20 abril 2007

Elucubrando sobre el siglo XXI

Sí, hoy va de elucubrar (según la RAE, "elaborar una divagación complicada y con apariencia de profundidad" o "imaginar sin mucho fundamento". Cualquiera de las acepciones vale. O las dos.
Bueno, pues estoy leyendo un libro que se titula "Dentro de 50 años". En él, una serie de personajes intentan adelantarse a ese periodo augurando posibles descubrimientos y logros. Aunque no me atrae especialmente ejercer de pitoniso mi bola de cristal marca Acme (r) no para de molestar y, obediente, transcribo que antes o después pero dentro de este siglo:
  1. Tendremos centrales nucleares de fusión. Este es posiblemente el reto tecnológico más importante de los que existen actualmente ya que supondrá el fin de los problemas energéticos, de la emisión de gases de combustión y de la dependencia de productos básicos escasos y concentrados en unos pocos países del mundo. Ya traté este tema en dos posts el año pasado (1 y 2) ¿Riesgos? Sin duda, pero no los de ahora sino nuevos. Creo que el más evidente es que la disponibilidad de energía prácticamente ilimitada nos va a hacer aún más derrochadores de lo que somos.
  2. La regeneración de tejidos mediante células madre será el avance más trascendental de la medicina. Las resistencias éticas de algunos grupos no podrán detener la investigación que permitirá paliar algunas enfermedades degenerativas, mejorar la recuperación de movilidad, visión, etc. perdida por accidentes y cambiar radicalmente el sistema de trasplante de órganos.
  3. Se generalizará la ingeniería genética de plantas en la producción de alimentos y resistencia a plagas. Aunque el hambre en el mundo no es un problema de producción sino de mal reparto, la IG será imparable. La diversidad genética de las principales plantas cultivables se perderá a menos que se tomen medidas concretas para preservarla y dependeremos de estirpes muy limitadas y prácticamente clónicas. A cambio, dentro de esa escasa diversidad, se generarán líneas genéticas a medida de las condiciones edáficas y climáticas locales.
  4. El declive de la pesca hará más rentables y absolutamente necesarias las granjas marinas. Actualmente la pesca está sobreexplotando los recursos marinos de forma escandalosa y la misma escasez o extinción de especies hará necesario abandonar esta técnica de la misma manera que la caza se abandonó en beneficio del "cultivo" de animales en granjas.
  5. Descubriremos que el ADN basura no lo es tanto y, además de secuenciar genomas, los entenderemos.
  6. Tendremos energía solar fotovoltaica barata cuya mayor trascendencia será contribuir a descentralizar la producción de energía ya que este sistema es el único que permite una generación autónoma (sin conexiones) y sin complicaciones técnicas.
  7. En informática la programación de los ordenadores por ordenadores será rutina y, además,el código "evolucionará" de forma autónoma. La imagen del programador tecleando código con sus manos será tan histórica como lo son ahora las memorias de ferrita. También serán funcionales las interfaces que permitirán una conexión directa con el ordenador y, por tanto, un cambio radical en el acceso y proceso de información.
  8. A menos que el punto 7 se confirme, la física se habrá estancado porque ponerse al día en su complejidad necesitará tanto tiempo de formación que los físicos se jubilarán cuando lleguen al final de su aprendizaje. Si el punto 6 se cumple algunos científicos trabajarán conectados a un ordenador que tendrá el mismo papel que ayer una calculadora. Será necesario desarrollar tests de tolerancia ya que no todas las personas podrán aceptar y soportar esa conexión.
  9. Habremos ganado batallas contra las enfermedades infecciosas pero nunca la guerra. El desarrollo de antibióticos seguirá a la zaga de la evolución bacteriana. Habrá tratamientos eficaces contra enfermedades como la malaria, el mal de Chagas y al enfermedad del sueño.
¿Acertaré? Pues a mi no me miren que ha sido la bola de cristal. Nos vemos el fin de año del 2100 y hablamos.

18 abril 2007

La "medicina tradicional china" quiere ser seria

Pues resulta que el gobierno chino se ha propuesto dar carta de seriedad a la "medicina tradicional china" (MTC). A sabiendas de que los principios y los efectos de los preparados "tradicionales" tienen algunos problemas de credibilidad, han planteado una campaña para lavarle la cara lo que incluye importantes inversiones en investigación y ensayos clínicos. Según un artículo en Nature:
"The government says it will expand basic and clinical research, and improve the testing and developing of TCM remedies for export."
Tal vez la explicación más convincente del asunto esté ahí, al final, cuando hablan de "remedios" para la exportación. Y es que como aquí estamos cada vez más raritos aceptando los preparados homeopáticos en la ley del medicamento o legalizando prácticas de esoterismo sanitario, los chinos se han dado cuenta del potencial del negocio que están perdiendo.
Hay alguna declaración interesante al respecto. Por ejemplo, un señor llamado Yu Wen-ming director de la State Administration of Traditional Chinese Medicine (SATCM) dice lo siguiente (las cursivas son mías):
"La medicina china, que ha servido al pueblo chino desde la antigüedad, aún tiene un papel importante en la sanidad actual, especialmente en áreas donde el pueblo no tiene acceso o no puede pagar tratamientos basados en la medicina occidental".
Sin comentarios.
Lo cierto es que ha habido oposición interna. Un profesor llamado Zhang Gong-yao, de la Central South University, desató la madre de todas las tormentas cuando escribió un artículo el año pasado que le supuso ser calificado de todo menos de bonito. Se titula "Farewell to Traditional Chinese Medicine" ("Adiós a la medicina tradicional china") y fue publicado en una revista china: Medicine and Philosophy, 27(7): 14-17, 2006. Lamentablemente el artículo no está disponible sin suscripción aunque sí un resumen, pero en chino o sea que mejor lo dejamos. Aún así, hay fuentes donde podemos enterarnos de datos sobre la historia.
Lo que dijo es simple: la MTC es un conjunto de mitos pseudocientíficos sin evidencia que los sustente y que consecuentemente deben ser eliminados de la sanidad e investigación públicas.
"From the viewpoint of science, Chinese traditional medicine has neither an empirical nor a rational foundation"
Lo que le dijeron tiene más interés antropológico: la MTC ha sido adoptada como una mascota patria con lo que Zhang ha sido acusado de traidor al pueblo chino, de loco ignorante y de payaso entre otras lindezas. El portavoz del Ministerio de Sanidad, Mao Qunan, no se ha moderado tampoco y aparte de declararle un "ignorante de la historia china" justifica la MTC con argumentos patrióticos:
"Traditional Chinese medicine, being among the quintessence and treasures of Chinese culture, represents many of her salient features and superiority,"
"It is an inseparable and indispensable part of China's medical and health-care system, just as it has contributed so much to the development of our nation during China's long history."
La historia no tiene más trascendencia que mostrar la ausencia aparente de debate serio y la siempre socorrida estrategia de apelar al sentimiento tribal para justificar lo que no se defiende con datos.
Mientras tanto, el gobierno chino desea aparentemente "globalizar" la MTC ya que el mercado occidental es enormemente prometedor. Por mi parte, voy a sentarme cómodamente a esperar los resultados, sin duda espectaculares, de invertir grandes cantidades de dinero en la investigación de las bases de la MTC como el ying y el yang, los cinco elementos, la teoría del qi y cosas semejantes. Será sin duda espectacular y una revolución científica [/modo ironic off].
Como dato objetivo comentaré que la esperanza de vida en China, después de cinco milenios (parece ser) de MTC, es de 72.3 años (lugar 107 del mundo) mientras que en España, con una medicina occidental clásica carente del apoyo de ninguna sabiduría ancestral es de 79.6, el décimonoveno lugar del mundo (datos de The World Factbook).

16 abril 2007

Leyendo noticias de ciencia

Es todo una cuestión de fiabilidad. ¿Daremos crédito a esa noticia donde se comenta que las abejas están desapareciendo y que se debe a las radiaciones de la telefonía móvil? La respuesta es que no podemos asignar un valor verdadero/falso a todo pero, a pesar de ese problema, hay algunas pruebas simples para valorar si lo que estamos leyendo es una tontería, una exageración o algo con visos de realidad.
En zenSCI.com nos dan 5 normas a este respecto. En Ciencia y Lejos nos las traducen y comentan además de ponernos ejemplos. Pienso que las cinco normas ahí presentadas son algo heterogéneas pero válidas. Tal vez la última es tal vez pedir demasiado al lector porque obliga a reevaluar el contenido del artículo, cosa probablemente excesiva.
Animado por esas normas me atrevo a aportar las mías que sólo se solapan parcialmente con las anteriores y que creo son más fáciles de aplicar.
  1. Usar el sentido común. Leer con un antivirus y un cortafuegos en los ojos es sano. Todos sabemos que un mentiroso sabe escribir pero solemos ser benévolos con lo escrito, aunque pueda estarlo por un mentiroso. El sentido común se beneficia mucho del conocimiento general.
  2. Descartar directamente la noticia si no se aportan fuentes verificables. Las noticias falsas jamás citan fuentes concretas sino que, todo lo más, usan expresiones como "los científicos de la NASA", "el CSIC dice que...", "un informe de la FAO...". Yo empiezo a fiarme cuando los autores tienen nombre y pueden localizarse en una institución real.
  3. Poner en cuarentena las noticias cuyas fuentes son suplementos de periódicos, revistas amarillistas o páginas web de pelaje dudoso. Hay gente que cree que lo que publican en Discovery Salud tiene, en principio, un valor equivalente a lo publicado en The Lancet. Bueno, pues no. Y si usted es de los que lo cree mejor cambie de página porque aquí se sentirá incómodo y yo no voy a perder el tiempo discutiéndolo.
  4. Descartar directamente las noticias que implican que la física conocida es radicalmente errónea. Por ejemplo, los monjes tibetanos no levitan, el coche con motor eterno que no consume energía no existe, la telequinesia no funciona, los viajes astrales existen pero sólo en un estado de 6 grados o más en la escala Drinker...
  5. Descartar directamente las noticias que implican conspiraciones mundiales, grupos secretos, herederos de templarios, cabalistas o hijos del Espíritu Santo. He probado que las conspiraciones son imposibles.
  6. Poner en cuarentena las noticias que: a) suponen soluciones rápidas y completas de viejos problemas; b) van acompañadas de una FIS (foto del investigador sonriente) o de expresiones como "autor de docenas de libros" con la foto del investigador en la solapa; c) comienzan con ¿estaba Einstein equivocado? o varisntes de "tomar 3 martinis al día ayuda a prevenor la gota, según la universidad de Mongolongo".
Y recordemos que el 99.9% de la ciencia no se divulga, bien porque es realmente difícil, bien porque no es sexy ni vende portadas.

13 abril 2007

Formas de viajar

Rebuscando en una librería de viejo en Oviedo encontré y compré los dos volúmenes encuadernados en tela de "La expedición botánica al Virreinato del Perú (1777-1788)". Una aventura característica de la Ilustración donde se ejercía una conducta, hija de los tiempos, que hacía compatible la recogida de datos florísticos y etnográficos con la depredación arqueológica. En otro momento comentaremos alguna peculiaridad de esta expedición, como la importancia del comercio de la quina (corteza de varias especies de quino, todas del género Cinchona, parece que bautizado así por Linneo para recuerdo de la condesa de Chinchón, esposa del Virrey del Perú, a quien curó de la malaria allá por el año 1638) o los avatares de los expedicionarios en su periplo y a su vuelta a España.
Pero mi intención de hoy es traerles la figura de abajo que creo muestra como desde Europa se establecía nítidamente el estatus de cada quien y cada cual. En defensa de los botánicos diré que no me consta que el petimetre del sombrero de copa lo sea. Más bien parece tratarse de una forma de transporte general ya que el dibujo tiene por pie:
"Modo de cargar los Indios á los q.e caminan p.r tierra de Quito á Napo".


12 abril 2007

[Breves] Yuri visto de otra forma

No se pierdan la versión personal de Nieves Concostrina, de la que me declaro incondicional, conmemorando el aniversario del paseo de Yuri Gagarin. Apenas dos minutos de audio aquí.

11 abril 2007

Trágame tierra, o 10 frases para olvidar

El seguro de sí mismo:
Toda esa palabrería acerca de los viajes espaciales es en realidad una rematada basura.
Richard Woolley, undécimo Astrónomo Real británico en 1956, cinco años antes de que Yuri Gagarin realizara su vuelo orbital.

El augur:
Quienquiera que espere una fuente de potencia de la transformación del átomo está soñando con la Luna.
Ernest Rutherford, físico, premio Nobel en 1908.

El listillo:
La luz viaja en el agua más rápìdamente que en el espacio vacío.
Isaac Newton, físico, matemático, alquimista, filósofo.

El iniciado:
Debemos admitir con toda seguridad que el espacio y el tiempo son inmutables: no están ni siquiera a disposición de los matemáticos.
Oliver Joseph Lodge, diez años después de que Einstein publicara su teoría de la relatividad especial.

El observador:
El tratamiento antirrábico de Pasteur es inútil, peligroso y desprovisto de valor científico. Pasteur no está curando la rabia sino inoculándola en realidad. Se debería cerrar su laboratorio.
Professeur Peter de la Academia Francesa de Medicina, tras comunicarse la noticia de la recuperación del niño Joseph Meister, mordido por un perro rabioso.

El visionario:
No creo que las ondas inalámbricas que he descubierto tengan ninguna aplicación práctica.
Heinrich Rudolf Hertz, físico, descubridor de la radiación electromagnética.

El idealista:
La guerra es una reliquia bárbara destinada probablemente a volverse tan obsoleta como el batirse en duelo.
William Thomson (Lord Kelvin), aunque también dijo: "Los rayos X han demostrado ser una patraña".

El guarro:
La antisepsia de Lister es absurda en teoría e imposible en la práctica.
El sádico:
Imaginar que el dolor pueda ser abolido en cirugía es hacerse ilusiones y sería un absurdo intentar conseguirlo.
Alfred Armand Louis Marie Velpeau, cirujano, hablando en 1839.

El experto:
Esta es la mayor tontería que hemos hecho nunca, La bomba no estallará jamás, y hablo como experto en explosivos.
William Daniel Leahy, almirante estadounidense dirigiéndose al presidente Truman respecto a la bomba atómica estadounidense.

Las frases se citan en Youngson, R., 2003, ¡Fiasco! Aprendiendo de los errores de la ciencia.
Ediciones Robinbook, Barcelona.
El título original era bastante más minimalista: Scientific blunders.
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