20 noviembre 2008

Genes Terminator

El 3 de marzo de 1998 se aceptó la Patente 5723765 en los EE.UU. con el nombre "Control of Plant Gene Expression" y que cubría algo llamado TPS, siglas de "Technology Protection System". La patente estaba a nombre de un Servicio de Investigación del Departamento de Agricultura de los EE.UU. y de una empresa llamada Delta and Pine Land Co.

TPS es el resultado de técnicas de ingeniería genética y se refiere a algunas plantas que tienen su ADN modificado. El objetivo final de la TPS, a pesar de su ambiguo nombre, es simple: el agricultor comprará semilla de un cultivo, ese cultivo crecerá y será cosechado normalmente pero si pretende reservar parte de la nueva semilla para la siguiente cosecha fracasará porque esas semillas no son viables. El agricultor tendrá que comprar nueva semilla en cada cosecha que quiera recoger.

La TPS ha sido bautizada por sus críticos como "gen terminator" ya que mata los embriones de las plantas en desarrollo para no se puedan volver a sembrar en años posteriores.El sistema es complejo pero creo puede entenderse al menos en sus grandes rasgos. Partimos de que el genoma de las plantas ha sido manipulado y se han introducido 3 genes nuevos: dos bacterianos y uno de otra planta. Estos tres genes actúan secuencialmente y sus papeles son los siguientes:

  • Gen 1: cuando se activa mediante un promotor (P1) permite que se produzca una proteína represora (PR) que se une a un sitio concreto del gen 2.
  • Gen 2: tiene su propio promotor (P2) que activa la producción de una proteína recombinasa (PRC). Sin embargo, entre ambos existe un sitio de unión donde puede unirse (o no) la PR del gen 1. Si la PR se une, se bloquea la acción del promotor P2 y la proteína recombinasa PRC no se produce. Si la PR no está presente, el promotor funciona y la PRC se produce.
  • Gen 3: tiene su propio promotor (P3) que activa la producción de una toxina letal para los embriones de la planta. Sin embargo, entre ambos existe un bloqueador que impide esa acción del promotor. La proteína recombinasa PRC producida por el gen 2 corta el fragmento de ADN correspondiente al bloqueador eliminándolo y permitiendo la producción de la toxina. En este caso el embrión muere. El promotor P3 es tardío, es decir, actúa sólo cuando la semilla está madura con lo que la cosecha es normal pero los embriones de las semillas están muertos.

Como verán, esta imaginativa reacción en cadena sólo se produce si la proteína represora PR del gen 1 llega al punto de unión del gen 2. El truco está en que este paso puede controlarse tratando la semilla con un producto químico antes de su venta. Este producto, llamado inductor, bloquea el sitio de unión en el gen 2 impidiendo que la PR haga lo mismo con lo que la PRC se produce, elimina el bloqueador del gen 3 y la toxina hace su aparición estelar. Si la empresa productora quiere tener cosechas propias normales y fértiles le basta con no hacer el tratamiento químico con el inductor.

La TPS no es útil para todos los cultivos. Así, las semillas híbridas procedentes de plantas con fertilización cruzada no son conservadas por los agricultores porque sus propiedades se desvanecen en una o dos generaciones. En este sentido, los productores pueden vender sus semillas sin más protección que la que le brinda la genética natural. Es el caso del maíz, del sorgo o del girasol. En cambio, las líneas que se autopolinizan son más estables y la endogamia permite que sus propiedades permanezcan año tras año. Son estas plantas las que son adecuadas para aplicar la TPS y evitar que el agricultor pueda reutilizarlas al año siguiente.

Como verán, el sistema es de los que hace pensar. Las empresas lo defienden y sus argumentos no son malos: la creación de una variedad de semilla de alto rendimiento cuesta decenas de millones de euros y esa inversión debe protegerse. Pero por tora parte, el pequeño agricultor, especialmente en los países pobres, teme que las grandes corporaciones tomen el control de las semillas y su vida dependa de una política de precios arbitraria donde ellos no van a tener ninguna influencia. En cualquier caso, el anzuelo puede ser la mayor productividad y resistencia a plagas de estas variedades, que puede tentar a los campesinos a abandonar las tradicionales y dejarse caer en este "anticiclo" donde todo debe volver a empezar cada año.

Pero queda contar la última novedad que intenta reducir las críticas a la TPS. Se llama T-Gurt y es una técnica, también de plantas transgénicas pero, en este caso, las semillas pueden utilizarse de un año a otro porque son fértiles. ¿Cuál es el método de control entonces? Pues que las características de alta productividad o de resistencia de esas semillas deben ser activadas antes de la siembra mediante un producto químico que, como pueden suponer, hay que comprar a la casa comercial. ¿Un avance? Tal vez sí pero, en cualquier caso, la gran cantidad de variedades que aún existen de muchos cultivos está claramente amenazada por el dominio de unas pocas estirpes genéticamente homogéneas. ¿Qué opinan ustedes?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejeje, al final vas a ser un polemista nato, Ángel.

Yo soy un defensor de la llamada agricultura ecológica (?) Me gustaría defenderla practicándola, pero de momento me conformo comprándola, aunque, como buen galaico-catalán, no sin ciertas dosis de desconfianza ante los organismos que regulan esta actividad.

Lo de la manipulación de semillas en aras de una mayor productividad me suena igual de mal que cuando el director de la oficina que me concidió la hipoteca me hablaba de las bondades de los intereses variables.

Si se producen toneladas de cerales para alimentar toneladas de ganado cuya carne termina en un alto porcentaje en contenedores de basura.... ¿no habría alguna cosa más importante que aumentar la productividad?

Yo creo que antes de esto deberíamos contemplar la posibilidad de manipular nuestro propio geneoma para no ser calvos. o para vivir 200 años. O mejor, para introducirnos un gen terminator de esos e irnos todos con Dios de una vez.

Saludos

Ángel M. Felicísimo dijo...

Tienes razón. En el post he intentado dar información y no opinar aunque alguna expresión levemente sarcástica se me ha escapado. El problema, como bien dices, no es aumentar la producción sino hacer más justo el reparto de la riqueza. Un día de estos habría que hablar de los aranceles y del presupuesto de la UE para la Política Agraria Común y como eso influye en que los países "en desarrollo" no se desarrollen.

Salva dijo...

Buena explicación de los Terminators, Angel.

Este es uno de los puntos más polémicos de los cultivos de plantas trangénicas... sobretodo porque genera desconfianza hacia otros cultivos también transgénicos.

Como muy bien apunta Santiago, oir hablar de productividad, beneficios, etc., suena a economía e "intereses" ocultos. Y a que continuarán pagando los de siempre para que ganen unos pocos. Lo que puede ser una pena es que esta desconfianza se "propague" (perdón por la ironía) hacia otros cultivos transgénicos cuyo beneficios son inclaculables para todo el mundo. Pienso, por ejemplo en el arroz dorado, capaz de fabricar vitamina A y que solucionaría parte del déficit en esta vitamina que presentan los países cuya dieta se basa en el arroz.

Unknown dijo...

Estupendamente explicado.
Yo veo 3 problemas.
El primero es el riesgo de todo este tipo de prácticas, pues no se realizan estudios medioambientales serios. Se está jugando a ciegas en algunos aspectos. Es un tema delicado en el que opino que la investigación no debería detenerse nunca, pero que ésta adolece de un control a la medida.
El segundo es el impacto en agricultores con vecinos que usan este tipo de semillas. En alógamas se dispersa el efecto e incluso proporciona vigor híbrido, pero en autógamas, aunque el % de vecinismo sea mucho menor, provoca impactos muy importantes.
El tercero, menos llamativo, aunque más escandaloso, son las irregularidades en las patentes. Es lícito patentar una tecnología (durante unos años), pero es terrible que se haya permitido patentar variedades locales de especies. Novartis, por poner un ejemplo de empresa gorda, hace sus estudios de Aptitud Combinatoria con miles de variedades, y las que funcionan bien, las patenta, ¡y les dejan! Luego los agricultores de sorgo en Abisinia o de maíz en Guatemala se encuentran con que variedades originales de su tierra pertenecen a una empresa, y tienen problemas para comercializar una semilla que repentinamente les compraría medio mundo.
Saludos.

Ángel M. Felicísimo dijo...

En efecto, a mí me preocupa la parte menos espectacular que es la tercera, la de patentes de organismos. Es un tema donde probablemente los argumentos de las empresas sean respetables pero las consecuencias pueden ser muy serias, y eso que estamos sólo en los primeros años de desarrollo de estas técnicas.

Sailor dijo...

La información que has entregado no la conocía. Estoy sorprendida de saber que la manipulación genética ha llegado a este punto... Frente a estos temas ¿Qué podemos hacer? Además las investigaciones de los posibles efectos en el ser humano deben tener poco tiempo de estudio..

Buscaré para comenzar algún enlace contigo para difundir tu información


Gracias!

Sailor dijo...

Sería interesante poder seguir tu blog.. tienes la opción o algún enlace... no la encontré.

Agradeceré me avises

Saludos,

Ángel M. Felicísimo dijo...

Sailor, para recibir las nuevas entradas lo más sencillo es introducir tu correo electrónico en la ventanita que hay en la columna izquierda, cuarta sección. Pulsas el botón "Suscribirse" y recibirás los posts en un correo.
Saludos

Numina dijo...

En el mundo del software ya hace tiempo que viendo la perversion del concepto de propiedad y patente que ejercian empresas como microsoft, aparecio de la mano de Stallman el movimiento del software libre, quizas va siendo hora que aparezca un moviemnto paralelo de genoma libre que de licencias GPL o equivalentes a este nuevo tipo de texto.

Ángel M. Felicísimo dijo...

En efecto, pero eso necesita una verdadera implicación de las administraciones públicas porque aquí estamos hablando de procesos que cuestan necesariamente miles de millones y que deben mantenerse largo tiempo. En el caso del software libre es posible la colaboración desinteresada porque esencialmente sólo depende del tiempo que estés dispuesto a ceder al proyecto común. Marginalmente es posible algún beneficio económico pero en este otro caso son necesarios laboratorios e instalaciones muy costosas, contratos de técnicos y cientñificos... y eso debe ser financiado de alguna manera. Ese mecenas, para que el producto sea "GPL", sólo puede ser un concorcio de Estados.
Al menos a mí no se me ocurre otra cosa.
Saludos

Numina dijo...

Puede que tengas razón, però no confio mucho en estados independientes de empresas tan grandes. Tengo entendido que la primera empresa en italia ingresa el 6% del PIB y tiene influencia en todos los niveles del poder: la mafia. No creo que ninguna empresa de gran tamaño deje passar la posibilidad de influir mas de lo que debiera. De momento no tengo otra propuesta, pero no estaria mal pensarlo que a veces se puede vivir en las grietas del sistema :)

Grab this Widget ~ Blogger Accessories
 
º