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13 junio 2010

La gravedad de la Tierra según GOCE

Sin que acabe yo de entenderlo, el post que más comentarios ha suscitado en este blog ha sido el dedicado a desmontar uno de los argumentos de los creyentes de la Tierra Hueca: el que la malvada NASA oculta con un "parche" los presuntos agujeros en los polos (ya ni pongo el enlace). Aunque no hay forma de que los adictos abandonen su creencia, hoy aprovecho una noticia de ciencia para dar un argumento más (que será obviado, por supuesto).
En la enseñanza secundaria nos contaron que la acelaración debida a la gravedad, g, era de 9,8 m·s-2. Ese valor está bastante ajustado (el valor que se usa como estándar es 9,8072467) pero la realidad es mucho más compleja ya que la Tierra no es un cuerpo homogéneo sino que hay zonas más o menos densas que hace que la fuerza gravitatoria sea diferente en unos lugares u otros. Son detectables incluso variaciones temporales debidas a la recarga de acuiferos en la cuenca del río Amazonas, por poner un ejemplo curioso, o a la influencia de corrientes marinas. A la superficie que representa un valor constante de gravedad se la llama geoide. Si la Tierra fuera homogénea y perfectamente esférica el geoide sería también la superficie de una esfera pero verán más abajo que eso no es así. La figura inferior muestra los componentes de la gravedad y su contribución relativa, pinchen encima para verla en grande, que merece la pena:

Componentes de g (de ESA)

El asunto es que hace algo más de un año, el 19 de marzo de 2009, se puso en órbita un satélite de 5 m de longitud y 1 t de masa al que se llamó GOCE (de Gravity field and steady-state Ocean Circulation Explorer). Es un satélite un poco peculiar porque, por ejemplo, orbita a apenas 250 km de altitud, mucho más bajo de los 700-800 km habituales. Los instrumentos que porta puede medir la aceleración con una precisión de 10–5 m·s–2 lo cual supone diferencias de 1-2 cm en la superficie del geoide.

El satélite GOCE (de ESA)

GOCE comenzó a medir la gravedad terrestre en septiembre del año pasado. Tras unos meses de pruebas y calibraciones, hoy ya tenemos la primeras "imágenes" del geoide. Son muy similares a lo que ya se conocía, por supuesto, y a la escala de la figura no hay forma de distinguirlas pero recuerden que debajo hay datos numéricos, que son los que realmente cuentan. ¿Que forma tiene nuestro geoide? Pues esta:


Hay que avisar de que la imagen tiene truco porque para destacar las irregularidades se ha exagerado mucho en la escala vertical, entendiendo como tal la que apunta al centro de masas de la Tierra. La superficie del geoide es realmente algo muy próximo a una esfera aunque las irregularidades que vemos en la figura existen en los valors físicos. Puede verse que el satélite ha cubierto toda la superficie terrestre incluyendo los Polos. En esta vista, el Polo Norte está ahí, encima de Groenlandia, con colores entre verdes y amarillos. ¿Qué debería verse si hubiera un gran agujero de entrada al intramundo? Pues, lógicamente, una anomalía gravitatoria monumental, un intensísimo manchón de color azul que en los datos de GOCE no existe. El motivo de esa ausencia es que dichas entradas sólo existen en algunas imaginaciones, que se aferran a un mito absurdo que la mera existencia de la base Amundsen-Scott en el Polo Sur refuta sin más discusión. Pero bueno, ya que hay más pruebas, aquí se las traigo.
Eso sí, que no vuelvan a repetir que la NASA oculta nada porque GOCE es de la Agencia Espacial Europea y los datos los trata la propia ESA y un consorcio europeo de diez instituciones científicas llamadp HPF (High-level Processing Facility).

16 abril 2010

La erupción del volcán desde satélite

Un volcán sin nombre del Sur de Islandia entró en erupción a mediados del mes pasado. Situado bajo un glaciar, este sí con nombre (aunque de dudosa utilidad: Eyjafjallajokull), ha estado dando un magnífico espectáculo durante estas semanas. Tímido al principio, ya ha obligado a evacuar a algunos miles de personas y la última novedad es la enorme cantidad de cenizas que está vertiendo en la atmósfera. Tantas que varios países han tenido que suspender sus vuelos debido al peligro que supone el material en suspensión para los motores de los aviones.
Hoy el penacho es claramente visible desde los satélites, cuya posición a varios cientos de km de altura nos da una perspectiva privilegiada.

Imagen del satélite ENVISAT (ESA, Agencia Espacial Europea); las cenizas aparecen en tonos grises por encima de Irlanda (en verde, abajo a la derecha)
La misma ESA no pone en la portada de su web una animación con la evolución del penacho donde se puede ver que en apenas dos días se ha extendido desde su helado origen hasta cubrir las costas del Noroeste europeo. Como es una animación en flash les pongo abajo cuatro instantes de la misma para que se hagan una idea.




15 enero 2010

Primer mapa de evaluación de daños en Haití

Los satélites permiten obtener datos para evaluaciones rápidas que ayudab a tomar decisiones sobre prioridades a la hora de auxiliar a la víctimas. Abajo tienen un mapa realizado a partir de escenas del SPOT-5, un satélite francés, por el SERTIT, una institución dedicada a la elaboración rápida de información sobre zonas afectadas por catástrofes. Es el primero que se realiza sobre la zona afectada por el terremoto de hace tres días. Pueden pinchar encima de la imagen para ampliarla (4.2 Mb).

La zona analizada es la capital (Puerto Príncipe) y alrededores y se diferencian 3 niveles de daños: en rojo, las zonas con daños generalizados (más del 40%); en amarillo, las zonas visiblimente afectadas con daños estimados entre el 11 y el 40%, y en crema las zonas con daños aparentemente inferiores al 11%. La escala del mapa original es 1:25000.
Nota: me he enterado por un mensaje a la lista METEOCLIM (gracias Ramiro).
Datos: el terremoto se produjo el 12 de enero de 2010 a las 21 h 53 min (GMT) (16 h 53 min en hora local) con su epidentro situado a 15 km al Sudeste de la capital Port-au-Prince.

23 marzo 2009

Derechos sobre la órbita geoestacionaria y más allá

Sabía que todos los países reclaman soberanía sobre el territorio emergido y su subsuelo. También sobre los mares vecinos cuando los hay. Y sobre el espacio aéreo. Pero estos días me ha llamado la atención J, desde su estancia en Ecuador, sobre que al menos uno de los candidatos a presidente del país reclama soberanía sobre la "órbita geoestacionaria". ¿Es una errata? No, pero es interesante y me ayuda a mantener el subtítulo de este blog.
Recordemos que una órbita geoestacionaria es aquella donde el satélite gira a la misma velocidad angular que la Tierra de forma que se mantiene en la vertical del mismo lugar. Eso sólo puede ocurrir sobre el Ecuador y a unos 35768 km de la superficie, montaña arriba, montaña abajo (1). Cada satélite que está en esa órbita ve un 42% de la superficie terrestre aunque sólo entre los 81º de latitud Norte y sus equivalentes de latitud Sur. Debido a esto, con sólo 3 satélites geoestacionarios con 120º de separación es suficiente para cubrir con Radio María la totalidad de la Tierra habitada. Se libran los osos polares y algunos pingüinos. Los usos civiles de la órbita geoestacionaria son predominantemente las comunicaciones y la meteorología y está mucho más lejana que la usada por los satélites de observación terrestre (unos 700-800 km sobre la superficie). Como su latitud es 0º deben repartirse en longitudes diferentes. Aquí hay una lista de satélites geoestacionarios: a ojo salen unos 350.

Imagen de satélites y restos ("basura espacial") en órbita alrededor de la Tierra. La mayor aglomeración se produce en la órbita geoestacionaria y alrededores.

Investigando por ahí encuentro que la Constitución de Ecuador, que creo que está actualmente en debate, incluye en su artículo 4:
El Ecuador ejercerá derechos sobre los segmentos correspondientes de la órbita sincrónica geoestacionaria y la Antártica, de conformidad con las normas del Derecho Internacional y con la legislación interna.
Los derechos de la órbita geoestacionaria se ejercerían, supongo, sobre la proyección con origen en el centro de la Tierra de los límites nacionales sobre dicha órbita. Esto supondría, un segmento de 11780 km, un 4.46% del los 264000 km que supone aproximadamente la circunferencia total, de la cual un 70% está sobre océanos. Colombia tendría unos 4171 km (un 1.57%), algo que también incluye en su Constitución (Art. 101):
También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar territorial, la zona contigua, la plataforma continental, la zona económica exclusiva, el espacio aéreo, el segmento de la órbita geoestacionaria, el espectro electromagnético y el espacio donde actúa, de conformidad con el Derecho Internacional o con las leyes colombianas a falta de normas internacionales.
Los países ecuatoriales han intentado conseguir un reconocimiento de esos derechos desde hace un tiempo. En 1976 hubo una reunión en Bogotá de los diez países implicados, Brasil, Colombia, Congo, Ecuador, Gabón, Indonesia, Kenia, Somalia, Uganda y Zaire, y se redactó una declaración en la que se defiende la existencia de soberanía sobre este "recurso natural". Dicha declaración no ha sido reconocida en la legislación internacional y se me ocurre que uno de los artículos puede ser causa de que nunca se haga. En concreto se dice:
Los satélites ubicados por países no ecuatoriales en segmentos de órbita de los Estados Ecuatoriales, carecen de la autorización de éstos y la existencia de tales satélites no confieren derecho alguno al uso actual o futuro del lugar que ocupan.
Huelga decir que las reivindicaciones de soberanía absoluta con negación de los derechos actuales (que están otorgados por legislación internacional vigente) no tienen ninguna opción de salir adelante ya que dependen de un consenso con otros países y el derecho internacional es, por definición, el fruto de acuerdos multilaterales.

Actualmente, las posiciones orbitales son administradas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo dependiente de las Naciones Unidas. Los países ecuatoriales (o al menos los más activos en este asunto) se quejan de favoritismo hacia las "grandes potencias" en la adjudicación de posiciones y que, como consecuencia de ello, se está saturando la órbita de forma que los países en desarrollo no podrán en un futuro poner sus propios satélites. El argumento es respetable pero no estoy seguro de que sea correcto. Por ejemplo, los satélites no son eternos sino que duran lo que dure el combustible utilizado para corregir las inevitables desviaciones de la órbita (he leído aunque no confirmado que las concesiones actuales son de 15 años). Por tanto, existe una posibilidad de recambio de posiciones en el tiempo y donde hoy hay un satélite estadounidense podrá haber uno brasileño o marroquí ya que la posición no queda "secuestrada" indefinidamente. Por otro lado, no parece que la UIT niegue permisos aunque sí exige que el satélite esté al menos en construcción en el momento de la petición y en órbita antes de 5 años o la concesión de posición caducará. Encuentro que esos requisitos son algo lógico precisamente para prevenir el "secuestro" de posiciones que luego no se mantendrían vacías. Sí es cierto que la concesión de posiciones se hace por simple orden cronológico por lo que no existe ninguna reserva para los países ecuatoriales pero tampoco para ningún otro lo cual hace que el dominio de la UE, Rusia y los EE.UU. sea abrumador.

Personalmente, y por aquello de mojarme, no creo que la órbita en cuestión deba someterse a soberanía de nadie en concreto, y menos por la casualidad de estar debajo de ella a 40000 km de distancia. Sí debe garantizarse un acceso real a todos los países que puedan o quieran poner un satélite allá arriba. Para ello tal vez deba mejorarse la normativa actual pero la gestión de esos lejanos "territorios" debe ser internacional y los derechos generales. Es cierto que actualmente los satélites son mayoritariamente de los países más ricos (la cruel lógica de la economía) pero a nadie se le impide crear consorcios o alianzas y muchos de esos satélites generan beneficios globales tanto en comunicaciones como en usos científicos.

Si me permiten una broma para terminar ¿por qué quedarse en derechos territoriales de 40000 km? o ¿por qué limitar esos 40000 km a los países ecuatoriales? Cada país podría extender su territorio nacional hasta el infinito y más allá, que decía Buzz Lightyear, y prolongar la proyección de sus fronteras terrestres y marítimas hasta unas cuantas UA de distancia. ¡Ah, la propiedad, cuántas cosas curiosas salen a la luz al invocarte!

(1) La órbita geoestacionaria permite ciertas tolerancias de forma que en la realidad es un gran "donut" con un radio medio de 42165 km, un ancho de 74 km y una "altura" de 42 km.

28 enero 2009

Calentamiento antártico

La figura de abajo muestra los cambios de temperatura en ºC por década estimados a partir de medidas tomadas tanto por estaciones en superficie como desde satélites. En síntesis y según los autores del trabajo, la Antártida se ha calentado una media de 0.1 ºC por década desde 1957, con una subida acumulada de 0.5 ºC a nivel general y de algo más de 0.8 ºC en la Antártida Oeste (zonas en rojo, próximas a la Península Antártica). La tendencia no es homogénea y en la Antártida Este no se ha encontrado ninguna variación significativa mientras que la zona del Polo Sur parece haberse enfriado en las últimas décadas. En la imagen, los datos de temperatura se han superpuesto a una base topográfica generada por el Radarsat y la extensión de hielo corresponde a mayo de 2008.

Imagen tomada de aquí (tendencia en ºC/década)

De los datos existentes ya se conocía el evidente calentamiento de la Península Antártica aunque todo hacía suponer que era un fenómeno local, tanto más porque el interior del continente estaba aparentemente enfriándose. Los resultados de este trabajo no contradicen eso pero muestran que el calentamiento afecta a una zona más amplia de la Antártida Oeste, no sólo a la Península. Las tendencias en el resto del continente son de una magnitud mínima y pueden considerarse no significativas con la información disponible actualmente.
¿Cómo se ha hecho este trabajo? Pues intentando resolver el problema de que en la Antártida hay unas estaciones terrestres mal distribuidas aunque con largos registros, mientras que los satélites cubren bien toda la zona con buena resolución pero sólo desde hace relativamente pocos años. Los autores han establecido correlaciones entre ambas series de medidas para acabar estimando los "huecos" existentes en las series y rellenando zonas no cubiertas por las estaciones. Así han elaborado mapas de los últimos 50 años que cubren toda la Antártida. La técnica es interesante: se llama regEM de regularized expectation maximization y han desarrollado un módulo para usarlo en Matlab. Se supone que las técnicas usadas han permitido paliar los dos problemas básicos del asunto: la escasez y pésima distribución de las estaciones meteorológicas disponibles y el control de las incertidumbres que se propagan a lo largo de todo el proceso.
Los autores insisten en que sus resultados no contradicen que parte de la Antártida esté enfriándose ni cuestionan la hipótesis de que el calentamiento de la zona Oeste se deba a un incremento general en la velocidad del cinturón de vientos del Oeste (que, por cierto, ya comentamos en este blog en otro contexto).

La imagen superior ha sido portada de Nature esta semana.

El algoritmo regEM está descrito en
Schneider, T., 2001: Analysis of incomplete climate data: Estimation of mean values and covariance matrices and imputation of missing values. Journal of Climate, 14, 853–871.

19 noviembre 2008

Daños irreversibles

Debo confesarles que cuando oigo hablar de medidas de protección de la naturaleza con supuestos efectos a medio o largo plazo no puedo evitar pensar que estamos como siempre, dando vueltas sin abordar los problemas auténticos que están devastando el mundo. Algunos son poco espectaculares, como la destrucción, desestructuración e impermeabilización de los suelos, otros son tan evidentes como las imágenes que les pongo abajo.

Mato Grosso era hasta hace poco una zona casi inaccesible en el centro de la Amazonia. Ese aislamiento se rompió tras la construcción de un ferrocarril y de varias carreteras. Aún así, su densidad de población actual no llega a las 3 personas por km2. En esta zona, antes virgen, se vive en buena medidas de industrias extractivas, tanto minerales como de madera. Los resultados los tenemos en las dos fotos tomadas por satélites con un intervalo de 10 años. Los colores no son reales, obviamente. El color rojo representa la vegetación (corresponde a la reflectancia en el infrarrojo próximo, muy intensa en la clorofila). Las zonas deforestadas aparecen en tonos grises o marrones claros. Los resultados de la intervención humana creo que no necesitan más comentarios.

Imagen del Landsat-5 tomada en agosto de 1992


Imagen de ASTER tomada en julio de 2006

No sé si esto tiene moraleja pero está claro que si no se abordan problemas urgentes será poco útil pensar en planes que sólo tendrán efectividad dentro de décadas. La selva tropical no se recupera fácilmente y los suelos que quedan tras la deforestación sólo son fértiles durante un par de años: todo un ejemplo de explotación no sostenible.
Las imágenes han sido tomadas del Earth Observatory.

30 abril 2008

[Breves] Humo sobre Buenos Aires

Una imagen del Earth Observatory tomada por el radiómetro MODIS nos muestra los incendios producidos entre Rosario y Buenos Aires estas pasadas semanas. Pulsando sobre la imagen pueden hacer un zoom muy detallado (1.9 Mb) que merece la pena.

19 marzo 2008

Las entradas a la Tierra hueca

Los partidarios de la Tierra hueca sostienen eso, que la Tierra es hueca y que existen dos grandes entradas al interior situadas en los Polos Norte y Sur. Luego hay variantes más o menos alucinadas donde aparecen arcanas razas superinteligentes, OVNIs, mamuts, soles interiores y cosas así. No voy a perder el tiempo discutiendo eso pero sí voy a comentarles uno de los argumentos habituales que se utilizan para demostrar que existe una conspiración internacional para ocultarnos la evidencia: la NASA censura las imágenes de satélite de los polos para que no veamos los huecos que allí existen.

Esta variante argumental comenzó con la imagen de abajo, sobre la que se dice en uno de los sitios dedicados a esta historia:

Durante muchos años se creyó que la Tierra era hueca, pero hasta 1968 no hubo ninguna prueba de ello. Ese año, unas fotos tomadas por un satélite mostraban claramente un agujero enorme en el Polo Norte.

Mosaico de imágenes del ESSA-7 utilizado para demostrar la existencias de la apertura polar

El satélite en cuestión era el ESSA-7 y, en efecto, en la imagen (mosaico, en realidad) se ve ese agujero. Bueno, no exactamente. El realidad lo que se ve es un círculo sin datos. Voy a ponerles alguna imagen más actual (ver abajo). La de la izquierda es un mosaico ártico del ASAR (Advanced Synthetic Aperture Radar), un radar a bordo del satélite ENVISAT. La de la derecha es del AMSR-E (Advanced Microwave Scanning Radiometer, transportado por el satélite EOS Aqua). Ambas muestran ese círculo negro centrado en el Polo.

Según las teorías de la conspiración, estas zonas no muestran datos debido a la censura de las agencias espaciales (no sólo la NASA, que ya sa sabe, sino todas) que ocultan la entrada a la Tierra hueca. A mí se me ocurriría pensar lo fácil que sería, si se quisiera ocultar algo, rellenar esos escandalosos huecos con datos ficticios pero se ve que estos cientificos de la NASA no dan para tanto y se limitan a usar la tijera.

Bueno, como supondrán, existe una explicación sobre esos círculos que esta gente no se ha molestado en buscar. Si leemos las llamadas fact-sheets donde se presentan las principales características de los satélites observaremos que en todos ellos se describe un tipo concreto de órbita. Copio fragmentos:

  • ... a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (QuikSCAT)
  • Due to its quasi-polar orbit, the coverage overlap... (Landsat)
  • Ariane will place SPOT 5 in the same orbit as SPOT 1, 2, 3 and 4, i.e. a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (SPOT)

Se llama órbita cuasi-polar a aquella en la que los planos orbitales del satélite están algo inclinados respecto al eje de rotación terrestre. El grado de inclinación se da con referencia al plano ecuatorial: a una órbita polar (el satélite pasa sobre los Polos Norte y Sur) le corresponde un ángulo de 90º mientras que las cuasi-polares serán algo menores.

Las zonas negras en las imágenes anteriores no corresponden, por tanto, a datos que se ocultan sino a zonas sobre las que los satélites no orbitan. Son una consecuencia puramente geométrica del ángulo de inclinación de los planos orbitales.

La afirmación básica de los conspiranoicos se desmonta con facilidad simplemente entendiendo de qué se está hablando. Pero, claro, queda la duda ¿no se habrán diseñado estas órbitas precisamente para que no existan datos de los Polos? O lo que es lo mismo ¿por qué usar este tipo de órbitas que obligatoriamente dejan zonas sin información? Por ser ordenado, comentaré en primer lugar que las órbitas cuasi-polares se engloban dentro de las llamadas LEO (Low Earth Orbits), circulares, geocéntricas y de baja altura, entre 200 y 1000 km. Todos los satélites de observación terrestre habituales orbitan entre los 700 y 900 km mientras que la ISS, Estación Espacial Internacional, orbita a 400 km. Estas órbitas son baratas (no son necesarias grandes lanzaderas) aunque a menos de 400 km existen problemas con la atmósfera y a más de 1000 km con los cinturones de van Allen.

Dicho esto, la razón de las órbitas cuasi-polares es el deseo de que el tránsito de los satélites esté sincronizado con el Sol. Esto significa que el satélite pasará sobre un lugar siempre a la misma hora y, consecuentemente, las imágenes que tome formarán series coherentes en el sentido de que la iluminación corresponderá a la misma hora solar, algo muy conveniente para la observación, interpretación y proceso de los datos captados. Algunos satélites, incluso, "cabalgan" sobre el terminator, la línea que separa la luz de la oscuridad en la Tierra, con lo que mantienen sus paneles solares activos mientras barren con sensores activos la zona oscura.

El problema de sincronizar las órbitas satelitales con el Sol es el de ajustar con exactitud la precesión del satélite (cambios angulares en el plano de giro) con el ciclo solar, que debe ser de 360º/365.242199 días = 0.9856º/día. Asumiendo órbitas circulares, este valor puede conseguirse ajustando dos valores: la altura de la órbita y su inclinación.

El resultado es que las órbitas heliosincrónicas típicas se hacen a una altura de 700-800 km, con un periodo de rotación de unos 95-100 minutos y con una inclinación proxima a los 89º. Si hay alguien interesado en las ecuaciones básicas, las encontrará en este documento.

Dicho de otra forma: ninguna órbita cuasi-polar podrá tomar imágenes de los Polos. Tampoco podrá, por ejemplo, la Estación Espacial Internacional, cuya inclinación orbital es de 51.6º con lo que las latitudes altas no serán sobrevoladas nunca. Y tampoco pudo hacerlo la misión de la lanzadera Columbia STS-75 de 1996 que se supone tomó una "famosa" (y cutre) imagen de agujero polar ya que su inclinación orbital fue de 28.45º.

Consecuentemente, estimados partidarios de la conspiración satelital, aunque dudo que me lean, les ratifico que los círculos vacíos se deben a exigencias físicas de las órbitas heliosincrónicas, no al contubernio de los illuminati. Harían bien en revisar los argumentos que aquí les he esbozado, llegar a la conclusión lógica y eliminar de sus páginas todas las tonterías de los parches polares. ¿Existen satélites con órbitas polares? Claro que sí, pero es que ustedes no se molestan de buscarlos. ¿Quieren una imagen de alta resolución de toda la Antártida, incluido el misterioso y censurado Polo Sur? RADARSAT, un satélite canadiense lo ha hecho y está en internet como imagen de 39 millones de píxeles. Abajo les pongo una versión muy reducida. En la original (37 Mb), que pueden descargar aquí, el Polo Sur está aproximadamente en el pixel 3380, 2800.

Mapa de la Antártida (datos RADARSAT)

24 noviembre 2006

Algo se derrite en Groenlandia

Datos calientes sobre deshielos y niveles del mar, saquen la canoa del sótano

¿Se acuerdan de Grace? Dos satélites gemelos que miden la gravedad de la Tierra. En el post sobre ellos les comenté un trabajo donde se hablaba de la reducción del hielo en la Antártida. Hoy se publica otro en Science cuyo resumen no puede ser más claro, les traduzco sólo una frase de los resultados (Gt son gigatoneladas):
Desde 2003 a 2005, la capa de hielo ha perdido 101±16 Gt/año, con una ganancia de 54 Gt/año por encima de los 2000 m y una pérdida de 155 Gt/año a menores alturas.
Esta tasa se ajusta bien a la estimación de -117 Gt/año hecha entre 1996 y 2005 mediante una técnica completamente diferente llamada interferometría radar de la que prometo hablarles próximamente.
Este segundo trabajo añade algunos datos sobre el movimiento de los glaciares; dicen, por ejemplo:
Hemos detectado una aceleración en los glaciares por debajo de los 66º N entre 1996 y 2000, que se ha ampliado a los 70º en 2005. La aceleración en la descarga de hielo supone un incremento en la pérdida de masa de hielo de 90 a 200 km3/año.
¿Qué efectos tiene esto sobre el nivel del mar? He buscado datos, no opiniones, y los he encontrado en la página Sea Level Change de la Universidad de Colorado. De nuevo, dos satélites son los responsables: Topex/Poseidon y Jason. Llevan altímetros que miden la distancia entre ellos y el mar con una precisión excepcional. Dada la incertidumbre en la posición orbital y el movimiento del mar, a pesar de esa precisión es necesaria una cantidad ingente de medidas para obtener una exactitud razonable. Pero ya las tenemos y los datos tomados desde 1992 señalan que el nivel medio del mar sube unos 3.0±0.6 mm/año. No parece mucho pero, al menos a mí, la gráfica me desasosiega un poco.

Para terminar y como dije al hablar de GRACE; los métodos de medida no saben de ideologías, ni de consecuencias políticas, son sólo instrumentos que toman datos, es decir, información verificable sobre la realidad. Los datos no saben si es usted neocon o antisistema, saque sus conclusiones pero no obvie la información.

Referencias
S. B. Luthcke, et al., 2006, Recent Greenland Ice Mass Loss by Drainage System from Satellite Gravity Observations, Science, 314 (5803): 1286-1289. DOI: 10.1126/science.1130776
Rignot, E.,Kanagaratnam, P., 2006, Changes in the Velocity Structure of the Greenland Ice Sheet, Science, 311 (5763): 986-990. DOI: 10.1126/science.1121381
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