Osedax hembra: la parte verde alberga las bacterias, la blanca es el ovario y los palpos violáceos capturan oxígeno (imagen de aquí)
Lo extraño del asunto no acaba en la dieta y en la simbiosis (a fin de cuentas hay casos mucho más raros que permiten que una babosa use energía solar o que una planta resista el calor en una triple simbiosis virus-hongo-planta). Los machos de Osedax miden apenas 0.2 mm y viven sin trabajar ya que son parásitos de las "enormes" hembras (un par de cm) con lo que ambos tienen sexo asegurado y, de hecho, permanente. Dada su minúscula entidad, los machos hacen poco más que producir espermatozoides y las hembras tienen una gran parte de su cuerpo dedicada a ovario. Lo necesitan ya que pueden albergar más de cien machos simultáneamente. Al menos en laboratorio, la reproducción es continua, a un ritmo de 300 huevos diarios, docena arriba o abajo.
Tampoco llegar a esa situación de hembra adulta oviproductora es fácil: es necesario que la larva encuentre un esqueleto de ballena y posteriormente sea infectada por la bacteria ya que sin ella no puede alimentarse. Cómo llegan los machos a ella no parece conocerse. Luego, a reproducirse comiendo huesos. Qué vida...
Para saber más, este artículo y su bibliografía.
Anécdota: este es el post 505 del blog.