27 noviembre 2007

Canteranos

Este próximo año 2008, en nuestro pequeño grupo de investigación se defenderán cinco tesis doctorales. La primera ya tiene fecha: el 11 de enero. Trabajo nos ha costado a todos pero el final ya está a la vista.

El problema es que eso del "final" es literal ya que previsiblemente ninguno se quedará en el grupo, todos se irán, nadie se dedicará a la investigación. Ha llegado la hora de las decisiones y no han tenido alternativa. Pueden optar, eso sí, a un beca postdoctoral en Australia y luego otra en Francia o en Canadá, pero eso sólo alejará unos pocos años la vuelta al mismo problema.

En mi equipo de fútbol había cantera. Eso significaba que desde los siete u ocho años se jugaba al fútbol en las categorías menores y los buenos eran promocionados poco a poco hasta llegar, si tenían méritos, al equipo mayor. No sé allá al otro lado del charco la forma de hacer. Aquí ya no hay cantera porque los equipos fichan a jugadores estrella que van pasando de club en club, cambiando de colores según sube el sueldo.

El problema es que misma estrategia se sigue en la investigación. O peor. Nuestra cantera son los recién egresados, entre los cuales no sería difícil seleccionar uno o dos al año que conjugaran inteligencia (hay bastantes) y vocación (algunos menos). Podría ofrecerles una línea de trabajo razonablemente productiva y una beca/contrato (2+2) predoctoral para hacer la tesis. Puedo incluso garantizarles que, si trabajan con la dedicación esperable, su tesis no fracasará porque estará bien planificada y tendrán el material necesario para sacarla adelante. Pero no hay más que ofrecer.

Por ese motivo, sueño con unas pocas reformas en la universidad. Pero temo que no se van a realizar mañana. Hoy sólo les esbozo una: que las universidades tengan plazas tanto de docentes como de investigadores. Actualmente sólo se crean plazas si hay alumnos. No hay nuevos alumnos ergo no hay nuevas plazas. Así de fácil. Por lo tanto, a esos cinco nuevos doctores (tres mujeres y dos hombres) no se les va a abrir ninguna puerta.

Por ese motivo, como no quiero ver ni generar más frustración, he decidido no dirigir más tesis doctorales. Así terminamos el Año de la Ciencia.

El lado bueno es que todos nuestros ex-alumnos están colocados, a veces antes de terminar el proyecto fin de carrera. Con pleno empleo ¿para qué iban a dedicarse a la investigación?

8 comentarios:

rmcantin dijo...

Aquí tienes a un "canterano", escribiendo ya, con varias publicaciones decentes y con cartas de recomendación de varios de los mejores investigadores del área a nivel mundial... y que se va fuera.

Es muy triste lo de que no puedas dirigir más tesis. Siempre puedes ofrecer alguna, poniendo todas las cartas sobre la mesa desde el comienzo. A veces la vocación es más fuerte que cualquier otra cosa.

Unknown dijo...

Una pena, Ángel, que alguien como tu se vea obligado a adoptar esa decisión, pero creo que tal como están las cosas es lo más honesto para ti y para los que comienzan una tesis con la ilusión de seguir una carrera investigadora. Carrera inexistente en España por desgracia. Es una decisión difícil, pero valiente, y no eres el único que la toma por las mismas o similares razones. Quizás si dejamos de colaborar con un sistema de parches alguien se de por aludido y haga algo.

Da pena mirar hacia España, desde el extranjero y después de casi dos años de emigrado, y ver que no se ve solución a medio plazo; que buenos profesores pierden la ilusión en formar a los jóvenes y que jóvenes brillantes dejan la investigación, o el país, para perseguir otros sueños. Tener hijos por ejemplo.

Un abrazo y enhorabuena por esas futuras 5 tesis a ti y a tu grupo.

AJ

Roke Iñaki Oruezabal dijo...

A mi también me parece honesto (duro pero cabal), la ejecución de la vocación a los 23 años es maravillosa sin responsabilidades, a los 30, con algunas responsabilidades más, genera desengaño y luego frustración, existen múltiples ejemplos. No parece tener sentido meter a alguien en la estrecha supuesta carrera investigadora cuando en realidad no existe. Y si no que se lo digan a estos brillantes Juan de la Cierva (la crème de la crème):
http://uamblogger.blogspot.com/2007/10/cada-uno-en-su-planeta.html

Ángel M. Felicísimo dijo...

rmcantin, que tengas suerte, a ver como salen las cosas. Respecto a poner las cartas sobre la mesa, ya lo hago porque una de las cuestiones que discuto con la gente antes de que se embarque en la tesis es precisamente las opciones de futuro. Aún así, aunque digas la verdad, toda la verdad, etc., todos esperan llegar a buen puerto, entendiendo como tal una plaza en la universidad. Y si esto no llega la frustración es inevitable, no sólo para ellos sino también para mí, que he invertido un tiempo y esfuerzo no despreciable en la tarea. Habrá que esperar unos años, a ver si alguien se atreve a decir que el rey está desnudo y que pedir que mejore la I y la D de nuestros planes no puede hacerse a base de un goteo de becas sin futuro claro.

Anna dijo...

Estoy solo parcialmente de acuerdo con lo que dices. Es cierto que debería haber más plazas, pero creo que es interesante moverse. En algunas universidades parece que lo importante sea mantenerse allí como una garrapata años y años para conseguir un puesto al final, pero no me parece que eso sea científicamente enriquecedor para nadie. Uno debe moverse, ver otras universidades y centros, diferentes maneras de trabajar. Así es como realmente se aprende. Aunque luego, claro, debes poder volver y encontrar un trabajo, porque si no vaya gracia tanta movida!

En fin, y no me malinterpretéis, puesto que yo soy una de esas que está acabando una tesis y debo decidir sobre mi futuro... y no lo tengo nada claro! Sigo con la investigación, o tiro adelante mis proyectos familiares?

Ángel M. Felicísimo dijo...

Anna, estamos de acuerdo pero son cuestiones distintas. Salir del pueblo es imprescindible (aunque reconozco que yo por mi peculiar curriculum no tuve la opción). No habría ningún problema en que para optar a un puesto de investigador en España se pidieran estancias en centros de calidad extranjeros pero el muro lo encuentras al llegar como bien sabes. Ahora se va uno fuera porque no le queda más remedio, ojalá se hiciera porque así se cumplía una condición para entrara en el sistema de investigación.
La respuesta a tu pregunta es complicada, yo no me daría por derrotado antes de llevarme un par de golpes. Mucha suerte.

Anónimo dijo...

Hola,

Como humilde gestor de investigación, discrepo completamente de esa visión en la que las universidades adquieren "mágicamente" alguna obligación con sus doctorandos una vez que obtiene el título.

En realidad, yo soy partidario de justamente todo lo contrario: Abogo porque las universidades no contraten jamás a sus propios doctores (o, como mínimo, fijar un límite temporal amplio). Algunos de los mejores centros de investigación del mundo siguen esa política (Harvard, por ejemplo, si mi memoria no falla, aunque no tengo tiempo de comprobarlo ahora).

Lamento tu decisión, que espero reconsideres, porque nunca tendrás mejor grupo de investigación que cuando tengas muchos y buenos doctores colocados en algunos de los mejores centros de investigación. Dejar de dirigir tesis será la muerte anunciada de tu grupo de investigación.

Un saludo,
Y ánimo.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Cuando llevas cuatro o cinco años trabajando con una persona, ves que funciona, que es capaz de trabajar en equipo, que es inteligente, que empieza a resolverte problemas en vez de a creártelos... lo mejor es quedarte con ella si puedes para que esa inversión rinda su fruto aquí, no en Harvard, que seguro van sobrados.

Y el problema, al final, es que tampoco puedes captar a doctores de otros lados porque la ausencia de carrera investigadora en España es la misma para todo el mundo, venga de la UEX de la UAB o de Cambridge.

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