El asunto se ha destapado en TheScientist.com y se trata de que Elsevier, un mayorista de la publicación científica, ha editado siete publicaciones entre 2000 y 2005 con apariencia de revistas médicas estándar (sometidas a revisión por pares) pero que presentan una característica pintoresca: fueron patrocinadas por empresas farmacéuticas cuyo nombre se ocultó en las publicaciones.
La práctica honrada es que cuando hay un potencial "conflicto de intereses" en una publicación, éste se haga público para que los lectores lo tengan presente. De hecho todos los autores de casi cualquier disciplina tenemos que firmar, antes de que nuestro trabajo se publique, un papel al respecto. Aplicado al caso: si una empresa me paga por hacer un análisis sobre las bondades de uno de sus productos, independientemente de que las conclusiones sean buenas o malas, la subvención debe hacerse explícita en los artículos que se escriban. En cambio, en estas revistas esto nunca se hizo lo cual, aunque los resultados sean correctos, viola una de las normas de juego limpio más importantes de la publicación científica.
Elsevier está llevando a cabo una "revisión interna" tras una denuncia que afectaba a la revista Australasian Journal of Bone and Joint Medicine, financiada por la empresa farmacéutica Merck y cuyos artículos y revisiones presentan, en su mayoría, datos favorables para los productos de la farmacéutica sin aclarar su patrocinio económico.
Los otras 6 publicaciones sometidas a inspección, aunque se desconocen los patrocinadores (Elsevier no ha querido dar la información) son: Australasian Journal of General Practice, Australasian Journal of Neurology, Australasian Journal of Cardiology, Australasian Journal of Clinical Pharmacy, Australasian Journal of Cardiovascular Medicine y Australasian Journal of Bone & Joint. Como podrán ver, todos los casos se han producido con revistas editadas en Australia.
En el caso de la revista pagada por Merck, que ya ha dejado de publicarse, los números contienen solamente reimpresiones de artículos o resúmenes, sin que aparezcan artículos originales ni menciones a la financiación. La impresión que da es, claramente, de una estrategia de propaganda. The Scientist señala que obtuvo dos ejemplares (disponibles en PDF: 1 y 2). De los 21 artículos del primer número, 4 se refieren a un medicamento llamado Fosamax. En el segundo, 9 de 29 son sobre Vioxx y 12 más sobre Fosamax. Por cierto, Vioxx fue retirado por Merck debido a sospechas sobre problemas cardiovasculares.
Algunos de los artículos "de revisión" sólo tienen una o dos referencias con lo que se vió que se trataba en realidad de resúmenes y no de auténticas revisiones del estado de la cuestión.
Esta práctica no implica necesariamente que los resultados sean falsos pero, claro, es difícil convencerse de que la falta de ética se limita a esta campaña de marketing. Y es que esta no es la primera vez que pillan a Merck en un renuncio tal como conté aquí en Merck y sus fantasmales autores.
Más información: 1, 2, 3.
Curiosidades: examinando las revistas médicas de Elsevier en español encuentro un polizón llamado Revista Médica de Homeopatía, con artículos como "El lenguaje verbal en homeopatía. Palabras comunes en los pacientes según el reino de su remedio" o "La energía vital en Homeopatía". Elsevier, tienes problemas de criterio.
08 mayo 2009
Una cuestión ética ¿ciencia o propaganda?
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4 comentarios:
Elsevier no es precisamente un modelo a seguir. Típico aglomerado empresarial, modelo cerrado y con suscripciones caras. No hace mucho hubo un escándalo debido a que Reed-Elsevier (el nombre del consorcio) patrocinaba ferias de armamento. Se retiró del tema tras duras críticas y alguna campaña de protesta por parte de los mismos investigadores.
Este escándalo no es más que un motivo más para que las sociedades científicas retiren sus revistas del dominio draconiano de estas editoriales que hace mucho olvidaron su función, y deriven a otro tipo de editoriales (como HighWire Press) o incluso a modelos perfectamente posibles con la Web 2.0 y diferentes de los sistemas tradicionales.
En efecto, el tema de las armas lo traté en http://golemp.blogspot.com/2007/09/un-conflicto-de-intereses.html
y fue bien curioso.
El único problema de las revistas de acceso abierto es que deben competir en cuanto al factor de impacto con estas otras, más antiguas y más consolidadas. Nosotros nos hemos "arriesgado" a publicar en PLoS ONE cuyo FI saldrá en breve, en su tercer año de existencia. Consideramos que un FI presumiblemente bajo se compensaría con más citas. Ya veremos si acertamos...
Eso de que PLOS One tendrá FI bajo... el resto de las revistas de la PLOS que ya tienen FI no bajan de 4.5. Por ejemplo PLOS Biology tiene 13.5 y PLOS Pathogens 9.4, la cual ha entrado directamente como la primera revista en la categoría "Parasitology", doblando en IF a la siguiente...
Ojalá se iguale con el resto, aunque últimamente me molan más las citas y claro, si pueden ser las dos cosas, pues mejor.
PLoS ONE tiene una cantidad de artículos muy grande comparada con el resto de los PLoS, lo que tiende a bajar el FI. Pero, por otra parte, los PNAS publican también mucho andan cerca del 10.
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