07 marzo 2009

Ciencia y no-ciencia, 2

Déjà vu

En la entrada anterior mencioné dos características de la ciencia que permiten asignar valores de verosimilitud a supuestos hechos o datos: la posibilidad del contraste experimental y la coherencia con un corpus de conocimiento ya consolidado. También comenté que ninguna es definitiva ya que siempre es posible descubrir cosas radicalmente nuevas que derrumben parcialmente el edificio ya construido. Por ejemplo, la teoría de la relatividad que planteó Einstein fue una revolución y no encajaba en ninguna de las características mencionadas: no eran en ese momento objeto de experimento y le daban un revolcón a la gravedad newtoniana que era como se entendía entonces. Eran una gigantesca construcción teórica que fue aceptada poco a poco porque el proceso deductivo era impecable. Luego, algunas de sus predicciones fueron verificadas como, por ejemplo, que los campos gravitatorios modifican la trayectoria de la luz.
Y aquí quería llegar: otras características que permiten diferenciar la ciencia de la pseudociencia están relacionadas con su estructura interna y su dinámica. Simplificando, el corpus de conocimiento de la ciencia está formado por hechos, hipótesis y teorías. Los hechos deben ser verificables, las hipótesis deben ser contrastables y las teorías deben, enlazando en un conjunto coherente el conocimiento previo, proponer nuevas hipótesis: si esta teoría es cierta, en tales circunstancias debería pasar tal cosa. Estas predicciones se someterán a verificación experimental que las refutarán o corroborarán. Ojo, que mientras que una refutación suele ser definitiva, una verificación nunca es completa porque sólo garantiza que la cosa funciona en las condiciones del experimento pero no puede ofrecer seguridades sobre lo que pasaría en escenarios alternativos.
Las pseudociencias no funcionan así. Normalmente los hechos que defienden no son nunca verificables y sólo funcionan en condiciones fuera de control: ante la ausencia de escépticos, sólo si no hay medidores de campo cerca, etc. Si se hace un experimento y el resultado es negativo suele acudirse a disculpas que tampoco son verificables, como que el supuesto telépata perdió la concentración, o que hay energías negativas y cosas así. Lógicamente, tampoco se dan detalles sobre qué es "energía negativa" ni cómo puede medirse, cómo se origina...
Las pseudociencias tampoco plantean hipótesis ni elaboran teorías, lo cual es lógico dada la imposibilidad de probar o refutar los presuntos hechos paranormales que las fundamentan.
Esta ausencia de una estructura sólida es una buena pista para distinguir la ciencia del cuento chino. Para que se les tome en serio por la comunidad científica los defensores de la telepatía (sigo con ese ejemplo) deberían desarrollar una "teoría telepática", que explicara los principios del fenómeno y, a través del conocimiento adquirido, propusiera, por ejemplo, que la intensidad de la comunicación es constante y no desciende con la distancia entre emisor y receptor lo cual sería, por cierto, un descubrimiento extraordinario.
¿Está libre la ciencia de pseudociencia? Pues no, claro que no. Lo que pasa es que su propia dinámica permite separar el grano de la paja. A veces tarde, es cierto, pero las chifladuras acaban cayendo en el olvido o en el ridículo; por ejemplo, la dianética de Hubbard, la energía orgónica de Reich, la cámara Kirlian, los rayos N de Blondlot...
¿Les pongo una lista de pseudociencias y hechos a los que asigno personalmente una verosimilitud indistinguible de cero? Aquí van:
  • los poderes de las pirámides: la forma piramidal serviría lo mismo para dormir bien que para afilar cuchillas que para conservar los alimentos.
  • la levitación de gente (normalmente siempre muy lejos de nosotros) mediante la meditación, que permitiría violar la ley física de la gravitación
  • la telequinesia, que permitiría mover objetos sólo con el pensamiento
  • la telepatía, que permitiría la comunicación mental entre personas
  • la cirugía psíquica, según la cual algunos chamanes o curanderos harían cirugía mayor mediante sus manos, sin penetrar físicamente en los tejidos
  • la quiromancia, donde las arrugas de las manos describen el carácter del individuo y permiten conocer aspectos de su futuro
  • el tarot, como instrumento de adivinación del pasado, presente y porvenir
  • los biorritmos, una teoría que defendía que la suerte, los estados de ánimo y habilidades como la creatividad, potencia sexual y cosas así se debían a superposiciones de ritmos físicos, emocionales e intelectuales con periodos diferentes
  • la astrología, que afirma que la posición de algunos cuerpos celestes influye en el destino de las personas
  • el viaje astral, que permitiría personarse de forma no física en lugares lejanos mediante una disociación del cuerpo físico y del "cuerpo astral"
  • el espiritismo, práctica que permitiría comunicarse con espíritus normalmente a través de personas intermediarias llamadas mediums
  • la numerología, por la que se predeciría el futuro de una persona interpretando el orden de los números en la fecha de nacimiento o un valor numérico de las letras de su nombre
  • la radiestesia o rabdomancia, que facilitaría entre otras cosas localizar a personas mediante un péndulo o una varita sobre un mapa
  • la homeopatía, que pretende los poderes curativos de una sustancia pueden aumentarse reduciendo su concentración en agua, incluso hasta la desaparición física de la misma
En fín, una chocante cantidad de propuestas que siguen siendo creídas por bastante gente, incluso en países desarrollados, donde la cultura está al alcance de todos. Una versión más ligera pero también mucho más lucrativa de la pseudociencia son productos como las plantillas magnéticas, los parches antigrasa, los revitalizantes a base de ginseng o jalea real, las dietas milagro, las pulseras magnéticas, el agua imantada...

Para finalizar con este rollo que me he marcado, me gustaría destacar una diferencia más de funcionamiento entre ciencia y no-ciencia y que atañe a la experimentación.
La experimentación es el primer carro de combate de la ciencia normal y se asume siempre un principio básico: todo experimento es repetible e independiente del experimentador. Por eso, es esencial que los experimentadores tengan un buen control sobre las condiciones del proceso; por ejemplo, algunas reacciones químicas sólo se producen en un rango concreto de temperatura, por lo que ésta deberá estar claramente controlada por el experimentador lo que deberá reflejarse en su cuaderno de laboratorio. Cualquier otro equipo en el mundo debería ser capaz de obtener los mismos resultados si replica el experimento. Y si no ocurre, la duda aparece y debe ser resuelta: ningún investigador toma en cuenta experimentos no repetibles.
Este marco es antagónico con la no-ciencia. Por ejemplo, los poderes "psi" sólo se manifestarán en condiciones favorables, entendiendo éstas como la ausencia de controles y controladores que perturban el experimento con su agresiva incredulidad. Este marco es el que permite que, ante controles estrictos, los fenómenos paranormales no se produzcan. Según los paranormalistas esto no se debe a que el control evita el fraude sino que inhibe la potencialidad del sujeto. El principio de repetibilidad salta hecho pedazos y, con él, se instala la necesidad de que yo crea en experimentos que a mí no me funcionan y en resultados que no puedo repetir. Mi credulidad no llega a esos extremos.
Y ahora les dejo, que el espíritu de Rhine me está echando aire helado en las orejas.

12 comentarios:

Alfredo Oliva dijo...

¿Te has olvidado del Feng Shui?

Un saludo

musicarlos91 dijo...

Como bien has dicho, qué negocio esto de la pseudociencia, engañar a miles de personas con todo este tema, en fin sólo hay que encender el televisor y poner algún canal local para poder ver la tira que tiene el tarot, la astrología, etc...,y la gente que llama. Pero esto es como todo, para haber escépticos, deben haber creyentes.

PD: Muy bueno el toque irónico del final ;)

Un Saludo!

Ángel M. Felicísimo dijo...

Sí, podría haber puesto el feng-shui, lo que pasa es que hay tantas bobadas "milenarias" que se pasó :-)
En mi descargo, hice un post sobre eso:
Quiero quirófanos feng-shui

Unknown dijo...

Es cierto, leer los comentarios al post de la Tierra Hueca da escalofríos... :(

Oliveira dijo...

No había tenido tiempo de leer los post de ciencia y no-ciencia, realmente buenos.

¿Cuál es tu opinión de la acupuntura?

Al parecer es una de esas creencias milenarias, pero, tengo información y dudas que quiero compartir, después de tu punto de vista.

¡Saludos!

Oliveira dijo...

Vaya, acabo de leer el artículo de "quiero quirófanos feng shui", creo que está bastante clara la postura.

Bueno, la información y dudas sobre la acupuntura en particular.

Conozco un médico que la practica; el me comentó y después leí, que hay dos tipos: la china y la japonesa. La diferencia: los japoneses pensaron: ¿qué rayos pasa en eso de la acupuntura? y en cada punto que los chinos decían que había una cantidad de energía más elevada, en cada "meridaino" (así le llaman), decidieron hacer mediciones con un aparato "apropiado" (no estoy seguro del nombre del aparato, solo que mide energía eléctrica); pues el médico que me explicaba me lo enseñó en vivo, vimos planos de los meridianos y con su aparato medidor resultaba que en esos puntos la aguja subía.

Después en los puntos que están destinados para hacer la medición, se procedió de la siguiente forma:

Se midió cada uno de los puntos y se hizo una gráfica con los resultados de esto, destacando lo que estaban "muy bajos" o "muy altos" (se tiene un rango adecuado de "energía eléctrica"), se me implementaron agujas en los "puntos" clave para regular dichas energías, aplicando electro-estímulos con una aguja eléctrica primero, y luego las agujas convencionales; en una posterior medición se demostró que los niveles habían sido regulados...

Bueno, ahí la información y ahora las dudas:

Si mide energía eléctrica, y se aplica energía eléctrica ¿que implicaciones tiene esto a nivel de sistema nervioso autónomo? Porque, según la teoría, este procedimiento trabaja a este nivel.

Me queda claro que su aparato mide "energía eléctrica" y que antes de las agujas no está como "debería" estar (cuando se presentan enfermedades), y que después de la implementación la regulación de la energía queda en niveles óptimos, ¿qué efectos tangibles puede tener esto, es decir, en salud? No sé si hay estudios, pues, solo conozco testimonios subjetivos, donde la sugestión no puede ser descartada como factor.

Además, los puntos que se utilizan para medir la energía de los meridianos están situados en las muñecas y en los pies; no sé que criterios se ocupen para determinar que en estos puntos debe medirse la energía.

En fin, me gustaría conocer el punto de vista de un científico que respeto mucho.

¡Saludos!

Ángel M. Felicísimo dijo...

Bueno, mi opinión está bastante clara, en efecto. Los ensayos que se han hecho con procedimientos de control correctos no muestran un efecto mayor que el placebo por lo que la cosa no parece que vaya más allá que un efecto de sugestión.
Cuando se demuestre ese funcionamiento con las reglas que he comentado en estos artículos y que se aplican normalmente en ámbitos científicos la acupuntura será aceptada por la ciencia. Mientras tanto no.
Saludos.

Anónimo dijo...

Separar la paja del grano...

Cuando era niño, obtuve 2 explicaciones sobre el origen del universo:

1) Diosito lo hizo en 6 días.
2) Hubo una gran explosión y con el paso de miles de millones de años, el universo (simplifico) se fue cuajando hasta hacerse lo que es hoy .

Pregunté entonces a mi venerada hermana mayor, quien en ese entonces estudiaba una carrera de ciencias naturales: ¿entonces no es cierto que Diosito hizo el universo en 6 días?

Mi hermana, quien además es muy religiosa, contestó con sutileza para no atormentar la mente de un pequeño de 6 años: "lo que dice la Biblia de que Dios hizo al mundo en 6 días no es cierto, la ciencia ha comprobado que no es así". Y vinieron después muchos ejemplos y explicaciones de por qué. Sin embargo, el hecho de que Él era el creador, no lo puso en duda.

Desde ese entonces me quedó claro que los hechos sobrenaturales y la intervención divina de la que habla la Biblia y otros libros revelados, son puros cuentos. Y si las religiones emanan de esas fuentes, están basadas en premisas falsas y no hay que hacerles caso.

Sin embargo, nunca dejé de recurrir a Dios (cosa extraña). Creo que, si voy a tener un amigo imaginario, es mejor que sea todopoderoso e infinitamente piadoso; lo cual, como dirían algunos, "es una ventaja epistemológica" sobre aquellos cuyos amigos imaginarios no tienen poderes sobrenaturales.

Aunque claro, habrá quienes no tengan amigos imaginarios y se burlen de que yo (o quien sea) tenga que recurrir a uno. Pero eso es otro tema.

En fin.

Lo que quería mostrar es el conflicto que se crea cuando algo que das por cierto es refutado. También quería mostrar cómo a veces, por nosotros mismos no podemos distinguir el polvo de la paja y la ayuda de los demás puede ser determinante en esta distinción. Por ello, este par de posts sobre ciencia y no ciencia son, a mi parecer, de los más trascendentes que se han escrito en el GOLEM Blog.

Si yo hubiera podido leer (y entender) estas entradas en mi vida temprana, tal vez no me habría pasado días viendo el cielo buscando platillos voladores con extraterrestres ni atemorizado por los fantasmas que viven en la oscuridad.

Aún así, durante el transcurso de mi vida he caído en más creencias infundadas por no tener las herramientas de razonamiento adecuadas para distinguir su verosimilitud o su validez científica.

Gracias, Ángel, pues estas líneas son un faro en las costas de la ignorancia para aquellos que estamos dispuestos a razonar.

Un saludo.

Moisés

Anónimo dijo...

Ups... Corrijo: en lugar de "separar el polvo de la paja" quise decir "separar el grano de la paja". Además, creo que en la Península eso de polvo y paja tiene otra connotación. =S

Pido me disculpen.

Moisés

Ángel M. Felicísimo dijo...

>Creo que, si voy a tener un amigo imaginario, es mejor que sea todopoderoso e infinitamente piadoso; lo cual, como dirían algunos, "es una ventaja epistemológica" sobre aquellos cuyos amigos imaginarios no tienen poderes sobrenaturales.

Esto es de lo más racional que he oido :-)

Gracias por tu opinión y por lo del polvo y la paja no te preocupes que se entiende perfectamente. Yo cuando visito Argentina tengo que hacer memoria de las cosas que no puedo coger.
Saludos

Anónimo dijo...

"Una versión más ligera pero también mucho más lucrativa de la pseudociencia son productos como las plantillas magnéticas, los parches antigrasa, los revitalizantes a base de ginseng o jalea real, las dietas milagro, las pulseras magnéticas, el agua imantada..."

¡Caramba! Nunca había oído que el ginseng o la jalea real perteneciesen a esa categoría de patochadas... Me dejas pasmado; en mi casa solemos tomarlos de vez en cuando.

¿No tienen efecto estimulante? Yo así lo he creído siempre, aunque igual es por sugestión...

Espero que no cuestiones el poder estimulante de la autosugestión, porque hasta ahora me ha ido bastante bien.

Txema M

Ángel M. Felicísimo dijo...

Txema, no hay nada que demuestre que esos preparados tienen efectos especiales aparte de su aporte nutricional ¿o sí?
A mí también me va bien con los huevos fritos, a lo mejor es sugestión, cuyo poder estimulante no niega nadie.

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