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17 abril 2009

Manos y ojos divinos

Hace unos meses escribí un post sobre algunas reglas muy básicas para diseñar encuestas en los blogs. Ahí hablé de coherencia semántica, de rangos complementarios y disjuntos y de alguna otra zarandaja. Inocente de mí, creía que había cubierto lo esencial pero me he dado cuenta de que no, de que me había olvidado algo aún más básico: que la pregunta al menos un poco de sentido. Lo daba por sentado pero me equivocaba.
Todo empezó con la impresionante imagen del Pulsar B1509 (ver aquí la reseña de la NASA y en Ciencia Kanija una traducción al español).

NASA/CXC/SAO/P.Slane, et al.

La estructura que se aprecia en la imagen fue capturada por el Observatorio de Rayos X Chandra y muestra una nebulosa de Rayos X de unos 150 años luz de tamaño. En el centro de esta estructura se encuentra su causa: un jovencísimo y potente púlsar catalogado como PSR B1509-58. Recordemos que un púlsar es una estrella de neutrones en rápida rotación que radia enormes cantidades de energía a su alrededor debido a su campo magnético. B1509 gira unas 7 veces por segundo, mide apenas 20 km de diámetro, tiene unos 1700 años de edad y está a unos 17000 años luz de la Tierra. La edad se da en referencia a la observación terrestre ya que la distancia implica que la radiación que nos está llegando salió hace esos 17000 años de su fuente por lo que no sabremos su aspecto al día de hoy hasta dentro de otro tanto.
Los colores de la imagen se han obtenido componiéndola de forma que a los Rayos X menos energéticos se les asigna el color rojo, a los de rango medio el verde y a los más energéticos el azul. Por cierto, aquí tienen imágenes en alta resolución, "powerpoints" y ficheros para imprimir.

La imagen del púlsar B1509 salió publicada por un montón de sitios entre ellos en Daily News donde pusieron el pintoresco título Does NASA's photograph of Pulsar B1509 capture the Hand of God or neutron star?
Y, supongo que para resolver la "cósmica cuestión" democráticamente diseñaron una encuesta con la misma pregunta u dos posibles respuestas:
  • The hand of God (la mano de Dios)
  • A natural stellar formation (una formación estelar natural)
Para mi intranquilidad, hace sólo 3 días las respuestas van con un 60% a favor de la naturalidad de la cosa y un insólito 40% para la interpretación divina. Hoy estamos en un más razonable pero aún desequilibrado 95/5 pero tengo la sospecha que se trata de una manipulación de las hordas de Pharyngula.
Para los más místicos la buena noticia es que el cuerpo divino va rellenándose aunque muy poco a poco ya que teníamos desde hace unos meses el Ojo de Dios, llamado por los malévolos en una clara maniobra de despiste "el Ojo de Sauron".


El "ojo" captado por desde el Telescopio Espacial Hubble muestra el entorno de la estrella Fomalhaut donde residuos de polvo crean el llamativo efecto. NASA, ESA, P. Kalas, J. Graham, E. Chiang, E. Kite (University of California, Berkeley), M. Clampin (NASA Goddard Space Flight Center), M. Fitzgerald (Lawrence Livermore National Laboratory), and K. Stapelfeldt and J. Krist (NASA Jet Propulsion Laboratory).

11 diciembre 2007

Jocelyn y su director de tesis

En julio de 1967 se captó una secuencia de señales radioeléctricas extrañas. Se estaban buscando cuásares mediante una técnica llamada IPS (interplanetary scintillation) en un radiotelescopio diseñado por Antony Hewish. No era el radiotelescopio que estamos acostumbrados a ver, de esos en forma de antena parabólica. Éste estaba formado por un millar de postes de unos 3 m de altura que sostenían dos mil antenas (dipolos) interconectadas. El montaje, de 1.6 ha de extensión y con un par de centenares de km de cable y alambre, se llamaba Interplanetary Scintillation Array (IPS Array) y estaba en el Observatorio Mullard de Radioastronomía en la Universidad de Cambridge.

El IPS Array

El IPSA exploraba una zona del espacio entre 50º y -10º con una periodicidad de cuatro días. Los resultados se imprimían con plumillas en rollos de papel a razón de unos 34 m al día. Estos registros eran examinados manualmente por Jocelyn Bell Burnell que con 23 años estaba trabajando en su tesis doctoral. A las pocas semanas de analizar los registros, Jocelyn encontró unas señales que no encajaban con el típico centelleo de los cuásares que estudiaban pero tampoco parecían interferencias. Se dió cuenta también de que, aunque desaparecían y reaparecían, venían de la misma zona del espacio.

Jocelyn Bell en el IPS Array (1968)

De acuerdo con su director de tesis, Antony Hewish, decidieron acelerar el papel para tener una mejor discriminación de la extraña señal. Esto no podía hacerse de forma continua porque suponía unos 3 km de papel al día por lo que se buscaron sólo los momentos adecuados. Durante semanas Jocelyn no fue capaz de dar con la dichosa señal hasta que una noche, a finales de noviembre de 1967, reapareció. Se trataba de una serie de pulsos regularmente espaciados.

Al ver que la señal se adelantaba cuatro minutos cada noche, encajando perfectamente con el tiempo sidéreo, se descartó un origen terrestre. Pero los pulsos parecían claramente artificiales, excesivamente regulares: el periodo era exactamente de 3.67 segundos. Unos días después, P.F. Scott y R.A. Collins lograron hacer la misma observación desde otro radiotelescopio, lo que garantizaba que no era un problema instrumental. John Pilkington midió la dispersión estableciendo que la fuente estaba fuera del Sistema Solar pero dentro de nuestra galaxia.

La posibilidad de que proviniera de seres extraterrestres fue tomada como posible opción lo que, con bastante ironía añadida, les llevó a bautizar a la fuente como LGM1 (Little Green Men: pequeños hombres verdes).

Una noche antes de la Navidad, Jocelyn se puso a examinar otras zonas diferentes en los registros y encontró algo que parecía similar en la zona de α-Casiopea. Confirmó que aparecía en otros días y unas horas más tarde analizó con el radiotelescopio la zona sospechosa durante apenas cinco minutos: los pulsos aparecían claramente con periodos de 1.2 segundos.

Un análisis exhaustivo de los registros permitió encontrar dos nuevos conjuntos de señales: ya iban cuatro. Aunque los llamaron LGM2, 3 y 4, la hipótesis de los hombrecillos verdes se deshizo: era altamente improbable que cuatro mundos extraterrestres enviaran a la vez y en la misma frecuencia señales similares desde lugares tan distantes. Tenía que haber otra causa.

El descubrimiento de la primera fuente de señales se publicó en Nature el 24 de febrebro de 1968, apenas 12 días después de haberlo enviado:

Hewish, A.; Bell, S.J.; Pilkington, J.D.H.; Scott, P.F.; Collins, R. A., 1968. Observation of a rapidly pulsating radio source. Nature, 217: 709-713 (24 de febrero de 1968). DOI: 10.1038/217709a0

El resumen era, como corresponde, breve y claro:

Unusual signals from pulsating radio sources have been recorded at the Mullard Radio Astronomy Observatory. The radiation seems to come from local objects within the galaxy, and may be associated with oscillations of white dwarf or neutron stars.

A partir de ese momento y tras un periodo de popularidad "mediática", Jocelyn Bell abandonó las observaciones y se dedicó a sacar adelante su tesis sobre los cuásares, su objetivo inicial. Luego cambió de lugar de residencia y de trabajo y no volvió a trabajar en el asunto que la hizo efímeramente famosa. Siguió su carrera universitaria y este año 2007, con 64 años, recibió el doctorado honoris causa por las universidades de Oxford y Durham.

Púlsares

La fuente de las insólitas señales resultó ser un alucinógeno tipo de estrella que recibió el nombre de púlsar (de pulsating star). Los púlsares tienen una masa similar a la de nuestro Sol, sólo que reducida a una esfera de pocas decenas de km de diámetro. Son un tipo de estrellas de neutrones con un campo magnético algo más intenso que el terrestre, sobre un billón de veces más o menos. La radiación se emite por los polos de dicho campo que, al no estar alineados con el eje de rotación, convierten a la estrella en un faro cósmico. Los periodos de rotación de los púlsares son difíciles de asimilar: el de LGM1, llamado después PSR B1919+21, es de 1.3373 s; PSR B0531+21 (púlsar del Cangrejo) gira 30 veces cada segundo; PSR B1937+21 tiene un periodo de 0.0015578 s, es decir, gira 642 veces por segundo. La superficie de este púlsar se mueve a 1/7 de la velocidad de la luz.

No se pierdan el "sonido" del púlsar Vela y la imagen tomada por el observatorio de Rayos X Chandra :


Todo eso valía un premio Nobel pero se lo dieron a Antony Hewish, no a Jocelyn Bell, en 1974. Fred Hoyle fue uno los físicos que dijo que deberían haberlo compartido. Jocelyn mantuvo años después que no tenía resquemor por aquello, que a fin de cuentas sólo era una estudiante de doctorado. Espero que esa declaración fuera sólo una muestra de corrección política en vez de una muestra de perfecta inserción en el escalafón.

Para explorar:
Sonidos del espacio.
Sonidos de púlsares.

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