07 abril 2008

Avances que no son noticia

Mal de Chagas, leishmaniasis (protozoos), filariasis, loiasis (gusanos), dengue, fiebre hemorrágica del Ébola (virus), tracoma, lepra (bacterias), micetoma, paracoccidiomicosis (hongos)... son sólo algunos ejemplos de enfermedades de ámbito tropical normalmente ignoradas entre los que vivimos en tierras más frías.

La investigación sobre estas enfermedades tiene hoy una revista específica que, además, es de acceso abierto: PLoS Neglected Tropical Diseases.

Aunque no es mi campo de trabajo ni de lejos, a veces me llama la atención algún artículo y lo ojeo. Recientemente apareció uno que sirve para ilustrar como en 99.99% la ciencia se hace en pequeños, pequeñísimos pasos y como los avances son extremadamente costosos en esfuerzo personal. Este es uno de los motivos por los que me enervan los que, sin haberse molestado en aprender, venden milagrosos remedios y critican a lo que ellos llaman "ciencia oficial", que no es otra cosa que una comunidad imperfecta pero que trabaja intensamente.

La úlcera de Buruli (UB) es una más de esas puñeterías mencionadas al principio. Fue descrita hace 60 años en Australia, lo mismo que su causante, la bacteria Mycobacterium ulcerans (MU). Sin embargo, los casos australianos son muy pocos comparados con los de África donde se ha extendido ampliamente en las últimas dos décadas afectando a varios miles de personas al año, en su mayoría niños menores de 15 años. La enfermedad es muy seria: comienza con una hinchazón que acaba convirtiéndose en una úlcera, normalmente indolora, que crece destruyendo tejidos llegando en los casos graves a destruir el hueso. Si quieren ver alguna foto busquen "Buruli" en Google imágenes aunque no se lo recomiendo.

La causa de los daños es una toxina llamada micolactona que causa necrosis y apoptosis en los tejidos inhibiendo la respuesta inmunitaria. En el año 2004 se mostró que la capacidad de generar micolactona por parte del MU está codificada en media docena de genes localizados en un plásmido, un fragmento de ADN externo a los cromosomas de la bacteria.

La UB está presente en unos 30 países y no existe vacuna. Tiene tratamiento antibiótico (una combinación de rifampicina y estreptomicina) en las fases tempranas aunque es largo (8 semanas) y no totalmente eficaz en todos los casos, lo que se agrava porque el diagnóstico precoz es complicado. Existen métodos rápidos, eficaces y sensibles basados en el análisis de ADN pero no espere encontrarlos en las aldeas de Uganda.

A pesar del tiempo transcurrido desde su descripción no se conoce gran cosa del ciclo de vida de la bacteria ni de algo extremadamente importante: la forma de transmisión. No se sabe cómo se adquiere la enfermedad. Parece claro que no hay contagio de persona a persona (al contrario en la tuberculosis y la lepra, las otras dos enfermedades micobacterianas más extendidas). También parece que la enfermedad siempre se manifiesta en lugares próximos a agua estancada. La ausencia de ciclos estacionales y la mayor frecuencia de afecciones en las piernas apuntan claramente a algún organismo acuático. En este sentido, se ha localizado ADN de MU en algunos mosquitos en Australia y en algunos otros insectos en África, y en el año 2002 se confirmó que las mordeduras del hemíptero Naucoris podían transmitir la UB a ratones en laboratorio pero eso no es suficiente para definir el ciclo real de la enfermedad. Por cierto, de confirmarse que el vector es un insecto sería un caso único en las afecciones micobacterianas.

Los avances, después de 60 años, son tan lentos debido a una frustrante característica de MU: se resiste a crecer en laboratorio. Por este motivo, las muestras tomadas de los organismos sospechosos (hemípteros acuáticos sobre todo) nunca han dado resultados positivos, nada aparece en los medios de cultivo tradicionales. Es más, nunca se ha aislado y localizado MU en la naturaleza de modo directo, como mucho confirmando la presencia de secuencias de ADN específicas: un indicio genético (hoy contestado además), no una confirmación fenotípica. Cuando las muestras proceden directamente de los enfermos es posible cultivarlas pero aún así son de crecimiento muy lento (varias semanas).

La belga Francoise Portaels, del Instituto de Medicina Tropical (ITM, Bélgica) ha dedicado su vida a la investigación de esta enfermedad, desde que en 1969 comenzara su tesis doctoral en el Congo y cosechara sus primeros fracasos con el MU. Hoy, casi 40 años después, ha conseguido aislar MU a partir de hemípteros acuáticos.

El procedimiento ha sido cualquier cosa menos cómodo, tomen la receta: se trituran los hemípteros (del género Gerris y capturados en Benin) en un mortero; la papilla se trata con esterilizantes específicos para garantizar que se ha muerto todo bicho viviente menos las micobacterias. Luego se inyecta el producto resultante en las patas de ratones de laboratorio, las habituales víctimas colaterales de todas estas cosas. Pásese de ratón a ratón dos veces durante dos años y finalmente se consigue que la bacteria comience a crecer en medios de cultivo convencionales. Del estado final de los ratones mejor no hablamos.

Las poblaciones son, por fin, de bacterias de verdad que forman una cepa llamada imaginativamente 00-1441. En el análisis de su ADN se ha encontrado una mutación concreta (un solo nucleótido) que también aparece en cultivos procedentes de enfermos de la misma región africana. La conclusión es que se puede establecer por primera vez una relación entre los cultivos procedentes del insecto y los enfermos, sugiriendo un origen común, estableciendo un nexo probable. Aún así, no hay evidencia de que los hemípteros triturados, del género Gerris, muerdan a la gente por lo que no está claro si tienen algún papel relevante en la transmisión de la enfermedad o si son simplemente contenedores pasivos de MU.

Tanto cuento para tan poca cosa, dirán ustedes, pero eso es lo que hay, en los laboratorios y despachos se estudian fenómenos elusivos, cuya comprensión es un lento proceso de desbroce en un sistema natural demasiado complejo. No hay remedios milagrosos, curalotodos ni panaceas mágicas o esotéricas. La medicina avanza poco a poco, con un gran esfuerzo individual y colectivo, no a golpe de iluminaciones ni de epifanías.

El bichejo en cuestión (de aquí)

Documentos: artículo original en PLoS Neglected Tropical Diseases; página sobre la UB en la OMS; una reseña en Science.

30 marzo 2008

Extremadura solar

Hace unos meses, Francisco Cuadros, catedrático de Física Aplicada en la Universidad de Extremadura presentó unas estimaciones sobre la superficie de colectores solares necesaria para cubrir la demanda total de España de energía (con unos impresionantes 455 votos en Menéame). Más recientemente y de forma independiente, en Wis Physics han hecho lo mismo. Yo he querido repasar las cifras, por aquello de que no me fío de nadie, completándolas y adaptándolas a un contexto más cercano.

La demanda de energía eléctrica

La demanda de energía eléctrica en España en 2006 fue de 254,000 GWh (uso la coma como separador de miles). La demanda en Extremadura en ese mismo año fue de 4,431 GWh. Extremadura produce mucha más energía de la que consume: la generación neta fue de 16,628 GWh. De estos, 14,939 se generaron en la central nuclear de Almaraz y 2,215 por energía hidráulica. De energías renovables más biomasa apenas salieron 66 y de carbón, fuel y gas nada (datos de REE). Obsérvese que la producción hidráulica cubre la mitad del consumo local.

¿Qué puede darnos el Sol?

Extremadura recibe una intensa radiación solar que se estima, sobre una superficie horizontal, unos 1,690 kWh/(m2·año). Usando las herramientas que tenemos en Solar Irradiation Data vemos que, para Badajoz y usando el ángulo vertical óptimo para una orientación Sur fija se llega a los 1,930 kWh/(m2·año), algo aún mejorable usando un sistema de seguimiento completo.

Este valor debe ser corregido tanto por el rendimiento de los módulos (que al día de hoy es bajo, de un 12% aproximadamente) como por diversas pérdidas: por temperatura, el propio sistema eléctrico... que en total, se pueden estimar en un 26%

Obtendremos, por tanto: 1,930 * 0.12 * 0.74 = 171 kWh/(m2·año). O, pasando a unidades más manejables, 171 GWh/(km2·año).

¿Cuántos km2 necesitamos para cubrir la demanda energética de Extremadura? Basta con dividir 4,431 GWh / 171 GWh·km-2 = 26 km2, un 0.062% de la superficie extremeña.

Lógicamente, las estimaciones anteriores son de brocha gorda y hay más problemas que solucionar: las líneas de evacuación, el desfase temporal entre producción y demanda, etc. Tampoco la superficie señalada es de suelo sino de paneles. La ocupación de suelo sería mayor, de entre 6,000 y 7,000 ha. En cualquier caso, es materia para pensar porque, aunque no puede dependerse de una sola fuente de energía, un par de miles de hectáreas de paneles solares cubrirían la mayor parte de la demanda actual y a mí, la verdad, no me parecen demasiado.

Quedan por discutir muchas cosas pero ninguna supone un reto técnico imposible en la actualidad. Recordemos que estamos en una situación donde dependemos casi completamente de energía importada, no renovable, en manos de unos pocos países (al albur de lo que se llaman "problemas geoestratégicos") y cuyo precio sube constantemente. Por estos motivos, avanzar en una independencia energética basada en energía local y renovable no tiene precio.

Dos ejemplos de proyectos diferentes y complementarios

El proyecto de mayor tamaño es el llamado Mérida Solar 2008 que, ubicado cerca de la ciudad que le da nombre, se plantea producir 72 GWh al año, un 1.6% del consumo actual extremeño. Su coste declarado es de 300 M€ lo cual supone unos 4.1 M€ por cada GWh al año.

Otro planteamiento diferente es el abordado por la Agencia Extremeña de la Energía, que está instalando paneles solares en 22 municipios de Extremadura de menos de 20,000 habitantes. Con un coste de 35,000 € por instalación, cada una de ellas rendirá anualmente unos 14,700 kWh (estimaciones mías, no contrastadas). Es un enfoque más descentralizado de la producción.

Un contexto donde no sólo el dinero cuenta

La única pega que se le puso al artículo de Francisco Cuadros en Menéame fue la del coste. Por un lado hubo errores ya que uno de los comentaristas habló de 6,000 €/m2 de colector solar, precio completamente erróneo (ronda los 600). Y claro, a partir de ahí la cosa se distorsionó.

Según los precios actuales de instalación, el coste total para cubrir la demanda actual de Extremadura está entre los 15,600 y los 18,200 M€. Es mucho dinero pero el gasto es también, en buena parte, ficticio: cuando el dinero se gasta no desaparece ni se destruye, sólo cambia de manos. En este caso va a las empresas que pagan sus impuestos al Estado y los sueldos a los trabajadores. Es una inversión que se amortiza porque genera un producto valioso a partir de una fuente de energía gratuita y fácil de recoger.

La inversión necesaria hoy no será la misma dentro de un año, ni tampoco el contexto en el cual valorar el gasto. Respecto a las células fotovoltaicas, ya existen de mucho mayor rendimiento que el considerado aquí por lo que sólo es cuestión de tiempo que salgan al mercado. Por otra parte, el petróleo incrementa su precio de forma incontrolada con lo que la factura energética española se dispara: un déficit de 3,660 M€ sólo en diciembre de 2007. Y es que importamos el 78% de la energía. El déficit en el 2008, con el crudo un 33% más caro puede ser espectacular.

28 marzo 2008

Sólo una anécdota

No todo es "gran ciencia". No todos son Premios Nobel o Medallas Fields. No todos son Arthur C. Clarke. Hoy en Science han dedicado un pequeño espacio a Brian A. Karpes a pesar de que el hecho reseñado parece banal.

Ese hecho es que Karpes presentó un poster el 13 de marzo pasado en la 39th Lunar and Planetary Science Conference celebrada en League City, en Texas. Llevó por título Cataloging Craters on Saturn's Moon Enceladus. Karpes pertenece al Departamento de Geología de la Northern Illinois University.

Un poster es un acontecimiento menor en la vida de un científico pero es seguro que Karpes recordará éste. Apenas un mes antes, el 14 de febrero, Karpes estaba con otros 150 alumnos y profesores en un auditorio de su universidad cuando Steven Kazmierczak entró y comenzó a disparar. Recibió cinco balazos. Hoy, a sus 27 años, es un placer darle la bienvenida aunque sea desde tan lejos.

El contraste lo ponen los estudiantes Gayle Dubowski, Julianna Gehant, Catalina Garcia, Ryanne Mace y Daniel Parmenter, que ya no terminarán sus carreras.

25 marzo 2008

Blogs, wikis y conductas inapropiadas

¡Niño, caca! dicen desde las altas autoridades. Leo en Juan de Mairena, que lo lee en Gooseania, que cita esta página de la Universidad de Manchester, que se titula (al menos la traducción es mía) Directrices sobre el uso de blogs y wikis y dice algo así:

El uso de páginas web interactivas y con varios autores, como es característico de los blogs, wikis y redes sociales, es cada vez más popular. Aunque la Universidad no desea obstaculizar el uso de estos sitios, usted [1] debe consultar previamente con su supervisor, mentor o inmediato superior para discutir las posibles implicaciones de participar en esos sitios. En particular, debe ser consciente de que publicar resultados preliminares, datos e ideas:

  1. Puede poner en riesgo la independencia y originalidad de su trabajo y tener efectos adversos cuando lo envíe para revisar o publicar.
  2. Puede perder la propiedad de su trabajo con consecuencias impredecibles para los derechos de propiedad intelectual sobre los resultados o productos de su trabajo.

[1] "Usted" se refiere a investigadores postgraduados y de plantilla.

Bueno, aquí tenemos a la UManchester velando por la correcta conducta de sus investigadores en internet, no sea que escriban un blog o hagan comentarios en otro destapando secretos, por no hablar de los inconscientes que son capaces de proponer ideas nuevas, comentar en foros científicos cómo le van las cosas o pedir ayuda para algún problema que tienen. Incluso podría haber algún tarado que pensara publicar sus preprints en lugares nefandos como ArXiv (con 469353 documentos disponibles a día de hoy). Discuta con su confesor "las posibles implicaciones" de sus actos ¿has escrito en algún blog esta semana? ¿cuántas veces, hijo? Miedo a la comunicación se llama eso.

En mi universidad las cosas no llegan a esto aunque últimamente hemos recibido una normativa curiosa sobre el "correcto" uso de la red. Entre otras cosas nos dicen que no debemos usar la red ("uso no aceptable") para:

  • cualquier acto que viole la legalidad
  • fines privados, personales o lúdicos
  • creación o transmisión de material que cause molestias a los usuarios de la UEX
  • distribución de material que viole los derechos de propiedad intelectual
  • destruir o modificar premeditadamente la información de otros usuarios
  • destruir, manipular o apropiarme indebidamente de información que circule por la red
  • usar u obtener cuentas ajenas

Les confieso que todavía estoy algo perplejo con el documento y aún no he decidido si me reconforta o molesta que la autoridad académica vele por mi conducta prohibiéndome violar la legalidad vigente (y la Constitución, supongo, y ya puestos, la Convención de Ginebra...) mediante una norma interna.

El resto (defina "fines personales", por favor) tampoco lo tengo claro: enviar un correo electrónico a mi casa ¿es un fin privado?, enviar el PDF de un artículo interesante a un colega ¿viola los derechos de propiedad intelectual? ¿qué es apropiarse "indebidamente" de material que "circula" por la red? O lo más importante ¿cómo van a saber ustedes si uso mi correo para "fines privados"? ¿cómo van a averiguar si visito webs "inapropiadas"?

En fin, los vigilantes de la playa del ciberespacio velan por nosotros aunque con tanta advertencia acabo siempre por creerme presunto culpable de no sé bien qué.

21 marzo 2008

Rellenando mundos (y 2)

Creo que en el post anterior quedó en evidencia uno de los argumentos preferidos de los partidarios de la "Tierra hueca". Como no he recibido ningún comentario coherente que lo rebata a pesar de las más de seis mil lecturas (efecto Menéame, todo hay que decirlo) asumo que los creyentes han decidido aceptar el argumento deportivamente y corregirán sus páginas web para que el error no se perpetúe [/ironía off].

Hoy, y para cerrar esta miniserie y olvidarnos de este pintoresco asunto, intentaré diluir un par de afirmaciones más aprovechando que no soy aficionado a las procesiones.

Afirmación 1. Todos los planetas y satélites son huecos y tienen entradas en sus polos.

Lamentablemente para los que afirman esto, no sólo existe la excelente y completa imagen de la Antártida que mencioné en el post anterior, donde no se observa anomalía alguna, sino que se ha cartografiado recientemente el Polo Sur de nuestra Luna con una resolución de 20 m, mucho mayor que la disponible previamente.

Los datos que sirven de base a las imágenes fueron tomados a finales del 2006 por dos antenas del Goldstone Solar System Radar, separadas 13 km y situadas en el desierto de Mojave, en California. La captura de datos de los polos lunares es complicada debido a que desde la Tierra sólo se pueden observar tangencialmente y eso aprovechando los momentos del año adecuados, donde las inclinaciones de los dos ejes de rotación permiten una mejor visión directa de la zona.

Antena de 70 m del GSSR

El uso de dos antenas para recibir los ecos del radar permite no sólo obtener imágenes sino la topografía del terreno. ¿Hay agujero? Pasen y vean ustedes mismos (el Polo Sur está justo en el centro de la imagen).

Topografía del Polo Sur lunar. Una imagen de mucha mejor resolución puede descargarse aquí (13 Mb)

Aunque estos datos son relativamente nuevos, ya había mapas de los Polos lunares desde que la sonda Clementine (1994) los sobrevoló. Los mapas de Clementine eran groseros, con una resolución espacial de 1000 m. El GSSR hizo nuevos mapas de ambos polos en 1999 mejorando hasta 150 m en planimetría y 50 m en altimetría (publicados en un artículo disponible aquí e ignorado por los conspiranoicos). Finalmente, este último mapa del Polo Sur tiene una resolución de 20 m en planimetría y 5 m en altimetría. También hay mapas de los polos lunares elaborados con el telescopio de Arecibo: por si tienen curiosidad les pongo las imágenes abajo. Y no, tampoco hay agujero.

Imágenes de los polos lunares elaborados a partir de los datos del radiotelescopio de Arecibo (originales aquí)

Más información en Enhanced Radar Imagery of Lunar South Pole.

Afirmación 2. Hay vida dentro de la Tierra hueca

Es sólo un problema de física. Dicen en una página adepta:

La superficie interna es en realidad la que lleva la mejor parte en los procesos de desarrollo biológico, porque su gravedad siempre será menos que la gravedad externa. Mientras aquí tenemos 9,8 metros sobre segundo como coeficiente de aceleración, en el interior esta medida es de aproximadamente 6,7. O sea que mis 100 kilos de aquí, se convertirían en unos 67 de "adentro".

Lo cual es espectacularmente erróneo. Como ha señalado Sergio en uno de los comentarios al post anterior, sobre un punto situado en el interior de una esfera hueca la fuerza gravitatoria es nula. Eso es debido a que las fuerzas que se ejercen por parte de la masa de la esfera hueca situada a un "lado" y al otro del punto en cuestión son iguales y de signos contrarios. El que quiera asegurarse y quiera seguir el argumento matemático tiene aquí un buen desarrollo. Este hecho se cumple independientemente del grueso de la capa y de la posición del punto interno.

La consecuencia es que nuestros imaginados intraterrestres están libres de gravedad y, a menos que hayan desarrollado velcro en sus pies, flotan alegremente por el hueco intramundo.

En el caso de que existiera un Sol interno, necesario para mantener la vida vegetal que dicen que hay ahí, la situación sería mucho peor por dos motivos:

  • dado que la componente de las fuerzas gravitatorias debidas a la esfera hueca se anulan, la masa de ese Sol interno ejercería su función atrayendo a todos nuestros intraespecímenes hacia un tórrido y desagradable final.
  • la Tierra hueca estaría en un equilibrio inestable y ese Sol se habría encontrado con las paredes internas en un cataclísmico final hace mucho tiempo. El argumento puede seguirse en la entrada de Alf a propósito del Mundo Anillo.

Finalmente, debo confesarles que el tema me parece gracioso (salvo por la evidencia de que hay mucha gente que se cree cualquier cosa que le cuenten) pero que me ha sorprendido mucho la cantidad de webs y foros donde se defiende esta pintoresca historia. En fin, esto es lo que hay.

19 marzo 2008

Las entradas a la Tierra hueca

Los partidarios de la Tierra hueca sostienen eso, que la Tierra es hueca y que existen dos grandes entradas al interior situadas en los Polos Norte y Sur. Luego hay variantes más o menos alucinadas donde aparecen arcanas razas superinteligentes, OVNIs, mamuts, soles interiores y cosas así. No voy a perder el tiempo discutiendo eso pero sí voy a comentarles uno de los argumentos habituales que se utilizan para demostrar que existe una conspiración internacional para ocultarnos la evidencia: la NASA censura las imágenes de satélite de los polos para que no veamos los huecos que allí existen.

Esta variante argumental comenzó con la imagen de abajo, sobre la que se dice en uno de los sitios dedicados a esta historia:

Durante muchos años se creyó que la Tierra era hueca, pero hasta 1968 no hubo ninguna prueba de ello. Ese año, unas fotos tomadas por un satélite mostraban claramente un agujero enorme en el Polo Norte.

Mosaico de imágenes del ESSA-7 utilizado para demostrar la existencias de la apertura polar

El satélite en cuestión era el ESSA-7 y, en efecto, en la imagen (mosaico, en realidad) se ve ese agujero. Bueno, no exactamente. El realidad lo que se ve es un círculo sin datos. Voy a ponerles alguna imagen más actual (ver abajo). La de la izquierda es un mosaico ártico del ASAR (Advanced Synthetic Aperture Radar), un radar a bordo del satélite ENVISAT. La de la derecha es del AMSR-E (Advanced Microwave Scanning Radiometer, transportado por el satélite EOS Aqua). Ambas muestran ese círculo negro centrado en el Polo.

Según las teorías de la conspiración, estas zonas no muestran datos debido a la censura de las agencias espaciales (no sólo la NASA, que ya sa sabe, sino todas) que ocultan la entrada a la Tierra hueca. A mí se me ocurriría pensar lo fácil que sería, si se quisiera ocultar algo, rellenar esos escandalosos huecos con datos ficticios pero se ve que estos cientificos de la NASA no dan para tanto y se limitan a usar la tijera.

Bueno, como supondrán, existe una explicación sobre esos círculos que esta gente no se ha molestado en buscar. Si leemos las llamadas fact-sheets donde se presentan las principales características de los satélites observaremos que en todos ellos se describe un tipo concreto de órbita. Copio fragmentos:

  • ... a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (QuikSCAT)
  • Due to its quasi-polar orbit, the coverage overlap... (Landsat)
  • Ariane will place SPOT 5 in the same orbit as SPOT 1, 2, 3 and 4, i.e. a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (SPOT)

Se llama órbita cuasi-polar a aquella en la que los planos orbitales del satélite están algo inclinados respecto al eje de rotación terrestre. El grado de inclinación se da con referencia al plano ecuatorial: a una órbita polar (el satélite pasa sobre los Polos Norte y Sur) le corresponde un ángulo de 90º mientras que las cuasi-polares serán algo menores.

Las zonas negras en las imágenes anteriores no corresponden, por tanto, a datos que se ocultan sino a zonas sobre las que los satélites no orbitan. Son una consecuencia puramente geométrica del ángulo de inclinación de los planos orbitales.

La afirmación básica de los conspiranoicos se desmonta con facilidad simplemente entendiendo de qué se está hablando. Pero, claro, queda la duda ¿no se habrán diseñado estas órbitas precisamente para que no existan datos de los Polos? O lo que es lo mismo ¿por qué usar este tipo de órbitas que obligatoriamente dejan zonas sin información? Por ser ordenado, comentaré en primer lugar que las órbitas cuasi-polares se engloban dentro de las llamadas LEO (Low Earth Orbits), circulares, geocéntricas y de baja altura, entre 200 y 1000 km. Todos los satélites de observación terrestre habituales orbitan entre los 700 y 900 km mientras que la ISS, Estación Espacial Internacional, orbita a 400 km. Estas órbitas son baratas (no son necesarias grandes lanzaderas) aunque a menos de 400 km existen problemas con la atmósfera y a más de 1000 km con los cinturones de van Allen.

Dicho esto, la razón de las órbitas cuasi-polares es el deseo de que el tránsito de los satélites esté sincronizado con el Sol. Esto significa que el satélite pasará sobre un lugar siempre a la misma hora y, consecuentemente, las imágenes que tome formarán series coherentes en el sentido de que la iluminación corresponderá a la misma hora solar, algo muy conveniente para la observación, interpretación y proceso de los datos captados. Algunos satélites, incluso, "cabalgan" sobre el terminator, la línea que separa la luz de la oscuridad en la Tierra, con lo que mantienen sus paneles solares activos mientras barren con sensores activos la zona oscura.

El problema de sincronizar las órbitas satelitales con el Sol es el de ajustar con exactitud la precesión del satélite (cambios angulares en el plano de giro) con el ciclo solar, que debe ser de 360º/365.242199 días = 0.9856º/día. Asumiendo órbitas circulares, este valor puede conseguirse ajustando dos valores: la altura de la órbita y su inclinación.

El resultado es que las órbitas heliosincrónicas típicas se hacen a una altura de 700-800 km, con un periodo de rotación de unos 95-100 minutos y con una inclinación proxima a los 89º. Si hay alguien interesado en las ecuaciones básicas, las encontrará en este documento.

Dicho de otra forma: ninguna órbita cuasi-polar podrá tomar imágenes de los Polos. Tampoco podrá, por ejemplo, la Estación Espacial Internacional, cuya inclinación orbital es de 51.6º con lo que las latitudes altas no serán sobrevoladas nunca. Y tampoco pudo hacerlo la misión de la lanzadera Columbia STS-75 de 1996 que se supone tomó una "famosa" (y cutre) imagen de agujero polar ya que su inclinación orbital fue de 28.45º.

Consecuentemente, estimados partidarios de la conspiración satelital, aunque dudo que me lean, les ratifico que los círculos vacíos se deben a exigencias físicas de las órbitas heliosincrónicas, no al contubernio de los illuminati. Harían bien en revisar los argumentos que aquí les he esbozado, llegar a la conclusión lógica y eliminar de sus páginas todas las tonterías de los parches polares. ¿Existen satélites con órbitas polares? Claro que sí, pero es que ustedes no se molestan de buscarlos. ¿Quieren una imagen de alta resolución de toda la Antártida, incluido el misterioso y censurado Polo Sur? RADARSAT, un satélite canadiense lo ha hecho y está en internet como imagen de 39 millones de píxeles. Abajo les pongo una versión muy reducida. En la original (37 Mb), que pueden descargar aquí, el Polo Sur está aproximadamente en el pixel 3380, 2800.

Mapa de la Antártida (datos RADARSAT)
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