16 marzo 2013

La universidad analfabeta

El blog La lista de la vergüenza ha ido reuniendo cursos, conferencias y eventos en universidades españolas. El nexo entre ellos es la vergüenza, el bochorno de que estas supuestas estructuras del saber sean capaces de admitir que se defienda en sus aulas cualquier chifladura fruto de la fértil imaginación humana. Todo vale, nada pasa aparentemente por ningún filtro salvo, en ocasiones el económico. ¿Por qué está pasando esto? ¿No son las universidades el último reducto donde la razón y el conocimiento está a salvo e impera sobre la pseudociencia, el mito y la superstición?
En un brevísimo intercambio de tuits con @eparquiodelgado hace unos días, él planteaba como explicación la ignorancia y yo, sin quitarle razón, propongo algo bastante peor que intentaré explicar brevemente.
Cuando se defendían los doctorados en la Universidad de Alcalá de Henares hace tres o cuatro siglos había que ser casi omnisciente ya que un tribunal te interrogaba en varias lenguas, durante varios días, sobre todo lo divino y lo humano. No es prudente, creo, añorar esa situación pero sí reparar en que entonces no existía una diferencia entre ciencias y letras, entre filosofía y matemática. Dentro de las limitaciones de la época, el doctor, y por extensión el profesorado, tenía una formación integral que cubría, perdonen la redundancia, todas las áreas del saber.

Clases de ecología en el campo (Asturias, 1985)
El primer problema surgió cuando las áreas de conocimiento se separaron debido a que el desarrollo de la ciencia y de las humanidades (incluyo aquí disciplinas no pertenecientes a las "ciencias duras") hizo que una persona normal no fuera capaz de abarcar el conjunto. Surgieron las dos culturas, las dos formas de ver y abordar el mundo.
El tema de las dos culturas ("ciencias" y "letras") ha sido objeto de numerosos debates aunque sigue sin solucionarse. Yo he hablado de él en algunos posts como por ejemplo El debate de las dos culturas. La polarización del saber tuvo consecuencias conocidas: cada bando desprecia al otro por, es para asombrarse, parcial y deficiente; cada profesor, esto es aún peor, no solo es absolutamente ignorante de las disciplinas "opuestas" sino que considera que estas son irrelevantes para su propio desarrollo personal.
En mi opinión, esa separación evolucionó a peor y comento en el post citado que hoy podríamos hablar de cuatro grandes áreas incomunicadas dentro de las universidades: tecnológica, científica, clásica (las "letras") y artística.
Un paso más en el desastre ha sido la especialización miope y creación de miniespacios compartimentados dentro de los cuales se realizan actividades que ignoran escandalosamente cualquiera otra que se produzca en el laboratorio del vecino. La especialización ha sido obligada ya que nadie es capaz de dominar un área completa ni estar al día de los avances de cualquier disciplina.
El detalle esencial de todo esto los problemas no vienen de la especialización por si misma sino de como se ha hecho, perdiendo la perspectiva general. Lamentablemente, entre mis experiencias académicas más traumáticas está el reparar en que el ingeniero de al lado no sabe qué es el número de Avogadro, que el físico al que llamo acepta sin despeinarse que los seres vivos tenemos una "energía vital" y que el biólogo amigo no es capaz de imaginarse como el Curiosity puede enviar a la Tierra las fotos que toma en Marte.
¿Cómo es posible esto? Les explico mi hipótesis. Soy responsable de una asignatura sobre metodología científica desde hace unos años pero, en vez de darla en primero o segundo de carrera, la imparto en un máster de investigación. En estos cursos me ha dado cuenta de que los alumnos, todos ellos licenciados o ingenieros, desconocen todo sobre lo que caracteriza a la ciencia y no han sido advertidos de que el espíritu crítico y la razón están en la base de toda actividad universitaria.
Actualmente las carreras no forman científicamente, sólo enseñan parcelitas de conocimiento consolidado y algunas habilidades. Ya se que generalizo y que existen, sin duda, excepciones por todos lados, pero me permito ser injusto con ellas para dar mi visión global y no alargarme.
La ausencia de formación de base sobre metodología científica, la inexistencia de formación sobre áreas ajenas, la nula valoración de la cultura científica general en el curriculum académico... todo ello ha llevado, en mi opinión, a un desenlace: en las universidades hay una incultura científica escalofriante.

Posado para la cátedra de homeopatía en la Universidad de Murcia financiada por Laboratorios Heel 
No pensemos, por tanto, que las universidades son estructuras sólidas y resistentes ante la tontería, un baluarte de la razón y del librepensamiento. Salvo excepciones no lo son, son débiles, expertas en microcampos de conocimiento y analfabetas en todo lo que se sale de ellos, que es el 99.999% de conocimiento científico. Un mosaico desarmado formado por piececitas de conocimiento desconectadas del mundo del saber.
Así, aunque la homeopatía, el reiki, el feng-shui, la aromaterapia, las flores de Bach... están tan desacreditadas por la ciencia como que los niños vienen de París [1], las universidades las aceptan como una visión más, un tanto exótica tal vez, pero sin que salte ninguna alarma en profesores, decanos y vicerrectores, todos ellos prisioneros en su minúscula burbuja.
¿Qué soluciones tiene este problema? Si les soy sincero, no las veo. Haría falta una reflexión revolucionaria sobre qué somos y qué servicios debe prestar la universidad y actualmente no somos capaces de hacerla. Haría falta un cambio radical en los planes de estudios, cada vez más centrados en el mercado laboral y menos en el saber integral y actualmente no existe la más mínima posibilidad de que esto ocurra. Tal vez la universidad española ha sobrepasado el punto de no retorno. Harían falta tantos cambios que mientras esperamos que lleguen, si es que llegan, no podemos seguir parados. A los profesores sensibles a este problema no nos queda otra que trabajar en nuestro ámbito de influencia, las aulas, intentando despertar en los actuales alumnos la duda sistemática, el pensamiento creativo, la reflexión y el sentido común. No cambiaremos todo, por supuesto, pero al menos haremos mejor nuestro trabajo y tal vez la semilla del pensamiento crítico (la base de toda cultura que merezca ese nombre) crezca en media docena de personas cada año. Quién sabe.


[1] No voy a extenderme con esto porque ya lo hice hace un tiempo en la serie de posts "Ciencia y no-ciencia" que pueden leer aquí: 12 y 3.


24 comentarios:

eulez dijo...

Dada la problemática actual en la universidad creo que este es un problema menor. Pero en cualquier caso, es totalmente cierto. Hace falta urgentemente una asignatura en primero de las carreras de ciencias donde se explique "Filosofía e historia de la ciencia y metodología científica". Tal vez no nos vendría mal que las "libre configuración" cumpliesen su función y se obligase a los estudiantes a hacer asignaturas de ciencias si son de letras y viceversa. Eso, junto con algún tipo de enseñanza específica en el bachillerato sobre este tema creo que sería suficiente.

Desgraciadamente los planes de estudios se hacen como se hacen. Y en fin, a veces me parece que si alguien aprende algo en la universidad es mérito completamente suyo y no del lugar donde estudia...

Jose Ramon Camacho Camargo dijo...

...hay quien señala que el peor problema...es no darnos cuenta...que tenemos un problema...

...prevalece una ceguera intelectual fomentada por la ausencia de pensamiento critico...

Anónimo dijo...

Más que cambios puntuales - que si intentar cambiar como se seleccionan los rectores, añadir tal o cuál asignatura...- creo que el cáncer de lo trivial y acientifismo está tan extendido en la universidad española que sólo cabe optar la solución de Alejandro Magno para desenredar el nudo Gordiano: cortarlo con un tajo de su espada.

Eso, en el caso español, significaría cerrar todas las universidades - todas, sí-, mandar todos los catedráticos al paro y, a partir de ahí, empezar a construir sobre nuevos cimientos. Todo lo demás, desgraciadamente, son paños calientes.

Ángel M. Felicísimo dijo...

eulez: empezar por ahí estaría bien, al menos es algo posible. Eso sí, vigilando quienes son los profesores que dan esas asignaturas porque el problema ya está en nosotros, no solo en los alumnos.
José Ramón: estoy de acuerdo.
diariodelibros: esa sería una forma, voy a buscar la katana :-)

Anónimo dijo...

Aunado todo ello que no es obligatoria la asistencia en las universidades españolas el problema es mas grave de lo expuesto, pienso los estudiantes asisten para pasar , no para aprender, el conocimiento pasa asegundo termino en esta mundo globalizado, y luego se quejan que no tienen trabajo, o este es mal remunerado.

Susa dijo...

A mi me parece que entre la gente, al menos de mi quinta, lo que está extendido es "que todas las opiniones son válidas", y que "todo el mundo tiene algo de razón" y ahí da igual que tú tengas formación y experiencia como para saber de lo que estás hablando, que les importa un pimiento. El profesional de X te da clases de cuántica en un momento, o te niega la mayor basándose en las interpretaciones churreras de Punset y el ppio de Heinsenberg. Es que lo vio en la tele, claro y te suelta: "todo es relativo, no se puede conocer la realidad, igual la Tierra es plana porque la ciencia no lo sabe todo y quedan cosas por descubrir,y la telepatía es posible por el entrelazamiento cuántico y el vacío de los átomos". Y ahí te quedas. Como intentes decir algo, luego llega el amiguete conciliador y suelta un "Bueno no discutáis teneís un poco de razón todos" Y entonces ya directamente a beber sidra sin parar y callarse...(por experiencia).
Y bueno, no conozco nadie de físicas que crea en la energía vital...nadie, cero.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Susa, te comento un poco más lo del "físico" (en twitter no hay espacio). Cuando dije "aceptar" (no "creer") es que le sueltas "la vida tiene una energía vital específica que la distingue de lo inerte" y lo da por bueno sin cuestionarlo. No es que lo crea, es que tampoco deja de creerlo. No le chirría porque no hay una formación por debajo que haga de detección de tonterías.
De todas formas, es una frase entre un centenar, no se trata de señalar a los físicos, ingenieros o lo que sea sino de incidir sobre una ausencia de cultura científica global.
Respecto al resto de tu comentario, totalmente de acuerdo, el "buenrrollismo" tiende al todo vale y todo es igual de respetable. Y claro, no lo es.
Bienvenida por aquí.

Multivac42 dijo...

El problema va más allá de la Universidad, llega incluso a los mismos investigadores, y uno puede ver a científicos capaces de destripar un paper porque ha utilizado un estimador de intervalo de confianza inadecuado y que al mismo tiempo se creen a pies juntillas que existe el "karma" o la "energía vital", sin pedir ningún tipo de pruebas al respecto.

No me había planteado que la especialización pudiera ser parte del problema, pero me parece una reflexión muy adecuada. Y suscribo la propuesta de eulez de crear una asignatura sobre "Historia y metodología de la ciencia". Pero en primero, nada más llegar.

Numeros dijo...

Desgraciadamente en la Universidad española conviven tipos brillantes que podrían dar clase en cualquier Universidad del mundo con auténticos papanatas inclusive revestidos con al autoridad de catedráticos. Allá por octubre del pasado año todo un catedrático de económica explicaba en su blog porque no tendríamos que pagar los intereses bancarios . Al plantearle lo pueril de su argumento por dos razones:
1. Si el banco no gana nada con prestar dinero ¿para qué va a prestarlo?
2. Al prestar dinero se está corriendo un riesgo por lo que parece justo recibir una compensación por ello.

Me contestó

¿Y confundir la garantía con el interés qué es?

A día de hoy sigo esperando que me explique donde confundí yo garantía con interés.

Por cierto si alguien lee mi comentario y encuentra mi confusión le agradecería que me dijese donde está.

Por último el karma SI existe, y quien no se lo crea que vea Me llamo Earl :-D

Numeros dijo...

Sorry:

Donde dice: porque no tendríamos que pagar los intereses bancarios.

Debe decir: por qué no tendríamos que pagar los intereses bancarios.

Blog te atraparé dijo...

Me gusto tanto tu texto, que lo enlace a un muy buen amigo mío que ha trabajado en el CSIC de Barcelona (él es filólogo) y esta punto por punto de acuerdo con lo que dices.
Yo sin embargo, no en todo, te explico no comparto tu desprecio a actividades como el reiki, feng shui etc…porque yo opino que si bien a lo mejor sometidas a la rigurosidad de un análisis científico no cuelan. Es innegable que estas terapias funcionan muy bien en la mayoría de los casos. Aunque sea mediante el demostradísimo efecto placebo, si funciona pues pelillos a la mar, quiero decir bienvenidos sean y está bien que lo conviertan en prácticas serias, mediante el tamiz de la universidad, que las oficializa en cierto modo. Así nos ahorramos los consabidos santones y timadores que amparados en estas milenarias técnicas, lo que hacen es timar y extorsionar a sus víctimas, al menos si hay que sacarse un titulo para ejercer, pues bienvenido.

Ángel M. Felicísimo dijo...

"Es innegable que estas terapias funcionan muy bien en la mayoría de los casos."
Pues lo siento pero no, esas "terapias" no funcionan nunca más allá del efecto placebo. Y si se quiere engañar a la gente con placebos no debe hacerse cobrándolo porque eso se llama estafa.
Estas historias no se pueden convertir en prácticas serias porque no lo son, son anticientíficas, absurdas y sin base por lo que en una universidad deben ser combatidas y no integradas.
saludos.

Numeros dijo...

Te atrapare Sí es lícito vender algo porque funciona bajo el efecto placebo, automáticamente me pongo a vender una disolución de sacarosa en monóxido de dihidrógeno al módico precio de 200 € / l. Puede parecer caro, aunque hay que tener en cuenta que combate la caída de pelo, alivia los dolores tanto de la menstruación como del cáncer de huesos, combate simultáneamente el extreñimiento y la diarrea, da vigor sexual, retrasa el envejecimiento, ayuda a reducir el nivel de colesterol... y todo ello gracias a su bien conocido efecto placebo.

Blog te atraparé dijo...

El efecto placebo cura, por lo tanto no veo donde está el problema.
Seguramente no cura un cáncer, pero está demostrado mediante múltiples experimentos, que tiene un efecto real en la salud del paciente. ¿Entonces porque si aceptamos el efecto placebo de una pastilla y no el del reiki ? No lo entiendo la verdad.
Mi experiencia personal me dice que una sesión de reiki, o lo que sea que se le parezca, hecha por un buen profesional , alivia sobre todo psicológicamente al paciente y en muchas ocasiones y según que enfermedad, por ejemplo el estrés o los ataques de pánico y ansiedad, es más sana una sesión de acupuntura o reiki, que empezar a tomar “tranquimazin” durante dos años. Os lo digo por experiencia. El contacto con alguien que te masajea o que practica algún tipo de terapia, es beneficioso por el simple hecho de hablar de tu problema y la interacción (placebo) entre paciente y terapeuta. Yo lo experimente, no hablo por hablar. Además si es un buen profesional, alguien con vocación por curar, nunca te cobrara muy caro.
un saludo.

Ángel M. Felicísimo dijo...

¿El efecto placebo cura? Lo siento pero no. Si alguien tiene una meningitis e intentas que se cure con placebos lo tienes claro. Y si tienes alguna referencia seria que diga eso de, por ejemplo, enfermedades infecciosas, dímelo.
De los estados de ánimo, por supuesto que puede aliviar (o no, no es general) pero eso no justifica cobrarlo, tal como te dejó clarísimo Numeros en su comentario anterior.
De todas formas, aquí no estamos hablando de placebos sino de pseudoterapias basadas en principios falsos, como los meridianos de energía, el ying y el yang, el qi y cosas semejantes. ESO ES FALSO por lo que no deben caber en una universidad. Y si tu problema se soluciona o alivia hablando, pues habla pero que no te vendan mentiras como justificación.

Blog te atraparé dijo...

Ángel, yo nunca he dicho que una sesión de reiki , te cure un cáncer, una neumonía, ni nada por el estilo y es más, afirmo que ninguna sesión, de ningún tipo de medicina alternativa, es efectivo contra una gripe etc…pero sí, que alivia psicológicamente mas que un psiquiatra y que si uno va con la firme creencia de que va a mejorar, por ejemplo un dolor crónico, tipo muscular, reumático etc.…esto es cierto . En lo tocante al tema universitario, pues mira si tú dices que no, pues por mi vale, total yo no me dedico a esto, pero como consumidor que fui, de este tipo de servicios, pues creo que un título oficial, ayudaría a separar el trigo de la paja con más facilidad, porque el gran problema de este sector, es encontrar al buen profesional y descartar al charlatán. Por lo que se refiere al tema de cobrar, hombre yo encuentro lógico, que un tipo que habilita en su piso o alquila un despachito para dedicarse a esto, invierte en una camilla o varias, biombos etc.…pues como decía, un tipo que esta ocho horas al día y que paga sus impuestos para dedicarse a esto ¿Por qué no debería cobrar, como cualquier otro profesional liberal sus servicios?

Numeros dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Numeros dijo...

Cuando hay que probar un medicamento se hacen dos grupos: uno A, al que se le da el medicamento, y otro B, o de control, al que se le suministra un placebo, por ejemplo agua con azúcar, y se estudia la evolución de ambos grupos: cuantos se curan del A, cuantos del B y se ve si la diferencia es significativa.

Naturalmente nadie sabe en que grupo está, la elección de los pacientes es al azar, los médicos que intervienen en el proceso de selección de los enfermos, en el suministro del medicamento y en el estudio de los resultados son diferentes y en ningún momento saben si suministran placebo o medicamento. Por eso a este tipo de ensayos se le conoce como doble ciego.

La cuestión es que hay enfermos del grupo de control que espontáneamente mejoran o de sus síntomas o incluso llegan a curarse.

Esto se debe a que las enfermedades no afectan a todos los individuos por igual, de hecho había quien sobrevivía a enfermedades con altas tasas de mortalidad como la viruela o la peste negra.

Por eso, a veces y erróneamente, se dice que hay placebos que curan.

También hay personas que mejoran de sus síntomas al suministrarles un placebo, porque creen que están tomando un medicamento. Aquí la razón es que esa persona no tenía ningún tipo de lesión o infección, si no un problema de tipo psicosomático. Mi madre lo resumiría diciendo que lo que necesitaban eran mimitos (o un par de h*st**s bien dadas, según tuviera el día)

En ningún caso el placebo cura. Por lo tanto, distinguir entre charlatanes y buenos profesionales tiene el mismo sentido que distinguir entre futurólogos y profetas de reconocido prestigio.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Aparte del comentario de Numeros, que comparto al 100%, comento respecto al resto: no se puede dar un título oficial de caperucitología, por poner un caso equivalente al feng-shui, por ejemplo. Si alguien en su actividad comercial quiere engañar a la gente dándole agua con azúcar a 200 euros la dosis, allá él y el juzgado de guardia, pero en la universidad eso no cabe. En la mía comenté con un vicerrector si me daría permiso para dar un curso de curación por imposición de manos y me miró como si estuviera tomándole el pelo. Pues eso es lo mismo que las pseudoterapias que comento y algunas otras más.

gabriela dijo...

Aquí te mando una pildorita

http://www.iceswan.cl/index.php


Se engaña en muchas partes...

Blog te atraparé dijo...

Esto se ha sacado bastante de quicio, creía haberme expresado con claridad, pero veo que no se ha entendido mi mensaje.
Así las cosas, lo voy a dejar de forma telegráfica para ver si ponemos el epilogo al tema entendiéndonos.
1: Yo no estoy a favor de los crece pelos, ni de las aguas embotelladas con música clásica.
2: hablo de profesionales, tipo masajistas, para que nos entendamos, gente con camilla y que practica algún tipo de terapia con sus manos, trabajando, no vendiendo crece pelos.
3: Además, añado, que muchas veces lo que alivia (para según qué casos, equivale a curar) es mas el hecho de hablar, con el terapeuta, que su practica.

4: A este hecho es al que me refiero, cuando hablo de efecto placebo, tal vez de forma poco acertada, pero me refería a que sabía que las agujas de la acupuntura, a lo mejor no eran la clave de la (curación) alivio, pero si la interacción con alguien que te va a dedicar una hora .

5 : Concluyo que una sesión, de reflexoterapia, o de acupuntura, equivale a una sesión de psicólogo, pero con la ventaja de que además, tienes el beneficio añadido del tacto entre humanos, que es una poderosa arma para combatir muchos de los males de nuestros tiempos, como el estrés , ansiedad, etc…
6: A ver si esta vez queda claro.
Un saludo.

Numeros dijo...

Desde luego que ahora queda más claro.

2: hablo de profesionales, tipo masajistas, para que nos entendamos, gente con camilla y que practica algún tipo de terapia con sus manos, trabajando, no vendiendo crece pelos. A esos se les conoce el nombre de fisioterapeutas.

3: Además, añado, que muchas veces lo que alivia (para según qué casos, equivale a curar) es mas el hecho de hablar, con el terapeuta, que su practica. Totalmente de acuerdo. Eso también se soluciona muchas veces con una botella de vino y buen amigo, y pasándote unas cuantas horas hablando de tus problemas y escuchando los suyos. A esto se le conoce también como aliviar tu conciencia.

JuanMa García dijo...

¡¡Uf!! Ya se llenaron los comentarios de magufadas... En fin. Solo quería compartir la inquietud que me genera la separación de saberes. La ausencia de planes docentes que formen de manera integral al estudiante, a la persona.

No es necesario reiterarse en la afirmación de que igual de inculto es un tipo no conoce a Góngora que el que no sabe quien es Bohr.

Lo que no comparto, en este caso, es la afirmación de @eulez. Justo esto es el mayor problema de la universidad en la actualidad. Las universidades están llenas de catetos, ultraespecialistas en su campo y desconocedores de cualquier otra cosa que no caiga dentro del mismo. En mi experiencia personal (puede ser que nada extrapolable, aunque he cursado estudios en 3 universidades, y he visitado otras muchas...) muchos de los profesores que tuve no tenían tema de conversación más allá de tal o cual área, cosa que se ponía de manifiesto, por ejemplo, en las salidas de campo que duraban varios días.

Ese analfabetismo selectivo hace mucho daño a la institución en todos los sentidos (desde la didáctica de las asignaturas hasta la gestión y programática de los equipos de investigación, por poner dos ejemplos. Esas carencias en el itinerario de aprendizaje no se solucionan poniendo o quitando asignaturas. Ni siquiera inyectando más dinero.

La reforma necesaria es profunda y requiere acometerla con la perspectiva que da el largo plazo. Y, ¡ay amigos! Eso lo tenemos complicado...

Ángel M. Felicísimo dijo...

De acuerdo con tu comentario. Creo que el problema es muy grave, tal vez el peor, porque otros problemas se arreglan con dinero mientras que para corregir este hace falta un plan a largo plazo que nadie sabe ni quiere hacer. Saludos.

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