En Sevilla tres profesores de la universidad han sido acusados de estafa. Según la información aparecida en los periódicos (la más explícita es la del Diario de Sevilla) estos personajes abrieron cuentas comunes con los becarios de un proyecto con el resultado de que estos sólo cobraban un cuarto de su beca (300 euros de 1200) mientras ellos se embolsaban el resto. Al final, lo estafado asciende a unos 87000 euros. Los comentarios de los acusados en el juicio no tienen desperdicio, léanlos en el enlace anterior y alucinen teniendo en cuenta que el responsable del proyecto y su señora, también procesada, pertenecen, ironías de la vida, al Departamento de Derecho del Trabajo.
Este asunto no me es desconocido. En la universidad en la que estuve anteriormente hubo un caso similar, menos grave en cantidad pero igualmente sórdido, que acabó con una suspensión temporal de empleo y sueldo.
En este caso, la fiscalía pide cuatro años de cárcel y la acusación particular seis. Sin embargo, les confieso que estaré más atento a las reacciones de la Universidad de Sevilla que a las consecuencias penales inmediatas porque quiero suponer que la suspensión de sus puestos universitarios será inmediata.
La información básica ha sido comentada en otros lugares de la red y en los periódicos por lo que quería añadir alguna complementaria. Por ejemplo, que buscando apenas unos minutos por internet es inmediato localizar los tres profesores, el proyecto en el que se trabajaba y los nombres de los estafados ya que el proyecto tiene su ficha en la Universidad de Sevilla.
Eso permite conocer algunas curiosidades sobre el contexto de la estafa. La primera es que el proyecto no era una minucia sino que se trataba de uno coordinado, internacional, donde intervinieron 5 universidades, 4 europeas y una estadounidense. Tampoco es muy reciente, ya que se desarrolló en el periodo 2000-2003 sólo que el juicio se ha extendido hasta estos momentos.
La segunda es que está financiado por el programa CORDIS de la UE y que el coordinador es un profesor sueco de la Universidad de Göteborg que, supongo, esté revisando su forma de elegir colaboradores.
¿Y la financiación del proyecto? Pues unos eurillos, en concreto 848000 (ochocientos cuarenta y ocho mil por si alguien cree que hay algún cero de más).
La universidad, como el resto de la sociedad, es un juego de luces y sombras. A veces las sombras son profundas y no debemos ignorarlas. Pero tampoco es razonable utilizar este caso como una coartada para el linchamiento general como se ha hecho en algunos foros ignorando, por ejemplo, que el dinero de las becas y contratos no pasa por las manos de los responsables de los proyectos sino que se paga directamente desde los servicios centrales de las universidades. ¿Cómo se puede entonces robar una beca? Pues solo convenciendo a las víctimas de que compartan sus cuentas corrientes con los estafadores, cosa singular y sorprendente pero que fue exactamente lo que ocurrió en este caso.
¿Saben cómo se llamaba el proyecto? "Nueva comprensión de la organización europea del trabajo". No, si la diana estaba bien puesta.
P.S. Observarán que no he utilizado el adjetivo "presunto" como está de moda en los medios. El motivo es que en las declaraciones, los procesados han reconocido el montaje intentando ampararse en que "había un acuerdo verbal". A partir de ese momento me da igual la corrección politica. Chorizos.
12 junio 2007
Nuevas formas de trabajo
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8 comentarios:
Es indignante y vergonzoso. Me pregunto, además, qué será lo que los acusados habrán utilizado como medidas de coacción para convencer a los becarios de semejante fechoría. ¿Les prometieron una tesis doctoral en 6 meses o qué?
Menudo montón de mierda (con perdón) se ha echado sobre los profesores de universidad, una vez más. Flaco favor nos han hecho estos "colegas" de la Universidad de Sevilla.
Me decía una de mis dos difuntas abuelas que había que tener mucho cuidado cuando se hacía el plato "almejas a la marinera".
Solo se necesita que una de ellas, solo una, esté en mal estado para que el olor nauseabundo estropee y haga incomestible tan encomiable y delicioso plato.
Como en otros muchos estamentos importantes de la sociedad española, algo no huele demasiado bien en su Universidad.
Y no es un problema de ahora.
Hace años que el tufillo se percibe incluso fuera de los despachos de ciertos decanatos.
Se necesita una urgente y drástica limpieza para que la corrupción imperante no acabe pudriendo las manzanas que aún están sanas.
Saludos norteños.
Sergio: por eso es importante que la US actúe con diligencia. Lamentablemente el buen trabajo nunca es noticia.
mrci: la universidad es una muestra de la sociedad y hay de todo como en botica. Aún así, la delincuencia es aquí poco productiva porque no se manejan cantidades importantes de dinero y en general los controles son estrictos (el método usado aquí para saltárselos es realmente cutre). Lo peor de este asunto es el robo a los becarios, el abuso de poder y el engaño a gente que, como responsable del proyecto, deberías proteger y orientar.
Efectivamente, Ángel, tienes razón. Ojalá sea ejemplar la decisión de la universidad de Sevilla. Sobre todo, lo siento por los becarios. Vaya imagen que se habrán llevado.
Ya no me es increíble que estas cosas sigan sucediendo. En realidad, lo que más me preocupa es que los becarios hayan sido tan tontos como para permitir eso. Más aún, he de admirar a los profesores por haberse tomado la molestia de elegir becarios de tan "altos" estándares y honradez a carta cabal, pues de otra manera no alcanzo a comprender cómo los becarios pudieron desprenderse de tan ingentes sumas de dinero.
En otras palabras, vaya, que a mí me dan una beca y antes me dejo extirpar el bazo que desprenderme de un euro...
Algunos becarios eran licenciados en derecho, tal vez les prometieron algo como lo que dice Sergio, o promoción ("es un proyecto europeo, fíjate que importante, te damos una oportunidad" y cosas así). La ilusión por hacer cosas a veces puede con la neurona.
Desgraciadamente, Jack, conozco por propia experiencia el poder y la influencia que pueden llegar a ejercer los directores de una tesis doctoral o los investigadores principales de proyectos de investigación. Mi propia tesis doctoral se alargó sospechosamente en el tiempo durante 7 largos años. Sí que cobré mi dinero integramente, pero existen otras técnicas igual de sibilinas para ejercer el poder y la coacción sobre la parte más débil, que siempre es el becario.
Hijos de la gran puta!! El daño que hacen, empezando por los propios afectados, pero indirectamente a la universidad en general, a la imagen académica de nuestro país...
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