05 noviembre 2006

Jirafas, satélites y arena, mucha arena

En medio del Sahara se encuentra un macizo montañoso llamado Tassili-n-Ajjer (las transcripciones varían). Está en Argelia aunque creo que aquí las fronteras son, más que nunca, entelequias humanas. En los recovecos de este paisaje extraño que se extiende como una franja rocosa de 50 km de anchura a lo largo de 800 km se han catalogado más de 15000 pinturas y grabados, lo que lo convierte en la más importante galería de arte antiguo del mundo. Las más antiguas se han datado en 8000 años (6000 A.C.) y una selección puede verse en Les sites du Sahara central.

El rectángulo encuadra el macizo Tassili-n-Ajjer

Este lugar fue descubierto para Europa por Henri Lhote que hizo su primer viaje al Tassili en 1935 pero no fue hasta la década de los 50 que hizo el primer estudio sistemático de los grabados y pinturas acompañado de fotógrafos y pintores. Podríamos preguntarnos qué hacen todas estas pinturas aquí, en medio de unas rocas perdidas en el mar de arena. La pregunta todavía es más pertinente cuando encontramos que se representa una fauna donde aparecen gacelas, elefantes, avestruces, jirafas... hipopótamos. Además de escenas de caza, bueyes, vacas, carros...


Es obvio que algo ha cambiado y que ese lugar no siempre fue lo que ahora, el centro de la nada. Esta suposición tiene su historia pero hoy sólo les enseñaré la imagen que dió la primera respuesta. El 12 de noviembre de 1981 un sensor bautizado SIR-A despegó a bordo de la lanzadera Columbia. SIR son las siglas de Shuttle Imaging Radar, un radar que estuvo tomando imágenes de la Tierra durante apenas dos días desde 260 km de altura.Algunas de ellas fueron sobre el Sahara:

Imagen tomada del Remote Sensing Tutorial

La parte coloreada es una vista más o menos convencional tomada por el satélite Landsat y muestra en un color bastante saturado el mar de arena que cubre esta enorme zona. La parte central, en tonos grises, está tomada por el SIR-A y descubre lo que la arena oculta. Las microondas (este radar funciona en los 1.275 Ghz) pueden penetrar en la arena incluso más de 5 m siempre que la humedad sea mínima. Esta capacidad de devolver ecos del subsuelo es suficiente para mostrar que, bajo el actual paisaje se esconde una antigua red fluvial. Hubo ríos aquí hace tiempo pero, como al ejército de Cambises, los cubrió el mar de arena hace milenios. En efecto, árboles y pastos cubrieron el Sahara, lo que permitió el poblamiento, la agricultura y la existencia de la fauna representada en las viejas pinturas rupestres.

¿Cuando ocurrió este gran cambio? Algunos trabajos se han ocupado de ello. Uno de ellos habla de un sistema fluvial de unos 800 km de longitud en el Sudeste del Sahara que fluía hacia el Nilo: el Wadi Howar. Restos de fauna típica de sabana permiten decir que este valle era fértil hace menos de 4000 años. Otro menciona que la zona es compleja y en modo alguno homogénea: el Gran Mar de Arena parece existir desde hace al menos 25000 años aunque hay evidencia de arenas aún más antiguas, hasta 86000 años, en la actual Túnez. Otros muestran que hace 9800 años comenzó una época húmeda en Egipto y Sudán que finalizó hace unos 5000-6000 años. Una realidad compleja.

Algunos autores (El-Baz 1998 por ejemplo) dicen que la arena tiene su origen primario en la erosión fluvial sobre las masivas areniscas del Sur en las épocas húmedas. Las arenas han rellenado las depresiones preexistentes que probablemente representaron extensas zonas de agua en los periodos húmedos. El Gran Mar de Arena (72000 km2) a caballo entre Egipto, Libia y Sudán muestra numerosos wadis (valles) secos que discurren desde las montañas de areniscas del Sur (Oweinat y la meseta de Gilf Kebir). Según este autor, el cambio climático descubrió estos sedimentos y los expuso a la erosión eólica. Este segundo efecto, propio de la época más seca, hace intervenir los vientos que en esta zona son preferentemente del NE y que modelan las dunas que hoy conocemos.

Ha sido necesario esperar hasta hace apenas unos meses para que se analice una zona amplia, buscando el diseño de la red fluvial olvidada. Robinson y colegas (2006) lo han hecho sobre una extensa zona del SE de Libia mediante imágenes tomadas por el Radarsat-1 canadiense y han delineado dos grandes cuencas fluviales que se extienden más alla de los 347000 km2 cubiertos por las imágenes. Los autores comparan morfológicamente la gran cuenca con la actual del Río Negro del Amazonas, con la salvedad de que el canal africano era 4 veces más ancho. Los dos paleocauces confluyen en el actual oasis de Kufra, en Libia.


Mapa de la red fluvial oculta por el actual desierto [pulsar para ampliar]

Lo antiguo y lo nuevo se unen otra vez para dar respuestas a viejas preguntas.

Algunas referencias:
El-Baz, F. (1998), Sand accumulation and groundwater in the eastern Sahara, Episodes, 21(3): 147-151.
Haynes, C.V. (2001), Geochronology and climate change of the Pleistocene-Holocene transition in the Darb el Arba'in Desert, Eastern Sahara, Geoarchaeology, 16(1): 119-141.
Mathieu Schuster, M. et al. (2006), The Age of the Sahara Desert, Science
, 311: 821.
Robinson C.A. et al. (2006) , Use of radar data to delineate palaeodrainage leading to the Kufra Oasis in the eastern Sahara, Journal of African Earth Sciences, 44 (2): 229-240.
Williams K.K. y Greeley R. (2001), Radar attenuation by sand: laboratory measurements of radar transmission, IEEE Transactions on Geoscience and Remote Sensing, 39 (11): 2521-2526.



4 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Impresionantes los datos y la información. Muchas gracias.

Ana dijo...

Fascinante!!!

Anónimo dijo...

Incréible. No tenía ni idea.

Unknown dijo...

Gracias, Angel. Es fascinante...
:-)

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