05 junio 2007

Kico y su pastelera madre

Me gusta la arqueología. Y tengo más respeto por lo viejo que por lo nuevo que frecuentemente me parece puro esnobismo. Por ejemplo, el puente de Santiago Calatrava en Mérida (puente Lusitania, 1992) me parece un desastre. La razón es que don Santiago no se dió cuenta de que no estaba construyendo en un erial sino a pocos metros de una obra como el puente romano y que esa vez no te tocaba a él ser protagonista. En mi imaginación veo algo que no ocurrió: lo veo pensando como hacer una obra nueva armónica con la vieja, sin imitar, distinta pero amiga. ¿Que es difñícl? Pues claro, pero para eso es un arquitecto estrella.
Lo que pasó fue lo contrario, hizo lo de siempre, sin valorar el lugar y parecería que su puente tiene complejo ante el otro. Por ejemplo, el que circule en coche por el puente Lusitania se dará cuenta de que la altura de los tubos que hacen de barandilla es exactamente la adecuada para impedir la vista del puente romano. O el que lo haga de noche quedará deslumbrado por los cientos de tubos fluorescentes que anulan las discretas farolas que permiten el paseo relajado por el otro.
En fin, aparte de la digresión, sobre arquelología recuerdo dos sensaciones especialmente fuertes. La primera fue paseando por Tirinto, esa ciudad griega que tuvo su esplendor hace algo más de 3300 años y donde aún se mantienen en pie las galerías y sus enormes piedras. Otra fue al visitar un poblado celta fuera de las rutas turísticas en el concejo de Boal, en Asturias, y ver como salía de la tierra un horno. El día, húmedo y neblinoso controbuyó sin duda al efecto.

Por eso llevo mal que algún imbécil vacíe su espray en la puerta de madera de la universidad vieja de Oviedo o en los postigos del edificio histórico de Alcalá de Henares. Por eso me acuerdo de Kico y de sus antepasados cada vez que paso por la zona sur del puente de Mérida. Piedras que fueron labradas hace dos mil años, que han sobrevivido trabajosamente al montón de guerras que nos apasionan por estos lares y que, superado lo peor, se encuentran con Kico y su ansia de ser recordado. Por mi parte lo ha conseguido, me acuerdo de él con cierta frecuencia.

04 junio 2007

EnRedados

Verán que me he prodigado menos este mes, apenas un par de entradas semanales. Les daré la explicación pertinente comenzando por decir que no me gusta la gestión. Aún así, cuando un par de colegas me pidieron que respondiera a una convocatoria de la CYTED no pude negarme a pesar del indudable impacto que la cosa tendría en mi calidad de vida.
CYTED es el acrónimo de Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, una institución que publica convocatorias periódicamente sobre áreas estratégicas como agroalimentación, salud, desarrollo sostenible o tecnologías de la información. La idea general es clara: unir en redes colaborativas a grupos de investigación para, mediante el intercambio de conocimientos, técnicas y personas, generar un efecto sinérgico que potencie el conocimiento en esas áreas.
Planteamos una Red Temática para analizar las previsiones de los modelos de cambio climático en diversos escenarios y su repercusión en los bosques de Colombia, México, Ecuador, Argentina, Bolivia y España.
Aceptado el reto, estas semanas hemos estado organizando un proyecto donde intervienen México, Colombia, Bolivia, Argentina, Ecuador y España, del que me ha tocado la coordinación. Como novedad se me ocurrió montar un wiki como herramienta de colaboración dado, además, el poco tiempo disponible, la dispersión de los grupos y la dificultad de comunicarse a seis bandas con facilidad. La experiencia ha sido buena y del wiki salió el proyecto que fue presentado el pasado día 31 a la CYTED.
Una parte relevante del proyecto es el compromiso de que datos, métodos, resultados y documentación serán públicos. La otra es el propio proyecto que, aparte de reuniones y cursos de formación mutuos, analizará el posible impacto del cambio climático sobre la distribución de los ecosistemas forestales de cada país.

Dicho así suena fuerte pero el esquema es simple: supongan que un bosque aparece a media ladera de una cordillera. Analizando el clima nos damos cuenta de que la zona donde aparece ese bosque coincide con bastante fidelidad con una combinación de temperaturas máximas menores de 25ºC (límite inferior en altitud) y mínimas superiores a -5ºC (límite superior en altitud).
Si un modelo de cambio climático señala que las temperaturas máximas aumentarán 2ºC y las mínimas se reducirán 3ºC (incremento de la continentalidad por tanto), la consecuencia previsible es que el bosque reducirá su extensión porque el límite inferior subirá en altitud y el superior bajará estrechando la zona compatible.
Basándonos en este método, el proyecto plantea generar las zonas compatibles para los principales bosques de todos los países que intervienen en la Red a partir de datos climáticos actuales. Y luego, en la fase siguiente, se repetirán las estimaciones modificando los mapas climáticos de acuerdo con los 4 modelos de cambio climático (MCC) más extendidos y 4 escenarios posibles (crecimiento sostenible, exponencial...).
La idea es comparar la distribución actual con la prevista por todos los MCC y ver qué se gana, qué se pierde y dónde.
Lógicamente, la cosa es algo más compleja que lo escrito arriba. Sólo en cuanto a los métodos estadísticos posibles llevamos trabajando tres años en nuestro grupo, realizando ensayos controlados con una docena de opciones y analizando los resultados para descartar algunas opciones y usar otras.

Mapa de distribución potencial del roble (Quercus petraea) en la Liébana (Cantabria) construido a partir de variables climáticas, topográficas y litológicas.

Fíjense que no hemos dicho nada sobre la exactitud o no de los MCC porque este ejercicio no la da por supuesta ni mucho menos. Es más, está previsto analizar los siguientes parámetros:
  • coherencia de las previsiones de los 4 MCC para cada variable climática (usamos 19) en cada tipo de escenario en cada país.
  • coherencia de las previsiones de cambios de distribución de cada bosque en cada tipo de escenario y en cada país.
El motivo es que puede pasar que los MCC predigan cosas distintas entre sí lo cual, según la magnitud de la discrepancia, generaría fuertes sospechas sobre los modelos y, ya de paso, invalidaría los posibles resultados. En cualquier caso, se analizará si existen zonas para las que todos los MCC predicen lo mismo: pérdidas, ganancias o ausencia de cambios en la extensión del bosque.

¿Cuál es la utilidad práctica de esto? Pues que al sectorizar las zonas de cambio y estabilidad datos información para orientar las políticas de gestión ambiental. Por ejemplo, sería razonable que las zonas de bosque que previsiblemente van a perderse sean prioritarias a la hora de destinar recursos para su estudio mientras duren, que las que supuestamente van a mejorar puedan protegerse de actuaciones agresivas basadas en que ahora no valen demasiado y que las que van a seguir igual puedan preservarse manteniéndolas como están. Claro que plasmar esto en normativa legal es una parte en la que nosotros ya no entramos.

Para finalizar: una de las peculiaridades de todo este asunto es que prácticamente todo lo necesario para llevar adelante este proyecto está disponible en internet sin restricciones de ningún tipo:
  • Documentación:
    • Modelos de cambio climático: CGCM2 (Coupled Atmosphere Ocean General Circulation Model, Canadian Center for Climate Modelling and Analysis), CSIRO2 (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization), HadCM3 (UK Hadley Centre for Climate Prediction and Research) y PCM (Parallel Climate Model, US National Center for Atmospheric Research)
    • Escenarios: se plantearán los denominados SRES-A1, A2, B1 y B2, descritos en The SRES Scenarios cuya descripción exhaustiva puede encontrarse en el Special Report of Emission Scenarios.
  • Datos:
  • Programas:
El desenlace en noviembre.

01 junio 2007

El juego más antiguo

Dos personas de la familia real jugaban sobre un tablero a un juego de fichas, donde ganaba el que primero colocaba las suyas en la meta. Unas calles más abajo, fuera de palacio, el juego se repetía en una casa de adobe. Era un juego con un tablero de 20 casillas, sólo que unos eran de madera y fueron destruidos por el tiempo mientras que otros estaban decorados con conchas y lapislázuli y perduraron más de 4500 años.
La escena se producía en Ur, la antigua ciudad sumeria del país que los griegos llamaron Mesopotamia (tierra entre ríos). Eran tiempos de prosperidad y el río Éufrates rodeaba la ciudad protegiéndola y dando fertilidad y agua a los campos. Hace 2500 años el río cambió de curso y Ur desapareció hasta del recuerdo.
Mucho tiempo después, el 2 de noviembre de 1922, Sir Leonard Woolley, coordinando una excavación del Museo Británico y de la Universidad de Pennsylvania llegaba a lo que quedaba de Ur, arrasada y enterrada bajo metros de tierra.

Paisaje de las excavaciones en 1922. La única colina es un zigurat (foto del British Museum)

A lo largo de varios años excavó sobre la ciudad: templos, calles y casas vieron la luz de nuevo. En 1926 habían localizado un cementerio y más de 600 tumbas, sencillas y con pocos ornamentos. En otoño de 1927 encontraron otras más complejas, con varias estancias y llenas de magníficos objetos. En los años siguientes, hasta 1934, completaron la excavación de 1850 enterramientos de los cuales a 17 se les llamó "tumbas reales" por el ajuar que contenían.

Tumba en el cementerio de Ur (foto del British Museum)

Los objetos son aún maravillosos pero no todo su entorno lo era. En la tumba identificada como PG/1237 encontraron que el difunto "principal" estaba acompañado por otros 74 cadáveres, de los cuales 68 eran mujeres, todos sacrificados para acompañarle en el viaje final.
El juego se encontró en una tumba mucho menos famosa, la PG/513.
El juego de Ur (foto de aquí)

Me gusta imaginarme ese objeto en su momento, con la gente a su alrededor pero ver eso necesita un viaje en el tiempo que no podemos hacer.
Lo más parecido es acudir a Treasures from the Royal Tombs of Ur o a la sección del Museo Británico llamada The Royal Tombs of Ur.
También había mucha historia de esas excavaciones depositada en el Iraq Museum de Bagdad pero hubo una guerra que la destruyó porque los nuevo bárbaros entendieron que el patrimonio de Iraq era sólo el de su petróleo y su historia no valía nada, aunque fuera el origen de la nuestra, aunque hubieran desarrollado la escritura que hoy permite que exista esta entrada en un blog. Miles de objetos que acompañaron a este juego en las casas sumerias fueron destruidos o saqueados en unas horas después de sobrevivir 4500 años a las calamidades naturales.

30 mayo 2007

¿Cambiar la docencia?

Aviso que este post va a ser desordenado, más una acumulación de ideas o impresiones que otra cosa. El asunto surgió de una conversación hace un par de días donde hablábamos de los posibles enfoques para una docencia universitaria diferente. ¿Por qué es necesario cambiar las formas de docencia en la universidad?. Hay más pero los motivos que comentábamos en esa conversación estaban relacionados con el acceso y gestión de la información, por ejemplo:
  • que Internet hace posible acceder a una ingente cantidad de información de forma instantánea aunque no filtrada.
  • que no todo está escrito pero casi, lo que hace que las clases convencionales pierdan sentido poco a poco.
  • que hoy existen herramientas que permiten el ensayo de otros métodos docentes y de aprendizaje, eso sí, corriendo riesgos.
Sobre esto hay problemas y posibles soluciones y hoy quiero comentarles algunas cosas que se me ocurren al respecto insistiendo en que no tengo bien ordenado el asunto en la cabeza.
Por ejemplo: hay resistencia al cambio. Los profesores ven (vemos) que hay que replantearse muchas cosas. Que hay que pensar que las clases convencionales hacen agua y que hay que buscar alternativas. Que con un buen libro se mejoran los "apuntes" que un alumno pueda tomar en nuestras clases. Que las diapositivas de Powerpoint que usas van camino del limbo de los bits reciclados.
Y con esto se aproxima el Espacio Europeo de Educación Superior, EEES, que viene aparentemente a potenciar que estos cambios se realicen. Sólo aparentemente porque en realidad hay pocas cosas claras bajo esas siglas, que se han ido descafeinando a ritmo vertiginoso.De lo que queda podríamos decir que se tiende a reducir distancias, no sólo entre profesores y alumnos sino también entre los propios alumnos. En el primer caso eso mediante una atención más personal, por ejemplo, mediante un proyecto o práctica que el profesor tutorice de forma periódica e individual. En el segundo, mediante el retorno del trabajo cooperativo, entre pequeños grupos de alumnos que deben hacer tareas en común que serán también tutorizados por el profesor pero de forma colectiva.
En mi opinión, este cambio es deseable pero difícil. Veo al menos dos motivos para ello. El primero es de infraestructuras: las Facultades y Escuelas están diseñadas de otra forma, con aulas medianas o grandes. En cambio, habrá muy pocos o ningún espacio donde se pueda trabajar en grupos pequeños durante las horas que haga falta, esos que antes se llamaban seminarios: salas de 15 metros cuadrados o poco más, con una mesa central, una pizarra (¿digital?), un proyector, wifi...
Tampoco contribuye al éxito de la nueva estrategia que los libros se hayan centralizado en bibliotecas dotadas de una gran sala orientada sólo al trabajo individual (no se puede hablar ni hacer una reunión de grupo), en oposición a las pequeñas bibliotecas especializadas en los departamentos donde el acceso al material desde los seminarios sería inmediato.
Finalmente, la iniciativa debería ser organizada y coordinada desde arriba, donde tienen poder para asignar recursos y distribuir tiempos. Pero no hay recursos ni hay tiempo. Podría haberlos pero valen dinero.
Respecto a los recursos valga lo dicho arriba en cuanto a infraestructuras. El tiempo es otro escollo. Tiempo del alumno y tiempo del profesor. En el caso del alumno, no sería razonable que el cambio de métodos conlleve un incremento sustancial del tiempo de dedicación a cada asignatura porque los días tienen 24 horas, no más. Se supone que eso se solucionará con el diseño de los nuevos planes de estudio que se hará con el cálculo de los créditos ECTS, que miden la dedicación del alumno, no las horas de clase. Pero mientras tanto, hay lo que hay y cualquier cambio debe hacerse midiendo bien las consecuencias.
El tiempo del profesor es la otra cara del problema. Obviemos aquí al caradura o al impresentable de turno porque ese es otro debate diferente. Centrándonos en el profesor responsable, la docencia es sólo una parte de su dedicación ya que tiene también actividades de autoformación, de investigación y de gestión. Por poner un ejemplo, un proyecto de investigación lleva asociadas tareas como la propia investigación por parte del profesor (obviamente), pero también el seguimiento de los avances y problemas de un par de doctorandos, la lectura de nuevos artículos, la elaboración de los informes que la administración te pide periódicamente, la resolución de los pedidos de material, la renovación de las becas mediante más informes, la redacción de artículos, la atención al correo electrónico para comunicarse con otros colegas o grupos, la revisión periódica del calendario de tareas, reuniones de coordinación, revisión de indicadores de seguimiento del proyecto... eso si no tienes también que llevar la contabilidad o administrar el "hardware".
El problema no es tener que hacer eso sino que las tutorizaciones individuales y colectivas que el EEES reclama exigen mucho más tiempo. La solución es obvia porque ya se han hecho cuentas en muchos sitios: hay que contratar más profesorado y/o especializar en docencia al que no investiga exigiéndole más horas (ahora todos tenemos las mismas horas máximas de docencia, independientemente de que investigues o no). Lo primero, lo de contratar, cuesta un dinero que nadie está dispuesto a poner sobre la mesa (la expresión "a coste cero" se ha hecho muy popular últimamente). Lo segundo supone que el rector que se atreva a proponerlo será defenestrado en las próximas elecciones.
A pesar de estos problemas o tal vez a causa de ellos, hay gente que se ha planteado que las nuevas tecnologías pueden echar una mano.
La solución estrella, la dieta milagro, está formada a partes iguales por el blog y el wiki.
Y yo he decidido tirarme de cabeza a la piscina el curso que viene. Ya he ensayado blogs en este y tengo una asignatura virtual sobre Moodle desde hace dos años pero ahora ensayaré con una troncal de 9 créditos, a ver si el resultado es bueno.
Mi problema, que se propaga a mis futuros alumnos conejillos de Indias, es que yo no soy pedagogo. Soy, todo lo más, científico. Por ese motivo he revisado documentos por internet buscando experiencias e información útil. Por el momento no he tenido suerte: mucha teoría, mucho canto a las bondades del nuevo sistema pero poca salsa donde mojar el pan.
Aún así, me dedicaré este verano al diseño de la nueva asignatura y a plasmar mis difusas ideas en un plan explícito. Ya les contaré. ¡Ah! Y si alguien me orienta con su experiencia personal será un placer escucharle o leerle.
En fin, espero que todo esto no sea un espejismo y que no perdamos de vista que, aunque deslumbrados por las nuevas tecnologías, son sólo herramientas que funcionarán si se usan y aprovechan correctamente y llevan a un fin no necesariamente tecnológico: conocer.

Les pongo una sola referencia por si alguien quiere empezar a darle vueltas a la cosa: en Universidad20 sección Artículos hay una buena recopilación para empezar.

28 mayo 2007

Venerando reliquias

No había caído yo en que también había reliquias laicas. Antes de comentar un par de ellas les diré que creo que la veneración de reliquias es un fenómeno inevitable porque da cohesión a la comunidad. Este no es un enfoque moral sino, si quieren, sociobiológico. La reliquia actúa como embudo de los pensamientos, como punto focal donde se refleja la imagen exterior sin dar lugar a ninguna diversidad de interpretaciones. Es un totem para la tribu, una imagen de su "espíritu". Y mientras no haya independencia de pensamiento habrá reliquias. Por ese motivo, el hecho de que las reliquias sean o no verdaderas es irrelevante mientras cumplan con su función. La cosa encuentra campo abonado en las religiones, donde hay varias subespecies del fenómeno, como la veneración de imágenes (la psicosis del salto de la reja en El Rocío me deja atónito año tras año). Pero se extiende más allá, donde fuera necesario o ventajoso unir alrededor de un símbolo. Tenemos a mano un par de ejemplos de cierto interés sociológico.
Reliquias sagradas, reliquias laicas, todas cumplen su función: ser el totem de la tribu, el objeto que unifica los pensamiento y elimina la diversidad. Por eso perduran y tienen éxito aunque se demuestre su falsedad
Un caso reciente de reliquia venida a menos es el de los restos de la normanda Juana de Arco, santificada en 1920 por el anterior Benedicto. Es un caso de santa nacionalista que guió una guerra (¿guerra santa?) y que es la actual santa patrona de la laica Francia. Las reliquias, supuestamente extraidas de la pira de Rouen donde un tribunal eclesiático ordenó quemarla viva en 1431, fueron localizadas en 1867 en una farmacia parisina. Los restos fueron reconocidos por la Iglesia católica en 1909 (año de su beatificación) y alojados en un museo de la archidiócesis de Tours. Hace un año fue autorizado un estudio que ha desacreditado sin sombra de duda su autenticidad ya que han resultado ser de una momia egipcia.

La caja con las reliquias de Juana de Arco; el fémur de gato sí era auténtico.

El caso local, aparentemente no religioso, es el de una espada. Se trata de la Tizona de Rodrigo Díaz de Vivar, alias el Cid, que ha sido comprada por la Junta de Castilla y León y un consorcio de empresarios a un particular por unos módicos 1.6 millones de euros.

1.6 millones de euros te contemplan

El Ministerio de Cultura la había declarado Bien de Interés Cultural en el año 2002 (Real Decreto 1414/2002) y aunque cuatro estudios posteriores (Patrimonio Nacional, Museo Arqueológico, Real Academia de la Historia y el historiador medievalista José Godoy) habían coincidido en la escala de dudosa-falsa (1), no fue causa suficiente para que se descatalogara o, al menos, se matizara su descripción, que dice:
Sobre esta espada existe una tradición historiográfica muy amplia que identifica la misma como la famosa espada de don Rodrigo Díaz de Vivar. La tradición asegura haber sido regalada por Fernando el Católico al primer Marqués de Falces. Una parte de la hoja fue forjada en un centro andaluz en la primera mitad del siglo XI. Fue objeto durante el último tercio del siglo XV de una severa intervención consistente en la adición del recazo y de grabarle la tosca inscripción acreditativa que ahora se aprecia.
Acorde con esta descripción, el Ministerio de Cultura la tenía descrita en una ficha donde la data en el siglo XI en contra de la opinión del medievalista mencionado que la ubica entre cuatro y cinco siglos después.
Aparte de la autenticidad del mortal instrumento, la espada está siendo esgrimida de nuevo (dialécticamente) en una batalla política, donde la Junta de Castilla y León la compra a poco de las elecciones autonómicas y el Ministerio (del partido contrario) no tarda ni diez minutos en airear los informes a modo de contrapropaganda.
La presunta Tizona hace de reliquia laica para la cohesión de los que la interpretan como signo patrio, en este caso más local, más politizado y también discutible porque el "héroe de Castilla" fue mercenario cuando le tocó, sin distinguir demasiado entre moros y cristianos. Pero eso no importa demasiado para lo que es la reliquia, que formará parte de la exposición "El Cid, del hombre a la leyenda" este próximo otoño y ejercerá, como todas, su función totémica ante la tribua moderna.
Algo más chocante es que este instrumento, que puede ser cualquier cosa menos piadoso, será alojado en la Catedral de Burgos, donde podrá ser visitado pagando la correspondiente entrada. Y es que bien pensado, tampoco esta reliquia es laica del todo porque en un lado de su hoja figura la inscripción "AVE MARIA GRATIA PLENA DOMINUS TECUM'. Tal vez para dirigir bien la estocada y ensartar con eficacia.

(1) Patrimonio Nacional dice que no hay evidencia suficiente para considerarla auténtica, el Museo Arqueológico la califica directamente de falsa y Godoy la data en el siglo XIV o XV en vez del XI como le correspondería. Como consecuencia, la Junta de Calificación del Ministerio de Cultura calificó la espada como "falso histórico" aunque reconociéndole un valor económico de 200 a 300 mil euros.

24 mayo 2007

Por qué soy cristiano

Sigo a José Antonio Marina en alguna tertulia de la radio y me parece un personaje razonable y comprensible. Por eso no dudé en leer su libro "Por qué soy cristiano". Para ser honrado les comentaré que me resultaba extraño que una persona como él se definiera cristiano con la carga histórica que esa denominación conlleva.
Y el libro me respondió a algunas preguntas, me confirmó que Marina es, en efecto, un pensador crítico y razonable pero también me aclaró que Marina de cristiano tiene poco a pesar de su declaración. Intentaré explicarme a continuación.
Un cristianismo etéreo, humanista, ético. No encaja con la realidad ni con la historia. Y además, al final, está el miedo. Antes era a la condenación eterna, al castigo. Ahora lo es al vacío. Distinto pero igual. Siempre el miedo
La tesis básica del libro es que podemos distinguir dos tipos de verdades. La primera es de validez universal, como las que poco a poco va descubriendo la ciencia. La segunda es sólo de validez personal y se basa en experiencias personales. Aquí podemos estar de acuerdo, aunque yo preferiría usar la palabra "convencimiento" sustituyendo a "verdad", que me parece excesiva en sí misma.
En este sentido, Marina dice que las religiones son "verdades" privadas y como tales están basadas en reglas de "verificación" ("que hace verdadero") no universales sino personales y tan subjetivas como pueden serlo las de una sola persona. Yo supongo que ese "creer" sin evidencia universal que se llama fe se integra perfectamente en esta definición. Lógicamente, las reglas personales (esto lo digo yo, no él) pueden basarse en la razón o no, estar sometidas a la "lógica" personal del sujeto con lo que eso puede suponer porque hay gente cuya lógica no supera a la de las maracas de Machín. Implícito al argumento, aunque Marina no lo dice y por lo tanto es sólo mi opinion, está el reconocimiento de la religión como por encima de otras posibles "verdades" privadas. Y es que las "verdades" privadas son un saco inmenso que puede abarcar desde creencias en alienígenas o en fantasmas hasta la distorsión psiquiátrica más exótica. No comenta Marina la diferencia, si es que existe, entre ambas ni cual es la razón de la trascendencia de la religión sobre cualquier otra visión particular del mundo.

La crítica a las religiones viene cuando enuncia que, en caso de conflicto, las verdades privadas deben supeditarse a las universales. O dicho de otra forma: las religiones pertenecen al ámbito privado y sus "verdades" no deben aplicarse o filtrarse al ámbito público. En esto estoy de acuerdo, claro. La paradoja es que Marina, al defender este principio, comienza ya a oponerse al catolicismo actual (y a todas las religiones que persiguen la universalidad y que la sociedad integre sus "verdades" en las leyes de todos). Y no, no confundo cristianismo y catolicismo pero es que Marina habla directa y constantemente de la Iglesia Católica, centrando en ella sus críticas explícitas. Apenas menciona al protestantismo ni a los ortodoxos ni al resto de variantes como, por poner un ejemplo, los coptos.
El catolicismo en concreto, y según su opinión, es un claro ejemplo de progresiva dogmatización. Con un inicio cristiano abierto y popular, creó una compleja estructura con el fin de blindar su poder terrenal y espiritual. La actual Iglesia Católica es el resultado de esta degradación de los principios cristianos originales. La mayoría, o todas, las divisiones del cristianismo tuvieron su origen más en las luchas por el poder que en divergencias religiosas reales.

Marina no defiende, por tanto, el dogma, al contrario. Y aquí empiezan los problemas porque, en mi opinión, cuando alguien se define como cristiano debe estar a las duras y a las maduras. Y Marina defiende y profesa algo mucho más razonable, más ético, más limpio, pero inexistente como religión. Eso no es el cristianismo actual en ninguna de sus variantes sino lo que él supone que pudo ser alguna vez. El cristianismo arrastra hoy la historia de la Iglesia, con siglos siniestros, la de los concilios donde se declaró anatema todo aquello que amenazara su monopolio de las ideas, la de sucios episodios donde se recrean todos los pecados capitales y algunos nuevos. Marina critica duramente episodios de la Iglesia como los concilios donde se empezó monopolizando la interpretación de las Escrituras y se acabó por ratificar la infalibilidad de Papa en ciertas circunstancias.

Y tras criticarlo, defiende implícitamente que se puede ser cristiano obviándolo todo. Y yo creo que no es así, el cristianismo no es sólo lo que cada uno quiera que sea, tiene una historia que lo ha construido y un presente que lo conforma. Dice Marina que "el cristianismo es un modo de comportarse" (éticamente). Y esto no es verdad, el cristianismo es también un conjunto de creencias, un sometimiento a los dogmas, un reconocimiento de la autoridad terrenal de figuras ostentosamente imperfectas. Olvidar eso es cerrar los ojos, violentar los significados y reducir la historia a cenizas.

El final me pareció decepcionante. En el último capítulo Marina elogia la actividad creadora del hombre, la belleza, la bondad... hasta aquí vale, hace un canto a lo bueno que el género humano puede hacer. Pero ¿qué pinta un Dios aquí? Pues la respuesta es simple: nada. Marina da un salto mortal y declara "no quiero expulsar de mi mundo la religión" porque rechaza "encerrarse" en "el mundo de lo fáctico y lo trivial". Luego lo aclara un poco más. "no quiero ser una naturaleza monda y lironda".
Marina tiene miedo del vacío y para reducirlo cierra los ojos recurriendo a una divinidad anónima que nada tene que ver con la Trinidad cristiana (un dogma acuñado en el concilio de Nicea hace siete diecisiete siglos) y a un supuesto cristianismo humanista (el reino de Dios es el bien que hacen los hombres) que nunca existió pero que es mucho más cómodo que la realidad actual y pasada de la Iglesia.
Incluso creo que Marina hace una pirueta para salirse por la tangente del meollo del asunto. Como no puede dar razón alguna de su creencia en un Dios (sólo lo menciona de pasada a tres páginas del final) recurre al argumento inicial: es mi verdad privada. Con lo cual se acaba la discusión, el libro queda sin sustancia y yo llego a la conclusión de que para este viaje no hacían falta estas alforjas. El miedo al vacío sustituye al miedo al castigo y la condenación pero, al final, el motor de la religión sigue siendo el miedo.
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