio de Arecibo: por si tienen curiosidad les pongo las imágenes abajo. Y no, tampoco hay agujero.

Imágenes de los polos lunares elaborados a partir de los datos del radiotelescopio de Arecibo (originales aquí)

Más información en Enhanced Radar Imagery of Lunar South Pole.

Afirmación 2. Hay vida dentro de la Tierra hueca

Es sólo un problema de física. Dicen en una página adepta:

La superficie interna es en realidad la que lleva la mejor parte en los procesos de desarrollo biológico, porque su gravedad siempre será menos que la gravedad externa. Mientras aquí tenemos 9,8 metros sobre segundo como coeficiente de aceleración, en el interior esta medida es de aproximadamente 6,7. O sea que mis 100 kilos de aquí, se convertirían en unos 67 de "adentro".

Lo cual es espectacularmente erróneo. Como ha señalado Sergio en uno de los comentarios al post anterior, sobre un punto situado en el interior de una esfera hueca la fuerza gravitatoria es nula. Eso es debido a que las fuerzas que se ejercen por parte de la masa de la esfera hueca situada a un "lado" y al otro del punto en cuestión son iguales y de signos contrarios. El que quiera asegurarse y quiera seguir el argumento matemático tiene aquí un buen desarrollo. Este hecho se cumple independientemente del grueso de la capa y de la posición del punto interno.

La consecuencia es que nuestros imaginados intraterrestres están libres de gravedad y, a menos que hayan desarrollado velcro en sus pies, flotan alegremente por el hueco intramundo.

En el caso de que existiera un Sol interno, necesario para mantener la vida vegetal que dicen que hay ahí, la situación sería mucho peor por dos motivos:

  • dado que la componente de las fuerzas gravitatorias debidas a la esfera hueca se anulan, la masa de ese Sol interno ejercería su función atrayendo a todos nuestros intraespecímenes hacia un tórrido y desagradable final.
  • la Tierra hueca estaría en un equilibrio inestable y ese Sol se habría encontrado con las paredes internas en un cataclísmico final hace mucho tiempo. El argumento puede seguirse en la entrada de Alf a propósito del Mundo Anillo.

Finalmente, debo confesarles que el tema me parece gracioso (salvo por la evidencia de que hay mucha gente que se cree cualquier cosa que le cuenten) pero que me ha sorprendido mucho la cantidad de webs y foros donde se defiende esta pintoresca historia. En fin, esto es lo que hay.

19 marzo 2008

Las entradas a la Tierra hueca

Los partidarios de la Tierra hueca sostienen eso, que la Tierra es hueca y que existen dos grandes entradas al interior situadas en los Polos Norte y Sur. Luego hay variantes más o menos alucinadas donde aparecen arcanas razas superinteligentes, OVNIs, mamuts, soles interiores y cosas así. No voy a perder el tiempo discutiendo eso pero sí voy a comentarles uno de los argumentos habituales que se utilizan para demostrar que existe una conspiración internacional para ocultarnos la evidencia: la NASA censura las imágenes de satélite de los polos para que no veamos los huecos que allí existen.

Esta variante argumental comenzó con la imagen de abajo, sobre la que se dice en uno de los sitios dedicados a esta historia:

Durante muchos años se creyó que la Tierra era hueca, pero hasta 1968 no hubo ninguna prueba de ello. Ese año, unas fotos tomadas por un satélite mostraban claramente un agujero enorme en el Polo Norte.

Mosaico de imágenes del ESSA-7 utilizado para demostrar la existencias de la apertura polar

El satélite en cuestión era el ESSA-7 y, en efecto, en la imagen (mosaico, en realidad) se ve ese agujero. Bueno, no exactamente. El realidad lo que se ve es un círculo sin datos. Voy a ponerles alguna imagen más actual (ver abajo). La de la izquierda es un mosaico ártico del ASAR (Advanced Synthetic Aperture Radar), un radar a bordo del satélite ENVISAT. La de la derecha es del AMSR-E (Advanced Microwave Scanning Radiometer, transportado por el satélite EOS Aqua). Ambas muestran ese círculo negro centrado en el Polo.

Según las teorías de la conspiración, estas zonas no muestran datos debido a la censura de las agencias espaciales (no sólo la NASA, que ya sa sabe, sino todas) que ocultan la entrada a la Tierra hueca. A mí se me ocurriría pensar lo fácil que sería, si se quisiera ocultar algo, rellenar esos escandalosos huecos con datos ficticios pero se ve que estos cientificos de la NASA no dan para tanto y se limitan a usar la tijera.

Bueno, como supondrán, existe una explicación sobre esos círculos que esta gente no se ha molestado en buscar. Si leemos las llamadas fact-sheets donde se presentan las principales características de los satélites observaremos que en todos ellos se describe un tipo concreto de órbita. Copio fragmentos:

  • ... a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (QuikSCAT)
  • Due to its quasi-polar orbit, the coverage overlap... (Landsat)
  • Ariane will place SPOT 5 in the same orbit as SPOT 1, 2, 3 and 4, i.e. a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (SPOT)

Se llama órbita cuasi-polar a aquella en la que los planos orbitales del satélite están algo inclinados respecto al eje de rotación terrestre. El grado de inclinación se da con referencia al plano ecuatorial: a una órbita polar (el satélite pasa sobre los Polos Norte y Sur) le corresponde un ángulo de 90º mientras que las cuasi-polares serán algo menores.

Las zonas negras en las imágenes anteriores no corresponden, por tanto, a datos que se ocultan sino a zonas sobre las que los satélites no orbitan. Son una consecuencia puramente geométrica del ángulo de inclinación de los planos orbitales.

La afirmación básica de los conspiranoicos se desmonta con facilidad simplemente entendiendo de qué se está hablando. Pero, claro, queda la duda ¿no se habrán diseñado estas órbitas precisamente para que no existan datos de los Polos? O lo que es lo mismo ¿por qué usar este tipo de órbitas que obligatoriamente dejan zonas sin información? Por ser ordenado, comentaré en primer lugar que las órbitas cuasi-polares se engloban dentro de las llamadas LEO (Low Earth Orbits), circulares, geocéntricas y de baja altura, entre 200 y 1000 km. Todos los satélites de observación terrestre habituales orbitan entre los 700 y 900 km mientras que la ISS, Estación Espacial Internacional, orbita a 400 km. Estas órbitas son baratas (no son necesarias grandes lanzaderas) aunque a menos de 400 km existen problemas con la atmósfera y a más de 1000 km con los cinturones de van Allen.

Dicho esto, la razón de las órbitas cuasi-polares es el deseo de que el tránsito de los satélites esté sincronizado con el Sol. Esto significa que el satélite pasará sobre un lugar siempre a la misma hora y, consecuentemente, las imágenes que tome formarán series coherentes en el sentido de que la iluminación corresponderá a la misma hora solar, algo muy conveniente para la observación, interpretación y proceso de los datos captados. Algunos satélites, incluso, "cabalgan" sobre el terminator, la línea que separa la luz de la oscuridad en la Tierra, con lo que mantienen sus paneles solares activos mientras barren con sensores activos la zona oscura.

El problema de sincronizar las órbitas satelitales con el Sol es el de ajustar con exactitud la precesión del satélite (cambios angulares en el plano de giro) con el ciclo solar, que debe ser de 360º/365.242199 días = 0.9856º/día. Asumiendo órbitas circulares, este valor puede conseguirse ajustando dos valores: la altura de la órbita y su inclinación.

El resultado es que las órbitas heliosincrónicas típicas se hacen a una altura de 700-800 km, con un periodo de rotación de unos 95-100 minutos y con una inclinación proxima a los 89º. Si hay alguien interesado en las ecuaciones básicas, las encontrará en este documento.

Dicho de otra forma: ninguna órbita cuasi-polar podrá tomar imágenes de los Polos. Tampoco podrá, por ejemplo, la Estación Espacial Internacional, cuya inclinación orbital es de 51.6º con lo que las latitudes altas no serán sobrevoladas nunca. Y tampoco pudo hacerlo la misión de la lanzadera Columbia STS-75 de 1996 que se supone tomó una "famosa" (y cutre) imagen de agujero polar ya que su inclinación orbital fue de 28.45º.

Consecuentemente, estimados partidarios de la conspiración satelital, aunque dudo que me lean, les ratifico que los círculos vacíos se deben a exigencias físicas de las órbitas heliosincrónicas, no al contubernio de los illuminati. Harían bien en revisar los argumentos que aquí les he esbozado, llegar a la conclusión lógica y eliminar de sus páginas todas las tonterías de los parches polares. ¿Existen satélites con órbitas polares? Claro que sí, pero es que ustedes no se molestan de buscarlos. ¿Quieren una imagen de alta resolución de toda la Antártida, incluido el misterioso y censurado Polo Sur? RADARSAT, un satélite canadiense lo ha hecho y está en internet como imagen de 39 millones de píxeles. Abajo les pongo una versión muy reducida. En la original (37 Mb), que pueden descargar aquí, el Polo Sur está aproximadamente en el pixel 3380, 2800.

Mapa de la Antártida (datos RADARSAT)
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