Juan Aréchaga publica un artículo en El País donde arremete contra el reciente Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades otorgado a las revistas Nature y Science. Su tesis parece ser, en resumen, que ese premio revela el desprecio que existe por las revistas españolas ante las extranjeras. En el blog de Evolutionibus se habla de ese artículo y me he decidido a comentarlo un poco más extensamente.
Creo que don Juan se equivoca. Analizando su artículo se encuentran afirmaciones que me parecen discutibles, irrelevantes y, alguna vez, falaces.
Comienza hablando de Science y Nature como
"[...] auténticos iconos demiúrgicos de una nueva religión intelectual a los que parece que todos los investigadores debemos mostrar adoración y pleitesía".
Frase bonita (sobre todo lo de "demiúrgico") pero, francamente, no sé de qué diablos habla. ¿Religión intelectual? ¿Qué es eso? ¿De dónde saca que tal cosa existe? ¿Quién ha dicho nada de pleitesías a nadie? Francamente, no quiero hacer interpretaciones pero el comienzo me parece muy desafortunado porque aplica la falacia del hombre de paja, algo que no nos merecemos a estas alturas.
Luego se pregunta ¿Qué es lo que se ha pretendido realmente con dicho premio? Y se responde él solo con interpretaciones que parecen más lamentaciones que argumentos y que, de nuevo, sólo existen en su imaginación. Los motivos del premio están en la página web de la Fundación, bastaba con leerlos en vez de montarse películas autoflagelantes.
Tras la crítica al jurado del premio viene el ataque a las revistas:
"las centenarias y renombradas publicaciones han sido, ante todo, la punta de lanza de la ciencia británica y norteamericana" siendo "los foráneos que han publicado en ellas y, particularmente, los españoles, [...] una muestra decorativa e insignificante a lo largo de su historia".
Por un lado, aunque aceptemos la primera frase (hay más ciencia donde hay más ciencia y menos donde hay menos, me dijo ayer mismo Perogrullo) los Premios Príncipe de Asturias son internacionales (con excepciones) y no debería ser demérito ser guiri. O eso creo yo.
En la segunda parte, don Juan cae en el defecto que él mismo critica, ya que parece despreciar las aportaciones españolas. ¿Cuál es el motivo de que las juzgue "decorativas" e "insignificantes"? ¿En qué cifras se basa? ¿Tal vez supone que publican aportaciones españolas ahí por limosna o porque lucimos bien como florero?
Buscando artículos con autores españoles en Science y Nature salen 835 en total. ¿Pocos? Tal vez, pero nunca "decorativos". Francamente, visto el pasado a medio plazo de la ciencia en España, la criba que existe en esas dos revistas y la competencia para llegar a ellas no me parece que sea algo insignificante.
El párrafo siguiente tampoco lo entiendo bien:
[...] ambos semanarios son, en realidad, un formidable negocio editorial -promocionado y mantenido por sus excelentes gabinetes de prensa- que beneficia exclusivamente a la compañía privada Nature Publishing Group y a la American Association for the Advancement of Science (¡nuestros bibliotecarios, investigadores e instituciones científicas saben muy bien lo que cuesta suscribirse, publicar o anunciarse en ellas!).
Lógicamente que son un negocio ¿y qué? Ambas son máquinas perfectamente engrasadas que sacan un número semanal en papel, que mantienen webs de altísimo nivel (incluyendo accesos gratuitos a algunas secciones). ¿Deben hacer eso gratis?
La última parte es desconcertante. Desconozco lo que cuesta anunciarse pero las suscripciones son, precisamente en estas revistas, especialmente baratas. Les pongo unas pocas cifras a continuación para que se hagan una idea (suscripciones individuales normales, no de estudiantes que son más baratas):
- Science versión digital (recibes la revista por internet y tienes acceso al archivo histórico): 1.32 € por número
- Nature versión papel (no tiene opción exclusivamente digital): 4 € por número
- Investigación y Ciencia: 6 € por número
- New Scientist: 3.3 € por número
¿Y publicar? Publicar no tiene coste económico en ninguna.
Vamos, que sin pretende tener razón porque la experiencia de Juan Aréchaga es mucho mayor que la mía, mi visión de las cosas es diferente. A mí lo que me parece "aldeano" (es su expresión) es hablar de "ciencia británica" o "revistas extranjeras". Y que en España haya o no para publicar "varias Natures o Sciences" no es más que una afirmación no verificable y sin consecuencias en la discusión.
Creo que nuestra forma de abordar el premio debería ser otra: no es normal que se haya dado el premio de comunicación y humanidades a dos revistas científicas. Han sido estas por su indiscutible trayectoria y popularidad pero, si superamos el papanatismo de las "ciencias nacionales", deberíamos aprovechar ese hecho para acercar la ciencia al resto de la sociedad, para tomar iniciativas propias y no para tirar piedras sobre esas revistas, que nos moleste o no, son el mascarón de proa de la ciencia actual.
2 comentarios:
Pues a mi, mas que aldeano, me parece que Juan Aréchaga lo que quiere es arrimar el ascua a su sardina.
Es el director de la revista española The International Journal of Developmental Biology. Saca 7 números al año y la suscripción individual cuesta 200 euros al año.
Totalmente de acuerdo con Alfonso. Lo verdaderamente lamentable es la forma en la que El Pais mete la pata reiteradamente en temas de ciencia.
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