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23 marzo 2010

Medical Hypotheses, una revista científica sin revisión y sus consecuencias

Ya saben ustedes que para publicar en una revista científica hay que pasar por un filtro que se ha denominado "revisión por pares". Tu artículo será sometido a crítica por dos o tres revisores, supuestamente conocedores del tema y que, no lo dudes, te buscarán las cosquillas. Un trabajo nuestro fue sometido a siete (7) revisores, menos mal que uno no contestó y sólo hubo que ocuparse de seis. Pero bueno, a lo que iba. La revisión por otros científicos no es la panacea y tiene sus luces y sus sombras pero hasta el momento, aunque todos hemos sufrido los efectos de algún revisor psicópata, no parece que a nadie se le hayan ocurrido alternativas mejores.

Y en esto me entero de que hay una revista de las publicadas en Elsevier, una sola, donde los artículos no se someten a revisión y que, a pesar de todo, tiene factor de impacto reconocido (1,415). Se trata de Medical Hypotheses, que se define como lugar para "ideas radicales, especulativas y no convencionales" y donde la publicación o no de un artículo depende de la opinión de una sola persona: el editor de la revista Bruce Charlton.

Elsevier es uno de los grandes mayoristas de la publicación científica y responsable, entre otras revistas médicas, de The Lancet. Elsevier ha comunicado a Bruce Charlton que su contrato termina a fin de este año y que, mientras tanto, debería introducir algunos cambios en su política editorial (incluyendo la revisión externa) o dimitir directamente.

El detonante ha sido la publicación de dos artículos en el año pasado. Uno había sido presentado previamente a una revista especializada de alto impacto (Journal of Adquired Immune Deficiency Syndromes, FI: 4,57) donde fue rechazado por los cinco revisores a los que se envió y que dice que los datos médicos existentes no prueban que el virus haya matado masivamente en Sudáfrica. Ambos sostienen que no hay evidencia de que el SIDA esté provocado por el HIV.

Charlton aduce que publicó los artículos porque él es "agnóstico" respecto a las relaciones HIV-SIDA y que hay trabajos que aunque tal vez estén equivocados pueden mostrar puntos de vista interesantes para hacer pensar al lector. Curiosamente, el primer artículo se recibió el 3 de junio de 2009 y fue aceptado... el 3 de junio de 2009. El segundo se recibió el 9 de junio y fue aceptado el 11. Al menos, en este segundo, tal vez el editor llegó a echarle un vistazo.
Las reacciones no se hicieron esperar. La mayor parte de ellas inciden en que el artículo no es la exposición de una idea nueva o arriesgada, como se plantea la revista, sino pura basura ya que la relación HIV-SIDA está sólidamente establecida. Tras las críticas, Elsevier, la editorial de la revista, solicitó una crítica externa de los artículos por cinco revisores. El veredicto fue, de nuevo, unánimemente negativo, señalando que ambos artículos estaban plagados de errores y de interpretaciones deficientes. Charlton se negó a aceptar las revisiones indicando que Elsevier no tenía derecho a ponerse por encima de su decisión editorial y que la petición de retirada del artículo era consecuencia de las presiones del "AIDS stablishment". Elsevier retiró los dos artículos apoyándose en las críticas de los revisores y argumentando que existían datos falsos o inexactos cuya difusión supondría un riesgo para la salud.

Las consecuencias han sido, como ya comenté, la comunicación del fin del contrato del editor y muy probablemente la introducción de la revisión de los artículos que, independientemente de ser "arriesgados", contradigan conocimientos ya establecidos sin aportar pruebas que confirmen o apoyen sus afirmaciones. Hay que señalar que al menos uno de los artículos (el otro no lo he visto) no contiene "investigación original" ni datos nuevos sino comentarios e interpretaciones. El tema no es un debate sin más ya que la negación de las relaciones HIV-SIDA implica que hay gente que también negará la necesidad de la prevención y el tratamiento de la enfermedad, algo con consecuencias claramente letales.

Personalmente, creo que este es un debate que se repite en otros ámbitos: ¿cómo distinguir ideas innovadoras o revolucionarias de la pura basura? ¿debe permitirse en una revista científica la publicación de cualquier opinión "controvertida" como que la Tierra es hueca (o plana)?

Imagen de microscopio electrónico con virus HIV-1 (verde) sobre un linfocito en cultivo (imagen original)


Creo firmemente que no, que hay límites razonablemente claros entre ciencia especulativa y pseudociencia. La ciencia especulativa irá más allá de lo que se sabe con certeza pero no debe ser una "ocurrencia" tras una resaca. Si alguien afirma que el SIDA no tiene relación con el HIV debería hacerlo interpretando bien lo que se sabe y argumentando de forma verosímil; y si faltan datos debería proponer cuales son y como deberían recogerse. Por otro lado, una idea que contradice lo ya conocido debería estar bien argumentada, aunque sea una hipótesis arriesgada. Lo demás es solo ruido.

Aunque en el post no pretendo entrar en la polémica sino comentar el caso de los límites de la publicación científica, los artículos retirados por Elsevier circulan por la Red impulsados por movimientos negacionistas del SIDA. Por si quieren echarle un vistazo al más sonoro, aquí lo tienen:
Peter H. Duesberg, Joshua M. Nicholson, David Rasnick, Christian Fiala, Henry H. Bauer, 2010. HIV-AIDS hypothesis out of touch with South African AIDS – A new perspective
Y, desde el otro lado, una crítica del artículo anterior mostrando sus deficiencias argumentales:
Claus Jensen, Deconstructing Duesberg. A Critique of HIV-AIDS hypothesis out of touch with South African AIDS – A new perspective.

20 enero 2010

¿Circuncisión profiláctica?

Venga, vamos a comentar este grimoso tema. Resulta se ha publicado un artículo en PLoS ONE, a saber:
Lance B. Price1, Cindy M. Liu1, Kristine E. Johnson, Maliha Aziz1, Matthew K. Lau, Jolene Bowers1, Jacques Ravel, Paul S. Keim1, David Serwadda, Maria J. Wawer, Ronald H. Gray, 2010. The Effects of Circumcision on the Penis Microbiome. PLoS ONE 5(1): e8422.
Se lo resumo: se coge a una docena de ciudadanos ugandeses (libres de VIH) y se les introduce un bastoncillo por donde ustedes están suponiendo. Luego se les circuncida hábilmente y se vuelve a insistir en el asunto del bastoncillo. Finalmente se analizan las muestras de donde resulta:
  1. Que la flora bacteriana de la parte interna del prepucio medio ugandés incluye 42 familias de bacterias diferentes, tanto aeróbicas como anaeróbicas.
  2. Que tras la circuncisión disminuyen algunas bacterias anaeróbicas
Lo cual a mi me parece bastante previsible, la verdad: si oxigenas, reduces los organismos anaeróbicos. Lo curioso es que de esos resultados (el trabajo es largo pero no hay mucho más donde hincar el diente) extraen unas las conclusiones siguientes:
The anoxic microenvironment of the subpreputial space may support pro-inflammatory anaerobes that can activate Langerhans cells to present HIV to CD4 cells in draining lymph nodes. Thus, the reduction in putative anaerobic bacteria after circumcision may play a role in protection from HIV and other sexually transmitted diseases.
Es decir: el entorno anóxico bajo el prepucio puede mantener organismos anaeróbicos que podrían intervenir en una etapa del desarrollo del SIDA (si hubiera previa infección por HIV, claro), luego su reducción por la circuncisión podría tener un papel protegiendo del HIV y otras enfermedades sexuales.
Yo no digo que eso sea falso ya que desconozco el tema pero sí puedo indicar que nada en el artículo sirve para apoyar esta afirmación ya que 1) ninguno pilló el HIV a posteriori, 2) no se analizó la evolución de otras enfermedades sexuales, 3) aunque se hubiera hecho no hay muestra de contraste, y 4) aunque la hubiera, el tamaño muestral es mínimo (12) con lo que la significación se vería muy comprometida.
La presunta conclusión, por tanto, no lo es y debería haberse planteado como una hipótesis a comprobar en un apartado de discuión. Pero entonces el trabajo se hubiera quedado mucho más discreto.

Respecto a la cuestión en sí de la circunscisión profiláctica hay bastantes trabajos específicos sobre el riesgo de padecer y transmitir enfermedades venéreas. Lo que pasa es que los resultados son contradictorios, les pongo sólo dos muy recientes:
La circuncisión de varones adultos no reduce el riesgo de infección por Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis o Trichomonas vaginalis: resultados de un ensayo controlado y aleatorio en Kenya (2009, aquí).

Este estudio demuestra por primera vez que la circuncisión masculina reduce la infección por T. vaginalis en los hombres. Este hallazgo explica que las mujeres con parejas circuncisas tengan menos riesgo de infección que otras mujeres (2009, aquí).
En fin, yo sigo pensando que la circuncisión es una costumbre tribal a la búsqueda de una justificación médica. Es posible que la tenga o tal vez no, pero se me ocurre que los efectos secundarios pueden ser importantes.
Mientras tanto, yo mantengo mi cantinela de hace un par de años: no a las mutilaciones rituales en los niños (no olvidemos que la circuncisión se practica preferetemente a niños por motivos religioso/tribales), incluidas las nuestras: ¿Acabamos con las mitulaciones rituales?

18 julio 2009

Cómo moverse en un mar de arena

Scincus scincus es un pequeño lagarto propio de los desiertos del Norte de África que ha ayudado a comprender cómo se mueven algunos bichos que viven enterrados en las arenas. Algunos de ellos, como el propio Scincus, pueden recorrer distancias relativamente importantes sin salir a la superficie y caminar como sus parientes más ortodoxos. La arena es un medio peculiar, que permite enterrarse con facilidad pero que carece de estabilidad ya que cualquier hueco se colapsa inmediatamente si el animal se mueve. Esta aparente similitud con el agua es sólo superficial ya que en ningún caso son aplicables las mismas ecuaciones en los flujos o en el comportamiento de ambos medios. ¿Cómo se mueve Scincus en estas circunstancias?
La respuesta la dieron ya hace un par de años W. Baumgartner y colegas en un trabajo que se publicó en PLoS ONE (acceso abierto): el reptil pliega sus extremidades contra el cuerpo y "nada" con movimientos ondulatorios como si estuviera en el agua. Traduzco parte del resumen:
Analizamos la forma del cuerpo mediante un escáner láser y la locomoción en arena mediante resonancia magnética nuclear (RMN). El animal muestra un movimiento ondulante sobre un plano con una frecuencia de unos 3 Hz y una amplitud de la mitad de su longitud corporal acompañado de movimientos de sus extremidades similares a los de natación. No se observa ninguna torsión del cuerpo, requerida para la excavación [...] La arena se comporta localmente como un fluido viscoso y no como un material sólido.
El trabajo se acompaña de una parte gráfica muy interesante, tanto por la técnica empleada (la mencionada RNM) como porque revela el movimiento del animal bajo la arena, algo que obviamente no es observable de forma directa. Abajo tienen una imagen y aquí un pequeño video (1.4 Mb en formato .mov) donde se observa, tal vez de masiado rápido, el movimiento subterráneo del bicho.

Imagen de RNM de un Scincus enterrado unos 10 cm en la arena.

Nuestro Scincus ha sido objeto de otra publicación esta semana, en esta ocasión en Science, con un contenido muy similar. R. D. Maladen y colegas han utilizado Rayos X para seguir al pequeño reptil y llegar a las mismas conclusiones que los anteriores sólo que afinando un poco más en la resolución de las imágenes y, con ello, descartando definitivamente el uso de las patas en el avance. Aquí también nos ofrecen un video realmente bonito.
Consecuentemente, en la próxima película de Dune deberían modificar la forma de desplazamiento en la arena de los grandes gusanos de Arrakis, que deberá dejar de ser lineal. Para que luego digan que estos trabajos no tienen importancia práctica.

Referencias:
Baumgartner, W., Fidler, F., Weth, A., Habbecke, M., Jakob, P., Butenweg, C.; Böhme, W., 2008, Investigating the locomotion of the sandfish in desert sand using NMR-imaging. PLoS ONE, 3(10): e3309.

Maladen, R.D., Ding, Y.; Li, C., Goldman, D. I., 2009, Undulatory Swimming in Sand: Subsurface Locomotion of the Sandfish Lizard, Science, 325: 314-318.

16 junio 2009

100 citas

Cuatro años nos ha costado llegar a las 100 citas, permítanme un poco de autobombo hoy.

12 junio 2009

¿Cuántos científicos falsifican sus datos?

PLoS ONE publica los resultados de un metaanálisis sobre la manipulación en las publicaciones científicas. Se han analizado fraudes graves, debidos a falsificación, fabricación o "cocinado" de datos, y se han excluido otras variantes como pueda ser el plagio, la repetición de publicaciones, las autorías indebidas... Al final se han revisado 18 estudios realizados previamente por otros autores. ResearchBlogging.org

Al tratarse de un metaanálisis no hay datos nuevos y creo interesante, por lo que diré después, dar algunas cifras sobre la selección de dichos trabajos. Comentan los autores que en una primera búsqueda aparecieron 69 estudios potencialmente interesantes. Su examen reveló que 33 de ellos no contenían información original o relevante mientras que otros 18 fueron rechazados por otras causas (metodología inadecuada o información insuficiente, por ejemplo). Al final se analizaron 18 estudios sobre prácticas fraudulentas en investigadores profesionales de los cuales 15 se refieren a los EE.UU., tres a Gran Bretaña, uno a Australia y dos son multnacionales. Predomina por tanto el mundo anglosajón.

Como resultados básicos, en los cuestionarios directos, donde se pregunta por la práctica de cada uno, un 2% de autores admiten haber fabricado, falsificado o modificado datos o resultados alguna vez. Algo más de un tercio reconoce alguna práctica menos escandalosa pero también cuestionable. Sin embargo, cuando se trata de acusar a los demás la gente no se corta y los porcentajes suben al 14% por falsificación ("ese del despacho de al lado ha hecho trampa") y nada menos que al 72% para otros pecados veniales. Dadas estas cifras, los autores mantienen luego que sin duda son muy conservadoras y que el fraude es bastante mayor, una conclusión que no me sorprendería en una conversación de bar pero que me resulta algo inadecuada en el contexto de la publicación.

Y ahora les confieso que les he traído aquí este trabajo para decirles que no me gusta y comentar las razones, a ver qué opinan. Sobre todo me resulta llamativo que se use una metodología para luego decir que los resultados no son creíbles, que sin duda los porcentajes de fraude son mucho mayores. Tal vez sea así pero entonces uno se pregunta ¿para qué han hecho el trabajo? Es cierto que yo nunca admitiré que soy un tramposo en un cuestionario ya el anonimato nunca está asegurado. Pero también es posible que haya gente que acuse a los demás en exceso (fíjense en 14% mencionado arriba). En cualquier caso, estos sesgos son incontrolables y lo consecuente, supongo yo, es evitar los métodos inadecuados en vez de usarlos y luego decir que los resultados son malos y que la realidad seguro que es distinta.
Por otra parte, a mi me parecería razonable que si alguien afirma que el fraude científico es mayor que el que dicen los resultados de su estudio aporte pruebas demostrándolo, aunque sólo sea por aquello de la presunción de inocencia.

Yo, como todos, desconozco las auténticas dimensiones del fraude científico. Creo que la única forma de evaluarlo con ciertas garantías es revisar una muestra de publicaciones con resultados relevantes para ver si son repetibles. ¿Por qué con resultados relevantes? A riesgo de parecer cínico diría que el fraude, cuando existe y no se descubre, es que se realiza en trabajos que no le importan a nadie y que, consecuentemente, no tiene repercusiones. En cambio, cuando el trabajo es importante y trascendente para el avance de la ciencia, al gañán se le pilla inevitablemente y más pronto que tarde. La razón es simple: los trabajos importantes son seguidos y utilizados por muchos otros científicos por lo que, si hay algo sucio, saldrá a la a luz irremediablemente. Véase el caso de Hwang. En cambio, la ingente cantidad de artículos irrelevantes que publicamos unos y otros (1) no son tenidos en cuenta para nada por lo que el fraude o posible "cocinado" de datos ni le importa a nadie ni tiene repercusión alguna en el conocimiento científico. Por eso, el defraudador no descubierto lleva encima su propia y triste penitencia: que nadie le haga ni puñetero caso.

(1) En un post titulado Ciencia oscura, que en un muestreo más o menos aleatorio de publicaciones me salió que un 40% de los trabajos no son citados nunca. A lo cual hay que añadir que los que tienen una o dos citas probablemente lo deben a autocitas.

Fanelli, D. (2009). How Many Scientists Fabricate and Falsify Research? A Systematic Review and Meta-Analysis of Survey Data PLoS ONE, 4 (5) DOI: 10.1371/journal.pone.0005738

Relacionados:

29 mayo 2009

[Breves] Research Blogging en español

Research Blogging (RB) es un agregador de posts de naturaleza científica. El original en inglés tiene una amplia trayectoria y hace unos días han iniciado el reclutamiento para lanzar la versión en español, ya operativa. Hispaciencia tiene similares objetivos y agrupa unos 80 blogs que tratan de ciencia en español desde hace ya casi tres años (y más de 19000 posts). La diferencia con Research Blogging es que este sólo recoge posts que hablen expresamente de artículos científicos publicados. No es mejor ni peor, sólo algo diferente y más restrictivo. El post anterior, sobre los orígenes de la lepra, es mi primera contribución a RB. Si quieren ustedes seguirlos, la mejor y más cómoda forma es suscribirse a sus feeds. Tomen nota:
  • Research Blogging en español: http://feeds.feedburner.com/ResearchBloggingAllSpanish
  • Hispaciencia: http://www.hispaciencia.com/feed.php?full=1

08 mayo 2009

Una cuestión ética ¿ciencia o propaganda?

El asunto se ha destapado en TheScientist.com y se trata de que Elsevier, un mayorista de la publicación científica, ha editado siete publicaciones entre 2000 y 2005 con apariencia de revistas médicas estándar (sometidas a revisión por pares) pero que presentan una característica pintoresca: fueron patrocinadas por empresas farmacéuticas cuyo nombre se ocultó en las publicaciones.
La práctica honrada es que cuando hay un potencial "conflicto de intereses" en una publicación, éste se haga público para que los lectores lo tengan presente. De hecho todos los autores de casi cualquier disciplina tenemos que firmar, antes de que nuestro trabajo se publique, un papel al respecto. Aplicado al caso: si una empresa me paga por hacer un análisis sobre las bondades de uno de sus productos, independientemente de que las conclusiones sean buenas o malas, la subvención debe hacerse explícita en los artículos que se escriban. En cambio, en estas revistas esto nunca se hizo lo cual, aunque los resultados sean correctos, viola una de las normas de juego limpio más importantes de la publicación científica.
Elsevier está llevando a cabo una "revisión interna" tras una denuncia que afectaba a la revista Australasian Journal of Bone and Joint Medicine, financiada por la empresa farmacéutica Merck y cuyos artículos y revisiones presentan, en su mayoría, datos favorables para los productos de la farmacéutica sin aclarar su patrocinio económico.
Los otras 6 publicaciones sometidas a inspección, aunque se desconocen los patrocinadores (Elsevier no ha querido dar la información) son: Australasian Journal of General Practice, Australasian Journal of Neurology, Australasian Journal of Cardiology, Australasian Journal of Clinical Pharmacy, Australasian Journal of Cardiovascular Medicine y Australasian Journal of Bone & Joint. Como podrán ver, todos los casos se han producido con revistas editadas en Australia.
En el caso de la revista pagada por Merck, que ya ha dejado de publicarse, los números contienen solamente reimpresiones de artículos o resúmenes, sin que aparezcan artículos originales ni menciones a la financiación. La impresión que da es, claramente, de una estrategia de propaganda. The Scientist señala que obtuvo dos ejemplares (disponibles en PDF: 1 y 2). De los 21 artículos del primer número, 4 se refieren a un medicamento llamado Fosamax. En el segundo, 9 de 29 son sobre Vioxx y 12 más sobre Fosamax. Por cierto, Vioxx fue retirado por Merck debido a sospechas sobre problemas cardiovasculares.
Algunos de los artículos "de revisión" sólo tienen una o dos referencias con lo que se vió que se trataba en realidad de resúmenes y no de auténticas revisiones del estado de la cuestión.

Esta práctica no implica necesariamente que los resultados sean falsos pero, claro, es difícil convencerse de que la falta de ética se limita a esta campaña de marketing. Y es que esta no es la primera vez que pillan a Merck en un renuncio tal como conté aquí en Merck y sus fantasmales autores.


Más información: 1, 2, 3.
Curiosidades: examinando las revistas médicas de Elsevier en español encuentro un polizón llamado Revista Médica de Homeopatía, con artículos como "El lenguaje verbal en homeopatía. Palabras comunes en los pacientes según el reino de su remedio" o "La energía vital en Homeopatía". Elsevier, tienes problemas de criterio.

11 marzo 2009

¿Hipnosis contra el dolor?

Salió en bastantes medios hace unos pocos meses: la hipnosis puede calmar el dolor de las mujeres que tienen un aborto temprano. La frase es ambigua (¿"puede calmar"?) y los subtítulos no lo mejoran salvo uno, el último, que se moja más:
  • Los fármacos alivian parcialmente el dolor durante un aborto (obvio)
  • El control del dolor sigue siendo un desafío para los médicos (obvio)
  • Un estudio señala la hipnoterapia como el mejor analgésico (no tan obvio)
  • ¿Será verdad semejante cosa? ¿Estaremos haciendo el tonto tomando fármacos en vez de someternos a hipnosis ante operaciones quirúrgicas en general o ésta en concreto? Bueno, tenemos ante nosotros la posibilidad de comprobarlo ya que el artículo parece serio y se ha publicado en una revista del ramo previa revisión. La referencia es la siguiente:
    Isabelle Marc et al., 2008, Hypnotic analgesia intervention during first-trimester pregnancy termination: an open randomized trial, American Journal of Obstetrics & Gynecology, 199(5): 469.e1-469.e9
    El objetivo del trabajo es "determinar si la analgesia mediante hipnosis puede reducir la necesidad de analgesia intravenosa sin aumentar el dolor ni la ansiedad durante la operación de aborto". El estudio se realizó con 350 mujeres que tuvieron que someterse a aborto con menos de 14 semanas de gestación. Un grupo (172) fue sometido a una "analgesia hipnótica estandarizada" antes y durante la intervención. El principal resultado fue, según el resumen del trabajo:
    Las mujeres que recibieron hipnosis requirieron menos analgesia intravenosa (63%) que el grupo de control (85%, P <>Lo cual les hace concluir que "la hipnosis puede ser efectiva como complemento al control farmacológico del dolor agudo durante el aborto".
    No he tenido contacto alguno con la hipnosis por lo que puedo estar equivocado al considerarla un método de sugestión cuyo "éxito" depende de lo susceptibles que sean las personas que se someten a ella. Bajo este punto de vista no me parece absurdo que una sesión bien llevada, unida a una persona sugestionable pueda llevar a los resultados que se muestran en el trabajo. Pero... ya saben ustedes de mi pasión por buscar agujeros en estas cosas.
    La primera circunstancia que me llama la atención del estudio es que 258 candidatas no fueron incluidas por razones diversas entre las cuales aparecen ser escéptica sobre la hipnosis, estar demasiado preocupada por el aborto o mostrar desinterés por la investigación (?)...
    La segunda es que dentro del protocolo se informa a las pacientes que pueden solicitar libremente sedación farmacológica en cualquier momento pero también se permite a los médicos administrar esa sedación si juzgan que la paciente siente dolor aunque ella no la pida.
    En tercer lugar, tanto médicos como pacientes conocen el experimento (no es un procedimiento ciego) y las pacientes saben en qué grupo están (hipnosis o control).
    Finalmente, el reparto en los dos grupos se realiza 30 minutos antes de la intervención y el grupo "hipnosis" comienza inmediatamente el tratamiento que consiste en una fase de relajación seguida otra fase donde se le dan "estrategias y sugerencias" para reducir el dolor. Estas estrategias se le recuerdan de nuevo en la mesa de operaciones. Mientras tanto el grupo control recibe un tratamiento normal con instrucciones para la relajación pero excluyendo instrucciones para reducir el dolor o la ansiedad.
    En resumen: 1) se excluyen personas que son escépticas respecto a la hipnosis (menos sugestionables), 2) los médicos pueden decidir si se administra sedación aunque la paciente no la pida, 3) médicos y pacientes conocen el experimento y 4) al grupo de control no se le da instrucciones específicas para controlar el dolor mientras que al grupo con hipnosis sí.
    Visto el experimento y sus circunstancias es inmediato preguntar:
    1. ¿Cómo se valora el efecto específico de la "hipnoanalgesia" si sólo se ha informado a un grupo sobre cómo reducir el dolor?
    2. ¿Por qué no se ha hecho un grupo sin hipnosis pero con instrucciones sobre el control del dolor?
    3. ¿Cómo se puede asegurar que los médicos no tienden a administrar mayor sedación al grupo de control?
    4. ¿Cómo se puede controlar el efecto de que las pacientes del grupo de control esperan sufrir más dolor que las del otro grupo?
    La percepción del dolor es un tema complicado y aún más difícil hacer un buen diseño experimental para controlar sus efectos. Aún así, creo que en el trabajo de Marc y colegas se han dejado algunos cabos sueltos. O será que eso de la hipnosis no me acaba de convencer.

    28 enero 2009

    Calentamiento antártico

    La figura de abajo muestra los cambios de temperatura en ºC por década estimados a partir de medidas tomadas tanto por estaciones en superficie como desde satélites. En síntesis y según los autores del trabajo, la Antártida se ha calentado una media de 0.1 ºC por década desde 1957, con una subida acumulada de 0.5 ºC a nivel general y de algo más de 0.8 ºC en la Antártida Oeste (zonas en rojo, próximas a la Península Antártica). La tendencia no es homogénea y en la Antártida Este no se ha encontrado ninguna variación significativa mientras que la zona del Polo Sur parece haberse enfriado en las últimas décadas. En la imagen, los datos de temperatura se han superpuesto a una base topográfica generada por el Radarsat y la extensión de hielo corresponde a mayo de 2008.

    Imagen tomada de aquí (tendencia en ºC/década)

    De los datos existentes ya se conocía el evidente calentamiento de la Península Antártica aunque todo hacía suponer que era un fenómeno local, tanto más porque el interior del continente estaba aparentemente enfriándose. Los resultados de este trabajo no contradicen eso pero muestran que el calentamiento afecta a una zona más amplia de la Antártida Oeste, no sólo a la Península. Las tendencias en el resto del continente son de una magnitud mínima y pueden considerarse no significativas con la información disponible actualmente.
    ¿Cómo se ha hecho este trabajo? Pues intentando resolver el problema de que en la Antártida hay unas estaciones terrestres mal distribuidas aunque con largos registros, mientras que los satélites cubren bien toda la zona con buena resolución pero sólo desde hace relativamente pocos años. Los autores han establecido correlaciones entre ambas series de medidas para acabar estimando los "huecos" existentes en las series y rellenando zonas no cubiertas por las estaciones. Así han elaborado mapas de los últimos 50 años que cubren toda la Antártida. La técnica es interesante: se llama regEM de regularized expectation maximization y han desarrollado un módulo para usarlo en Matlab. Se supone que las técnicas usadas han permitido paliar los dos problemas básicos del asunto: la escasez y pésima distribución de las estaciones meteorológicas disponibles y el control de las incertidumbres que se propagan a lo largo de todo el proceso.
    Los autores insisten en que sus resultados no contradicen que parte de la Antártida esté enfriándose ni cuestionan la hipótesis de que el calentamiento de la zona Oeste se deba a un incremento general en la velocidad del cinturón de vientos del Oeste (que, por cierto, ya comentamos en este blog en otro contexto).

    La imagen superior ha sido portada de Nature esta semana.

    El algoritmo regEM está descrito en
    Schneider, T., 2001: Analysis of incomplete climate data: Estimation of mean values and covariance matrices and imputation of missing values. Journal of Climate, 14, 853–871.

    26 enero 2009

    La masturbación produce cáncer. Dicen.

    La masturbación aumenta el riesgo de padecer cáncer de próstata. Eso dice un grupo de la Universidad de Nottingham y ha sido destacado en varios noticieros internacionales como, por ejemplo, en BBC News. El estudio original ha sido publicado en el British Journal of Urology International (BJUI).
    Dimitropoulou, P. et al., 2009, Sexual activity and prostate cancer risk in men diagnosed at a younger age, BJU International, 103(2): 178-185.
    Dicen Dimitropoulou y colegas que los hombres que son sexualmente activos entre los 20 a 40 años tienen más riesgo de desarrollar cáncer de próstata (CP) especialmente si se masturban con frecuencia. A partir de esa edad aparece un leve efecto contrario. El estudio se ha hecho mediante cuestionarios donde se les ha preguntado a los sujetos la frecuencia de coito y masturbación por edades (¿cuantas veces se lo hacía a los 20 años? ¿y a los treinta? Así hasta los 60). La cosa es fuerte porque el cáncer de próstata es la segunda causa de muertes por cáncer en los EE.UU. tras el cáncer de pulmón. ¿Es la actividad sexual un detonante del cáncer? ¿Nos habrán mentido de pequeños y meneártela, en vez de dejarte ciego, te hace polvo la próstata?
    Estos resultados han sido deducidos comparando 431 hombres a los que se diagnosticó CP antes de los 60 años con 409 sin CP. Del primer grupo, el 34% se masturbó frecuentemente entre sus 20 y 40 años, mientras que del segundo sólo lo hizo el 24%.

    Lo que prueba que cualquier tontería puede ser publicada en una revista científica con un poco de suerte.

    ¿Cuál es el fallo de todo esto?
    Bueno, en mi opinión, hay al menos dos. El primero es que los estudios retrospectivos son muy poco fiables cuando se basan datos que dependen de la memoria. Los sesgos pueden ser tremendos cuando estás preguntándole a una persona cuantas veces se masturbaba al mes hace treinta o cuarenta años...
    El segundo es que aunque los porcentajes sean significativamente diferentes (ahora no tengo acceso al trabajo completo para confirmarlo), jamás se puede establecer una relación causa-efecto: correlación no implica causalidad.

    ¿No les tranquilizan estas razones? Deberían, pero aún así no se preocupen, hay estudios que dicen exactamente lo contrario, o que no dicen nada. Sólo unos pocos ejemplos en la misma revista o en otras:
    Leitzmann, M.F. et al., 2004. Ejaculation frequency and subsequent risk of prostate cancer. Resultados: no se ha encontrado relación entre la frecuencia de eyaculaciones juveniles y el riesgo de tener cáncer de próstata.
    Giles, G.G., et al., 2003, Sexual factors and prostate cancer. Resultados: la frecuencia de eyaculación, especialmente en la treintena, está asociada negativamente al riesgo de cáncer de próstata.
    Rosenblatt, K.A., 2001, Sexual factors and the risk of prostate cancer. Resultados: no aparece relación entre la frecuencia de coitos y el riesgo de cáncer de próstata.
    Conclusión: probablemente las eyaculaciones no tienen relación con el cáncer de próstata, relájese y disfrute de la vida.

    18 diciembre 2008

    Repositorio de fraudes científicos

    Repositorio es una palabra que existe a pesar de su fealdad. Significa "lugar donde se guarda algo". Y en Francia, un grupo de estudiantes universitarios de biología ha hecho uno, en internet, claro, dedicado a exponer publicaciones científicas fraudulentas.
    El sitio se llama Scientific Red Cards y cataloga los fraudes o la "conducta inadecuada" en tres categorías: tarjetas rojas, verdes y azules, según el fraude afecta a los datos (plagio, invención...), investigación o publicación.
    Según los promotores de la iniciativa, el principal objetivo es incentivar una conducta responsable en la investigación científica. Otro es prevenir sobre las citas a estos trabajos ya que no siempre existe una retractación incluso tras la confirmación del fraude.
    Hasta el día de hoy han incluido 29 artículos, todos ellos de biología y disciplinas afines. Entre ellos el famoso del coreano Hwang.
    Cada artículo incluye bibliografía, enlaces a informes sobre la "conducta inapropiada" y la posibilidad de incluir comentarios.

    10 diciembre 2008

    Revistas digitales

    Un posible regalo para fin de año, cómodo de recibir y barato. No genera residuos ni es necesario almacenarlo en estanterías; no se pierde ni usa árboles muertos.

    A través de Zinio es posible suscribirse a unas cuantas docenas de revistas de las normales, no necesariamente científicas. El inglés se lleva la mayor parte pero tampoco están mal algunas nativas nuestras. Por ejemplo: Geo, Lonely Planet, El Jueves, PC World, Muy interesante, Quo. Ah, sí, también Play Boy, claro. La lista completa en español está aquí.

    Si no nos molesta leer en inglés, la lista se amplía mucho. Limitándonos a la ciencia y técnica tenemos desde Science (sí, esa Science) hasta Popular Mechanics o Popular Science, recientemente fiambre en España tras una aventura de apenas unos meses en los kioscos.

    Yo estoy suscrito a Science en esta versión porque ya no sabía donde meter las revistas (un ejemplar por semana). Aquí me sale a menos de la mitad del precio "analógico", no ocupan lugar y me llegan con exactitud la madrugada de cada viernes. Además, esta suscripción no sólo permite descargar los ejemplares a partir de la fecha de pago (con tarjeta) sino que abre el acceso a todo el archivo vía web, incluyendo la descarga de los artículos en PDF desde el año catapum.

    La difunta (en español) Popular Science sale por 1 euro el ejemplar, Popular Mechanics por 50 céntimos...

    Mientras escribía lo anterior, me he convencido y reconozco que acabo de suscribirme por un año a Muy interesante. Ya tengo el número de este mes y ojeándolo veo que me adelanté al menos en un artículo, también es casualidad:

    Actualización: todo el archivo histórico de Popular Mechanics y Popular Science están disponibles gratis en Google Books.

    19 octubre 2008

    Exagera que algo queda

    La contaminación ambiental es la causa de la mala calidad del semen de los jóvenes españoles dicen aquí y aquí entre otros muchos sitios. Eso han dicho los autores y hay gente que se lo ha creído.

    Bueno, pues como en el post anterior: no se lo crean, este estudio no presenta la más mínima evidencia que apoye esa afirmación. Como suelo hacer aquí, repasemos:

    A ver, escriba cien veces: "correlación no es causalidad y si la correlación es imaginaria aún menos".

    Hace un mes saltó a la fama un trabajo donde se concluía que la contaminación ambiental dañaba el semen de los españoles. El artículo original fue publicado en Andrologia, una revista alemana:

    López-Teijo, M., Elbaile, M., Alvarez, J. G., 2008, Geographical differences in semen quality in a population of young healthy volunteers from the different regions of Spain, Andrologia, 40: 318-328.

    El artículo final no es accesible salvo suscripción a la revista o que lo pidas a algún amigo (que es lo que he hecho yo) pero aquí hay un borrador casi idéntico al artículo final. El trabajo se hizo con un total de 1239 voluntarios para los cuales se ha analizado el volumen del semen, la concentración de espermatozoides y su movilidad. Los individuos se han agrupado por regiones administrativas y los resultados son:

    • no hay diferencias en el volumen o la movilidad.
    • hay diferencias en el grado de oligospermia (bajo número de espermatozoides).
    • la prevalencia de oligospermia es mayor en Valencia (22.7%), Barcelona (22.7%) y País Vasco (18.7%).
    • es menor en Galicia (8.5%) y Andalucía (13.7%).

    Observen que sólo hay 5 grupos que se comparen entre sí aunque a veces introducen también a Madrid. Los autores afirman que, dado que Valencia, Barcelona y País Vasco son las regiones con mayor grado de industrialización en los últimos 50 años y que Galicia y Andalucía son las menos industrializadas en ese periodo:

    These results support the hypothesis that exposure to environmental toxicants may affect the process of spermatogenesis leading to meiotic alterations, maturational arrest
    and oligospermia.

    Estos resultados apoyan la hipótesis de que la exposición a tóxicos ambientales puede afectar los procesos de espermatogénesis...

    Los autores insisten que que esas condiciones habrían condicionado la calidad del esperma desde el periodo de gestación, no las de años posteriores.

    En mi opinión, esos resultados no aportan nada a esa discusión y plantear la causalidad contaminación-oligospermia es una elucubración ("imaginar sin mucho fundamento" según el DRAE).

    Por un lado tenemos los clásicos y parece que omnipresentes problemas de muestreo: las muestras están formadas por voluntarios que fueron reclutados mediante dos mecanismos diferentes: a través de una página web (548 de 42 provincias distintas que acudieron a 61 centros diferentes) y entre donantes de semen (691 de 10 centros diferentes). Estos procedimientos no garantizan la aleatoriedad del muestreo, que deberían ser planificado cuidadosamente no sólo para lo evidente (que sea representativo) sino también para controlar los posibles efectos de variables ambientales. Es molesto y difícil, ya lo sé, pero debe ser así.

    De todas formas, el mayor problema es el ya mencionado de la causalidad. El estudio no llega a conclusiones muy novedosas ya que, por lo visto, lo del descenso en la calidad del semen ya era conocido. Pero al introducir la contaminación como causa se consigue el necesario impacto mediático.

    ¿En qué datos se basa esa presunta causalidad? Pues en ninguno. Lo explican así en el artículo:

    Un hallazgo inesperado ha sido las diferencias significativas en la tasa de oligospermia en las regiones autónomas de Galicia, Asturias, Andalucía, Madrid, Cataluña, Valencia y Pais Vasco [...] La mayor tasa de oligospermia se encontró en las regiones con el mayor grado de industrialización en los últimos 50 años. Aunque Galicia, Asturias, Madrid y Andalucía han visto incrementado su grado de industrialización, esto ha ocurrido en años más recientes.

    Bueno, creo que esto no se sostiene. Por un lado, ya he comentado en este blog que la correlación, caso de existir, no implica causalidad y que tomarla como tal es un error mayúsculo. Por otro lado hay más inconsistencias. Por ejemplo ¿a qué vienen esos 50 años? Los autores dicen que el factor determinante de la oligospermia es la contaminación en el periodo de embarazo de la madre. Dado que los voluntarios tienen entre 18 y 30 años no habría que ir más atrás de esos 30 años como máximo. Visto esto, el argumento de la "reciente industrialización" se diluye.

    Aparte de esto, la afirmación sobre Asturias es incorrecta ya que se industrializó muy intensamente ya en la década de los 60. Del resto no tengo datos pero sospecho que Madrid se uniría al grupo "mal diagnosticado".

    Otro problema es que las comunidades autónomas son agrupaciones arbitrarias. Hubiera sido más lógico determinar la zona de nacimiento (no de residencia) y asignar un índice de industrialización en ellas en el año de nacimiento de cada sujeto que, recordemos, tienen edades entre 18 y 30 años. Ninguna región es homogénea en cuanto al grado de industrialización y no pueden meterse en el mismo saco Vigo y la zona rural de Lugo, o las zonas industriales de Barcelona y las comarcas pirenaicas, o Huelva y la sierra de Sevilla.

    "Creemos que no es una coincidencia que la calidad del semen sea peor en estas tres comunidades, ya que son zonas donde la industria y los niveles de contaminación han crecido mucho en los últimos 50 años", afirma Manel Elbaile, autor de la investigación.

    Querido Manel, no se trata de creer o no creer, ese es el problema. Se ha planteado, como mucho, una correlación con 5 o 6 pares de datos. De esos datos sólo se aportan los correspondientes a una variable (tasa de oligospermia) y los otros (contaminantes) se dejan al albur de la memoria colectiva. No sólo eso sino que de una presunta y no demostrada correlación se supone además una causalidad que se lanza alegremente a los periódicos. Un salto mortal sin red donde un científico acaba siempre estampado en el suelo. Y es una pena porque el problema es importante y merece ser tratado con rigor.

    13 agosto 2008

    Cómo se hizo "Las pardelas tienen GPS pero no le hacen caso": el espacio.

    El artículo en PLoS ONE ya está disponible: Ocean surface winds drive dynamics of transoceanic aerial movements. PLoS ONE 3(8): e2928. Su contenido puede separarse en dos partes, una relativa al espacio (esta) y otra relativa al tiempo (para dentro de unos días).
    Otra cosa que quiero comentarles es que este tipo de trabajo lo realizamos como "especialistas en temas generales", valga la ironía. No somos especialistas en esto porque "esto" no es una especialidad. Se trata de trabajos donde hay que montar un puzzle de disciplinas diversas: zoología, satélites, meteorología, estadística, simulaciones... y eso nos gusta mucho. El riesgo es que podemos meter la pata con más facilidad que si nos dedicáramos a una fracción minúscula de alguna disciplina que domináramos a la perfección. La ventaja es que nos lo pasamos estupendamente y a veces, sólo a veces, salen resultados interesantes que merece la pena contar.

    Los comienzos

    En verano de 2003 terminaba una clase sobre modelos y sistemas de información geográfica en un máster en Barcelona. Había hablado sobre vientos medidos desde satélites y sobre dispersión de plantas sobre los océanos del hemisferio Sur, un trabajo aún sin publicar en aquel momento. El auditorio estaba más formado que yo en bastantes cosas: físicos, biólogos, geógrafos..., muchos ya profesionales y trabajando en sus campos respectivos. Al finalizar, Jacob se acercó y me comentó que trabajaba con aves migratorias y que se le había ocurrido una idea.

    Pardelas, albatros y demás parientes

    Hay un grupo de aves que son estrictamente oceánicas. Tanto que pueden pasarse semanas en el aire y en el agua y sólo se posan en tierra cuando llega la hora de anidar, que ahí ya no les queda más remedio. En inglés se les llama ocean wanderers, vagabundos del océano. Los albatros son un buen ejemplo: dos o más metros de envergadura y un magnífico dominio del vuelo aprovechando los vientos a baja altura, como haciendo surf sobre las olas.

    Fig. 1. Pardela cenicienta aka Calonectris diomedea.

    Las pardelas son algo más pequeñas pero como voladores tampoco se les da mal. Tanto es así que a mediados de otoño abandonan sus cuarteles de verano en Baleares, Azores, Cabo Verde o Canarias e inician un viaje de varios miles de kilómetros para llegar a su refugio invernal en las costas de Sudáfrica donde un afloramiento de aguas frías les garantiza alimento. A finales del invierno retornan Atlántico arriba llegando a vagabundear por los límites septentrionales del Mar del Norte.

    ¿Dónde están las pardelas?

    El periodo de cría es la única época en la que estos bichos pueden ser capturados. Los biólogos que se dedican a esto los trincan en sus nidos (lazo al cuello y guantes gordos por si acaso) y les ponen unos artilugios llamados geolocalizadores (bird loggers en guiri). Un geolocalizador es un pequeño aparato electrónico impermeable formado por una batería, una célula fotoeléctrica, un reloj, una memoria, un sensor de agua y un chip que gobierna el conjunto. Los geolocalizadores se fabrican bajo pedido en el Antarctic & Marine Engineering Department y, cómo no, tienen modelos a elegir. El llamado Mk13 mide 20x9x6.5 mm, pesa 1.8 gramos y la duración de su batería llega a los 3 años. Si nos vamos hasta los 3.6 g de peso encontramos modelos con 6 años de batería más un sensor de temperatura.


    Fig. 2. Arriba: geolocalizador con la anilla de fijación, abajo: colocado en la pata de un albatros (fotos tomadas de aquí).

    Lamentablemente más de un tercio de los geolocalizadores se pierden cada año y es necesario reponerlos continuamente. Cada año, en la época de cría, nuestros biólogos preferidos se van a las islas donde están las colonias de cría y sustituyen los artilugios. Luego, ya con más tranquilidad, los datos se descargan en un ordenador y se procesan.

    ¿Cómo se puede saber donde ha estado un pájaro? El geolocalizador proporciona un registro casi continuo de la luz ambiental similar al de la figura inferior, sólo que de todos los días de un año. Cada minuto se toma una medida aunque sólo se almacena la lectura máxima de luz por periodos de 10 minutos.

    Fig. 3. Ejemplo de los datos registrados por un geolocalizador.

    En esos tres días del ejemplo tenemos la duración del día y la noche y las horas GMT del orto y del ocaso registradas con el reloj del geolocalizador. Pueden aparecer efectos como en el primer día, donde ha habido dos episodios de nubes que hacen bajar el nivel de luz. Ocasionalmente aparecen luces en la noche que se producen cuando el pájaro se acerca a las pesquerías que usan focos para atraer a los peces. Otras veces la luz oscila en los minutos crepusculares debido a que el pájaro vuela a ras de las olas que ocultan el Sol, muy bajo sobre el horizonte.

    Dado que conocemos fechas, horas y luz, tenemos todo lo necesario: la latitud se estima por la duración del día y la longitud por las diferencias entre la hora del reloj (TMG) y la hora local (el mediodía local coincide con el punto medio del periodo de luz).

    Una consecuencia de este método de medida es que la fiabilidad de las estimaciones es muy baja en los periodos próximos a los equinoccios, cuando el día dura más o menos lo mismo en cualquier latitud y pequeños cambios en la duración del día representan latitudes muy diferentes. Los datos de estos periodos suelen ser descartados. La longitud, en cambio, es bastante más fiable en todo el año ya que depende esencialmente de la exactitud del reloj interno.

    El resultado final tiene una incertidumbre muy variable pero por dar una cifra, puede estar entre 80 y 150 km. Esto puede parecer algo poco exacto pero es suficiente dada la escala del estudio y se mejora en el postproceso de los datos que, no lo olvidemos, forman una trayectoria que debe ser coherente en tiempo y espacio.
    Ya de paso contesto a una posible y razonable pregunta: ¿por qué no se usan GPS para marcar las pardelas? Pues por dos razones: son muy caros y pesan demasiado. Los GPS activos o pasivos son mucho más precisos (unas decenas de metros) pero sólo pueden montarse sobre aves grandes, como buitres o albatros. Un peso excesivo puede tener una influencia negativa en la supervivencia del pájaro, algo que lógicamente debe evitarse.

    Una ruta extraña

    En nuestro trabajo analizamos las rutas migratorias de pardelas que "bajan" desde las Islas Canarias y Azores hasta Sudáfrica y Namibia. La ruta más corta sería hacer un primer tramo hacia el Sur ante las costas de Mauritania y Senegal y, una vez ante el Golfo de Guinea, doblar hacia el Sudeste para ir directamente a las costas de Sudáfrica.
    Según los datos de los geolocalizadores, las pardelas no hacen esto sino que, pasada Mauritania, atraviesan al Atlántico hacia el Nordeste de Brasil, siguen las costas de este país y a unos 20-25º de latitud Sur giran al Este para volver a atravesar el Atlántico y llegar por fin a su destino. La figura siguiente representa esa ruta.

    Fig. 4. Las zonas en blanco representan las rutas migratorias desde Azores y Canarias hasta Sudáfrica. La tono más o menos claro representa la concentración de rutas individuales en cada lugar. Las líneas horizontales son el Ecuador y los Trópicos de Cáncer y Capricornio.Esta ruta amplía el viaje desde unos 7600 km hasta unos 11800. Aunque la ruta se completa con rapidez, a una media de más de 800 km/día, es difícil justificar ese 55% de más, ya que teóricamente debería usarse la vía más económica en términos de energía.

    Resumiendo: las pardelas saben dónde van pero eligen un camino mucho más largo de lo aparentemente necesario.

    ¿Explica el viento la ruta migratoria?

    Suponer que el viaje directo es la solución más económica sólo es correcto en ausencia de viento. En ese caso, el esfuerzo de moverse es igual en todos los lugares y en todas direcciones. En cambio, cualquiera que haya usado una bicicleta sabe que cuando hay viento las cosas cambian en función no sólo de si nos sopla de frente, de lado o de espaldas, sino también de su velocidad.

    Y sobre el océano hay viento, claro. Por suerte, como ya comenté en otro momento, hay un satélite que lo mide diariamente y cuyos datos son gratuitos y pueden descargarse vía internet. El QuikSCAT toma, entre otras variables, la velocidad y acimut del viento con una resolución de 25 km (12.5 más recientemente). Son cifras y más cifras con las que pueden hacerse mapas como el de la figura inferior.


    Fig. 5. Viento sobre el Atlántico Sur en el día 261 del año 2002. Las flechas indican el acimut (pulsar encima para ampliar) y la escala de colores la velocidad, creciente desde el violeta (calmas) hasta el rojo (más de 90 km/h).

    Buscando respuestas

    Si se fijan bien en la figura anterior verán que el viaje directo desde las costas de Senegal hasta Sudáfrica se realizaría con vientos de frente. Estos vientos son constantes y supusieron un obstáculo muy serio a los viajes de los navíos portugueses en su exploración de la costa occidental de África a partir del siglo XV. Los viajes se hacían siempre a la vista de la costa (cabotaje) ya que la navegación de altura era imposible.
    La hipótesis que nos planteamos comprobar es si los pájaros siguen la ruta de mínimo coste sobre el viento y eso les lleva a elegir rutas aparentemente no óptimas por su gran longitud pero tal vez adecuadas para "surfear" sobre el viento.
    Para comprobar esto, seguimos los siguientes pasos:
    1. Individualizar la ruta de cada pardela y etiquetar cada punto con su localización y su fecha.
    2. A partir de los datos del QuikSCAT se extraen los vientos para toda la zona para cada día implicado en las trayectorias.
    3. Se calculan los caminos de mínimo coste matemático para llegar desde Canarias a Sudáfrica en cada día en que los diferentes pájaros están de viaje.
    4. Se construye un mapa equivalente al mostrado más arriba (Fig. 4) con la concentración de rutas óptimas.
    5. ¿Se parecen los dos grupos de rutas? Hay que responder a esta pregunta estimando de alguna forma la significación estadística de su similitud (o su diferencia, como se quiera).

    Las tareas 1 y 2 son rutinarias y se realizan con programas de SIG (sistemas de información geográfica) y proceso de imágenes. La lectura de los datos QuikSCAT es tediosa porque usan un formato para su distribución que no es fácil de leer (HDF, Hierarchical Data Format) y debe ser transformado dos veces para su proceso con el SIG.

    La tarea 3 se realiza en dos pasos. El primero es calcular el coste de llegar desde el punto de salida a cada uno de los demás presentes en la zona de estudio. Estos modelos de coste anisotrópico tienen en cuenta la velocidad y acimut del viento y permiten, en un segundo paso, trazar la ruta óptima entre el punto de salida y el de llegada.
    Calculadas las rutas óptimas para cada día de viaje (casi un centenar) se construye el mapa general (Tarea 4) mediante una función que usa la densidad de líneas (rutas) en cada punto del mapa. El resultado lo vemos abajo.

    Fig. 6. Representación de las rutas óptimas para viajar desde Canarias a Sudáfrica sobre los campos de viento. Hay zonas donde hay caminos equivalentes más o menos dispersos; al contrario, en la costa SE de Brasil las rutas se agrupan.

    Es bastante evidente que las rutas de las figuras 4 y 6 se parecen mucho pero este tipo de percepciones no suele ser aceptada sin algo de estadística que lo justifique. La tarea 5 consistió en desarrollar un test que nos diera una idea de esta que punto la coincidencia en el trazado de las rutas puede deberse al azar.
    Este test, en principio, no existe, pero estamos llenos de buenas ideas :-)
    La cosa se resolvió de la siguiente manera (estadísticos, afilen sus navajas):
    1. Las zonas que representan las rutas reales (Canarias) y las alternativas se convierten en sendas líneas trazadas siguiendo las zonas de máxima densidad. Lógicamente, los puntos inicial y final son los mismos.
    2. Se calcula el área entre estas dos líneas, S(0); este área sería nula si ambas líneas coincidieran lo cual no es el caso.
    3. Se trazan 10000 rutas alternativas de forma más o menos aleatoria (ver más abajo).
    4. Se calculan las áreas entre cada una de estas rutas y la ruta óptima, S(1) a S(10000).
    5. Se ordenan las 10001 áreas de menor a mayor y se localiza la posición de S(0) en el conjunto.
    6. Esa posición nos da el valor de P y, en nuestro caso, P=0.001. lo que significa que sólo en un caso por cada mil se encontraría por azar una trayectoria real tan cercana o más a la óptima.
    ¿Qué significa eso de "más o menos aleatoria" del punto 3? Recordemos que esta prueba compara posibles rutas que hubieran podido seguir las aves en su migración. Estas rutas no pueden construirse de forma completamente aleatoria porque los bichos no se mueven así sino que hay una coherencia en los caminos que siguen. Por ejemplo, no el lógico dar por buena una ruta que salte de Brasil a Angola y luego a Uruguay ya que un pájaro no hace eso. Tampoco están permitidas las rutas sobre tierra por lo que hay que introducir una serie de restricciones para que las rutas alternativas sean biológicamente posibles, al menos en teoría. La forma de generarlas está en el artículo en inglés aunque si alguien quiere que lo explique en español que lo diga en los comentarios y la haré. En cualquier caso, si estas restricciones distorsionan la prueba y el valor de P, lo hacen en contra de nuestra hipótesis por lo que consideramos que el resultado es robusto.

    Divagaciones

    Estos resultados nos están diciendo que las pardelas, que saben a dónde deben llegar, eligen una ruta globalmente óptima, es decir, sin dejarse engañar por las condiciones locales del viento, que en ocasiones podrían animarlas a ir por otro lado. En efecto, otros análisis que no he contado aquí para no alargar la cosa excesivamente muestran que en el día a día, las pardelas no toman necesariamente el camino local óptimo.
    ¿Cómo saben las pardelas dónde está su meta? ¿Cómo saben que no deben ir por un camino muy diferente al del óptimo global? ¿Cómo está "almacenada" la ruta adecuada en sus pequeños cerebros? ¿La aprenden? No tengo ni idea. El caso es que aquí se pueden plantear esos interrogantes y algunos más y, ya de paso, elucubrar como nos pedía uno de los revisores. A mí me gusta la idea de que los puntos de referencia de las pardelas en sus viajes no son fenómenos orográficos o la vista de la costa sino el propio viento, un sistema de referencia dinámico y flexible. Una prueba circunstancial de esto es que no siguen siempre el mismo camino (por ejemplo, no siempre llegan a las costas de Brasil sino que a veces atajan por alta mar) sino que parecen improvisar dentro de un patrón general. Posiblemente esta flexibilidad pueda deberse a que el viento, aunque sigue patrones generales similares, no es e mismo nunca sino que varía día a día y de un año a a otro.
    Actualmente estamos comenzando a introducir nuevas variables en la definición de "ruta óptima". Consideramos que las diferencias entre las rutas reales y las supuestamente óptimas se deben a que los pájaros integran también el tiempo de viaje y/o la distancia. Así, hay que buscar una solución de compromiso donde al tiempo empleado y la distancia total penalicen a partir de ciertos umbrales, cosa que ahora no hacemos. Para comprobar este refinamiento de los modelos estamos analizando rutas diferentes de otras especies y pronto empezaremos a trabajar con bichos que atraviesan el Océano Pacífico.

    Historia de un fracaso

    Desde el 2003 ha pasado ya mucho tiempo. Una parte se invirtió en el análisis de las trayectorias del albatros gigante en el Atlántico Sur. Este gran pájaro anida en Georgia del Sur y se hace unos centenares de km o más para ir a comer de vez en cuando. Nos planteamos la hipótesis de que la selección del lugar de forrajeo estaría condicionada por el viento en esos días. No fue así. El albatros gigante, el maestro del vuelo, hace lo que quiere y cuando quiere. El viento no parece importarle lo más mínimo y aprender eso nos llevó un año de trabajo.

    En el siguiente post les daré una posible respuesta a la pregunta ¿cómo eligen las pardelas el momento de comenzar su gran viaje? Continuará...

    Otros posts sobre vientos:

    03 agosto 2008

    Cómo se hizo "Las pardelas tienen GPS pero no le hacen caso": introducción.

    Donde debatimos sobre el acceso abierto y sus circunstancias

    Tenemos ya en prensa un artículo en PLoS One que hemos titulado "Ocean surface winds drive dynamics of transoceanic aerial movements". Este trabajo trata de las relaciones entre los "ocean wanderers" (aves que realizan migraciones de miles de km sobre los océanos) y los vientos marinos.

    El artículo se publicará en internet el miércoles 13 de agosto y será de libre acceso. Hasta esa fecha estamos "embargados", es decir, no podemos dar detalles del asunto. Por ese motivo hoy les comento algunas cuestiones sobre esta revista, su modelo de publicación científica y nuestros motivos para intentar publicar en ella. Para el 13 tendré preparado un par de posts donde ya les contaré la historia del artículo, las técnicas que usamos, los resultados y los entresijos, fracasos y éxitos, de este trabajo que nos ha llevado unos tres años ver finalizado.

    PLoS ONE es una de las revistas de la Public Library of Science, una iniciativa de publicación científica con tres novedades interesantes: a) se trata de una asociación sin ánimo de lucro (y, consecuentemente, sus cuentas son públicas), b) todos los artículos que publican son de acceso abierto y c) el acceso abierto se financia por parte de los autores que deben pagar una cuota por artículo. Todo, incluyendo las publicaciones, se acoge a una licencia Creative Commons que permite

    ...unrestricted use, distribution, and reproduction in any medium, provided the original author and source are credited.

    Nota para los suspicaces: el pago se negocia después del proceso de revisión y se puede solicitar una reducción o incluso la exención de la cuota si no puedes pagarla.

    La aventura PLoS comenzó en el año 2002 y, aunque aún no ha conseguido la autofinanciación y depende parcialmente de donaciones, sí ha logrado dos cosas. La primera es conseguir que se perciba el acceso abierto a los artículos científicos como algo normal en vez de extravagante o anecdótico. La segunda ha sido demostrar que el acceso abierto no es incompatible con revistas de alto impacto (ver más abajo) ni con artículos de alta calidad.

    PLoS no ha sido necesariamente bien recibida por otras revistas con el modelo de negocio clásico basado en acceso cerrado, suscripciones y pago por descargar artículos. Un ejemplo de estas reacciones fue un comentario publicado en Nature hace un mes en la sección de News y firmado por Declan Butler (ligado al Nature Publishing Group desde 1993) donde arremete contra el modelo económico de PLoS y afirma que han tenido que acudir a bajar el nivel de calidad para recaudar más. Basta con leer el título para hacerse una idea:

    PLoS stays afloat with bulk publishing, algo así como "PLoS se mantiene a flote con publicación a granel".

    Lamentablemente no es posible leerlo completo porque es de acceso cerrado :-P

    Butler acusa a PLoS de dos cosas: de mantener un modelo económico insostenible y de publicar artículos mediocres("sub-standard") precisamente en PLoS One, nacida apenas hace un año y medio (diciembre de 2006). Dice que se trata de una revista donde se aplica un ’light’ peer-review y donde cuela todo lo que no sea manifiestamente erróneo o impresentable. Se trataría de artículos que se aceptan sólo por recaudar la cuota del autor.

    La afirmación de Butler ha sido fuertemente contestada en los comentarios a su artículo. En general, se considera que el artículo es sesgado y tendencioso. Otros van más lejos indicando que el hecho de utilizar a uno de sus rottweilers (sic) contra PLoS es indicador de la preocupación de Nature por proteger su propio negocio. Otros son breves y sintéticos jugando con la terminología de Butler:

    Maybe "Nature" should be more careful not to publish sub-standard commentary...
    Tal vez Nature debería poner más cuidado en no publicar comentarios sub-standard.

    Aunque Butler no parece el más adecuado para abrir la boca al tener intereses en Nature, su opinión puede ser acertada. O no. Sólo hay una forma clara de rebatirla o confirmarla.

    Lo que se debate en el fondo es la viabilidad del modelo económico del acceso abierto. PLoS aspira a autofinanciarse en unos pocos años aunque sigue necesitando el apoyo filantrópico que le dan dos fundaciones privadas (9 M$ de la Gordon and Betty Moore Foundation y 4 M$ de la Sandler Family Supporting Foundation).

    Para llegar a su objetivo PLoS necesita convencer a los científicos de que deben publicar en sus revistas. Eso sólo se consigue mediante factores de impacto altos y una buena política de difusión. Los primeros valen para nosotros, los que necesitamos consolidar un currículum de buena calidad. Lo segundo atrae a las "vacas sagradas", aquellos investigadores consolidados que lo que quieren es la máxima difusión de sus trabajos, independientemente del medio en el que se publiquen.

    Algunas cosas están bien conseguidas: PLoS One es una revista conocida por todo el mundillo científico y tampoco se ha descuidado el marketing social. En España, un país con medios no muy acostumbrados a la difusión científica, han salido en los diarios nacionales una docena de estudios publicados en los últimos meses.

    Respecto al factor de impacto, PLoS tiene 6 revistas en los índices de JCR (todas las que, por tiempo de vida, puede tener). Con apenas de cinco años de existencia (algunas revistas aún menos) ha obtenido lo siguiente:

    PLoS Biology llegó al 13.9 el primer año que tuvo factor de impacto (2004) y se ha mantenido estable. PLoS Medicine tiene el siguiente registro: 8.4 en 2005, 13.8 en 2006 y 12.6 en 2007.

    PLoS Neglected Tropical Diseases o el mismo PLoS ONE no tiene FI debido a que éste se calcula con las citas de los dos últimos años y aún no han cumplido ese tiempo de existencia. Cabe señalar que PLoS ONE no va a tener FI espectaculares debido a que publica una cantidad elevada de artículos que luego figuran en el denominador de la ecuación (núm. de citas / número de artículos). Esto no es algo inusual y, por ponerles un ejemplo diferente, los PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA) han publicado nada menos que 3494 artículos en el año 2007. En el bienio 2005-2006 publicaron 6506 que acumularon más 62000 citas lo que ha generado un FI de 9.8.

    PLoS conseguirá cerrarle la boca a Butler si consigue que la comunidad científica la respete. Y eso se demostrará citando sus trabajos pero tendremos que esperar a mediados de 2009 para saberlo.

    Respecto al debate Butler, uno de los comentaristas llama la atención sobre la curiosa circunstancia de que en el mismo número de Nature, tres de los diez artículos destacados de la semana son de PLoS y dos de ellos del "sub-standard" PLoS ONE (!).

    Respecto al "light peer review", Butler afirma lo siguiente:

    ... referees only check for serious methodological flaws, and not the importance of the result.

    ... los revisores sólo comprueban defectos metodológicos serios y no la importancia del resultado.

    Sería muy bueno que Butler hubiera justificado la afirmación anterior (cosa que no hace) porque entra en conflicto con los criterios de PLoS ONE:

    • Content must report on original research (in any scientific discipline).
    • Results reported have not been published elsewhere.
    • Experiments, statistics, and other analyses are performed to a high technical standard.
    • Conclusions are presented in an appropriate fashionand supported by the text.
    • Techniques used have been documented in sufficient detail to allow replication.
    • Reports are presented in an intelligible fashion and written in standard English.
    • Research meets all applicable standards, including the Helsinki Declaration, with regard to the ethics of human and animal experimentation, consent, and research integrity.
    • Report adheres to the relevant community standards for research, reporting, and deposition of data.

    Es decir, se exige lo mismo (y no es poco) que en cualquier otra revista científica.

    Respecto a nuestra experiencia particular, el artículo pasó por un editor asociado y por tres revisores. La historia, en breve, ha sido:

    • 31-3-2008 Enviamos el trabajo a PLoS ONE.
    • 24-5-2007 Recibimos un correo de la revista donde nos piden una lista de posibles revisores de nuestro artículo.
    • 26-5-2008 Enviamos la lista con seis revisores que consideramos adecuados (nota: no conocemos personalmente a ninguno).
    • 27-6-2008 Recibimos los informes de los tres referees y las condiciones del editor para que revisemos el artículo.
    • 15-7-2008 Enviamos el artículo revisado y una carta al editor donde justificamos nuestra reacción a cada una de las observaciones de los revisores.
    • 20-7-2008 Recibimos la confirmación de que el artículo ha sido aceptado.
    • 29-7-2008 Nos piden una versión periodística para difundir en webs de novedades científicas.
    • 02-8-2008 Nos comunican la fecha de publicación: 13-8-2008.

    Pero, claro, esta es sólo la historia de la publicación porque la del trabajo comenzó bastante antes, un verano del año 2003. Estaba dando un curso en Barcelona y conté el trabajo que estábamos haciendo sobre dispersión de plantas por el viento y que aún no había sido publicado (ver Cómo se hizo "A los musgos se los lleva el viento" en cinco partes: 1, 2, 3, 4 y 5). Jacob, uno de los asistentes y hoy coautor del artículo, ató cabos y se dio cuenta que podíamos unir esfuerzos. Me propuso realizar un análisis similar pero cambiando de sujetos: de elementos pasivos (trozos de musgos, esporas...) pasaríamos a gente de vuelo activo: aves migradoras oceánicas. Estas aves realizan migraciones a enormes distancias pero sus rutas son aparentemente extrañas ya que no siguen seguir la opción de menor distancia posible. ¿Tendrían que ver los vientos con esta conducta? Jacob tenía los datos y nosotros las técnicas de análisis.

    27 junio 2008

    Cómo ganarse la vida organizando congresos

    Ya comenté en algún momento que casi he dejado de ir a los congresos. Los motivos son, sobre todo, económicos: cuesta mucho dinero viajar y alojarse. Aún así, siempre queda la opción alternativa: si tú no vas a un congreso que éste venga a ti. Y de paso te forras. Todo ello en dos pasos.

    El primer paso es cobrar lo suficiente. Por poner un ejemplo: el Wessex Institute of Techonology, "Centre of Excellence in Postgraduate Research", se dedica a estas cosas. En el año 2008 organiza 27 congresos y ya tiene previstos 23 para el 2009. Las cuotas son las mismas para todos: 1380 € (2000 $) por persona aunque "sólo" 980 € (1421 $) para autores. Por cierto, C. A. Brebbia debe tener un curriculum espectacular aunque sólo sea porque figura como "chairman" en todos los congresos, aunque sean simultáneos.

    El WIT te garantiza la publicación de las comunicaciones, algo que hacen ellos mismos (WIT Press) y donde el omnipresente C. A. Brebbia aparece como editor en todos los libros. sean de contaminación atmosférica, de gestión de cuencas fluviales o de zonas industriales abandonadas, un auténtico todo-terreno. Los libros puedes comprarlos por unas "módicas" £121 (unos 153 € o 222 $).

    Y el segundo paso es cobrar a todo el mundo, vaya o no vaya. A este respecto les pongo el último ejemplo que me han pasado y que es interesante. Es cierto que la VII Annual Conference of the European Association of Languages for Specific Purposes (AELFE 2008) es más barata que los saraos del WIT: de 180 a 240 € (260-350 $) pero lo cubren de otra forma:

    Following the procedure of all the previous AELFE Conferences, in order to present a paper at the Conference, all the authors of such a paper must pay the registration fees.

    En efecto, todos los autores de una comunicación deben pagar la cuota de inscripción. Antes era solamente uno de ellos, normalmente el primer autor. Ahora son todos, vayan o no al congreso porque no hay que olvidar que la inscripción no incluye viajes, alojamiento ni comidas. La norma anterior, que se dió a conocer en la segunda circular de ese congreso, no desde el principio, ha motivado que algunos autores hayan retirado sus comunicaciones. A mí, la verdad, no me parece normal ¿conocen ejemplos como estos? ¿tal vez alguna variante más creativa?

    06 junio 2008

    ¡Lee antes de citar!

    Tenemos un trabajo publicado en el 2004 que se acerca a las ochenta citas. Es todo un aliciente hasta que empiezas a sospechar que algunas, en un porcentaje difícil de estimar, son de relleno. No es que no vengan a cuento sino que no parece que en esos trabajos tengan la más mínima repercusión en el desarrollo del artículo. Vamos, que te imaginas al tipo buscando afanosamente por internet mientras piensa “a ver si encuentro algo más para este apartado que ando corto de referencias”.

    Lo anterior sólo ocurre en un pequeño conjunto de casos… O al menos eso queremos creer. Al respecto me envía J dos artículos. Uno es el último que nos cita donde, cosas de la vida, se confunden con conceptos clásicos de Barrio Sésamo (ya saben, arriba y abajo, cerca y lejos, Norte y Sur…). Comprensión lectora creo que se llama el problema: si nos han leido no se han enterado de algún pequeño detalle. Y para ilustrar me añade otro de apenas 6 páginas titulado Read before you cite! o sea ¡Lee antes de citar! (a lo que apetece añadir un improperio, no me digan que no).

    La referencia es Simkin, M.V.; Roychowdhury, V.P., 2003, Complex Systems, 14: 269-274. El resumen contiene, como debe ser, la información más relevante:

    Describimos un método para estimar el porcentaje de gente que realmente ha leido los artículos que cita. El método se basa en un modelo estocástico del proceso de cita ajustado a estudios empíricos de propagación de citas erróneas. Estimamos que sólo el 20% de los autores que citan leen realmente el original.

    El método seguido es interesante: supongan que un autor cita un trabajo donde se cuela una errata, por ejemplo, un dígito erróneo en la página inicial o final (1204 en vez de 1604). Cuando un autor posterior acceda a ese trabajo para leerlo se dará cuenta inmediatamente de que hay un error y lo corregirá en la bibliografía. Con esta idea, se pueden revisar los trabajos donde la errata se propaga sin corregirse, indicador de que alguien se ha limitado al copia/pega de la bibliografía errónea pero no se ha molestado el localizar el original.

    Lógicamente, el seguimiento sólo puede hacerse con trabajos muy citados donde además debe existir una errata, algo poco frecuente. Simkin y el otro tipo de apellido imposible han hecho ese seguimiento en la enorme base de datos del ISI Web of Knowlegde asegurándose también de que las erratas son reales y no introducidas por el ISI (una conducta prudente dado el tema del estudio).

    Sus resultados, insisto, indican que sólo un 20% ha leido lo que cita. El que quiera consultar el trabajo original, donde dan más detalles del modelo, lo tiene aquí.

    Debo reconocer que este trabajo parece uno de esos del autodenominado “observatorio español de internet” pero temo que sea más serio. Yo he insistido a las personas que hacen su tesis conmigo que siempre localicen el trabajo original, aunque sea antiguo (o precisamente por eso). Y puedo asegurarles que hemos tenido un par de sorpresas relativas a bulos que se han propagado a lo largo de publicaciones porque nadie se había molestado en revisar el trabajo original donde presuntamente se decía aquello.

    Como consecuencia, tal vez deberíamos empezar a arriesgarnos a introducir sólo las citas de verdad, como en la tesis de John Nash (dos citas en total y una de ellas suya). Al respecto, les aseguro que leo todo lo que cito pero también debo admitir que he citado a veces trabajos que hubieran podido obviarse.

    02 junio 2008

    ¿Rezar favorece los embarazos?

    Según Kwang Yul Cha, Daniel P. Wirth y Rogerio A. Lobo, la respuesta es .

    El artículo

    En el año 2001 el Journal of Reproductive Medicine (JRM, 46:781-797) publicó un artículo titulado "Does Prayer Influence the Success of in Vitro Fertilization-Embryo Transfer? Report of a Masked, Randomized Trial" firmado por Kwang Y. Cha, Daniel P. Wirth y Rogerio A. Lobo (resumen aquí).

    Su objetivo era:

    To assess the potential effect of intercessory prayer (IP) on pregnancy rates in women being treated with in vitro fertilization-embryo transfer (IVF-ET).

    Evaluar el efecto potencial de las plegarias en las tasas de embarazo en mujeres sometidas a implantación de embriones fertilizados in vitro.

    Cuando esto se realizó Cha estaba temporalmente en la Universidad de Columbia, donde era y es profesor don Rogerio, ambos doctores en medicina. Wirth, en cambio, no tiene formación científica y no estaba, que se sepa, en ninguna institución académica.

    El trabajo técnico se realizó en Seúl, Corea del Sur, con 219 mujeres. Independientemente, tres grupos de oración (cristianos) se distribuyeron en los EE.UU., Canadá y Australia. Un grupo recibió fotografías y rezaron por el buen desenlace de la operación sólo para esas mujeres. Otro rezó por el grupo IP en general sin más referencias. El tercero rezó por los otros dos grupos de orantes (en realidad el protocolo es delirante, vean al final). Las sesiones de oración duraron tres semanas.

    Los resultados fueron claros:

    El grupo IP tuvo un tasa de embarazo mayor que el grupo no-IP (50% frente a 26%, P=0.0013). El grupo IP también mostró una tasa de implantacion superior (16.3% frente a 8%, P=0.0005). Los efectos observados fueron indepedientes de las clínicas o laboratorios implicados así como de las variables clínicas.

    La cosa tenía tela como podrán suponer ¿deben las señoras que intentan tener un hijo ponerse a rezar una docena de rosarios diarios con toda su familia? Pues si quieren aumentar la probabilidad de éxito al doble, sí, deben hacerlo.

    El artículo fue criticado por la "ciencia oficial" y se supuso que los resultados, de ser ciertos, se debían sin duda a causas más terrenales no tenidas en cuenta por los autores. Sin embargo, Rogerio A. Lobo replicaba (recuerden esto) que "se trata de un descubrimiento muy significativo" y que "podríamos haber obviado estos resultados pero entonces no hubiéramos ayudado al avance en este campo".

    Trancurridos unos años, las cosas han cambiado un poco; les resumo la historia a continuación, sujétense bien.

    El estudio: comienzan los problemas

    Una investigación interna de la Universidad de Columbia, formada a partir de comenzar las críticas al artículo, descubrió que las potenciales madres no habían sido informadas de su participación en el estudio y no existían consentimientos firmados. Este procedimiento es algo necesario según las reglas éticas de dicha universidad. Cha justifica su conducta señalando que si las personas sabían su participación podían ponerse a rezar por y para ellas mismas sesgando el estudio.

    Independientemente de que las leyes de los EE.UU. obligan al consentimiento informado, la justificación de Cha es difícilmente defendible por dos razones: a) la "autoplegaria" puede existir previamente y b) si el estudio es realmente doble ciego no hay motivo para suponer que la información introdujera un sesgo a favor o en contra de ninguna hipótesis.

    Otros problemas introducían dudas sobre el procedimiento. Hay varias aunque aquí sólo mencionaré dos:

    • veinte de las iniciales 219 mujeres fueron descartadas por "fragmentary e-mail transmission", sin mayor explicación sobre esta peculiar dificultad.
    • el protocolo aparece en el artículo como innecesariamente complejo, interviniendo 3 grupos de orantes con diferentes y retorcidas instrucciones (ver al final para detalles).

    Como consecuencia de estas señales de alarma, unidas a la no despreciable suposición de que un poder sobrenatural intervenga en un procedimiento médico, comienzan las sospechas sobre la limpieza del procedimiento.

    Los autores: Daniel Wirth

    Don Daniel firmó el artículo como segundo autor y fue el organizador de los grupos orantes. Como aval "científico" tiene un master en parapsicología y es autor de varios artículos sobre "Non-Contact Therapeutic Touch", llamado en castellano "toque terapéutico", una especie de imposición de manos, y sus interacciones con Reiki, LeShan (sic) y plegarias. Toda una garantía (ver este post para más información).

    Su CV no acaba aquí: Daniel Wirth ha sido recientemente arrestado, juzgado y condenado por fraudes postales y bancarios durante los últimos 20 años. Entre otras cosas se ha demostrado que usó varios nombres ficticios o de personas muertas avalados por documentos de identidad falsos y realizó, entre una larga lista de delitos, cobros fraudulentos por valor de más de dos millones de dólares. Cha dice que vale, que su colega es un chorizo pero que todo eso no tiene relación con el artículo y que no demuestra que sea un fraude.

    También dice Cha que las acusaciones de que Wirth en realidad no organizó ningún grupo orante son poco plausibles porque aunque él (Cha) no sabe nada de los grupos (para no interferir involuntariamente en los resultados, dice), Wirth estaba muy interesado en el estudio y no es creíble que haya cometido fraude.

    Cosas de la vida, no piensan lo mismo los antiguos mentores de Wirth en el esotérico Wholistic Healing Research que ahora dicen que no se fían de él ni de sus artículos sobre el "toque terapéutico" (este artículo por sí mismo es una pieza de no saber si reir o llorar).

    Los autores: Rogerio A. Lobo

    Don Rogerio prefirió otra estrategia: cambiar de amigos y si te he visto no me acuerdo. El antes locuaz científico solucionó su conflictiva relación profesional diciendo que él, en realidad, de este trabajo no sabe nada, que no intervino y que sólo echó una mano en la edición del mismo. Consecuentemente, en el JRM pidió que lo borraran por que su nombre estaba de coautor por error. La corrección apareció en la última página del JRM de octubre de 2004 (no accesible en la web):

    Erratum: In the article "Does Prayer ...", Dr. Lobo is listed as an author of the article and has requested that his name be deleted, as his name appears in error. He was not directly involved in conducting the research reported in the article; he was involved principally in redaction of the manuscript for stylistic and syntactic purposes.

    ¿Autor por error? ¿Y se entera a los tres años?

    Un detalle más, don Rogerio formaba parte del comité editorial del JRM en el año que se publicó el trabajo.

    Los autores: Kwang Yul Cha

    Bueno, nos queda Cha sobre cuya integridad no puede decirse mucho salvo que uno de sus artículos, publicado en Fertility and Sterility en diciembre de 2005, ha sido retirado al demostrarse plagio (el editor de Fertility and Sterility concluyó que el artículo de Cha era una copia literal del publicado por otro autor en una revista médica de Corea, Korean Journal of Obstetrics and Gynaecology). Cha y colegas habían firmado una declaración donde juraban que el artículo era original y no había sido publicado anteriormente por lo que al plagio puede anadirse el perjurio.

    Curiosamente, el Dr. Cha tiene una propensión preocupante a las demandas judiciales: metió a juicio a Bruce Flamm (Universidad de California) por criticar sus ataques basados en el trabajo del 2001 y a Alan H. DeCherney, editor de Fertility and Sterility, por concluir que había plagiado el trabajo de 2005. La primera acaba de sentenciarse a favor de Flamm; la segunda sigue su curso pero la American Society for Reproductive Medicine ya ha decidido eliminar el artículo por plagio.

    Nota irrelevante: Cha tiene un blog sobre sí mismo con 4 entradas de enero y febrero del pasado 2007. Observo que el autobombo se le da estupendamente.

    En resumen y para aprender

    Como conclusión, tenemos unos editores y referees de una revista científica que admiten un artículo sobre la influencia de poderes sobrenaturales en un procedimiento médico. Se acaba demostrando que el artículo fue firmado por un tipo acusado de plagio, por un estafador ya condenado y por un tonto que aceptó una autoría regalada sin prever en que lío se metía.

    El Journal of Reproductive Medicine que hizo oidos sordos a todo el debate durante años ha tenido que rectificar y lo ha hecho finalmente, al cabo de 7 años, con muy poca elegancia: ha retirado el artículo de su web sin mayores explicaciones. No es posible encontrar pistas del asunto en sus páginas.

    A Rogerio A. Lobo le han concedido un más que merecido Premio Pigasus en el 2004.


    Nota sobre el protocolo experimental

    Lo dejo en inglés porque me dan ataques cuando lo leo ¿se acuerdan de aquello de la primera parte contratante...?:

    Tiers 1 and 2 each consisted of 4 blocks of prayer participants.
    Prayer participants in tier 1, block A, received a single sheet of paper with 5 IVF patients' pictures, called a "treatment unit." The 5-patient "unit" was apparently chosen because 5 photos fit conveniently on a single page.
    Prayer participants in tier 1, block A, prayed in a directed manner with a specific intent to "increase the pregnancy rate" for patients in the assigned unit. Prayer participants had no information about the patients they were praying for except for a photograph (no name, no age, etc.) on a page with 4 other photographs.
    Prayer participants in tier 2, block A, were asked to perform 2 different types of prayer. First, they prayed for the prayer participants in tier 1, block A, with the intent to "increase the efficacy of prayer intervention." In other words, they were apparently praying to increase the effectiveness of their colleagues' prayers, whatever those prayers might be.
    The study design is no longer testing whether prayer works but rather testing whether prayer, when reinforced by overlapping layers of prayer participants praying for each other, works. Next, prayer participants in tier 2, block A, also prayed in a nondirected manner for the study patients with the "intent that God's will or desire be fulfilled in the life of the patient."
    Similar nondirected prayers apparently took place in all of the other prayer blocks. Finally, in addition to all of the above groups, tiers, blocks, and units, a separate group of 3 individuals prayed in a general, nonspecific manner with the intent that "God's will or desire be fulfilled for the prayer participants in tiers 1 and 2." In other words, these final 3 prayer participants were apparently praying to increase the efficacy of the second tier of prayer participants, who were in turn praying to increase the efficacy of the first tier of prayer participants, who were in turn praying for increased pregnancy rates in the study patients. The authors offer no explanation for this confusing study design.

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