19 noviembre 2008

Daños irreversibles

Debo confesarles que cuando oigo hablar de medidas de protección de la naturaleza con supuestos efectos a medio o largo plazo no puedo evitar pensar que estamos como siempre, dando vueltas sin abordar los problemas auténticos que están devastando el mundo. Algunos son poco espectaculares, como la destrucción, desestructuración e impermeabilización de los suelos, otros son tan evidentes como las imágenes que les pongo abajo.

Mato Grosso era hasta hace poco una zona casi inaccesible en el centro de la Amazonia. Ese aislamiento se rompió tras la construcción de un ferrocarril y de varias carreteras. Aún así, su densidad de población actual no llega a las 3 personas por km2. En esta zona, antes virgen, se vive en buena medidas de industrias extractivas, tanto minerales como de madera. Los resultados los tenemos en las dos fotos tomadas por satélites con un intervalo de 10 años. Los colores no son reales, obviamente. El color rojo representa la vegetación (corresponde a la reflectancia en el infrarrojo próximo, muy intensa en la clorofila). Las zonas deforestadas aparecen en tonos grises o marrones claros. Los resultados de la intervención humana creo que no necesitan más comentarios.

Imagen del Landsat-5 tomada en agosto de 1992


Imagen de ASTER tomada en julio de 2006

No sé si esto tiene moraleja pero está claro que si no se abordan problemas urgentes será poco útil pensar en planes que sólo tendrán efectividad dentro de décadas. La selva tropical no se recupera fácilmente y los suelos que quedan tras la deforestación sólo son fértiles durante un par de años: todo un ejemplo de explotación no sostenible.
Las imágenes han sido tomadas del Earth Observatory.

16 noviembre 2008

Panorámica del fin de semana

Lagoa das Furnas, San Miguel, Azores
Panorámica de 5 fotos verticales

Las Azores son islas de origen volcánico cuya actividad permite observar manantiales sulfurosos hirvientes, bañarse en aguas marinas con surgencias calientes o generar energía eléctrica mediante una central geotérmica. En la isla de San Miguel, los cráteres están hoy inundados aunque los volcanes siguen activos. El volcán de Furnas es uno de ellos, donde lo más visible es la presencia de fumarolas y surgencias de aguas termales sulfurosas, y lo menos, la emisión difusa de gases a través del suelo y su potencial concentración en zonas poco ventiladas: se han medido en casas del pueblo concentraciones de CO2 superiores al 20% (en volumen) cuando lo normal es no llegar al 0.5% (1, 2). En San Miguel se han registrado 5 erupciones en los últimos 500 años y, en el caso de Furnas, el intervalo entre erupciones se estima entre 200 y 400 años aunque se trata de un estadístico exclusivamente descriptivo de los acontecimientos pasados, sin que tenga valor predictivo alguno.

12 noviembre 2008

¿Se puede saber que Dios existe? La respuesta es...

La cuestión que alguna vez nos preocupó está zanjada. La demostración ha sido habilidosa, todo un hallazgo. Juzguen ustedes mismos. Era una jornada en la Universidad Francisco de Vitoria, privada y de "inspiración católica", donde se debatía sobre una de tantas preguntas del millón: ¿se puede saber que Dios existe?
Y para debatir se formaron dos equipos, uno apoyando el sí y otro defendiendo el no.
El argumento empleado por un tal Salvador Antuñano, profesor en dicha universidad e integrante del equipo del sí, fue demoledor:
"Sólo hay un modo válido de responder en positivo sobre esta cuestión que se nos plantea: sabiendo que Dios existe. Y esto implica ya una ventaja existencial y epistemológica para nuestro equipo sobre el otro".
Pues eso, se acabó la discusión. Irrefutable. Este colega los tiene (es sólo una opinión) como el caballo de Espartero. Si quieren leerlo completo pulsen aquí.

10 noviembre 2008

No hay incompatibilidad entre evolución y creación

El cardenal Christoph Schönborn, que ya ha aparecido alguna vez en este blog, ha hablado de nuevo ante la Academia Pontificia de las Ciencias y ha dicho "no existe contraposición entre evolucionismo y creencia en la Creación". Notarán que hoy estoy positivo porque la expresión me gusta: habla de "creencia" en la Creación, algo ajustado a lo que realmente es, mientras que no parece haber hablado de "creencia" en la evolución. O tal estoy hilando demasiado fino, puede ser.

¿Dónde está el problema entonces? Aclara Schönborn que lo que existe es:

"un conflicto entre dos concepciones diversas del hombre y de su racionalidad, entre la visión cristiana y un racionalismo que pretende reducir al hombre a su dimensión biológica".

Y me alegro de estar de acuerdo de nuevo: ese es el problema. Bueno, más exactamente, ese es su problema. Schönborn añade

"aun enriqueciendo nuestro conocimiento de la vida, esta teoría [de la evolución] no responde a la gran pregunta filosófica: ¿De dónde viene todo y cómo ese todo toma un camino hasta llegar al hombre?"

Como ya me conocen, no insistiré en que las respuestas de las religiones a esa pregunta no me parecen más satisfactorias que las de un horóscopo de periódico, por poner un ejemplo. El caso es que a Schönborn las respuestas de su religión sí le satisfacen y aparentemente le resuelven todas las dudas sobre "de donde viene todo".

Sin necesidad de meternos en filosofía, opino que la ciencia sí hace alguna propuesta sobre nuestros orígenes y el camino seguido hasta el presente. Otra cosa es que sean propuestas incómodas e incompatibles con las premisas que Schönborn, después del buen rollo inicial, nos señala para marcar el territorio y definir qué debe ser y qué no:

se trata de descubrir "que existe una idea precedente, que el hombre no es fruto del caos, sino que 'ha sido pensado', 'querido' y amado" por el Creador.

Dejando aparte lo del "caos", un error clásico en los críticos de la evolución (y una falacia de los creacionistas) se trata de sostener esa posición privilegiada de nuestra especie ante el resto de los seres vivos. Antes eso era fácil pero la cosa se complicó cuando la teoría de la evolución y la genética nos bajaron del pedestal sin anestesia. De considerarnos seres nada menos que a imagen y semejanza de Dios, pasamos a un estatus mucho más terrenal. La incómoda sugerencia de la ciencia es, para escándalo de muchos, que somos simplemente una de tantas ramitas de un árbol evolutivo común. Nada de seres privilegiados, nada de dueños del mundo, nada que sugiera otra cosa que un sistema biológico complejo y nada disonante con sus parientes vivos.

Y ese es todo el problema: por un lado, una realidad que nos sugiere que no somos más que unos primates sociales con un destacable y tal vez efímero éxito evolutivo. Por otro, una afirmación de que somos "seres espirituales" lo que exige la existencia de algo sobrenatural que necesita, a su vez, un ente creador de las mismas extrañas características.

El pecado de la evolución, y en general de la ciencia, está en que conduce sin grandes conflictos lógicos, al materialismo. Y de ahí al descreimiento no hay ni medio paso; recordemos la gran cantidad de no creyentes entre los científicos en comparación con el resto de la sociedad (1).

Y por terminar bien y que alguno no se enfade conmigo :-( , valoro que Schönborn parezca en primera instancia aceptar los resultados de la ciencia. Que se oponga luego al "racionalismo" porque lleva a descartar en la práctica la existencia de espíritus inmortales, entes sobrenaturales y tal, es otra cuestión y va en el precio. Allá cada cual con su credulidad si no intenta meterse en terrenos ajenos. Pero esto no ha terminado, ahora les queda la incómoda cuestión de cuando al prehomínido se le insufló ese espíritu en el continuo de la evolución humana. De Prada dice que en las cavernas pero no me parece que sea un vocero de gran calidad, a ver si gente más ilustrada se aclara y nos lo explica.

(1) He perdido la referencia, si alguien me la recuerda se lo agradecería.

08 noviembre 2008

Panorámica del fin de semana

Camino de Ribeira Quente, San Miguel, Azores. Mosaico de 4 fotos.
Pulsar encima para ampliar

07 noviembre 2008

Sin noticias de Sutherlandia

El National Center for Complementary and Alternative Medicines (NCCAM) comenzó a financiar un ensayo clínico hace un año. Lo conté en el post titulado Una prueba necesaria. Se trataba de probar un remedio de la "medicina tradicional" de Sudáfrica para curar o ralentizar el SIDA. Desde mi punto de vista, las expectativas no eran muy buenas ya que, con su medicina tradicional "funcionando", Sudáfrica es uno de los países con mayor incidencia de SIDA del mundo. Pero bueno, todo sea por la causa...

La prueba se realizaría bajo los estándares habituales en la medicina "convencional". Casi cuatro millones y medio de dólares para comprobar si la Sutherlandia frutescens, poco menos que un medicamento universal según sus defensores, valía para algo.

Este año 2008, en agosto o septiembre, se publicarían los primeros resultados. Lamentablemente no ha sido así. Lo curioso es que no aparece nada en la web del NCCAM sobre este tema desde primera la noticia del verano del año pasado. Con el resto de las entidades participantes ocurre lo mismo: la Universidad de Kwazulu-Natal no menciona nada en su página sobre la investigación sobre el SIDA. Lo mismo ocurre con la Universidad de Missouri (sólo una nota de prensa de finales del 2007), con la de Western Cape y en el International Center for Indigenous Phytotherapy Studies (TICIPS). Debería ser la joya de la corona, el estandarte que daría credibilidad a unas prácticas tradicionales en un país donde su ministra de sanidad Mantombazana Edmie Tshabalala-Msimang recomienda tratamientos basados en ajo y remolacha cuestionando los antirretrovirales. O donde su Presidente Thabo Mbeki cuestiona todo lo descubierto sobre el SIDA incluyendo la relación entre el virus y la enfermedad.

En fin, habrá que esperar un poco más para conocer el uso de esos 4.4 millones de dólares. Mientras tanto, para que vayamos haciéndonos una idea del contexto en el que se mueve la prueba, les copio el texto que sobre la medicina tradicional nos regala el patrocinador del estudio (NCCAM, aquí).

  • La aproximación es holística, enfocada a la persona en su conjunto más en el un órgano o desorden concreto.
  • Cuerpo, espíritu y entorno son todos tenidos en cuenta.
  • Muchos médicos tradicionales usan rituales, hierbas y otras medicinas naturales, adivinación para obtener información por medios sobrenaturales, ofrendas, rezos curativos y remedios purgantes como enemas e incisiones.
  • Los diferentes tipos de médicos naturales incluyen a los inyangas, expertos en medicinas naturales, sangomas, espiritualistas que aconsejan y curan comunicándose con espíritus ancestrales, comadronas tradicionales y cirujanos tradicionales.

Mientras intento digerir todo lo anterior, voy a sentarme a esperar si algún espíritu ancestral se comunica conmigo y me dice qué ha pasado con el estudio. Por falta de facilidades no será porque acabo de darme de alta en Skype y ¿qué mejor vía para una comunicación psicofónica?

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