Soy asiduo a los
blogs que recomiendo en un lateral. Hace nada surgió, de nuevo, una polémica en
Por la boca muere el pez de Javier Armentia. El tema original fue una foto de fantasmas que Iker Jiménez mostró en su programa de la cadena Cuatro. El señor Jiménez es un tema recurrente en los
blogs llamados "escépticos" donde se le da caña como representante de una comunidad de personajes que explotan y viven de la credulidad ajena. Yo mismo le he mencionado en
alguna ocasión, aunque más bien como decorado para otros objetivos. En los
comentarios de la entrada de Armentia aparece un poco de todo pero me llamaron la atención los de un contertulio en concreto, que firma como magic16v. Extraigo del contexto dos frases:
En mi llana y modesta opinión, creo que muchos cientificos, en ocasiones, se deberían apartar un poco de la senda del empirismo y mirar un poco más lejos; y con esto no quiero decir que se crea todo, pero tampoco rechazar cualquier versión de cualquier cosa, sólo por no ser totalmente consistente desde un punto de vista científico.
No estoy cuadriculando a los científicos, lo que quiero decir es que muchos dicen que si no se puede probar científicamente, no existe o no es verdad.
Y quiero hacer también un par de comentarios al respecto. La visión que magic16v refleja es compartida por mucha gente que ve la ciencia desde fuera y que no conoce bien lo que llamamos "método científico" que, más que un método, es una forma de trabajar y de compartir el trabajo y sus resultados.
Empezaré comentando que la ciencia tiene un objetivo básico: aumentar el conocimiento colectivo. Luego vendrán más cosas, el prestigio, el dinero, o lo que sea, pero eso es objetivo de los científicos, no de la ciencia.
El conocimiento es el conjunto de datos, hechos y relaciones entre ellos que se demuestran ciertos. Y aquí viene el
quid de la cuestión ¿cómo distingo la certeza de la falsedad? O ilustrado en ejemplos ¿por qué acepto que la malaria la transmite la picadura de un mosquito, que trasfiere un protozoo de un animal a otro? Y en cambio ¿por qué no acepto que exista la telepatía?
Necesito herramientas que me permitan distinguir lo que debe incorporarse al conocimiento científico y lo que debe descartarse por no merecer credibilidad. Estas herramientas existen y permiten asignar un valor de verosimilitud a hechos y teorías. Por ejemplo, si a mí me preguntan que verosimilitud (probabilidad de ser cierto) le asigno a la observación de un dinosaurio de 20 toneladas en el Lago Ness responderé que muy baja, próxima a cero. No la descartaré de forma absoluta porque ha habido casos de descubrimiento de especies que se suponían extintas, como el celacanto, pero casi porque el ejemplo tiene problemas serios: a) 20 t son un bicho muy grande para haber pasado desapercibido hasta ahora, b) lógicamente un sólo ejemplar no es viable en el tiempo y sería necesaria la presencia de una población de centenares de ejemplares para haber aguantado desde el cretácico hasta ahora, c) la comida que necesitaría una comunidad de bichos así no puede aportársela durante millones de años un lago oligotrófico como el mencionado, etc...
Es importante notar que el hecho es extraordinario no sólo porque implique a un dino de gran tonelaje sino porque, además, la presencia del bicho genera un cúmulo de problemas colaterales que entran en conflicto con conocimientos ya consolidados que abarcan desde la genética (la endogamia conduce a la extinción a medio plazo) a la ecología (la producción primaria de un lago oligotrófico no es algo arbitrario) pasando por la pura física (las aguas son muy frías y un bicho como ese entraría en hipotermia en pocas horas).
Por tanto, yo puedo creer que Nessie existe pero necesitaría un conjunto de pruebas muy sólidas que me expliquen cómo se han superado los problemas genéticos, ecológicos y fisiológicos mencionados. Si me las dan, no tengo problema en revisar todo el conocimiento que se haya refutado, es más, estaré encantado porque se abren horizontes apasionantes. Pero eso sí, mientras tanto seguiré asignando una verosimilitud infinitesimal al posible hecho.
Fíjense que en el párrafo anterior he evaluado la supuesta existencia de Nessie sólo en base a si encaja o no con el conocimiento existente. No encaja, luego la verosimilitud es baja. Esa es una de las herramientas de la ciencia. Eso sí, si un día muestran al dino en un pecera (grande) la revolución será extraordinaria. Por tanto, la prueba en este tipo de casos es simple: si me dicen que existe algo extraordinario, deberán ofrecer pruebas sólidas para modificar mi primera opinión de alta improbabilidad.
La segunda herramienta de la ciencia es la posibilidad de someter una hipótesis a verificación experimental. En todo aquello que no se pueda verificar experimentalmente la ciencia no entrará; no dirá que no existe, simplemente porque está fuera de su ámbito, que se limita a los hechos potencialmente verificables. Por ejemplo, la existencia de vida en Marte entra dentro del ámbito de la ciencia porque es susceptible de ser verificada experimentalmente. La telepatía también. Pero luego hay que atenerse a las consecuencias: si alguien defiende que la telepatía es un fenómeno real deberá diseñarse un experimento que lo demuestre. Es más, si funciona el experimento la cosa no acabará ahí porque a continuación se iniciaría una línea de investigación donde deberían aclararse cosas como: qué tipo de energía se emite, cómo se codifica el mensaje, cuales son los mecanismos emisores y receptores y muchas cosas más relativas a la física y fisiología del hecho.
Pero si me piden que incorpore al conocimiento científico una energía que no se puede medir con aparatos y que no está sometida a ley física alguna, me dejarán que no lo haga, lo siento.
La telepatía fue investigada, cómo no, especialmente en el periodo posterior a la II Guerra Mundial. Era lógico dada la enorme transcendencia que tendría que un estado pudiera enviar mensajes de persona a persona sin acudir a encuentros físicos ni a medios escritos. Pero no funcionó a pesar de que hubo proyectos con financiación millonaria.
Y en ciencia, cuando alguien afirma que ha hecho un descubrimiento, a) debe probarlo y b) debe dar información suficiente para que otros grupos puedan replicar sus logros. Si no lo prueba, su afirmación no será ni siquiera publicada en ninguna revista seria. Si la réplica fracasa será considerado, en el mejor de los casos, como un error de laboratorio y, en otros, como un fraude.
Hay más herramientas en la ciencia para estimar la veracidad de las cosas pero esto ya es muy largo, las dejamos para otro día.
Para rematar, vuelvo a las frases de magic16v y le contesto: los científicos usamos más herramientas que la experimentación, de hecho, casi todas las ideas nuevas se generan por deducción y sólo después con comprobadas mediante experimentos. En algunos casos la experimentación no existe, como en la matemática o va muy por detrás de la teoría, como en la física. Las cosas no se rechazan por ser parcialmente inconsistentes con el conocimiento existente, si fuera así no habría avances. Lo que pasa es que si se propone algo
totalmente inconsistente quien debe probarlo es el que lo defiende. Finalmente, si algo no se puede probar, la ciencia no dice que no exista, sino que no forma parte de su ámbito. Por ejemplo, no habrá una línea de investigación sobre la existencia del Espíritu Santo porque eso es religión, no ciencia.