27 junio 2007

Malas noticias en salud

Vaya días que llevamos. Hoy las malas noticias se refieren a la oncocercosis, una enfermedad provocada por gusanos parásitos del género Onchocerca. Estos gusanos se trasmiten mediante la picadura de moscas del género Simulium que se alimenta de la sangre de personas infectadas inyectando posteriomente las larvas en personas sanas. Al cabo de unos meses, los gusanos se pueden detectar en la piel y comienzan a reproducirse hasta infectar masivamente a la persona. Además de las lesiones cutáneas, la infección ocular acaba ocasionando ceguera. Tracoma y oncocercosis son las dos principales causas de ceguera en el mundo.

La oncocercosis está presente en 35 países, muchos africanos pero también en México, Guatemala, Brasil, Ecuador, Venezuela y Colombia. El número de personas infectadas se estima en 37 millones con unos 120 millones en riesgo.

La enfermedad tiene un tratamiento eficaz mediante ivermectina, un medicamento que elimina los gusanos en su etapa más joven (microfilarias). Sus efectos se mantienen durante unos meses pero al no ser letal para los gusanos adultos reproductores, es necesario repetir el tratamiento sistemáticamente durante un largo periodo de 10 a 12 años para la erradicación completa del parásito.

La ivermectina se fabrica por los laboratorios Merck con el nombre de Mectizan que es también efectivo contra la filariasis linfática cuando coincide con la oncocercosis. En 1987 Merck inició el Mectizan Donation Program mediante el cual proporciona gratuitamente el medicamento a los países afectados con un total de 68 millones de dosis anuales.

¿Dónde está la mala noticia? Pues está en The Lancet, donde un trabajo (ver al final) informa de la posible aparición de poblaciones de gusanos adultos resistentes ya que se han detectado rápidas repoblaciones de microfilarias tras la administración de la dosis anual de medicamento. La zona afectada está en Ghana y lógicamente si se confirma la aparición de resistencia las consecuencias en las estrategias de tratamiento serán muy importantes. El principal problema, exportable a otras situaciones, es la dependencia de un único producto para el control de la enfermedad lo que nos deja indefensos ante la aparición de resistencias.

Nota: en una rápida encuesta a los colegas universitarios que pillé al asalto (físicos, informáticos e ingenieros) ninguno conocía las palabras "oncocercosis" ni "filariasis". Lo de vivir fuera de la dura realidad del trópico es un lujo.

Trabajo citado:

Osei-Atweneboana et al. (2007) Prevalence and intensity of Onchocerca volvulus infection and efficacy of ivermectin in endemic communities in Ghana: a two-phase epidemiological study. The Lancet, 369: 2021-2029. DOI:10.1016/S0140-6736(07)60942-8.

Texto completo disponible aquí tras registrarse (gratuito).

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ángel: en Guate no se ha hablado nada del asunto, y me alego de haberlo encontrado en tu blog. Te voy a citar an el mío y le voy a pasar el dato a algunos periodistas para que lo traten en los medios corrientes porque como bien dices, este es una país donde hay oncocercosis y la consiguiente ceguera.

Por cierto, un médico guatemalteco, el doctor Robles, abuelo de mi médico, fue quien descubrió la relación entre la la mosca, su picadura y la ceguera. En estas latitudes se llama la enfermedad de Robles.

Un barquero chiquitito dijo...

Yo también te voy a enlazar.

La oncocercosis también se conoce como enfermedad de los ríos.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Había leido lo de Rodolfo Robles y debería haberlo puesto en el post porque es una información importante. Hay que reconocer el mérito de haber llegado a esas conclusiones a principios del siglo pasado, supongo que con pocos medios y en condiciones precarias.

Anónimo dijo...

Sólo un apunte, no existe la carrera de ingeniería, sino que es una disciplina igual que ser científico (que no existe carrera como tal, sino que se es físico, químico, biólogo, ambientólogo...).

De hecho existen más de una decena de áreas de ingeniería, entre ellas informática e industriales, siendo esta última la que imagino a la que te referías erróneamente como ingeniero.

Aquí hay una relación de títulos oficiales en España:

http://www.mec.es/educa/jsp/plantilla.jsp?id=602&area=ccuniv&contenido=/ccuniv/html/direct_generales/tecnica.html

No es por ser quisquilloso, pero precisamente el hecho de pensar que la informática no es una disciplina de la ingeniería provoca mucho daño, sobretodo por el intrusismo laboral.

En cuanto a los vocablos, yo tampoco los había oído hasta hoy, y dudo que mucha gente los pueda haber oído jamás, ni tampoco el resto de enfermedades que aquejan a millones de personas.

Saludos.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Roberto, tu apunte es correcto. Por aclarar, mencioné "ingenieros" en genérico porque en mi centro hay varias ingenierías técnicas y de ciclo largo donde también damos clase gente procedente de licenciaturas y no era pertinente ponerse a enumerarlas.
La anécdota era sólo para mostrar que en ciertos países ignoramos lo que es vital (literalmente) en el resto.
Aunque no sea aquí el sitio para discutirlo (podemos entrar otro día en ello) no todas las ingenierías tienen legalmente atribuciones profesionales ni todas las licenciaturas carecen de ellas. Si esas atribuciones no existen, hablar de intrusismo se vuelve un ejercicio difícil. Lo mismo pasa con muchas licenciaturas (como la mía, biología) en contraste con otras, como derecho, medicina o farmacia.
Saludos

Pedro Terán dijo...

Otro que nunca había oído esas palabras :(

Luis dijo...

Para los guatemaltecos, aca en nuestro pais, tenemos esta enfemerdad, hasta donde conocimiento se trabaja en 5 municipios de Suchitepéquez y en algunos de Chimaltenango, predomina en areas rurales, desde hace 12 años aproximadamente se ha venido combatiendo la oncocercosis, con el apoyo de OEPA, quien es la encargada de darle un seguimiento al proceso, en donde los habitantes saben claramente como se el tratamiento.

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