21 julio 2010

De las cuevas y sus habitantes: un caso de longevidad

La verdad está allí adentro

Publican en TheScientist.com un pequeño artículo dando algunos datos sobre un extraño habitante de algunas cuevas del Este de Europa. Se llama Proteus anguinus y a pesar de ser un anfibio, su longevidad puede superar los 100 años y su vida media se estima en unos 68. No se sabe cómo es posible ese enorme contraste con sus parientes pero se han planteado un par de hipótesis relacionadas con una supuesta escasa producción de radicales libres. La que parece estar apoyada por algún dato es la que mantiene que el Proteus tiene un metabolismo mitocondrial diferente del resto de los mortales, siendo capaz de producir ATP (la molécula que almacena energía en los seres vivos) con mucho menos oxígeno del normal lo cual supone una producción muy reducida de radicales libres. Nada probado, sin embargo, como comentan en el artículo publicado en Biological Letters titulado Extreme lifespan of the human fish ( Proteus anguinus ): a challenge for ageing mechanisms.

Escribí hace un tiempo sobre este personaje haciendo una recopilación histórica de sus principales características. Aprovechando la circunstancia (lo del Pisuerga y tal), vuelvo a sacar aquel artículo a la palestra.

En 1689, Johann Weichard Valvasor menciona por primera vez un extraño habitante de las inmensas grutas del karst esloveno. Hubo que esperar hasta 1768 para que se le diera nombre formal por el naturalista austriaco Josephus Nicolaus Laurenti: Proteus anguinus. Parece ser un ejemplo temprano de robo científico porque se dice en los programas rosa que Laurenti describió un ejemplar procedente de otro científico, esloveno él, llamado Giovanni Scopoli. A estas alturas quién sabe…
El bicho fue analizado y sometido a disección por otro personaje llamado Charles Schreibers cuyo informe, publicado en 1801 en las Philosophical Transactions of the Royal Society of London, he tenido el placer de encontrarlo en perfecto estado PDF gracias a que esta sociedad ha abierto sus archivos desde el año catapum.

Dibujo del proteo en el trabajo de Schreibers de 1801
[pulsar para ampliar]

El proteo reune varias características exóticas en sus 30 cm de fuerte personalidad. Es troglobio, aunque se rumorea que sale de las cuevas a veces, probablemente arrastrado de forma involuntaria. Como buen habitante de la oscuridad ha perdido casi toda su pigmentación en la piel. Además, visto donde vive, es ciego aunque el hecho de que evite la luz indica que puede distinguir si está o no en la oscuridad, parece que mediante la reacción de la piel a la luz (sensibilidad dermatóptica) más que por la visión convencional. En el agua puede respirar mediante tres pares de branquias rojizas que son externas al cuerpo pero, por si acaso, también dispone de unos pulmones poco desarrollados. Lo mismo que sus patas, casi vestigiales, con sólo tres dedos en las anteriores y dos en las posteriores. La suposición de que es una cría de dragón blanco de la suerte tiene poco fundamento.
El proteo es un caso especial porque es el único urodelo troglobio de Europa pero tiene unos pocos parientes en América del Norte. Allá se han descrito apenas media docena de especies más encontradas en las cuevas de Tennessee, Texas y Florida, algunas con nombres tan impronunciables como Gyrinophilus palleucus o Typhlomolge rathbuni. Merece mención especial otra llamada Haideotriton wallacei, tan esquivo que durante 30 años sólo se conoció un ejemplar que hizo su último y psicodélico viaje en una tubería, aspirado por una estación de bombeo en Albany, Georgia, en 1939.
Todas estas especies tienen una característica muy peculiar: son neoténicas. Recordemos que los anfibios tienen su vida separada en dos partes: la fase larvaria y la fase adulta. Entre ambas se produce el fenómeno de la puesta de largo o metamorfosis, una reordenación morfológica y fisiológica que transforma al jovencito anfibio en rana, sapo, tritón o salamandra.
Los individuos neoténicos no sufren esa metamorfosis, al menos de forma completa, pero adquieren la madurez sexual y consecuentemente la capacidad de reproducirse. Los motivos de la neotenia no están claros aunque sí se sabe que la metamorfosis, una cascada compleja de reacciones y cambios, depende estrechamente de la tiroxina, la hormona producida por la glándula tiroides. Al contrario de lo que se creía hace tiempo, el proteo tiene una tiroides normal así como receptores funcionales de tiroxina pero no responde a ella (Svob et al., 2005, DOI:10.1002/jez.1401840307). Esta falta de respuesta parece debida a una rotura en la cadena de dependencias, que hace que los genes desencadenantes de los cambios morfológicos no se vean afectados por la hormona (Safi et al., 1997, DOI: 10.1007/PL00006182). La neotenia se produce con cierta frecuencia en los troglobios aunque en los trabajos que he revisado nadie da una razón para el fenómeno.
Lo mismo pasa con la pigmentación: muchos organismos estrictamente cavernícolas son blancos o tranparentes por ausencia de pigmentos cutáneos, desde los crustáceos hasta el mismo proteo pasando por los insectos, arácnidos, miriápodos… La ausencia de pigmentos no permite la vida en la superficie, donde la luz tiene efectos mortales. Abajo no importa, obviamente, aunque tampoco se sabe la razón de esa característica general.
El habitat del proteo tiene más consecuencias. Vive a temperaturas realmente bajas, entre 5 y 10 ºC, lo que condiciona su metabolismo. El crecimiento y la madurez son paralelos a la regresión de los ojos, que son más evidentes en el estado larvario y cuya progresiva pérdida no depende de que el entorno sea o no oscuro. Aún así, el proteo no está insensibilizado ni mucho menos: se han encontrado electrorreceptores en la piel, así como órganos similares a la línea lateral de los peces y una elevada sensibilidad a los sonidos en el medio acuático (Bulog y Schlegel, 2004, DOI:10.1007/s004240000132). Otros sugieren capacidad para orientarse usando el campo magnético terrestre, aunque las pruebas son poco sólidas. Tal vez encontremos algún día un GPS en el sorprendente bicho o descubramos su parentesco con el “cuélebre”, una serpiente mitológica del Norte de España que, como todas las serpientes mitológicas, era grande y de pésimo carácter.

Primera referencia del proteo:
Schreibers, Charles, 1801, Historical and Anatomical Description of a Doubtful Amphibious Animal of Germany, Called, by Laurenti, Proteus anguinus, Philosophical Transactions of the Royal Society of London, 91: 241–264.

19 julio 2010

[Foto] Desaturando y coloreando con Tintii

Como ya dije en otro post voy a comentar esporádicamente complementos imaginativos elaborados para Photoshop según vaya conociéndolos y me llamen la atención. Mientras que Fractalius generaba resultados pictóricos bastante interesantes, Tintii Photo Filter realiza una desaturación selectiva del color o, si lo prefieren, un coloreado selectivo. En función de la foto, los resultados son más o menos interesantes y parecen la consecuencia de un proceso de análisis de los colores más frecuentes en la imagen original. Hecho este, la aplicación genera una serie de máscaras para cada uno (su número por defecto es cuatro pero pueden aumentarse). Se nos da la opción de activar (mantener el color) o desactivar (desaturar hasta dejarlo en tonos de gris) una o varias máscaras. Los colores que representan dependen de la foto y no son los primarios sino cualesquiera que sean dominantes con unas tolerancias determinadas.
Les pongo abajo tres ejemplos (son fotos relativamente grandes, pulsar encima para ampliar).

Inflorescencia de Callistemon donde sólo se conserva el rojo vivo de los estambres.
Passiflora donde se han conservado los dos colores dominantes en la flor, azul y amarillo.
Plaza de Oviedo donde he aplicado dos filtros: Simplify de Topaz Adjust 4.0 y luego Tintii con sólo el tono naranja.
Parece (no lo he probado) que la versión autónoma de Tintii es gratuita y que funciona también sobre Linux y Mac. Yo prefiero no multiplicar las aplicaciones y uso la versión de filtro para Photoshop que tiene un precio de 16 dólares.

15 julio 2010

De vuelta de Ecuador

Ya hemos vuelto. Dos días de viaje, cinco de trabajo y uno de asueto. Ese último día bastante aprovechado pero de ambiente errático: nubes, algo de sol, lluvia, sol, nubes, granizo, nubes... así una y otra vez. Por suerte, por la tarde el objetivo de la excursión se dejó ver.
Les pongo abajo alguna foto (pinchen encima para ampliar). Si quieren verlas todas en tamaño grande (y descargarlas si les apetece) visiten la colección de Flickr.








La zona que visitamos es la del Cotopaxi, un volcán activo con 5900 m de altura situado casi en el Ecuador (0°40'38" S). Le rodea una zona de páramo a veces salpicada de piedras, otras cubierta de un pasto ralo que mantiene a caballos asilvestrados y al escurridizo venado de páramo. Las nieblas frecuentes acentúan el extraño aspecto de este paisaje, así como las nubes de tormenta que continuamente aparecen y desaparecen. El Cotopaxi está fotografiado por su lado Este, el único que se dejó ver ese día de vez en cuando. La capa de hielo es permanente y aparece a partir de los 5000 m aproximadamente. Su diámetro en la base es de unos 20 km, con laderas entre los 30 y los 35º de pendiente. Las erupciones más violentas en tiempos históricos fueron en los años 1744, 1768 y 1877, dejando esta última varios centenares de muertos. Desde entonces se han producido algunas explosiones y fumarolas sin consecuencias.

03 julio 2010

De viaje

Mañana salgo de viaje, el primero de este año. Nos vamos a un lugar cuya topografía tiene el espléndido aspecto de la figura que les pongo abajo. Vamos a trabajar pero hemos dejado un par de días libres al final, a ver si les traigo alguna foto decente.


26 junio 2010

El ridgeback noruego fotografiado

Un fotógrafo ruso (o algo así) llamado Igor consigue algo que los criptozoólogos persiguen hace décadas sin éxito: una imagen nítida de dos crías de ridgeback. Además no es un fake. Más fotos sorprendentes en su web.

Foto de Igor Siwanovicz (fuente)

24 junio 2010

Especial de Nature sobre el mal de Chagas

Nature publica un suplemento de acceso libre sobre el mal de Chagas. Traduzco el párrafo de presentación:
El mal de Chagas es un de las más olvidadas enfermedades tropicales aunque existen millones de personas infectadas. Sólo hay dos fármacos para su tratamiento, ambos con más de 40 años de existencia y ninguno idóneo. Según la movilidad de la población ha aumentado en el mundo, la enfermedad de Chagas se ha extendido desde América Latina hasta convertirse en una amenaza general. Este suplemento expone avances en la comprensión y el tratamiento de la enfermedad de Chagas tras 101 años de historia y destaca los desafíos que aún deben cumplirse.
Según la OMS:
El mal de Chagas es una enfermedad grave, en ocasiones mortal, causada por el protozoo parásito Trypanosoma cruzi. Sus primeros síntomas son fiebre, fatiga, inflamación de los ganglios y dolor cardiaco, pero con el paso de los años la infección puede provocar una debilitación crónica resultante de la destrucción del músculo cardiaco. Se registra principalmente en América Latina, donde se estima que durante el decenio de 1980 estaban infectados más de 20 millones de personas.
Es posible pedir un ejemplar impreso gratuitamente y hay un foro público para comentarios.
Dos posts en este blog sobre enfermadades olvidadas:
Uno de los vectores de la enfermedad es este insecto hematófago de nombre Triatoma infestans
Grab this Widget ~ Blogger Accessories
 
º