16 septiembre 2010

Confundiendo valor y precio: vendamos el patrimonio natural

Jaime Lamo de Espinosa es catedrático de economía en la UPM. En un artículo publicado en ABC habló de una nueva desamortización como solución al déficit del Estado. Me enteré por el blog de Curro Bonet y yo, como Curro, me he quedado de piedra y he decidido comentar también las ocurrencias del economista. Ya sabíamos que estábamos en manos del capital y de los mercados (esa escurridiza especie criptozoológica) pero este tipo de "soluciones" me ponen los pelos de punta. Les resumo la cosa.
Don Jaime dedica el primer párrafo a recordarnos que el Estado tiene un enorme déficit y que la cosa está muy chunga. En su segundo párrafo propone su ocurrencia: una desamortización de bienes públicos. No sé si ese término es conocido al otro lado del charco pero la definición de la Wikipedia es buena:
Consistió en poner en el mercado, mediante una subasta pública, las tierras y bienes no productivos en poder de las llamadas «manos muertas», es decir la Iglesia Católica o las órdenes religiosas y territorios nobiliarios, que los habían acumulado [por causas diversas].
Es decir, se vendió un patrimonio privado para engrosar las arcas del Estado, enajenando tierras, edificios e incluso bienes comunales. Los nuevos propietarios (a veces no tan nuevos) pagaban impuestos a partir de ese momento por lo que negocio fue redondo para el Estado.
Hoy nuestra legislación prohíbe enajenar propiedades. Cosas de la seguridad jurídica. Por lo tanto, don Jaime acude a los bienes públicos y cómo no, se fija en los montes. De sus cuentas sale que son enajenables unos 7,5 millones de hectáreas de "superficie forestal" (no cubierta de bosques necesariamente en la actualidad). Vendiendo 1/3 de las mismas, el Estado podría ingresar entre 7500 y 21000 millones de euros.
El párrafo siguiente esboza la ingeniería legal necesaria para semejante asunto. No es fácil pero él encuentra alguna solución. Me gusta especialmente la siguiente:
Los bienes comunales y demás de dominio público son inalienables, imprescriptibles e inembargables. No obstante, la ley permite la alteración de la calificación jurídica de los bienes previo expediente en el que se acredite su oportunidad y legalidad.
Es todo tan fácil ¿verdad? Me recuerda algo a aquello de Groucho Marx de "mis principios son estos pero si no le gustan tengo otros": la ley no permite embargar el terreno porque es comunal luego la solución es hacer un expediente para que deje de serlo y entonces vía libre. Con dos cojones.
Al final don Jaime reconoce que no tiene ni idea de si la cosa va a funcionar. Pero le da igual: enajenemos los bienes públicos y si sale mal pelillos a la mar.

Bosques de Quercus pyrenaica, enajenables, a vista de satélite.
El asunto me molesta especialmente porque el catedrático se olvida (o le da igual) que lo que propone es la pérdida definitiva y la muy probable degradación del poco patrimonio natural que las administraciones del Estado poseen. Dado que sólo le interesa el dinero, tampoco menciona qué posibles usos harían los nuevos propietarios de los terrenos enajenados ni qué actividades habría que permitir para que la compra fuera atractiva. Pequeños detalles que para don Jaime deben ser secundarios, probablemente despreciables ¿qué importa eso si los ayuntamientos tienen dinero fresco con el que seguir tirando?
La crisis no la ha provocado la naturaleza pero parece que dilapidar lo poco que nos queda en este país es la mejor solución que se le ocurre ¿no sería mejor, sólo sugiero, analizar lo que ha ocurrido y ponerle freno a los dislates de las entidades especuladoras? ¿No sería mejor controlar mucho más duramente el endeudamiento de las admisnitraciones? ¡Ah, que eso no se puede hacer!
Recordemos también, aunque tampoco lo diga él, que ese déficit se ha producido en buena parte por gastar más de lo que se tiene, por hacer las cuentas de la lechera previendo ingresos dudosos, por realizar, en suma, una pésima gestión del dinero público. Como dice Curro, hemos vivido importando riqueza del futuro a base de créditos, de forma que ese futuro se presentará en su momento despojado de recursos y de posibilidades, depredado, pidiendo que paguemos finalmente nuestras deudas.
La solución debe venir, parece ser, poniendo precio a los montes (ojo, que los desiertos no los comprará nadie) y vendiéndolos a cualquiera que esté dispuesto a pagar. Destruyamos lo que sea para sacar de apuros hoy a unas administraciones manirrotas. Mañana será otro día. Que nuestros hijos busquen sus propias soluciones creativas. Eso es lo que propone el doctor Lamo de Espinosa, catedrático de economía y, tiemblen, ingeniero agrónomo y exministro. Otro día hablamos de las diferencias entre valor y precio.

13 septiembre 2010

Quemar o no quemar (Coranes): elogio de la indiferencia y de la defensa de derechos

Gente como el "pastor" Terry Jones existe y existirá siempre (no caigan en la tentación casi irresistible de confundirlo con el miembro homónimo de los Monty Python). Son, por fortuna y por el momento, una minoría desquiciada y agresiva pero el desarrollo de esta pequeña historia ha mostrado que el problema que realmente debe solucionarse no son ellos. Me explico: con gente así tendremos que lidiar por pura estadística, jamás desaparecerán. Ante la imposibilidad de librarnos de ellos, la reacción más sana es la indiferencia ya que sus acciones sólo son ruido, no contienen nada valioso que merezca la pena escuchar. No quiero confundir la indiferencia con la tolerancia. Ser tolerante es aceptar el derecho que tienen los demás a hacer algo aunque este algo nos desagrade; la indiferencia añade un punto de desprecio y es, por lo tanto, algo más recompensante.

Quema de libros en Berlín, 10 de mayo de 1933

Esa deseable reacción de indiferencia no será unánime. Si Jones está, por hacer un símil estadístico, en una cola de la distribución, los del otro extremo reaccionarán de forma similar, posiblemente mimética, con lo que nosotros, que estamos en el medio, deberemos tratar a ambos de igual forma.
Pero analizando lo que ha pasado con el mencionado Jones podemos darnos cuenta de varias cosas:
el anuncio de la quema de Coranes por parte de este soplagaitas recibió una publicidad incomprensible que gracias a las escasas luces de los medios de comunicación alcanzó en pocas horas una repercusión internacional. Ese es el primer problema serio que deberíamos solucionar: la educación de los medios. Si eso no se produce, visto el facilísimo éxito mediático de la iniciativa, siempre habrá gente dispuesta a anunciar cualquier cosa con tal de aparecer en la televisión. Es tan barato...
El segundo problema ha sido la reacción de la mayoría de la sociedad estadounidense. La indiferencia no se produjo sino más bien una reacción en cadena de emociones dispares aderezada por intervenciones que nunca recomendaron la conducta más razonable: ignoren a ese payaso.
El tercer problema fue que nadie "importante" (al menos que yo sepa) defendió el derecho a quemar cualquier libro, estatua o fotografía que uno pueda tener. Quemar un Corán (o una Biblia) es un gesto que, aunque a mí me parezca innecesario, no tiene efecto alguno sobre las cosas. Es, o debería ser, como quemar una guía telefónica, "El capital" o, si nos ponemos a lo grande, las obras completas de Lenin.
Sin embargo, nadie se atrevió a plantear esa cuestión en un contexto de completo acojone ante la prevista ira islámica y sus posibles consecuencias.
Y eso nos lleva al otro lado. En este caso concreto desconozco la proporción de musulmanes que podrían ofenderse por esa anunciada combustión y tampoco sé cuántos de ellos estarian dispuestos a matar al autor de la ofensa. Temo, sin embargo, que la minoría no es aquí sólo una anécdota y que la acción violenta vía fatwa o cualquier otro pretexto es probable vista su persistencia en imponer el pensamiento mágico sobre la sociedad civil, sea ésta o no de la misma cuerda. Personalmente creo que ello refleja falta de fe porque un creyente de verdad no puede rebajar a su dios hasta el extremo de creer que puede ofenderse porque una reacción química degrade unos papeles en un rincón de este mundo. Pero bueno, muftíes y ayatolás tiene la iglesia por lo que ese tercer problema a solucionar es nuestro y se traduce en la falta de convicción a la hora de defender derechos elementales (digo elementales en su acepción de obvios) cuando a ellos se opone un grupo de fanáticos.

Relacionado: los libros arden tan bien.

04 septiembre 2010

Rebuznos en la universidad

Hace un tiempo critiqué a mi universidad por caer en una trampa absurda: aceptar asignaturas de contenido religioso como de libre elección (ver Excmo. 0 - Rvdmo 1). Un post un tanto ácido que terminaba
Ahora barra libre ¿por qué no acordar con musulmanes, budistas, testigos, cienciólogos y demás peña acuerdos semejantes? ¿O es que la UEX ha decidido que la religión católica es la única y la verdadera?
Luego podemos invitar a Rappel o cómo se llame el capullo ése a un máster, y al Padre Apeles a la lección inaugural del curso que viene. O poner una diplomatura en tarot.
Ya sabía entonces que tenía algunos poderes paranormales pero la precognición no era uno de ellos. Sin embargo, han bastado cuatro años para que toda esta basura que mencionaba al final del post se haya extendido en nuestras universidades. Homeopatía, astrología y toda sarta de majaderías aparecen con cierta abundancia en forma de maestrías, cursos de especialización o postgrado, etc. Lamentablemente, estas actividades son aprobadas por comisiones académicas con lo que no sólo podemos hablar de los espabilados que los proyectan sino de los grupos de mariachis en forma de comisiones que aceptan cualquier cosa que pueda meter dinero en las arcas universitarias. 
Las universidades que han caído tan bajo son demasiadas: León, Granada, Lleida, Sevilla, Alclá, Barcelona... Por suerte (bueno, por firme decisión de un grupo de colegas) están recogidas en un blog específico llamado propiamente La lista de la vergüenza que muchos de ustedes conocerán ya pero al que siempre hay que hacer publicidad.
Recordando el día en el que nos suicidamos homeopáticmente
 Les recuerdo, ya de paso, que si quieren un título en homeopatía no es necesario que pasen por caja de ninguna universidad y paguen los mil o dos mil euros que suelen costar estas cosas. Como descubrió Yamato, pueden hacer un breve curso online en Laboratorios Boiron (la farmacéutica homeopática que más cara vende el agua en el mundo) para obtener el diploma acreditativo de homeópata. Gratis y, por supuesto, ausente de todo contenido y ajeno a cualquier conocimiento científico. Lean una síntesis en este post de El retorno de los charlatanes.


23 agosto 2010

[Fotografía] Paisajes del Norte

Ayer subimos a la sierra del Aramo en un día cubierto que empeoró al ganar altura cerrándose la niebla Finalmente, el paisaje se abrió al Oeste y el sol apareció a ratos iluminando fragmentos de terreno. Luego la niebla se esparció desde el Noroeste a gran velocidad, generando paisajes efímeros. Las fotos de abajo son las tres que salvé de esa tarde antes de que anocheciera. Son bastante más grandes, pulsen encima para ampliar.

Un buitre planea por debajo de nosotros en un paisaje onírico
Mares de nubes, como oleadas; el sol ilumina el fondo.
Las nubes reptan sobre el terreno derramándose en los valles.

21 agosto 2010

Bayas de goji: mitos y hechos

Las llamadas "bayas de goji" comenzaron a venderse en España hace un par de años. Podrían haberse promocionado como un producto alimenticio más pero se prefirió adornar su publicidad con un aura de misterio con el propósito de atraer a los más incautos con los cebos habituales del misticismo oriental, medicinas milenarias y las propiedades casi mágicas del producto. Al día de hoy hay hechos que permiten valorar algunas afirmaciones.

Datos básicos: las llamadas bayas de goji son el fruto de una solanácea de nombre científico Lycium barbarum L. Las solanáceas son una amplia familia entre cuyos representantes figuran la patata, el tomate, la berenjena o el pimiento (y otras más estupefacientes).

Afirmación 1: el goji es una planta originaria del Tibet donde crece a unos 4000 m de altitud.
Comentario: Lycium barbarum L. es una planta originaria del sudeste europeo y sudoeste asiático por lo que no es una sorpresa que fuera descrita por Linneo en el volumen 2 de su Species plantarum de 1873 (1) y dibujada en floras europeas bastante añejas como la alemana de Otto Wilhelm Thomé de 1885 (2). El arbusto crece muy por debajo de los 4000 m.

Afirmación 2: el goji se cultiva en el Tibet de forma tradicional y con intensivos cuidados que incluyen no ser tocados por la mano humana.
Comentario: la planta no se cultiva en el Tibet sino de forma comercial y extensiva principamente en la provincia china de Ningsia (Cheng,, K.-T. et al. (2000), RAPD analysis of Lycium barbarum medicine in Taiwan market. Bot. Bull. Acad. Sin. 41: 11-14.1); es, por tanto, un producto más que veremos después que no respeta un supuesto cultivo "ecológico".

Afirmación 3: es el alimento que utiliza la milenaria Medicina Tradicional China para recuperar el chi o energía vital.
Comentario: tal vez se use en las prácticas pseudomédicas de China pero sería un hecho irrelevante por dos motivos: 1) la MTC es acientífica y lo mismo incluye las bayas susodichas que el polvo de cuerno de rinoceronte y 2) la existencia del chi y, consecuentemente, la necesidad de recuperarlo, repararlo o parchearlo es algo indemostrado con lo que supone un argumento de validez nula.

Afirmación 4: las bayas son un alimento excepcional con multitud de nutrientes, antioxidantes, vitaminas, etc. y beneficiosos efectos sobre la salud.
Comentario: puede ser aunque hay circunstancias que aconsejan ser escéptico. El motivo es que los estudios y análisis existentes están monopolizados por un autor llamado H. Amagase cuya filiación es una empresa privada llamada Freelife International especializada en productos pseudomédicos donde, sorpresa, aparece nuestro goji bajo la marca registrada GoChi. Este tipo de cosas se llama conflicto de intereses y aunque no prueban que los estudios sean falsos deben ponernos en guardia ya que están hechos por los mismos que lo venden (ver Merck y sus fantasmales autores para un ejemplo farmacológico severo).  
La única declaración explícita sobre las propiedades nutricionales del goji la ha hecho Emilio Martínez, catedrático de Fisología que comenta que no tienen ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos y que sus componentes son los mismos que los de otras frutas y verduras.


Masajeando las bayas relajadamente


Los problemas
Las bayas de goji pueden ser un alimento o complemento para quien esté dispuesto a pagar hasta 60 euros por kg pero recientemente ha surgido un problema que echa por tierra el aura místico/ecológica que algunos querían para este producto. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha hecho una serie de análisis cuyo resumen es las 10 muestras analizadas incumplen los requisitos para su comercialización en Europa ya que "contienen gran cantidad de pesticidas, algunos ilegales en Europa, y metales pesados como cadmio, cobre y plomo".

Aunque la cantidad de metales pesados no supera los límites legales, los pesticidas sí incumplen la normativa:
[...] El análisis de pesticidas revela la existencia de 13 pesticidas en las muestras de bayas [...] hay marcas que emplean hasta 10 pesticidas diferentes. De las 13 sustancias empleadas como pesticidas 3 no se encuentran autorizadas en la Unión Europea: se trata de Cyhalotrin, presente en 8 de las 10 muestras, un disruptor endocrino o sustancias capaces de alterar el sistema reproductor y endocrino en general, irritante en la piel; Fenpropatrin, presente en 3 de las 10 muestras, irritante tracto respiratorio, y Fenvalerato presente en 8 de las 10 muestras (disruptor endocrino, irritante tracto respiratorio, irritante en la piel). Además, se usan sustancias autorizadas, pero a menudo por encima de los límites establecidos,  es el caso de Cipermetrina y Acetamiprid, sustancias con efecto irritante.
La OCU ha pedido la retirada del producto de los mercados y un mayor control de las importaciones. La reacción de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria ha sido comedida aunque tiene un par de aspectos curiosos:
En relación a los metales pesados, teniendo en cuenta que se presenta como producto desecado y de acuerdo con los límites establecidos en la legislación europea vigente, no se sobrepasan los valores permitidos.
En relación a los plaguicidas, se encuentran dentro de los límites legales, a excepción de una muestra que supera el límite establecido para un plaguicida en una centésima.
Así pues a la vista de estos datos y teniendo en cuenta que tampoco se trata de una muestra reglamentaria, desde la AESAN no se estima la pertinencia de proceder a la retirada solicitada por OCU, asimismo, queremos aclarar que no existe ningún riesgo inmediato para la salud, para las personas que hayan consumido este producto.
También ponemos de manifiesto que no existen evidencias científicas que avalen la publicidad sobre los efectos saludables que a veces se realizan de este tipo de productos

Personalmente supondría que la reacción lógica ante las "muestras no reglamentarias" sería que la propia AESAN replicara los análisis con "muestras reglamentarias" para verificar o refutar los análisis de la OCU. No parece que vaya a hacerlo. También es algo extraño que al mencionar los plaguicidas se obvie la presunta presencia de productos no autorizados.
En cualquier caso y ante esta situación, la ciudadanía debería actuar con lógica: consumo moderado o abstención hasta que la cosa esté mucho más clara y olvidarse de los presuntos efectos casi mágicos hasta que realmente exista evidencia de ellos si es que eso ocurre alguna vez.

15 agosto 2010

Jesucristo cura pero sólo gripes, no septicemias

¿La Biblia como fuente de información paleopatológica? ¿O tal vez una oportunidad de publicar ahorrándose el trabajo que supone hacer un artículo normal? Esto fue lo que intentaron Kam L.E. Hon (con un correo de hotmail) Pak C. Ng y Ting F. Leung (estos de la Chinese University of Hong Kong), autores de Influenza or not influenza: Analysis of a case of high fever that happened 2000 years ago in Biblical time. Traduzco parte del resumen:
La Biblia describe el caso de una mujer con fiebre alta que fue curada por nuestro Señor Jesucristo. Basándonos en la información provista por los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, discutimos el diagnóstico de la afección febril. [...] la mujer con fiebre en la Biblia es una de las más tempranas descripciones de la gripe humana.
Verán que las descripciones en las que se basan Honel y colegas para aventurar un diagnóstico son un prodigio de exactitud y de detalles; según su artículo, su análisis se basa en las siguientes líneas:
Mateo 8 14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. 15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó,y les servía.
Marcos 1 30 La suegra de Simón estaba con fiebre, y se lo dijeron.31 Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Lucas 4 38 Cuando Jesús salió de la sinagoga, se fue a casa de Simón, cuya suegra estaba enferma con una fiebre muy alta. Le pidieron a Jesús que la ayudara 39 así que se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, la cual se le quitó. Ella se levantó en seguida y se puso a servirles.
El artículo es muy breve (dos páginas) pero aún así podemos disfrutar de comentarios memorables como estos:
Lucas no cuantifica la fiebre ya que la escala Fahrenheit de temperaturas no fue inventada hasta 1724.
La Biblia describe que cuando Jesús tocó a la mujer la fiebre desapareció instatáneamente lo que probablemente supone que la enfermedad no era una infección bacteriana aguda severa (como una septicemia) o una endocarditis subaguda ya que estas no pueden ser curadas instantáneamente.
Otra consideración que podríamos tener es que la enfermedad fuera causada por un demonio o diablo. [...] En nuestro caso la influencia demoníaca no ha sido establecida y la mujer no tenía convulsiones aparentes o sintomatología residual [que la sugiera].
Esta basura fue publicada en la revista Virology Journal en junio de este año y retirada hace un par de días tras sufrir una oleada de quejas y sarcasmos. La retirada del artículo era previsible pero su publicación no ya que pasó los filtros que supuestamente están ahí, precisamente, para evitar que aparezcan tonterías en revistas serias. Los editores deberían, en mi opinión, acompañar la rectificación con los comentarios de los revisores para que nos pudiéramos hacer una idea de las razones de la publicación y, ya de paso, meterlo en la lista negra de gente incapacitada para revisar más artículos.
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