08 junio 2009

Correlación entre paz y religión

¿Llevan las religiones a la paz? Algunos lo tenemos más o menos claro pero también sabemos reconocer que nuestra impresión es sólo eso, una impresión. Por suerte, podemos echarle un vistazo a datos más completos y más objetivos que nuestras limitadas percepciones personales.

Datos sobre paz

Los tenemos en la web Global Peace Index que ha elaborado el susodicho GPI para 144 países basándose en 23 indicadores. Metodología y resultados están bien explicados en los diferentes apartados de la web. Les pongo los 10 países con mayor y menor puntuación al respecto:
  • en cabeza están Nueva Zelanda, Dinamarca, Noruega, Islandia, Austria, Japón, Canadá, Finlandia, Eslovenia y República Checa.
  • y por la cola no hay nada sorprendente: Iraq, Afganistán, Somalia, Israel, Sudán, Congo, Chad, Pakistán, Rusia y Zimbabwe.
En esta escala, España ocupa el vigésimo octavo lugar, algo claramente mejorable. Por hablar de los países de Latinoamérica, el mejor situado es Chile, seguido de Uruguay y Costa Rica. Por la cola, Colombia (el último), Venezuela y Haití.

Datos sobre religiosidad

Estos podemos encontrarlos en World Values Survey que atesora un montón de información muy variada y que merecería mayor atención. He rescatado los valores de religiosidad como respuesta a tres preguntas simples: ¿cree en Dios? ¿cree en el infierno? ¿cree en el Cielo? Luego, al ver los resultados me di cuenta de que están altamente correlacionados por lo que aquí les pongo solamente las respuestas a la primera de las preguntas, que en la encuesta sólo son afirmativas o negativas. Hay información completa para los países en cabeza de la lista pero no sobre algunos de los países chungos (a ver quién va a hacer una encuesta en según qué sitios). Por ello, he recopilado los datos de los países en peores condiciones recorriendo el ranking desde el último puesto (Iraq) hasta completar 10 países con información. Les pongo los resultados por países como porcentaje de no creyentes:
  • Nueva Zelanda (20.7), Dinamarca (32.8), Noruega (30.5), Islandia (16.6), Austria (13.7), Japón (41.4), Canadá (9.8), Finlandia (19.3), Eslovenia (35.9) y República Checa (61.7).
  • Iraq (0.2), Pakistán (0.0), Rusia (37.9), Zimbabue (0.6), Georgia (6.8), Colombia (0.9), Nigeria (0.4), Sudáfrica (1.5), India (5.8), Turquía (2.0).
Los porcentajes medios son el 28.2% de no creyentes en los países que están a la cabeza de la lista de paz y de 5.6% en los países de cola. En estos, si elimináramos la anomalía rusa, el porcentaje caería al 2.0%. En España, por situarnos, el porcentaje de ateos es del 12.3%.

¿Conclusiones?

¿Qué conclusiones podemos sacar de estas cifras? Probablemente ninguna definitiva ya que, como he insistido varias veces en otros posts, correlación no implica causalidad. Pero es que llevo un par de semanas leyendo en silencio algunos blogs religiosos donde aseguran la maldad de los ateos, su inadaptación social y su condenación eterna. Allá me han dicho (literalmente) que sirvo a Satanás (!) y que mi problema (?) sólo podrá tener solución rezando mucho. Las patéticas afirmaciones de esta gente, plagadas de amenazas, nunca se sustentan más que en su intolerancia ante formas distintas de pensar y por eso me apetecía poner aquí esas cifras, por aquello de aportar datos para la reflexión.
Es cierto que las impresiones sobre estas correlaciones pueden ser diversas. La mía es que hay una gradación en las religiones, desde algunas filosofías orientales (realmente no teístas), no proselitistas y esencialmente pacíficas, hasta los actuales fundamentalismos de las religiones monoteístas con pretensiones ecuménicas. Estos últimos no pueden llevar a la paz porque no aceptan la libertad de pensamiento y eso lleva irremediablemente a rechazar al diferente. Y ya se sabe, una cosa lleva a la otra...
Sin embargo, esa circunstancia no explica por sí sola un fenómeno tan complejo. Hay otras como que en los países en peores condiciones la gente se refugia en la religión de turno (la que le toque) esperando que en su vida imaginaria tendrán lo que no han conseguido en la real. Este efecto se sabe que es real pero tampoco lo explica todo.
Mientras tanto, las cifras muestran que a menos religiosidad (hay muchos más items en las encuestas, revísenlos) son más altos los índices de estabilidad social, derechos humanos, libertades y ausencia de conflictos. ¿Causalidad? No, no puede ser uno tan simplista. En cualquier caso, las relaciones causales se deberán a una compleja red de interacciones. Pero ¿casualidad? Uhmm... tampoco.

Edificantes momentos de religiosidad, moderación y sentido común en la procesión de El Rocío, en Huelva, España.

Idea tomada de Epiphenom.

06 junio 2009

Lenguajes y entropía: el polémico caso del Indo

Allá por el 2600 a.C. surgió en el valle del Indo la primera cultura del Sudeste asiático de la que tenemos noticia. Pueden encontrar referencias por muchos sitios, entre ellos, lógicamente, la Wikipedia. Lo que nos interesa aquí es su "escritura": se han encontrado miles de artefactos de todo tipo con signos que, hasta el momento, no han sido descifrados. Es más, probablemente no lo sean nunca a menos que aparezcan nuevos hallazgos importantes ya que las inscripciones son muy cortas, con apenas media docena de signos de longitud media, con un record de 17 signos para el texto más largo (ver abajo) y con abundancia de inscripciones con sólo uno o dos signos. Por añadidura, se desconoce la lengua original, sus filiaciones no son seguras y no hay textos bilingües.
ResearchBlogging.org

Para mayor complicación, no hay consenso completo sobre la cantidad total de signos existente. La hipótesis minimalista señala que apenas 20 y supone que los signos son composiciones de trazos más simples que compondrían pictogramas. Parece, sin embargo, que esta interpretación es compartida por su autor y poco más. En el otro extremo, la hipótesis más generosa acumula hasta 600. Lo más admitido propone que existen entre 300 y 400 signos. Con sólo ocho de ellos ya completamos un tercio de los signos en las inscripciones descubiertas (varios miles), mientras que hay un par de cientos de signos que sólo aparecen una o dos veces en el conjunto de las inscripciones.

El recuento de 300-400 signos prácticamente excluye que el sistema del Indo sea una escritura alfabética (no pasan de 40) o silábica (40 a 100 generalmente). Actualmente se piensa que estos signos, de ser algo, serían logofonéticos pero, con este panorama algunos dudan incluso de que formen una escritura y que sería un sistema no lingüistico como, por poner un ejemplo actual, el de las señales de tráfico. En conclusión, se ha formado un curioso e intenso debate entre los partidarios de una y otra hipótesis: ¿lenguaje o sistema no lingüistico?

La inscripción más larga (17 signos) de la "escritura" del Indo.

Hace pocos días se publicó en Science un artículo titulado Entropic Evidence for Linguistic Structure in the Indus Script donde Rajesh P. N. Rao y cinco firmantes más utilizan la entropía como indicador de que sí, que esos signos del Indo forman parte probablemente de una escritura. Veremos al final, sin embargo, que alguien ha contestado en apenas unos días calificando el artículo de completamente erróneo.

Pero antes, ¿qué pinta la entropía en todo esto? La entropía, desde una de las múltiples perspectivas que se usan, puede entenderse como la cantidad de información que contiene una señal o mensaje. Un ejemplo con el sonido: un pitido de una frecuencia constante que dure cinco segundos contiene mucha menos información que un fragmento de música de la misma duración o que simplemente una escala. La entropía de un mensaje depende básicamente de dos cosas: de la cantidad de signos diferentes que aparecen en dicho mensaje (entiéndase "signo" y "mensaje" en sentido amplio) y de la frecuencia con que aparece cada uno de ellos. Como medida suele usarse la fórmula de Shannon ...
donde H es la entropía, N es el número signos en el mensaje P(i) es la probabilidad del signo i.
La cantidad total de signos depende del lenguaje y evidentemente no todos los mensajes contendrán todos los signos. Por otra parte, sus frecuencias relativas tienden a estabilizarse si los textos son suficientemente largos aunque en textos cortos pueden ser muy inestables.

¿Para qué resulta útil esto en el problema de la escritura del Indo? Bueno, la idea es que los lenguajes permiten componer secuencias de "caracteres" con ciertas libertades pero ni absolutamente aleatorias ni estrictamente deterministas. Por ejemplo, después de una b en español pueden aparecer varias letras como a, e, i, o, u, r, l... pero no puede aparecer una s o una p. (corrección, una s sí, como me recuerdan en un comentario...). Si encontramos una secuencia br sabemos que después sólo puede aparecer una vocal. Estas secuencias tiene también sus probabilidades asociadas y el análisis de todo ello se puede hacer calculando lo que se llama entropía condicional. que es la incertidumbre asociada a la aparición de un signo j después de que se ha dado uno anterior i.
Los autores del artículo han calculado la entropía condicional para el sumerio, tamil antiguo, sánscrito, inglés -letras y palabras-, ADN, secuencias proteicas bacterianas, FORTRAN, dos códigos no lingüisticos que se usan como control (Tipo 1 y Tipo 2, ver después) además, lógicamente, de los signos del Indo. Fíjense que aparecen cinco lenguajes naturales, uno artificial (el de programación) y cuatro casos no lingüísticos. Dos de ellos (ADN y proteínas) son de naturaleza muy diferente pero los otros dos, los llamados Tipo 1 y Tipo 2, son importantes porque se usan como contraste respecto a los códigos linguísticos (sumerio, tamil antiguo...).
Los resultados fueron que los signos del Indo muestra patrones muy similares a los lenguajes naturales, especialmente al sumerio y al tamil, y muy diferentes del resto, incluyendo los controles Tipos 1 y 2. Según los autores, esta similitud refuerza la hipótesis de que los signos del Indo forman un lenguaje auténtico.

Pero Steve Farmer disiente. Farmer mantiene que los signos no forman un lenguaje sino que tendrían otra función más simbólica (¿prohibido fumar? ¿zona de reunión?). Apoya su idea en la brevedad de las inscripciones, sin similitud con los cientos de lenguajes conocidos, y las frecuencias relativas de los signos, además de la ausencia de otras evidencias sobre escrituras en la zona y época. Los argumentos están expuestos en Farmer, S., Sproat, R., Witzel, M., 2004, The Collapse of the Indus-Script Thesis: The Myth of a Literate Harappan Civilization. Electronic Journal of Vedic Studies, 11-2: 19-57.

En caso es que Steve Farmer ha dado a conocer recientemente un par de páginas donde critica fuertemente el artículo de Science de Rao y colegas. Aunque aún no publicado, lo ha puesto en su página con el título A Refutation of the Claimed Refutation of the Nonlinguistic Nature of Indus Symbols: Invented Data Sets in the Statistical Paper of Rao et al. (Science, 2009). Como puede deducirse del título, Farmer afirma que hay datos inventados en el análisis y parece que no le falta razón. El problema es que los sistemas Tipo 1 y Tipo 2 usados como control son completamente artificiales y representan casos extremos: uno viene de aleatorizar doscientos mil signos y componer líneas de 20 signos equiprobables y el otro, al contrario, está completamente ordenado (a un signo concreto le seguirá otro con probabilidad 1).
Comenta Farmer que no podría esperarse que el sistema del Indo (ni ningún otro) se parezca a eso y que, consecuentemente, la comparación es completamente irrelevante y el diseño de la prueba es, consecuentemente, erróneo. En efecto, el sistema del Indo se parece a los sistemas lingüísticos tamil antiguo, inglés, etc. pero su contraste con los Tipo 1 y Tipo 2 sólo aparece porque estos últimos se han inventado y suponen casos tan artificiales que no sirven como criterio discriminante. Farmer se queja de que estos detalles, muy importantes, no están en el artículo sino en el apartado de material complementario que Science cuelga en su web y recuerda (creo que es un detalle muy importante) que sus propios análisis encuentran una estrecha similitud entre los signos del Indo y sistemas no lingüísticos reales como los signos heráldicos medievales (ver Fig. 2 de este trabajo).
La crítica en resumen es que Rao y colegas han basado las diferencias entre el sistema de signos el Indo y los sistemas no lingüísticos en datos "cocinados" e irreales, un error metodológico que, en opinión de Farmer, invalida completamente el análisis publicado en Science.

Rao, R., Yadav, N., Vahia, M., Joglekar, H., Adhikari, R., & Mahadevan, I. (2009). Entropic Evidence for Linguistic Structure in the Indus Script Science, 324 (5931), 1165-1165 DOI: 10.1126/science.1170391

02 junio 2009

Experimento de percepción extrasensorial con Twitter

O cómo planificar un experimento complejo a inútil con las últimas tecnologías.
A las 3 PM de cada día viajaré a un lugar elegido aleatoriamente desde donde enviaré un mensaje vía Twitter preguntando a la gente sobre sus impresiones acerca de donde estoy. Treinta minutos después enviaré otro mensaje con la dirección de una página web con fotografías de cinco lugares: uno de ellos es de mi localización en ese momento. Deben recordar las imágenes o pensamientos que les vinieron en los últimos 30 minutos y votar qué lugar es el auténtico. Si hay una mayoría que eligen el lugar correcto el ensayo habrá tenido éxito. Las pruebas se realizarán el martes, miércoles, jueves y viernes de esta semana. Tres o más éxitos en el conjunto de las cuatro pruebas se interpretarán como apoyo a la existencia de percepción extrasensorial. Como control haré hoy un ensayo informal a las 3 PM".
El responsable del asunto es Richard Wiseman un profesor de la Universidad de Hertfordshire (GB) que se ha dedicado con cierta frecuencia a trabajar con paranormalidades varias. El control se realizó ayer, lunes y hoy, a las 15 h, comenzó el espectáculo. Si quieren participar los próximos días usen este enlace.

Ahora un poco de análisis. En primer lugar, reconoceré que usar Twitter para este tipo de cosas tiene su gracia pero poco más. Y en segundo lugar insistiré en que todos los experimentos que se realicen para intentar detectar cualquier tipo de PES deben estar cuidadosamente diseñados. Este no es el caso. ¿Cuáles son los problemas? A mí se me ocurren algunos, por ejemplo:
  1. Puede participar cualquiera cuando lo lógico sería que sólo participaran aquellos que afirman tener PES (para ello habría que cambiar el diseño del experimento). Fíjense que esto va en contra de la detección de PES (hago aquí de abogado del diablo) ya que la señal, de existir de forma minoritaria, quedaría oculta por el ruido.
  2. La "prueba de control" del lunes no vale para nada: si hay PES la hay también para esa prueba.
  3. El diseño es innecesariamente complejo ¿pará qué viajar físicamente a ningún sitio? ¿Para qué una adivinanza y luego unas fotos? Yo propondría una alternativa más simple y más "ciega": a una persona se le presentan 500 sobres cerrados con números que van del 0 al 499 convenientemente mezclados, de ellos selecciona 30 y los apila como le venga en gana. Sujetos con una gomita para que no pierdan el orden son encerrados bajo llave en una caja fierte a la vista de todos. Sólo entonces se pide por Twitter que la gente envíe una secuencia de 30 números separados por comas durante la siguiente hora. Recibidas las secuencias se abren los sobres y se comparan los mensajes con la secuencia elegida. ¿Difícil? No para uno que tenga PES, supongo. La cuestión está en que así aseguramos que nadie sabe la secuencia de números elegida hasta que se abran los sobres al final de la prueba.
  4. Ante la falta de un protocolo detallado, las manipulaciones en la prueba planteada son posibles y ya no estamos para confiar en nadie: ¿quién va a saber el destino cada día? ¿lo saben los que van a analizar los mensajes de Twitter? En definitiva ¿asegura el protocolo que no hay trampa, incluso por gente ajena al experimento? Lo digo porque, ante el anuncio público, ya me imagino a Wiseman con media docena de listos intentando seguirle cada tarde. ¿Exagero? Tal vez. O tal vez no.
  5. La estadística tal como la plantea Wiseman queda indefinida. Debe ser una norma obligada ante cualquier experimento, especialmente de este tipo, especificar con absoluta claridad cuales son las hipótesis nula y alternativa y cómo se va a valorar. Las improvisaciones de última hora son siempre indeseables.
Aunque yo no aceptaría una prueba así, queda poco para ver los resultados ya que Wiseman se ha comprometido a poner en internet para que puedan analizarse. Quedamos a la espera con cierta curiosidad distraída porque estas cosas ya han sido miradas anteriormente y, cuando el protocolo es bueno, los resultados son lo que ustedes suponen: nada.

Actualización: el experimento ha finalizado y en su blog están los resultados, por el momento sin cifras.


La foto correcta de hoy martes.

Complemento: Andrés Diplotti lo tiene claro en La pulga snob de esta semana.
Enterado vía: Bad Science.

29 mayo 2009

[Breves] Research Blogging en español

Research Blogging (RB) es un agregador de posts de naturaleza científica. El original en inglés tiene una amplia trayectoria y hace unos días han iniciado el reclutamiento para lanzar la versión en español, ya operativa. Hispaciencia tiene similares objetivos y agrupa unos 80 blogs que tratan de ciencia en español desde hace ya casi tres años (y más de 19000 posts). La diferencia con Research Blogging es que este sólo recoge posts que hablen expresamente de artículos científicos publicados. No es mejor ni peor, sólo algo diferente y más restrictivo. El post anterior, sobre los orígenes de la lepra, es mi primera contribución a RB. Si quieren ustedes seguirlos, la mejor y más cómoda forma es suscribirse a sus feeds. Tomen nota:
  • Research Blogging en español: http://feeds.feedburner.com/ResearchBloggingAllSpanish
  • Hispaciencia: http://www.hispaciencia.com/feed.php?full=1

28 mayo 2009

Investigando los orígenes de la lepra

El artículo se publicó hace pocos días en PLoS ONE y es muy simple ya que comunica un hallazgo y su análisis. Antes de comentarlo recordemos que esta enfermedad, la lepra, está causada por la infección de una bacteria, Mycobacterium leprae, un microorganismo que no se ha conseguido cultivar in vitro y que debe ser propagado en armadillos (!). Los parientes de M. leprae son también bastante molestos ya que causan la tuberculosis y la úlcera de Buruli. Dediqué un post a la primera, Cuando la evolución es un mal rollo, y hablé de la última en Avances que no son noticia. Actualmente no existe vacuna para la úlcera de Buruli ni para la lepra. La suerte con esta última es que la progresión es lenta, con un periodo de incubación de unos cinco años aunque los síntomas pueden retrasarse bastante más. El contagio, al contrario de la creencia más extendida, es difícil.
El tratamiento contra la lepra es muy efectivo aunque largo (entre seis y doce meses) y necesita una combinación de dapsona (un bacteriostático), rifampicina y clofazimina, llamados conjuntamente MDT (de multi-drug therapy). Lamentablemente esto es algo inalcanzable para una parte importante de los afectados debido a la mala calidad de los servicios sanitarios en sus países.
La lepra lleva con nosotros al menos cuatro mil años. Probablemente será erradicada en este siglo si la atención primaria mejora en los países más afectados
Lo anterior viene a cuento porque el dinero no es aquí un problema: desde 1995, la OMS proporciona la MDT gratuitamente a los enfermos. Desde 1998 esto es posible gracias a la donación de millones de dosis de MDT por la farmacéutica Novartis a través de la Novartis Foundation for Sustainable Development. Estas donaciones han permitido que en los últimos veinte años se hayan curado 14 millones de personas aunque la lepra sigue siendo un serio problema de salud pública en una decena de países (en 1985 eran 122), especialmente en India (donde, paradójicamente, se fabrican los tratamientos de la MDT), Mozambique, Brasil, Congo y Nepal, aunque está presente con menor prevalencia en bastantes otros.
Como resultado global, la enfermedad se ha reducido drásticamente desde 1980, sin duda más de un 90% y el número de enfermos registrados actualmente es de algo más de doscientos mil según la OMS. La cantidad exacta no es muy importante comparada con la necesidad de romper el rechazo social y el ocultamiento de la enfermedad, considerada durante siglos como un mal infamante, y sobre todo de mejorar los servicios de atención sanitaria básica en los países más afectados. El final de la lepra, su erradicación definitiva, es posible y probablemente no tarde mucho.

El artículo que hoy les comento no trata de este final sino de sus inicios ¿desde cuándo la lepra acompaña al ser humano y cómo se ha extendido por todo el mundo?
Algunos trabajos han mostrado que la lepra actual tiene un origen único ya que el genotipo de las bacterias de todo el mundo es llamativamente similar. Rastreando la filogenia se ha propuesto un origen en el Este de África y una diseminación hacia Asia y Europa acompañando a las migraciones humanas. La primera dispersión habría ocurrido hace 40 o 50 mil años. Otras versiones basadas en referencias históricas mantienen que la lepra llegó a la actual Europa mucho más recientemente, a la vuelta de los ejércitos de Alejandro, allá por el siglo III a.C. En América la lepra es reciente, como máximo de hace cinco siglos, y fue introducida por el tráfico de esclavos desde África o por europeos en la colonización a partir del siglo XV.
Suelen citarse textos indios del siglo VI aC (como el Sushruta Samhita , un texto médico) como la primera referencia ya que habla de una enfermedad cuyos síntomas coinciden con los de la lepra. Pero, si vamos a lo más seguro, la prueba más antigua era un esqueleto egipcio del siglo II a.C. con lesiones características.

El artículo que menciono, firmado por investigadores norteamericanos e indios, retrasa la evidencia de la enfermedad con pruebas directas ya que describe restos de un esqueleto de 4000 a 4500 años de antigüedad localizado en el Noroeste de India. Enterrado en la periferia de una población, dentro de un gran espacio cerrado con muros de piedra, pertenece a un hombre cercano a los 40 años y de 1.80 m de estatura aproximadamente. Son claramente visibles erosiones y pérdida de hueso en la cara, costillas, vértebras y extremidades. Las características de las erosiones han permitido descartar otras afecciones como la tuberculosis, leishmaniasis, sífilis, osteomielitis o infecciones óseas inespecíficas.
Este hallazgo prueba, en definitiva, algo simple pero importante: la lepra existía en El Noroeste de India hace al menos 4000 años. Los autores recuerdan en la discusión que aunque M. leprae es actualmente muy homogéneo, se distinguen 4 tipos, numerados del I al IV y radicados en Asia, África Este, Europa y América respectivamente. Los autores comentan las dos hipótesis principales respecto a su evolución. La primera, ya mencionada antes, es que el tipo II es el más antiguo y original de África del Este desde donde se dispersó diferenciándose progresivamente hacia Asia (tipo I) y Europa (tipo III). El tipo europeo es frecuente también en África Oeste y América, sugiriendo una colonización que derivó, al otro lado del Atlántico, en el tipo IV. La segunda hipótesis es que la dispersión comenzó en Asia bastante más recientemente, en la época de fuertes relaciones comerciales coincidente con el desarrollo de la civilización del Indo, hace unos 4500 años. La realidad es que no se sabe aún nada definitivo sobre estas etapas primigenias de la enfermedad ni sobre cómo se originó. Tal vez alguna respuesta llegue si se encuentra en el esqueleto de Balathal ADN de la bacteria, algo en lo que los investigadores se han puesto ya a trabajar.

Cráneo del individuo 1997-1 localizado en el asentamiento calcolítico de Balathal (Rajasthan, India) donde se señalan las lesiones más evidentes (fuente).

ResearchBlogging.org
Robbins, G., Tripathy, V., Misra, V., Mohanty, R., Shinde, V., Gray, K., & Schug, M. (2009). Ancient Skeletal Evidence for Leprosy in India (2000 B.C.) PLoS ONE, 4 (5) DOI: 10.1371/journal.pone.0005669

27 mayo 2009

Fragmentos de historias

El monasterio de San Juan de los Reyes está en Toledo. Tiene una gran historia, claro. Pero también revela restos de otros pasados menos reflejados en los libros. La gárgola de abajo es sólo una de las que rodean el claustro del monasterio. Cada una es diferente y puede suponerse que cada una fue cincelada cuidadosamente por un artesano que pensó la forma, buscó la piedra, la rebajó golpe a golpe y la fijó en su lugar desafiando el obvio desequilibrio. Me gusta pensar que el primer día que llovió se quedó observando desde los soportales del claustro como el agua comenzaba a manar de las bocas de sus extraños seres.

Otras historias entre las muchas posibles están al salir del edificio. Por ejemplo, sobre algunos de los muros exteriores se fijaron hace tiempo trozos de cadenas.

Cada uno de esos trozos es parte de la vida de alguien que estuvo cautivo hace más de cinco siglos. Iglesia y monasterio de construyeron a finales del siglo XV por orden de los Reyes Católicos. Según avanzaba la Reconquista se fueron liberando prisioneros de las cárceles del Sur, hasta llehar a Granada. Algunos de ellos conservaron las cadenas que les habían mantenido presos y las dieron como exvotos a la iglesia. Son las que hoy aún cuelgan en las fachadas.
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