03 septiembre 2006

¿Qué es el cielo?

Donde el padre Kijas responde a la pregunta básica; la respuesta no es 42 pero se le parece mucho

Esta es una entrada meramente informativa, una especie de servicio público.
Ustedes se habrán preguntado alguna vez adónde van a ir cuando se mueran. La respuesta es complicada ¿arriba? ¿abajo? ¿está el cielo realmente arriba? ¿cuánto hay que subir en verdad? ¿vamos todos al mismo sitio? ¿o los cristianos van a uno y los musulmanes buenos a otro? Nada mejor que preguntar a un experto para que, con palabras claras, responda a la pregunta básica.

Entrevistador: padre Kijas ¿qué es el cielo?
Antes que nada, existe el cielo visto con los ojos de la fe, una unión con Dios, una unión que debe leerse en la óptica de los textos sagrados, en concreto con el auxilio del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Pero el cielo es algo más profundo que esta unión. Sus características se pueden deducir de los datos bíblicos y también de nuestra experiencia, de los momentos especiales de la vida, en los que experimentamos tranquilidad, serenidad, ausencia de deseos malos y de temor.
El cielo no es un lugar material o geográfico, es más que un estado de ánimo, es nuestra interioridad, nuestro ánimo que permanece sereno consigo mismo, es experimentar la paz auténtica, vivir la alegría de la riqueza de la vida con la paz del corazón.
Yo: Aaaah...
Entrevistador (insiste): ¿qué idea tiene del cielo?
El cielo no es algo estático, la misma imaginación nuestra no lo capta como algo estático. Es un continuo acontecer, un crecimiento que avanza con nuestra llamada, nuestros deseos, nuestras mismas deficiencias.
La idea que yo tengo, común a muchos, es la de una reciprocidad hecha de diálogo, nunca un estar bien solos sino en diálogo, un reflejo de la vida de la Trinidad, comunión de personas que se aman y se donan en abundancia. Este es el estado paradisíaco, nunca poseer, sino estar abierto a las necesidades del otro, a su bien, una respuesta de amor a la petición de amor ajena.
Yo: Aaaah..

Bueno, reconozco que la idea del cielo cristiano no me ha quedado muy clara pero tal vez entre ustedes haya alguien que hable élfico y lo entienda. Otro día buscaré la idea del cielo del islam a ver me convence más o también se parece a la filosofía new age de todo a un euro.
Nota: preguntas y respuestas son exactas, aunque fragmentarias. Pueden encontrar la entrevista completa (es breve y completamente incomprensible) aquí.
"El entrevistado es el padre Kijas, franciscano conventual, polaco, quien ha sido profesor de Teología sistemática y ecuménica en la Academia Pontificia de Teología de Cracovia, para comprender cómo aparece el cielo hoy a los ojos del creyente."
¿Lo ha conseguido?

02 septiembre 2006

[Libros] Una breve historia de casi todo


Aunque ya está disponible desde hace más de un año en versión de 25 euros, seguro que hay despistados como yo que no lo habían leido. Fue mi libro de cabecera en estas pasadas vacaciones y no voy a comentarlo, sólo recomendárselo con absoluta prioridad. Lo bueno es que ahora está en edición de bolsillo lo que permite disfrutar durante unos días como un cosaco en una bodega de vodka por menos de 9 euros. Lo mejor es que está en formato digital para descargarlo gratuitamente en Enlace de Bibliotecas Digitales, que les comenté en un post de hace unos meses. Se trata de "Una breve historia de casi todo" de Bill Bryson, que es exactamente lo que promete, casi 700 páginas absorbentes de muy buena divulgación científica y, encima, magníficamente traducida por José Manuel Álvarez Flórez.
Otros han hecho reseñas mejores que las que yo pueda hacer: la José Javier Etayo en El Cultural, o en el blog de Javier Armentia. O no lean reseñas, fíense de mí: cómprenlo, descárguenlo, da igual, pero léanlo.

Bill Bryson, "Una breve historia de casi todo", RBA Bolsillo, 1ª ed. septiembre de 2005

31 agosto 2006

Plutón y el monje budista ruso que fuma

De donde se deduce que la meditación no da necesariamente la sabiduría

Aunque el original de la agencia Interfax está en el apartado de Religión, Terra da un valeroso paso adelante y decide poner el apoteósico articulillo en la sección Ciencia, empezamos bien. La cosa es, en español, así:
La exclusión de Plutón como un planeta del Sistema Solar no es nada nuevo para los budistas de Rusia porque ese cuerpo celeste nunca figuró en la astrología tibetana, afirmó hoy Sanyei-Lama, portavoz de esa confesión en Rusia.
“Para nosotros, incluir o excluir a Plutón de la lista de planetas carece de sentido porque nunca fue un planeta”, afirmó Sanyei-Lama a la agencia Interfax. Para la astrología tibetana, Plutón no es más que 'una aglomeración gaseosa o un cometa', apuntó Sanyei-Lama.Al mismo tiempo, el monje manifestó su satisfacción por el veredicto de la UAI que evidencia que “los científicos contemporáneos hacen descubrimientos muchos siglos después que nosotros”.
Como el tema es estúpido en sí mismo no he perdido mucho tiempo en él, disculpen la brevedad en la revisión de las afirmaciones del levitante:
1. “Ese cuerpo celeste nunca figuró en la astrología tibetana”
Pues hay a gente que no se ha enterado:
Alguno me dirá (o no) que el monje es más serio que una página web, pero esa es una arriesgada afirmación que debería demostrarse después del preceptivo control de alcoholemia.
2. “Plutón no es más que una aglomeración gaseosa o un cometa”.
Prueba no superada, lo siento, los datos contradicen ambas afirmaciones. Si el reverendo lama tiene otra información (ver párrafo siguientes) debería sacarla a la luz.
3. “Los científicos contemporáneos hacen descubrimientos muchos siglos después que nosotros”
¿Qué descubrimiento? La redefinición no ha conducido a ningún descubrimiento, es una cuestión de eso, de definiciones por aquello de ordenar conceptos y reducir el caos. Por otra parte ¿desde cuando dice el monje que conocen la existencia de Plutón? ¿He oído "muchos siglos"? Pues calladito que lo tenían. Y es que a toro pasado, todo el mundo es torero.

Vemos que todas las religiones tienen su pitonisa Lola, qué le vamos a hacer. El asunto podría haber sido mucho más interesante porque según el blog Bartholomew's notes on religion, Shelley Ackerman, ha criticado a la IAU por no tenerlos en cuenta (a los astrólogos) en la definición de planeta. La Ackerman es “astróloga profesional” y tiene, cómo no, su web Karmic Relief con foto incluida y donde pueden hacerse ustedes una carta astral gratis. Usa a Plutón en sus cartas astrales aunque no a Xena, un 20% mayor. Lo de la UIA podría haberlo previsto en los astros pero creo que estaba nublado ese día. Vende un CD con sus predicciones para el 2006 por el módico precio de 15 dólares más gastos de envío. No he encontrado ninguna predicción de acontecimientos pasados o futuros, gratis.

Y mi castigo por tanta incredulidad ha llegado (sabrán ustedes que soy Escorpio, obviamente):
Others warned that Scorpios should be especially cautious in the coming days because the sign is closely associated with Pluto.
“Scorpios can be extremely explosive, and very direct, and this could be the trigger that makes them explode,” says Milton Black, an Australian astrologer who claims to have more than 580,000 clients. Laura Bush, Hillary Clinton and Condoleezza Rice, take note. All three are Scorpios.
Arghhh, Condoleezza no, por favor, Condoleezza no. Perro mundo.

30 agosto 2006

El Evangelio de Tux

En esos días sucedió que había un joven escolar en Helsinki que se llamaba Linus el Torvald. Linus era un hombre devoto, un discípulo de RMS, fuerte en el espíritu de Turing, von Neumann y Moore. Un día, meditando en la Arquitectura, Linus cayó en trance y tuvo una visión. Y en la visión vió un magnífico pingüino, sereno y agraciado, sentado sobre un témpano de hielo mientras comía pescado. Y ante la vista del pingüino Linus se asustó profundamente, y rogó a los espíritus de Turing, von Neumann y Moore para que le ayudasen a interpretar ese sueño...

Sólo para místicos: El Evangelio de Tux, desenterrado. Sí, esta vez no he trabajado nada.

27 agosto 2006

Benedicto XVI y la evolución biológica

Artículos clave:
C. Schönborn (2005). Finding Design in Nature, The New York Times (7 de Julio).
P. Schuster (2005). Evolution and design: The Darwinian view of evolution is a scientific fact and not an ideology, Complexity, 11(1): 12-15.

La reunión
Pues sí, Benedicto se va a poner a debatir con “antiguos alumnos” sobre Cristianismo y Evolución. La noticia la dan en Proyecto Darwin además de en varios periódicos y páginas web de aficionados a Ratzinger como Benedicto XVI, por poner un ejemplo. El objetivo es “tratar de encontrar los nexos de unión entre las teorías expuestas por Darwin y la tradicional visión creacionista postulada por la Iglesia católica” (de lo de “nexos de unión” hablaremos otro día).
Leyendo las reseñas, la reunión tiene pinta se acabar siendo un enfrentamiento entre dos personas: Peter Schuster y Christoph Schönborn con Ratzinger de espectador. El primero ha sido invitado como representante de la “oposición”, en segundo juega en casa. Veamos algo de cada uno de ellos y porqué digo esto.

Los actores
Peter Schuster es doctor en química y física, director del Instituto de Química Teórica de la Universidad de Viena y editor jefe de la revista Complexity (y editor consultivo de una docena más). Schuster trabaja en temas diversos (autoorganización y genética, por ejemplo) por lo que puede aportar una visión muy amplia sobre la evolución. Su currículo está disponible en Internet.

Christoph Schönborn es cardenal y doctor en teología. Carece de estudios científicos y defiende la idea del “diseño inteligente” atacando lo que él llama neodarwinismo por motivos ideológicos: “las objeciones al neodarwinismo son esencialmente filosóficas. Su gran preocupación pasa por el materialismo que está llenando el pensamiento moderno y la sensibilidad religiosa en la percepción humana del mundo.” (tomado de aquí). Su pensamiento sobre este asunto se explica sintéticamente en este artículo.

Los antecedentes
La historia, a grandes rasgos, comenzó el 7 de julio de 2005, con un artículo de Schönborn en The New York Times. El resumen del NYT es el siguiente:
Op-Ed article by Roman Catholic Cardinal Christoph Schönborn on Catholic stance on evolution; says evolution in sense of common ancestry might be true, but evolution in neo-Darwinian sense —unguided, unplanned process of random variation and natural selection— is not; says immanent design evident in nature is real; holds scientific theories that try to explain away appearance of design as result of 'chance and necessity' are not scientific at all, but, as Pope John Paul II put it, an abdication of human intelligence.
También, según el diario ABC, para el cardenal Schönborn,
La evolución en el sentido de una descendencia común puede ser verdadera, pero la evolución en sentido neo-darwiniano, esto es, un proceso no guiado ni planificado de variación casual y selección natural, no lo es. Todo sistema de pensamiento que niegue o intente minimizar la abundante evidencia de un designio en la biología es ideología y no ciencia.
Schuster le contestó por varias vías. La más sintética fue un breve artículo de título autoexplicativo y que deberían leer: “Evolution and design: The Darwinian view of evolution is a scientific fact and not an ideology” (Complexity, 11(1): 12-15). También explica sus puntos de vista algo más personales en una entrevista del Nacional Catholic Reporter que puede leerse aquí. Existe un documento con las diapositivas que con bastante seguridad serán la base de su intervención.
Veremos estos días en qué acaba el asunto pero también quisiera comentar un par de cosas porque veo algunos problemas de enfoque en la cuestión.

Mis críticas
El primer problema que veo es que Schuster se proponga “demostrar” que, en el curso de la evolución, no es necesario un creador. Espero que no sea su intención porque es un ejercicio irrelevante debido al carácter de sus oyentes. En mi opinión, su actitud debe ser una exposición clara y metódica de lo que se sabe sobre la evolución, rigurosa, usando las herramientas que la ciencia le da: los datos y la razón. No es misión de la ciencia demostrar nada sobre la no necesidad de los dioses, ni de Cthulhu, ni del pato Donald.

El segundo problema es que Ratzinger y sus antiguos alumnos no pueden entender nada de lo que Schuster les puede decir. No es que sean estúpidos, es que son analfabetos científicos. En este sentido, es imposible que entiendan las implicaciones profundas de ningún trabajo de los que aparecen en las diapositivas de Schuster. Lo que pasa es que esos trabajos son serios, no los ejercicios de lógica infantil a los que están acostumbrados. ¿Cómo puede hablar de evolución alguien que no sabe nada de genética ni de fisiología ni de bioquímica?

El tercero es la ausencia de unas reglas de juego comunes, manifestado por el discurso del cardenal en el NYT y demás sitios: silogismos cutres unidos a la absoluta impermeabilidad a cualquier evidencia. Por ejemplo: “El Cardenal enfrentará la cuestión de ‘creación y evolución’ desde un punto de vista teológico y de filosofía de la naturaleza.” Sinceramente, no tengo ni idea de qué quiere decir eso de “filosofía de la naturaleza”. La ciencia ha establecido reglas claras para que el diálogo entre el científico y la naturaleza tenga significado pero esas reglas no son las del cardenal. ¿Cómo puede explicar Schönborn los mecanismos de la división celular desde la “filosofía de la naturaleza”?

Para ir acabando, los pongo unas pocas falacias de Schönborn sacadas de sus artículos. Hay muchas más pero tampoco hay que cansar (empezamos por el artículo del NYT):
Ever since 1996, when Pope John Paul II said that evolution (a term he did not define) was "more than just a hypothesis," defenders of neo-Darwinian dogma have often invoked the supposed acceptance - or at least acquiescence - of the Roman Catholic Church when they defend their theory as somehow compatible with Christian faith.
Falso, la supuesta aceptación del extinto Wojtila o la (in)compatibilidad con el cristianismo nos trae al fresco. Schönborn sigue engañando al situar a su religión como referente, intentando que alguien se crea que los científicos estamos orbitando a su alrededor y esperando que un papa diga esto o lo otro. Lo que pueda decir Ratzinger o haya dicho Wojtila no cambia los hechos ni influye en los próximos experimentos, ya quisieran ellos.
“Any system of thought that denies or seeks to explain away the overwhelming evidence for design in biology is ideology, not science.”
¿Palabra de cardenal? Porque no das otras razones. Demasiado acostumbrado a que te hagan caso por decreto se te olvida que argumentar es necesario para convencer a algunos. No a tus ovejas, claro, pero es que el resto no balamos.
"Si ésta (el evolucionismo) es una teoría científica, debe estar abierta a la crítica científica. Lo que yo critico es una especia de estrategia para inmunizarla, como si fuera una ofensa a Darwin decir que hay aspectos que esta teoría no puede explicar”
Sería suave si dijera que el cardenal no tiene ni idea de lo que habla por lo que voy a decir directamente que miente. Miente a sabiendas de que la comunidad científica jamás siente las críticas como “ofensas a Darwin”, un concepto profundamente estúpido (cree el ladrón...). Miente intentando difundir la idea de que la evolución no ha sido criticada, cambiada, adaptada y mejorada mil veces a lo largo de su breve historia, que comenzó tanto con Darwin como con Wallace.
El problema de Schönborn es que usa la estrategia de sembrar mentiras a ver si alguien se las cree y recoger los frutos. Miente para desacreditar porque no hay un solo argumento en su discurso. Esa actitud me parece infame pero muy propia de una institución que lleva siglos manipulando a la gente, intentando mantenerla en la ignorancia y amparándose en los argumentos de autoridad de personas que jamás aceptan la crítica porque están por encima del mundo. Estudie Schönborn, estudie antes de decir más tonterías, no abdique de su inteligencia.
Podría empezar por asimilar el trabajo de Papadopoulos y colegas Genomic evolution during a 10,000-generation experiment with bacteria (Proc. Natl. Acad. Sci. USA, 96: 3807–3812, March 1999) a ver si le dice algo. Pero creo que aplicará eso de “si la realidad se opone a tu dogma, niega la realidad”.

Actualización: el trabajo de Papadopoulos y su equipo es un seguimiento del proceso de evolución de E. coli en laboratorio y no finalizó con la publicación. Recientemente se produjo un hecho espectacular: al cabo de 33000 generaciones, una de las colonias de bacterias comenzó espontáneamente a utilizar como alimento el citrato existente en el medio, un producto que se usa para estabilizar el pH y que inicialmente no era utilizado. Es un caso de mutación que permite el aprovechamiento de nuevos recursos y que ya ha quedado fijado en el genoma transmitiéndose por tanto a las generaciones sucesivas (Borland, R. and E. Lenski. Spontaneous evolution of citrate utilization in Escherichia coli after 30000 generations. Evolution Conference 2004, Fort Collins, Colorado).

25 agosto 2006

Sólo un fragmento de vida diaria

No esperen gran cosa, entradilla ligera, de fin de agosto...

Parte 1. La situación.

No sé cómo se organizan allá por las américas para ir de compras. Aquí nos hemos metido poco a poco en un protocolo de esos que te vuelven gili…, digo, que te armonizan con los nuevos tiempos de conductas complejas y esencialmente estúpidas. Por eso odio ir a los supermercados, porque son como el colmo de los absurdos cotidianos.
Lo primero es llegar, cosa no especialmente simple. Es obligado usar coche porque está en las afueras y el transporte público no existe o está completamente inadaptado a su función. El uso del coche supone contaminación, un incremento de coste y te incita a comprar de más para amortizar el viaje.
En el enorme local los productos cambian periódicamente de lugar con el único y exclusivo fin de que el usuario callejee unos cientos de metros por los pasillos y se inunde de información basura. Esta versión del spam puede suponer el 99.9% de todo lo que ves. Un bonito ejercicio sobre la estrategia de convertir el comprador en el judío errante es situar en un croquis la ubicación de los productos básicos: pan, aceite, leche, huevos y coñac. Fíjense que siempre están convenientemente lejanos entre sí, supongo que en beneficio del usuario ya que caminar es excelente para la salud.
Pero caminar por un hiper de estos difiere esencialmente del paseo por el parque o por la calle peatonal de tu ciudad. En este último caso, el paseo es hasta relajante, intercambias saludos con los conocidos ociosos, criticas las obras municipales con todos o simplemente te dedicas a ver pasar la vida del sexo opuesto. En un hiper la conducta es diferente, agarrado fuertemente al carrito, harto del ruido que te envuelve y sobre el que se sobrepone a duras penas la música con la que promocionan el último disco de Bisbal, compites por el espacio y la circulación.
La hora de pasar por caja es una mis preferidas por el protocolo: si sacas tu tarjeta de crédito te piden el documento de identidad para comprobar si la has robado. Este bonito detalle es esencialmente latino: eres siempre sospechoso de ser un delincuente. Y la encargada de hacer ese test jurídico es la chica de la caja (aquí hay pocos hombres). Por eso yo robo las carteras completas para que los nombres coincidan porque luego nunca miran si el de la foto eres tú. En un arrebato experimental, un amigo mío pasó el test sin problemas enseñando el carnet de una organización juvenil extinta con el franquismo, donde el susodicho ostentaba 30 años menos.
Tras pasar la prueba de honradez, te piden la tarjeta del supermercado con la que acumulas puntos para que luego te descuenten el 10% de tu próxima e inverosímil compra de chanquetes marca Acme. Yo nunca llevo esa tarjeta por lo que la cajera me examina, ya atentamente, con sospecha y me recomienda que no me vaya sin pasar por la caja principal a encargar una. El procedimiento no es inocuo: para sacar la tarjetita hay que rellenar un papel con tus datos personales: nombres y apellidos, fecha de nacimiento, domicilio, teléfono… y firmar algo redactado por el mismo sujeto de las instrucciones del teléfono móvil (ver una de las entradas anteriores). Y esto me lleva a la segunda parte.

Parte 2. Las consecuencias.
Poco a poco, fragmentos de nuestra identidad se trasmiten a las tarjetas de la biblioteca, del videoclub, de crédito, de la gasolinera, del hipermercado, de sanidad, de la universidad. Nuestro teléfono suena continuamente por parte de compañías telefónicas rivales que se empeñan en que les contemos nuestra profesión, nuestra edad, cuántos somos en casa, si tenemos internet, en qué rango está nuestro sueldo… Y dentro de poco todos los coches y teléfonos móviles llevarán GPS y serán localizables en cualquier momento. Google incorporará la utilidad de ver en qué cajeros hemos usado nuestra tarjeta en los últimos meses. Carrefour nos enviará un correo electrónico diario personalizado con las ofertas de productos que, de acuerdo con nuestras compras anteriores, son esenciales para nosotros. Mientras tanto, sin esperar a esto, en el aeropuerto de Barcelona se graban en video las matrículas de los coches que entran y salen; las autopistas tienen cámaras fijas y las compañías telefónicas retienen los números de las llamadas durante meses. Todos sin preguntar, claro.
No soy especialmente celoso de mi identidad (a partir del blog se llega a mi nombre completo, foto y currículo académico en tres clicks). Pero sí me gusta practicar una desobediencia civil moderada ante el control de nuestras actividades privadas aunque sólo sea para hacer patente lo patético del esfuerzo. Yo les propongo dos o tres medidas: no contesten a las encuestas, no usen tarjetas salvo en caso de emergencia, no den su teléfono más que a los amigos. A mí, el servicio (¿) de Correos me ha facilitado las cosas negándose a llegar a mi casa por lo que mi dirección, incluso para la recaudación del Estado, es un apartado postal.
Pero ahí se acabaron las opciones (a menos que se les ocurra algo, soy todo oídos).
Por último y para acabar bien: no se tomen esto demasiado en serio y no se les ocurra ver “Enemigo público”.
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