26 octubre 2007

Apuntes sobre cambio climático (1)

Introduzco en el buscador de la-prestigiosa-revista-Science las palabras "climate change": 2915 resultados. Hago lo mismo en Nature: 2105 resultados. Son más de 5000 resultados (no todos son artículos pero sí una mayoría) sólo en dos revistas que, por otra parte, no están dedicadas expresamente al tema.
En vez de enzarzarnos en discusiones políticas, podemos acudir a las fuentes. Este primer trabajo estudió la evolución de 67 glaciares desde los años 50 hasta los 90. El resultado básico es que los glaciares pierden hielo a un ritmo que se acelera

Ese es uno de los motivos por lo cuales el cambio climático es un tema de conversación donde casi nadie habla con conocimiento de causa: temo que ninguno de nosotros ha leido ni el 1% de dichos trabajos (bueno, descontando a Arturo que veo que se asoma por aquí, saludos).

Para apuntarse a Capuletos o Montescos sería conveniente leerlos pero como no puede ser ya que a nuestro tiempo es limitado y los temas de interés son infinitos, habrá que acudir a mecanismos alternativos y asignarles mayor o menor credibilidad. Por mi parte, simplifico lo más posible y sólo me fío de algunos artículos cuya metodología me parece sólida. Y, visto el interés del asunto, de vez en cuando voy a ponerles por aquí alguno de ellos. Algunas veces, incluso, intentaré explicar, dentro de mis limitaciones, las razones de su fiabilidad (o falta de ella).

El de hoy es el siguiente:

Anthony A. Arendt, Keith A. Echelmeyer, William D. Harrison, Craig S. Lingle, Virginia B. Valentine (2006) Rapid Wastage of Alaska Glaciers and Their Contribution to Rising Sea Level, Science, 297 (5580): 382-386. DOI:10.1126/science.1072497

Es decir: "Rápido desgaste de los glaciares de Alaska y su contribución al crecimiento del nivel del mar" (sí, siempre suena mucho mejor en inglés).

Resumen:

Hemos usado altimetros láser aerotransportados para estimar los cambios de volumen de 67 glaciares en Alaska desde mediados de la década de los 50 hasta mediados de los 90. La tasa media de cambio de espesor en estos glaciares fue de -0.52 m/año. La extrapolación a todos los glaciares de Alaska da un cambio de volumen total anual de -52 ± 15 km3/año (equivalente en agua), lo que supone una subida de nivel del mar (SLE) de 0.14 ± 0.04 mm/año. La repetición de medidas de 28 glaciares desde mediados de los 90 hasta 2000-2001 sugiera un incremento en la tasa de adelgazamiento: -1.8 m/año. Esto apunta a una pérdida de volumen anual para los glaciares de Alaska de -96 ± 35 km3/año, o 0.27 ± 0.10 mm/año SLE, durante la pasada década. Estas pérdidas recientes están cerca del doble de la pérdida estimada para el hielo de Groenlandia durante el mismo periodo y es mucho mayor que las pérdidas estimadas publicadas previamente para los glaciares de Alaska, lo que constituye la mayor contribución glaciar al incremento del nivel del mar hasta el momento.

No está de más comentar que la altimetría láser se basa en la emisión de cortos pulsos de luz (monocromática y coherente) dirigidos hacia la superficie del terreno y en la detección del reflejo. Midiendo el tiempo entre la emisión y la recepción es posible estimar la distancia hasta la superficie reflectante. Habitualmente la luz se emite en la porción infrarroja del espectro con lo que es invisible para nosotros. Se emiten algunos miles de pulsos por segundo que se dirigen mediante un espejo móvil para realizar un barrido continuo del terreno que se sobrevuela. La localización exacta del avión y la puntería del láser se controlan mediante el uso combinado de GPS y de un Sistema Inercial de Navegación. El resultado es un modelo digital de superficie (MDS) donde tenemos millones de puntos georreferenciados.

Datos complementarios: hay unos 160000 glaciares en la Tierra. Los de Alaska (y Canadá cercanos, que metemos en el mismo saco) tienen una superficie de unos 90000 km2, un 13% de la superficie glaciar total. De estos, los autores han estimado los cambios en volumen y área de 67, un 20% del total.

Métodos: se trazaron perfiles longitudinales sobre los glaciares y sus tributarios principales desde alturas de 50 a 300 m sobre la superficie. Los perfiles fueron comparados con las curvas de nivel de mapas topográficos del USGS y CDEMR que fueron realizados con fotos aéreas de los años 50 a los 70. Las diferencias en elevación se hicieron mediante la intersección de los perfiles y curvas de nivel.

Desde los 50 a 1993-1996 (primer periodo) se midieron 67 glaciares. Desde 1999 hasta el presente (2002, segundo periodo) se repitieron medidas en 28 de ellos. En estos casos, se compararon los nuevos perfiles con los viejos, con independencia de la topografía subyacente.

Resultados: aparte de los mencionados en el resumen de arriba, se encuentra que la mayor parte (no todos) de los glaciares retroceden. El área de los glaciares se redujo un 0.8% (131º km2) en el primer periodo (45 años) y un 0.4% en los últimos 5-7 años.

Opiniones al vuelo: creo que la parte relativa al nivel del mar sobraba aunque queda bien en el título del trabajo. El motivo es que, aunque la muestra es grande, la extrapolación introduce un error difícilmente evaluable y el resultado, al menos a mí, no me parece muy relevante.

Los errores inherentes a la altimetría láser son reducidos (unos 30 cm) pero con la cartografía antigua la cosa se pone peor, con posibles errores en la altura de 15 a 45 m. Por ese motivo los resultados de la estimación volumétrica absoluta pueden ser discutibles pero lo son menos los de cambios entre perfiles, donde sólo intervienen estos y no las curvas de nivel. Los autores comentan que han manejado estos errores (y algunos otros) y, funciñon de ello, han determinado el intervalo de confianza "razonable" para las estimaciones que presentan.

Los perfiles son densos, con 10000 a 20000 puntos en cada glaciar (es una media, los glaciares son de tamaños diferentes), lo que aumenta la fiabilidad de las comparaciones.

Una figura: la línea gruesa representa el cambio de grosor general (ordenadas) en función de la altura (abscisas). Con la salvedad de los finales de las lenguas glaciares, las zonas bajas sufren el mayor adelgazamiento. La figura de arriba es para el primer periodo y la de abajo para el segundo. Tazlina, Turquoise y Columbia son glaciares de tipos diferentes que se han representado individualmente.

Recordemos los resultados básicos: existe una pérdida neta de hielo más intensa en las zonas de menor altitud y casi inexistente en las cabeceras. La tasa de adelgazamiento en el "periodo reciente" es de casi tres veces la estimada en el periodo anterior.

La fotografía anterior (glaciar Columbia, Alaska) fue tomada en septiembre de 1966. Las líneas rojas representan el límite frontal a lo largo de los años (tomado de Meier, M.F. & Dyurgerov, M.B., 2002, How Alaska affects the World, Science 297: 349-350.

23 octubre 2007

Don Mariano y el cambio climático

"Los romanos hicieron en estos casos lo que todo príncipe prudente debe hacer, lo cual no consiste simplemente en preocuparse de los desórdenes presentes sino también de los futuros, y de evitar los primeros a cualquier precio. Porque previniéndolos a tiempo se pueden remediar con facilidad pero si se espera que progresen la medicina llega a deshora, pues la enfermedad se ha vuelto incurable."

"Por lo tanto, aquel que en un principado no descubre los males sino una vez nacidos no es verdaderamente sabio, pero ésta es virtud que tienen pocos".

El Príncipe, Nicolás Maquiavelo

Metadatos:


Grabación de don Mariano Rajoy

Transcripción a partir de la grabación:

Yo le digo: yo de este asunto sé poco, pero mi primo supongo que sabrá. Y entonces dijo: ‘Oiga, He traído aquí a... diez de los más importantes científicos del mundo... y ninguno me ha garantizado el tiempo que iba a hacer mañana en Sevilla’.

¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años? No lo sé, es decir, no lo sé, es un asunto al que hay que estar muy atentos... Pero, en fin, tampoco lo podemos convertir... en el gran problema mundial. Hay otros problemas más importantes, como los problemas del sector energético, los problemas de las emisiones, y otros problemas muy importantes.

La reseña de lo dicho en Público.es
Una entrevista al primo de don Mariano Rajoy.

Javier Brey Abalo es un físico de prestigio en el Área de Física Teórica, con 154 publicaciones, 1870 citas y un índice h de 23. Ha declinado comparecer ante los medios de comunicación y creo que ha hecho bien. Aunque uno sea cautivo de sus palabras también puede hacerse dueño de sus silencios.

22 octubre 2007

1953, una aventura intelectual

En 1953 hubo noticias de cartelera. Una de ellas fue la subida de Edmund Percival Hillary y Tenzing Norgay al Everest, montaña más conocida por allá como Sagarmatha (Nepal) y Chomolungma (China). Otra fue que James Dewey Watson y Francis Harry Compton Crick firmaron en Nature su propuesta sobre la estructura de la molécula más famosa: el ácido desoxirribonucleico o ADN.

En cambio, el logro más importante, por lo que de desafío intelectual tiene, no tuvo tanta repercusión pública. Fueron sus artífices un arquitecto llamado Michael George Francis Ventris y un lingüista llamado John Chadwick que, conjuntamente, consiguieron descifrar una escritura muerta: la llamada minoica Lineal B.

Aunque es obvio que eso no se hizo en un año, fue en 1953 cuando se publicó el artículo definitivo:

Ventris, M.; Chadwick, J., 1953, Evidence for Greek Dialect in the Mycenaean Archives, Journal of Hellenic Studies, 73: 84-103.

Fue Arthur Evans quien encontró, el 5 de abril de 1900, las primeras muestras de este escritura sobre tablillas de arcilla. Estaban en Creta, en Cnosos. Evans creyó inicialmente que estaba ante restos micénicos pero se dio cuenta finalmente de su mayor antigüedad y llamó "minoica" a la civilización responsable del gran complejo de edificios, en relación con el posible palacio del rey Minos que, como decía la prensa rosa de aquel tiempo, fue hijo de Zeus y Europa.

Excavaciones de Evans en Cnosos

Evans encontró que aquello no tenía nada que ver con otras escrituras ya descifradas, como los jeroglíficos egipcios o la antigua cuneiforme de Sumeria. Estas habían contado con textos multilingües para facilitar su descifrado (las famosas piedra de Rosetta por un lado y la inscripción de Behistún por el otro), algo que no existía aquí. Apoyándose en posteriores descubrimientos (de Halbherr en 1902 en Hagia Triada) acabó diferenciando entre todo lo encontrado tres tipos de escritura, una jeroglífica, y otros dos que llamó respectivamente, en un rapto de imaginación, Escritura Lineal de Clase A y Escritura Lineal de Clase B.

Tablilla escrita con Lineal B

Sin embargo, a partir de aquí, Evans se equivocó en su enfoque, y aún reconociendo que aquella parecía un silabario, mantuvo que los signos tenían un significado semántico, imaginando posibles evoluciones desde teóricos antiguos pictogramas.

A la muerte de Evans en 1941 no se había avanzado gran cosa en el desciframiento de la Lineal B. Antes que Ventris, otra persona hizo un avance fundamental aunque ahora parezca pequeño. Fue Alice Kober, que buscó de forma sistemática pistas sobre un posible sistema de declinación. Había observado que aparecían raíces y sufijos comunes en palabras diferentes. Si eso se debe a un sistema de declinación, se encontrarán grupos de signos constantes seguidos de diferentes terminaciones. Por dar una idea sería como buscar algo similar a lo siguiente (en español):

To-le-do
To-le-da-(no)
To-le-da-(na)

que podría verse en Lineal B de alguna de estas formas:

Kober encontró cinco grupos de este tipo (entre ellos, los dos de arriba), con tres terminaciones de uno o dos signos. En esta etapa, aunque identificadas algunas posibles raíces y variantes, no se tenía ni idea de su significado. Lamentablemente Alice Kober murió a los 43 años, en 1950, y todo quedó de nuevo en suspenso.

Cuando Ventris entró en escena se sabía que en la Lineal B aparecían algo más de 200 signos, demasiados para ser un alfabeto. Pero su estructura tampoco apuntaba a un lenguaje ideográfico ya que muchos signos se repetían demasiado, formando grupos que parecían palabras, separadas por pequeñas líneas verticales. Finalmente se llegó a la conclusión de que se trataba de un silabario al que se le añadía un amplio conjunto de logogramas, signos que representan objetos...

Hoy se sabe que 60 signos representan valores fonéticos, con 55 sílabas y 5 vocales (en otros lugares en he encontrado que son 87 signos). El resto son logogramas y numerales, aunque aún quedan algunos sin identificar.

La gran idea para el desciframiento fue la de componer una matriz o rejilla donde las filas representaban las consonantes y las columnas las vocales. Por ejemplo, de los 5 grupos de Kober se dedujeron algunas combinaciones, como la siguiente (V: vocal; C: consonante):

Lo que daría la composición probable de 4 signos silábicos, combinaciones de dos consonantes y dos vocales. Aún así, seguía desconociéndose qué letras eran la V1, V2, C1 y C2 y, por supuesto, qué valor fonético podría tener.

La historia sigue con el análisis de Ventris rellenando poco a poco la potencial matriz silábica e intercambiando continuamente "notas de trabajo" con los expertos en el tema, cosa que hoy haríamos mediante correo electrónico o un wiki. Utilizó una amplia variedad de técnicas sobre posiciones, frecuencias y variaciones de los signos, haciendo suposiciones, corrigiéndolas o dándolas por probables hasta analizar más material.

El mayor problema a partir de ese momento era empezar a dar valores fonéticos a los signos. Ventris se decidió, basándose en suposiciones razonables aunque inseguras, a asignar la vocal a a un signo concreto, la llamada "doble hacha".

Luego analizó la escritura chipriota, otro silabario, y aunque no confiaba en la comparación, estableció igualdades entre dos signos parecidos en la una y en la otra y dedujo un par de valores más en la cuadrícula. Y en un paso siguiente, analizó la posibilidad de que los cinco grupos de Kober fueran topónimos y sus derivados. Dado que esos cinco grupos sólo aparecían en las tablillas de Creta, buscó nombres de cuidades que pudieran encajar en los valores supuestos de las sílabas. Y, en efecto, todo empezó a encajar:

A-mi-ni-so (Amnisos)
Ko-no-so (Knossos)
Tu-li-so (Tilissos)
Pa-i-to (Phaistos)...

El grupo de Kober de la derecha en una de las figuras de más arriba se tradujo finalmente como:

A-mi-ni-so (Amnisos)
A-mi-ni-si-jo (amnisiano)
A-mi-ni-si-ja (amnisiana)

Hubo más problemas, claro, como la omisión de la última consonante en muchos casos, o la introducción de vocales espurias para completar sílabas dentro de las palabras. Pero, según aparecían nuevas palabras y se rellenaba la rejilla silábica apareció algo sorprendente: aquella escritura se parecía a algo ya conocido. En un programa de la BBC, en junio de 1952, Ventris propuso que aquella lengua era griego. Era algo heterodoxo con el saber de la época ya que se suponía que los griegos habían llegado con el ocaso de la civilización micénica por lo que las lenguas respectivas poco podían tener en común. Ese programa fue escuchado por John Chadwick, un filólogo clásico que decidió revisar por su cuenta las propuestas de Ventris. Tras verificar su verosimilitud ofreció su ayuda a Ventris y de la colaboración nació el artículo de 1953.

Los minoicos y los micénicos, por tanto, hablaban una suerte de griego siglos antes de Homero. Evans la había supuesto derivada del Lineal A y esta probablemente de una escritura etrusca, más antigua y perdida, lo que llevaba a un callejón sin salida. El "camino griego" había sido descartado por todos hasta que salió por sí mismo a la superficie.

El año 1953, mientras el artículo estaba aún en imprenta, la hipótesis griega se confirmó al encontrarse una nueva tablilla en Pilos, la Grecia continental. El arqueólogo Carl Blegen le aplicó los valores de la rejilla de Ventris y Chadwick y aparecieron prefijos numerales, formas distintas de "asa" y "trípode", acompañados de los logogramas confirmatorios. Fue un refrendo necesario para afirmar la credibilidad del desciframiento.

Actualmente aún hay temas abiertos. La rejilla silábica de 1953 fue corregida en 6 signos posteriormente y se encontraron valores para otros 7. Tal vez la prueba final sea la confirmación a través de un texto bilingüe, algo que aún no ha aparecido.

Lamentablemente, la Lineal B no ha ofrecido sabiduría clásica. No hay textos filosóficos, literarios ni científicos. Es un lenguaje administrativo lleno de datos sobre comercio, nombres, profesiones... cosas, de todas formas, que nos acercan tal vez más que las otras a la vida cotidiana de hace tanto tiempo.

Ventris murió tres años después del artículo, en 1956, en un accidente de coche. La escritura Lineal A sigue hoy sin descifrar.

Michael Ventris

Más información en Omniglot, Alfabetos: Lineal B y en Pope, M., 2003, Detectives del pasado, una historia del desciframiento, Oberon, Madrid.

16 octubre 2007

La larga historia de Lucy

Lucy murió en la actual Afar, en Etiopía. No se sabe cómo aunque sí se estima que tenía unos 25 años. En aquellos momentos no se vivía mucho. Lucy fue enterrada rápidamente, tal vez por alguna inundación y cayó, como tantos otros, en el olvido. Ese olvido podría haber sido eterno pero no fue el caso.

Era una mañana de domingo, el 24 de noviembre de 1974 cuando Donald Johanson y Tom Gray deciden echar un vistazo a los barrancos de la zona 162. Johanson vió un pequeño fragmento de hueso sobresalir del suelo en una ladera. Tras examinar la zona aparecieron más restos del cráneo, mandíbula inferior, fémur, pelvis, costillas... hasta 76 huesos fosilizados. Habían pasado 3.2 millones de años y lo que se desenterró fue suficiente para determinar que aquella criatura de apenas un metro de altura caminaba erguida.

El origen del nombre familiar es casi leyenda, sea o no cierto: en la celebración de la noche del descubrimiento sonaba "Lucy in the Sky with Diamonds" y Lucy vino a sustituir al oficial AL-288.

Johanson y compañía en Afar, en 1974.

Cuatro años más tarde se publicó un artículo firmado por Donald Johanson, Tim D. White y Yves Coppens en una revista llamada Kirtlandia:

Johanson, D.; White, T.D.; Coppens, Y., 1978, A New Species of the Genus Australopithecus (Primates: Hominidae) from the Pliocene of Eastern Africa, Kirtlandia, 28: 1-14.

En ese trabajo se propuso una nueva especie para Lucy: Australopithecus afarensis. Hoy no se considera que esta especie sea antecesora de la nuestra sino representante de una rama que tuvo peor suerte y acabó extinguiéndose.

La historia se repitió un poco más tarde a apenas diez kilómetros, en un lugar llamado Dikika. El 10 de diciembre del año 2000, un curioso grupito caminaba por un ladera bajo un sol de justicia. Eran cuatro: un representante del Ministerio de Turismo de Etiopía llamado Tilahun Gebreselassie, un único científico, Zeresnay Alemseged, y dos soldados que les protegían. Fue el primero el que vió huesos en una ladera. Eran las cinco de la tarde del primer día de prospección.

El paisaje de Dikika

Los restos estaban incluidos en una matriz de arenisca que debía eliminarse con extremo cuidado. Esa limpieza, con herramientas de dentista, le llevó a Alemseged los siguientes cinco años de trabajo. El resultado, etiquetado como DIK-1-1, fue aún mejor que con Lucy ya que se consiguió rescatar un pequeño esqueleto con el torso y cráneo completos, omóplatos, piernas... Alemseged sólo anunció el descubrimiento en el año 2006 cuando los restos estuvieron limpios de roca.

Zeresenay Alemseged, Z.; Spoor, F.; Kimbel, W.H.; Bobe, R.; Geraads, D.; Reed, D.; Wynn, J.G., 2006, A juvenile early hominin skeleton from Dikika, Ethiopia, Nature, 443: 296-301.

El análisis de los restos reveló la edad y el sexo de la criatura: una "niña" de 3 años. Aunque fue rápidamente apodada como "la hija de Lucy" no fueron contemporáneas: la "niña de Dikika" murió, probablemente por la misma inundación que la enterró, unos doscientos mil años antes que Lucy.

Entre sus restos se ha encontrado el hioides, de rarísima fosilización y que es el soporte de la laringe. Su análisis, aún parcial, sugiere que los afarensis prácticamente no tenían capacidad de modular sonidos por lo que el habla estaba aún lejana.

Actualmente hay más de 500 restos probables de afarensis aunque creo que todos juntos apenas llenarían un cubo. Son un eslabón más en una cadena que hace tiempo se creía lineal y que ahora sabemos que es un árbol que a cada momento y con cada descubrimiento hay que rediseñar y que siempre nos asombra. Nombres tan sonoros como Orrorin tugenensis, que parece retrasar el bipedismo hasta los 6 millones de años, o tan "mediáticos" como el Homo floresiensis, que obliga a trazar raras conexiones en el árbol filogenético para encajarlo en algún sitio.

El género Homo según Mirazón y Foley (Nature, 431: 1043)

Al final, aunque la evolución humana está aún lejos de conocerse de forma completa, el vértigo está servido. Comparado con esto, el creacionismo es un auténtico aburrimiento.

Más información: Lucy está de viaje, Lucy's Baby.

[Breves] Cambio climático en España

A través de la lista Meteoclim (Foro sobre clima y meteorología) de RedIris (Red Española de I+D) me entero de dónde descargar el documento llamado Informe preliminar de los impactos en España por efecto del cambio climático. El informe completo (12 Mb) está aquí y para descargarlo por capítulos pueden acceder a esta página del Ministerio de Medio Ambiente.

12 octubre 2007

Proyectos a medida de las personas

Alexandra Lavrillier es etnóloga y se le ha metido en la cabeza salvar la cultura del pueblo evenko del olvido. Los evenkos viven —casi obvio— en Evenkia, en la zona central de Siberia y han sido siempre nómadas. Actualmente el 60% ya no habla su lengua original y de una población total de 30000 personas, casi todos han renunciado al nomadismo y ya no viven en la taiga, olvidando con ello su modo de vida tradicional. En Evenkia quedan apenas 3800 evenkos y yo no había oido siquiera que existieran.

Alexandra Lavrillier ha creado un escuela tan nómada como ellos para que los niños puedan tener una instrucción moderna sin renunciar a sus familias y costumbres.

"La idea es permitir que los niños evenkos permanezcan junto a sus padres en vez de separarlos de sus familias a los seis años al enviarles a un internado..."

La separación de las familias fue obligada en los años 60 por el régimen soviético. A finales de los años 80, con la perestroika, los evenkos vieron reconocida su diferencia y obtuvieron, como otras minorías, un estatus de moderada autonomía. El daño, la erosión cultural, estaba hecha tras tantos años de desintegración social.

La escuela nómada funciona desde principios del año 2006 y ha conseguido el estatuto de "escuela experimental oficial" por parte de las autoridades educativas rusas. Actualmente atiende a 23 niños de 6 a 10 años dispersos por diferentes campamentos. Lavrillier es una de las tres profesoras y su hija una de sus alumnas.


Brad Norman no tiene títulos académicos, es naturalista y quiere proteger al tiburón ballena, el pez más grande que existe.

Zenón Porfidio Gomel nació en los Andes peruanos y fue testigo del desplazamiento de los cultivos tradicionales por la mecanización y la pérdida de la agrodiversidad por los cultivos genéticamente pobres. Se ha empeñado en invertir ese proceso de destrucción.

Zenón Porfidio Gomel, Perú

Runa Khan Marre mantiene las embarcaciones de madera de Bangladesh mediante un museo donde se reparan y construyen 40 tipos de barcos con las técnicas tradicionales, desplazados en apenas veinte años por los cascos de acero y los motores.

Julien Meyer busca conservar los 34 lenguajes basados en silbidos o tambores que existen en el mundo, todos a punto de desaparecer: Francia, España, México, Brasil, Perú, Colombia, República de Vanuatu, Tailandia, Laos, Nepal, Turquía y Grecia aún cuentan con personas que los conocen.

Son sólo unos pocos ejemplos que pueden acompañar a Claudia Feh, Chanda Shroff, David Lordkipanidze, Kikuo Morimoto, Teresa Manera o Dora Nipp, otras personas extraordinarias con proyectos extraordinarios. No son visionarios, como dicen en otras reseñas, sólo gente que ve lo mismo que nosotros pero que se decide a actuar, algo que muchos hemos olvidado que se puede hacer.

Chanda Shroff (India)

Hay empresas que a veces sorprenden por actividades que no tienen nada que ver con su principal producto o fuente de ingresos. Por eso poca gente (creo) ha oído hablar de los Premios Rolex, patrocinados por esa marca de relojes pijos sólo deseados por gente pija.

Pero habrán visto que los premios y sus premiados no tienen nada en común con eso. Son proyectos científicos, tecnológicos, geográficos y culturales individuales y con un sesgo que los hace muy especiales. Sólo son diez cada dos años pero muchos tienen ese brillo que hace pensar que aún hay gente que trabaja para que el mundo sea un poco mejor. A Alexandra Lavrillier, el premio de cien mil dólares le garantiza sostener la escuela tres años más.

Véanlos en Los Premios Rolex y si tienen un proyecto preséntense a los del 2008.

P.S. Después de escribir esto me quedo con una sensación de incomodidad. Por ejemplo, he escrito unas líneas sobre los evenkos, un pueblo que desconocía y del que con toda seguridad no voy a conocer más tras esta mención efímera. Una docena de líneas que definen mi encuentro en el tiempo con una cultura, con miles de vidas y experiencias. Diez minutos y el olvido entre cientos de posts para no volver nunca a mencionarlos ni a oir hablar de cómo les fue. Y veo que tampoco se explicarme bien, en fin.

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