José Carlos Bermejo es Catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Santiago de Compostela y ha sido creativo e irónico, tal vez un arma eficaz aunque desesperada ante el mejunje que nos llega. Bolonia ha sido para la universidad española coartada para decisiones difíciles de entender y para indecisiones desconcertantes.
Convergencia sin puntos de encuentro, reformas sin soporte económico, cambios docentes sin estatuto del profesorado. Eso y un poco más lo explica con claridad en su receta de salsa boloñesa, moderna, guay y deconstruida, don José Carlos, representante de un área con pasado pero sin futuro, porque no transfiere tecnología a la empresa, porque sólo contribuye a la cultura y no a la economía rendida al corto plazo y a las estadísticas a cuatro años.
18 junio 2007
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3 comentarios:
Buenísimo!
Ciertamente, me ha hecho mucha gracia la ocurrencia de D. José Carlos, pero es una gracia teñida de tristeza porque, en efecto, la "reforma boloñesa en España" (son importantes todos los términos de la expresión) me da la sensación, como espectador alucinado, de una maniobra descabezada y desorientada. Insisto en que son "sensaciones", pero parece que se trata de sacar titulados medidos por el mismo rasero (excepto Medicina) en el mínimo tiempo y con los mínimos conocimientos... ¿para qué? Nadie parece haberse planteado una revisión en serio de los contenidos de las carreras (no menciono algunas, a mi modo de ver paradigmáticas, para que nadie se ofenda), de la necesidad de la investigación "extremadamente básica", de la multiplicación de departamentos universitarios con las mismas denominaciones y objetos, de la búsqueda de una "calidad" que (y esto sí es "vivido" en su implantación) solo consistía en vistas a la galería (se llegaron a presentar encuestas con una participación de 10 alumnos de una Facultad de Física), del eterno problema del amiguismo intradepartamental... pero, eso sí, todo muy "europeo espacial", aunque -me temo- con poca influencia de la crítica (y eso que la teoría procede de Fráncfort...).
Y todo ello, al menos en mi titulación, con la incertidumbre del reconocimiento de la competencia profesional que otorgara en su momento el título. El único "pero" que pondría al artículo de Bermejo es que equipara demasiado "posmoderno" y la "salsa boloñesa"... Yo no soy posmoderno, pero hay posmodernos que algo han dicho con sentido.
Saludos.
Por lo que he preguntado y hablado por diversos sitios todos estamos igual: desorientación y algo de cansancio ya, cuando aún no ha empezado nada en serio. Yo estoy de acuerdo con lo que dices.
Por completar: otras carreras se saldrán del marco de los 4 años, entre ellas, los Ingenieros de Caminos y Arquitectura.
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