Como podemos ver en cualquier trabajo publicado en una revista científica, más o menos al final aparece un apartado titulado Referencias o Bibliografía donde, según el asunto tratado, pueden aparecer desde unas pocas a varias docenas de documentos. Una referencia típica sería:
Effler, S.W. (1988) Secchi disc transparency and turbidity. J. Environ. Eng., 114 (6): 1436-1447.Donde ya vemos el tipo de información que se suministra: autor, año de publicación, título del trabajo, nombre de la revista (en este caso abreviado), volumen y número (entre paréntesis), página inicial y final... La idea es que exista toda la información necesaria para que otra persona tenga una referencia inequívoca del trabajo citado y puede localizarlo sin errores.
En este post describiré algunos detalles sobre cómo citar trabajos de otros autores en un documento científico propio. Como existen varias formas de hacerlo, veremos las variantes más comunes aunque es seguro que habrá que cambiar detalles según en qué revista vayamos a publicar. Por ejemplo, en la referencia anterior el nombre de la revista aparece en letra cursiva, algo habitual pero que no todas las revistas aceptan.
En cualquier caso, las ideas generales son aplicables a todo trabajo científico por lo que serán útiles para cualquier tipo de redacción, desde un artículo a una tesis doctoral.
En la biblioteca de la Universidad de Coimbra |
Una cita es una nota donde damos los datos de una publicación de otro autor de la cual hemos tomado ideas, datos o conclusiones de utilidad para desarrollar nuestro propio trabajo. Las citas a publicaciones ajenas son lógicas ya que nuestro trabajo no se desarrolla de forma aislada e independiente del resto de la comunidad científica sino que debe apoyarse en lo ya hecho por otros.
En el estado actual de la ciencia y técnica, ni siquiera una idea revolucionaria puede exponerse sin citas a documentos externos.
¿Por qué citar?
Un trabajo sin citas suele ser síntoma de dos problemas:
- el autor no conoce lo que el resto de la comunidad científica ha hecho en su tema de investigación. Esto supone un riesgo cierto de repetir lo ya hecho y de resolver problemas que hace tiempo están ya solucionados. Se ha hecho relativamente famoso el caso de M. M. Tai, un médico que descubrió y publicó "un modelo matemático para la determinación del área total bajo las curvas de diferentes estudios metabólicos". Léanlo en Redescubriendo la sopa de ajo.
- el autor conoce lo que han hecho los demás lo oculta y lo escribe como si fuera de desarrollo propio.
Incluso desde un punto de vista egoísta, citar de forma juiciosa es beneficioso: una buena selección de referencias garantiza al lector que se ha realizado una revisión del "estado del arte“ en el tema tratado y lo coloca con un ánimo favorable ante el trabajo, cuestión especialmente importante cuando el lector es un revisor y nuestro objetivo es publicar en una revista.
¿Cuándo citar?
Siempre que se tome un dato, una idea o cualquier otro tipo de información de un trabajo ajeno debe citarse la fuente. Esta conducta no sólo debe seguirse en la realización de artículos o tesis doctorales sino en cualquier otro trabajo científico o técnico incluyendo, cómo no, apuntes de clase del profesor y trabajos de asignaturas de alumnos: todo trabajo se apoya en una enorme cantidad de esfuerzo previo de otros autores y es honrado reconocerlo explícitamente.
Sin embargo, no hay que citarlo todo. La cita no debe hacerse cuando la argumentación es obvia o lo que se presenta ha pasado a formar parte de los conocimientos generales dentro de la especialidad. No tiene demasiado sentido escribir
—"La refracción de la luz (Newton, 1671) es el principio de los objetivos ópticos fotográficos“.
¿Qué tipos de documentos se citan?
Es posible citar cualquier documento aunque lo más frecuente es citar artículos de revista y, con frecuencia decreciente libros, comunicaciones en congresos, tesis doctorales, informes técnicos, mapas e incluso trabajos inéditos. Recientemente se han hecho frecuentes las citas a documentos localizables solamente en direcciones de Internet.
Es importante distinguir entre cita de fuentes primarias y de fuentes secundarias. Una cita primaria se hace a partir de la obra original mientras que una cita secundaria se hace copiando la referencia de un segundo autor que cita al primero. Lógicamente, hay que huir de las citas secundarias porque no responden a un examen directo de la obra original y son fuente continua de malentendidos y errores. La norma, por tanto, es que toda cita debe responder a un examen del documento real: no se deben citar documentos que no se hayan visto. Realizar una cita secundaria debe ser el último recurso y antes deben hacerse todos los esfuerzos posibles por localizar la obra original y trabajar sobre ella.
¿Cómo citar?
La norma básica es que todas las referencias (las que aparecen en el listado del final) deben estar citadas en el texto principal. La inversa es también obligatoria: siempre que se cita en un texto, la referencia correspondiente debe figurar en el apartado final. Debe haber, por tanto, una correspondencia estricta entre las citas en el texto y las Referencias.
A la hora de elegir los estilos de cita y referencia existen dos normas básicas (UNE 50-104-94 e ISO 690:1987) pero nadie les hace el más mínimo caso porque las revistas científicas suelen tener normas propias (generalmente más elegantes aunque el contenido sea similar). Por ejemplo, el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) edita varias revistas científicas cuyas normas están disponibles en una Guía de estilo completa. La forma de hacer las citas y referencias ocupa bastantes páginas que comienzan en la 5 (Editing References).
La cita dentro del texto
El sistema de cita más habitual (y cómodo) es el llamado de autor/fecha. Según la redacción del párrafo se hará de alguna forma de las siguientes:
- ... el mejor resultado fue obtenido por Robertson (1999), que encontró un error de 3.5 m.
- ... el mejor resultado fue un error de 3.5 m (Robertson, 1999).
- dos autores: ... según Longman y Butfield (1998) ...
- tres autores o más: ... según Eatsman et al. (1997) ...
Otro sistema bastante utilizado es representar cada cita por un número correlativo entre corchetes. En este caso, las citas tendrían la forma:
- ... el mejor resultado fue un error de 3.5 m [1].
- ... en [1] se muestra el mejor resultado: un error de 3.5 m.
Lógicamente, en este caso las referencias al final estarán ordenadas de acuerdo con el número de cita.
En trabajos de ciencia y tecnología no es costumbre incluir las referencias bajo la forma de notas a pie de página ni utilizar abreviaturas que, sin embargo, son ampliamente usadas en otras disciplinas ( op. cit. , ibidem ., etc.)
Tampoco es frecuente introducir textos largos de otros autores en nuestro propio trabajo. En cualquier caso, si se reproducen textos ajenos esta reproducción deberá ser literal (exacta y sin cambios) y se hará entre comillas o en letra cursiva. Siempre debe quedar claro qué parte del texto es original nuestra y qué parte es una copia de otros. Finalmente, en el caso de Tesis Doctorales y otras monografías de investigación considero una buena práctica especificar la página en la cual se ubica la cita que se hace de la forma siguiente:
- ... este concepto se define por primera vez en Kekill (1979:116).
Este ejemplo dirige al lector directamente a la página 116 del libro de Kekill, donde decimos que hemos localizado la definición. En el caso de no especificar la página nos veríamos obligados a revisar el libro hasta encontrarla.
La referencia
En el apartado de Referencias, todas las obras citadas en el texto principal estarán con sus datos completos ordenadas alfabéticamente por el apellido del primer autor o por orden de cita, según qué sistema se use.
Existen muchos estilos para elaborar las referencias aunque la información es siempre muy similar. A la hora de publicar en una revista tendremos que adaptarnos a las normas que nos digan, algo bastante enojoso porque todas suelen diferir en algún detalle. Para facilitarnos la tarea de gestionar la bibliografía y de interactual con el procesador de textos es muy importante usar desde el principio un gestor bibliográfico. Puedo recomendar tres, bastante diferentes:
- Endnote, de pago pero muy completo, incluyendo conexión con bases de datos para localizar y descargar referencias. Tiene incluidos los estilos de cientos de revistas para una maquetación automática.
- Mendeley, gratuito y muy rompedor en muchos de sus detalles, incluyendo la posibilidad de compartir bases de datos en internet.
- Zotero, también gratuito y cada vez más usado. Yo aún no lo he probado pero como mucha gente lo recomienda aquí les pongo la referencia.