01 marzo 2008

El jardín de CaixaForum

Las ciudades son espacios complejos y con una dinámica espacial que oscila entre la organización y el caos. La evolución urbana genera huecos entre las casas, calles que no encajan, espacios sin uso. Son los espacios intersticiales. El destino de estos espacios se reparte frecuentemente entre la basura y la maleza. Paseando por las ciudades no es difícil reparar en que estos espacios intersticiales no son sólo horizontales: medianeras de casas, estructuras abandonadas que nadie se preocupa de demoler y limpiar, amplios muros de hormigón o ladrillo residuos de épocas distintas. Una solución que a veces (sólo a veces) funciona bien es cubrirlo con un mural. Otra la tuvo un tipo llamado Patrick Blanc y creo que merece una reseña.

La sede de Caixaforum en Madrid está en el Paseo del Prado, en un lateral del Jardín Botánico y muy cerca de Atocha. Es un gran edificio de ladrillo, antes sede de la Central Eléctrica del Mediodía, que se comenzó a restaurar en el año 2001. Su entrada tiene una plaza de unos 2500 m2 antes ocupada, creo, por una gasolinera. A esa plaza da la medianera de una de las casas vecinas, una gran pared que planteaba un reto de integración en el espacio público de la plaza.

La solución fue construir un "jardín vertical" de 460 m2 donde intervienen unas 250 especies de plantas, incluyendo musgos y helechos, en un conjunto complejo que mezcla texturas y colores.

El "jardín" está soportado por una estructura metálica de 24 m de altura formada por seis columnas y perfiles transversales. Esta estructura sostiene una capa de poliestireno expandido que sirve de aislamiento e impermeabilización para la casa vecina y a la que se fijan dos láminas de fieltro de poliamida imputrescible y de gran capilaridad. Las plantas extienden sus raíces entre estas láminas.

La irrigación se realiza por gravedad y en el muro de Caixaforum pueden verse tres tuberías horizontales de riego a diferentes alturas. No existe tierra por lo que se trata de una variante de cultivo hidropónico donde los nutrientes se han diluido en el agua de riego aunque supongo que con el tiempo se irá acumulando materia orgánica en el peculiar sustrato. Las plantas que se utilizan deben adaptarse a este medio y muchas son epífitas o rupícolas.

El mantenimiento es constante y, aunque dicen que reducido, sospecho que la reposición tendrá que ser continua si se desea mantener el aspecto estructurado y colorista.

Una vista cercana

El responsable y diseñador de esta historia, Patrick Blanc, es botánico y trabaja en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), en el Laboratorio de ecología tropical de Brunoy. Sus líneas de investigación son, sin duda, el origen de esta peculiar variedad de jardinería: estrategias adaptativas de las plantas del sotobosque tropical, ecofisionomía y ecomorfología, permanencia (perennidad) vegetativa, colonización de soportes, cohabitación...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Angel, hay un párrafo en el que creo que se te ha colado una palabra o que pensabas escribir algo, lo borraste pero no del todo y seguiste: "No existe tierra por lo que se trata de una variante de cultivo hidropónico donde los nutrientes se han diluido en el agua de riego abono se aunque supongo que se irá acumulando materia orgánica poco a poco.
Me ha gustado mucho el artículo, es una idea original y bonita. Cuando hablas de la reposición,¿te refieres a arrancar plantas que se hayan secado o tengan mal aspecto y colocar otras o a reparar cualquier otro elemento de esa estructura?

Anónimo dijo...

Confirmo que la reposición de plantas forma parte de la rutina del jardín vertical. A finales de este verano, sólo unos meses después de su inauguración, el 70% del jardín estaba seco. Si las fotos que incluyes en el post son recientes, desde luego le han dado un repaso.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Sophie, gracias por el aviso, esa frase la rehice varias veces y al final quedo mal, la corrijo a continuación. Con lo de reposición me refiero a sustiuir plantas en mal estado o secas.
Copepodo, las fotos son de este viernes pasado, le han dado un repaso en efecto.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

He vivido en ese barrio mi juventud. En esa estación eléctrica abandonada había muchos gatos que alimentábamos todos los vecinos. Era mi tránsito al colegio y siempre me detenía a verlos.

Ha pasado varios lustros pero no puedo evitar pensar en esos gatos cada vez que mencionan el CaixaForum. ¿Qué habrá sido de ellos?

Saludos.

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