O cuando se unen poder y miseria
¿Se acuerdan de la película "¿Quién engañó a Roger Rabbit"? Argumento aparte, en ella se muestra que los "dibus" tienen un punto flaco. Esa debilidad está a punto de costarle la vida al conejo protagonista en el bar donde el detective Eddie Valiant intenta ocultarlo para que el juez Doom y sus comadrejas no lo capturen.
Los dibus salen a bailar cuando suena la música, no pueden evitarlo, es superior a sus fuerzas.
Lamentablemente, el "efecto dibu" no se limita al mundo imaginario de Roger y Jessica Rabbit sino que hay versiones más humanas y bastante más siniestras. El "efecto dibu" afecta a una serie de personajes a los que, de repente, se les regala una dosis de poder. A veces un poder efímero, que sólo dura unas horas, pero que les permite decidir sobre el presente y el futuro de las personas que tienen a su alcance. Los más sensibles son personajes acomplejados y miserables, lo que permite que se desate el maleficio del "efecto dibu": la sensación de poder es demasiado fuerte,
hay que salir a bailar.
Así se da que auténticos indocumentados científicos que han llegado a los tribunales por motivos incomprensibles, con currículos ridículos, abusan de su efímero poder subidos a su pedestal de barro.
Así se da que profesores a los que todos ignoran se resarcen convirtiendo sus asignaturas en una hermética carrera de obstáculos cuyo efecto es romper voluntades y crear desesperación en aquellos que no esperaban encontrarse eso en una universidad.
A veces el tiempo pone a cada cual en su sitio pero no siempre. Ni siquiera frecuentemente.
Pero bueno,
aquí tienen una excepción relativa a una universidad y
aquí otra en el ámbito del CSIC. En este último caso está disponible toda la documentación, desde el
texto del recurso hasta la resolución escaneada página a página (
p1, p2, p3, p4, p5, p6, p7).
El poder es como el Golem, que acaba destruyendo al que abusa de su fuerza. Sólo que muchas veces deja otras víctimas en las cunetas del camino.
Vamos, sal a bailar, que todos te miran. Ya volverás luego a la miseria que es tu vida.