23 marzo 2010

Medical Hypotheses, una revista científica sin revisión y sus consecuencias

Ya saben ustedes que para publicar en una revista científica hay que pasar por un filtro que se ha denominado "revisión por pares". Tu artículo será sometido a crítica por dos o tres revisores, supuestamente conocedores del tema y que, no lo dudes, te buscarán las cosquillas. Un trabajo nuestro fue sometido a siete (7) revisores, menos mal que uno no contestó y sólo hubo que ocuparse de seis. Pero bueno, a lo que iba. La revisión por otros científicos no es la panacea y tiene sus luces y sus sombras pero hasta el momento, aunque todos hemos sufrido los efectos de algún revisor psicópata, no parece que a nadie se le hayan ocurrido alternativas mejores.

Y en esto me entero de que hay una revista de las publicadas en Elsevier, una sola, donde los artículos no se someten a revisión y que, a pesar de todo, tiene factor de impacto reconocido (1,415). Se trata de Medical Hypotheses, que se define como lugar para "ideas radicales, especulativas y no convencionales" y donde la publicación o no de un artículo depende de la opinión de una sola persona: el editor de la revista Bruce Charlton.

Elsevier es uno de los grandes mayoristas de la publicación científica y responsable, entre otras revistas médicas, de The Lancet. Elsevier ha comunicado a Bruce Charlton que su contrato termina a fin de este año y que, mientras tanto, debería introducir algunos cambios en su política editorial (incluyendo la revisión externa) o dimitir directamente.

El detonante ha sido la publicación de dos artículos en el año pasado. Uno había sido presentado previamente a una revista especializada de alto impacto (Journal of Adquired Immune Deficiency Syndromes, FI: 4,57) donde fue rechazado por los cinco revisores a los que se envió y que dice que los datos médicos existentes no prueban que el virus haya matado masivamente en Sudáfrica. Ambos sostienen que no hay evidencia de que el SIDA esté provocado por el HIV.

Charlton aduce que publicó los artículos porque él es "agnóstico" respecto a las relaciones HIV-SIDA y que hay trabajos que aunque tal vez estén equivocados pueden mostrar puntos de vista interesantes para hacer pensar al lector. Curiosamente, el primer artículo se recibió el 3 de junio de 2009 y fue aceptado... el 3 de junio de 2009. El segundo se recibió el 9 de junio y fue aceptado el 11. Al menos, en este segundo, tal vez el editor llegó a echarle un vistazo.
Las reacciones no se hicieron esperar. La mayor parte de ellas inciden en que el artículo no es la exposición de una idea nueva o arriesgada, como se plantea la revista, sino pura basura ya que la relación HIV-SIDA está sólidamente establecida. Tras las críticas, Elsevier, la editorial de la revista, solicitó una crítica externa de los artículos por cinco revisores. El veredicto fue, de nuevo, unánimemente negativo, señalando que ambos artículos estaban plagados de errores y de interpretaciones deficientes. Charlton se negó a aceptar las revisiones indicando que Elsevier no tenía derecho a ponerse por encima de su decisión editorial y que la petición de retirada del artículo era consecuencia de las presiones del "AIDS stablishment". Elsevier retiró los dos artículos apoyándose en las críticas de los revisores y argumentando que existían datos falsos o inexactos cuya difusión supondría un riesgo para la salud.

Las consecuencias han sido, como ya comenté, la comunicación del fin del contrato del editor y muy probablemente la introducción de la revisión de los artículos que, independientemente de ser "arriesgados", contradigan conocimientos ya establecidos sin aportar pruebas que confirmen o apoyen sus afirmaciones. Hay que señalar que al menos uno de los artículos (el otro no lo he visto) no contiene "investigación original" ni datos nuevos sino comentarios e interpretaciones. El tema no es un debate sin más ya que la negación de las relaciones HIV-SIDA implica que hay gente que también negará la necesidad de la prevención y el tratamiento de la enfermedad, algo con consecuencias claramente letales.

Personalmente, creo que este es un debate que se repite en otros ámbitos: ¿cómo distinguir ideas innovadoras o revolucionarias de la pura basura? ¿debe permitirse en una revista científica la publicación de cualquier opinión "controvertida" como que la Tierra es hueca (o plana)?

Imagen de microscopio electrónico con virus HIV-1 (verde) sobre un linfocito en cultivo (imagen original)


Creo firmemente que no, que hay límites razonablemente claros entre ciencia especulativa y pseudociencia. La ciencia especulativa irá más allá de lo que se sabe con certeza pero no debe ser una "ocurrencia" tras una resaca. Si alguien afirma que el SIDA no tiene relación con el HIV debería hacerlo interpretando bien lo que se sabe y argumentando de forma verosímil; y si faltan datos debería proponer cuales son y como deberían recogerse. Por otro lado, una idea que contradice lo ya conocido debería estar bien argumentada, aunque sea una hipótesis arriesgada. Lo demás es solo ruido.

Aunque en el post no pretendo entrar en la polémica sino comentar el caso de los límites de la publicación científica, los artículos retirados por Elsevier circulan por la Red impulsados por movimientos negacionistas del SIDA. Por si quieren echarle un vistazo al más sonoro, aquí lo tienen:
Peter H. Duesberg, Joshua M. Nicholson, David Rasnick, Christian Fiala, Henry H. Bauer, 2010. HIV-AIDS hypothesis out of touch with South African AIDS – A new perspective
Y, desde el otro lado, una crítica del artículo anterior mostrando sus deficiencias argumentales:
Claus Jensen, Deconstructing Duesberg. A Critique of HIV-AIDS hypothesis out of touch with South African AIDS – A new perspective.

3 comentarios:

Aguafiestas dijo...

Elsevier publica The Lancet, pero también algunas revistas que intentan pasar por científicas y no lo son. Que conste que yo he publicado en Elsevier... con "peer review", claro.

Enrique Gavilán dijo...

No he leído ninguno de los artículos, pero el tal Peter Duesberg es viejo conocido para mi. Hace años asistí a la presentación de un libro en el que se citaba constantemente a Duesberg, negando que la causa del SIDA era el HIV. A mi no me parecieron que tuvieran basa alguna, pero no sé si habrá cambiado la cosa.
Sería una pena que el carácter atrevido de la revista se perdiera por una lucha de poder y de control editorial. La revista en sí tiene un hueco que nadie ha sabido ver hasta ahora en el mundo científico, así que si se convierte un una revista más alguien aprovechará el hueco. El debate es y debe ser conjugar rigurosidad con atrevimiento, y desde luego vista de la manera que nos ofreces en tu blog el intervencionismo de Elsevier me parece inaceptable. Si el artículo no era aceptable, es la comunidad científica y no la editorial quien debe poner las cosas en su sitio.
Un abrazo

Ángel M. Felicísimo dijo...

Hay hueco para revistas especulativas, en efecto, tal vez en otras áreas ese hueco lo llenen arXiv o iniciativas similares. El caso es, como comento en el post, cómo trazar el límite con la pseudociencia. Saludos desde Mérida.

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