Hay muchas definiciones sobre el género literario de ciencia-ficción. Yo le pongo una condición estricta: que en su argumento intervengan de forma significativa elementos de ciencia real e imaginada. La condición no es inocente ya que el argumento debe tener una estructura coherente y, aunque fantasiosa (por eso es ficción), creíble en sus principios y estructura. ¿Cabe la existencia de un "Mundo anillo" del tipo propuesto en la novela del mismo nombre? Por lo que conocemos ahora no, pero la justificación que se ofrece en el libro es coherente y aceptable dentro de la ficción científica. La segunda condición es también restrictiva: los elementos de CF deben ser parte significativa del argumento, no anecdótica. En este sentido, la saga "Star Wars" no es de CF porque la ciencia no interviene y el escenario futurista es sólo eso: mero decorado. Exactamente el mismo argumento podría ambientarse en cualquier otra época (la Edad Media europea, por ejemplo) sin perder más que efectos especiales.
Por otra parte, la ciencia imaginada en el libro debe ser coherente con la ciencia real conocida en el momento de escribirlo: puede proponerse un vehículo antigravedad pero si su presencia es importante en el argumento, debe plantearse el camino imaginado que lleva a su existencia.
Hoy, por aquello de que es sábado, me apetece llamar la atención sobre dos libros no tan conocidos como los de Clarke o Asimov pero que creo valiosos. Se trata de "Puente mental" (
Mindbridge) y de "La guerra interminable" (
The forever war), escritos por Joe Haldeman hace mucho tiempo (1975-76). Ambos son un derroche de imaginación en el guión y perfectamente legibles hoy en día porque para estos dos libritos el tiempo no ha pasado. A la calidad de los argumentos tal vez ayudó su profesión (astrónomo con estudios de matemática y computación) y su experiencia (guerra de Vietnam). El caso es que son buenas, muy buenas.
La guerra interminable lo es contra un ejército extraterrestre donde uno de los valores apreciables es que, por fin, los extraterrestres lo son de verdad, extraños, con una mente colectiva, con comportamiento y valores no humanos.
Puente mental acude también al contacto con ET para armar su guión, donde un equipo de exploradores profesionales de nuevos mundos encuentran un ser vivo que permite el contacto telepático, eso sí, a un alto precio. No se pierdan ninguna de las dos.
Y como estrambote les cuento mi peli preferida de CF en la que coincido con muchos otros, no soy nada original:
Blade Runner. No se les ocurra gastar dinero, en cambio, en el libro en el que se basa titulado
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick. Es uno de esos raros casos donde la película supera ampliamente al original literario, para mí perfectamente prescindible. El caso contrario sería
2001, Una odisea del espacio, donde el libro de Clarke ha perdurado mientras que las imágenes de Kubrick están más rancias que el queso que encontré hoy detrás de la nevera.