04 abril 2011

¿Es la pedagogía una ciencia?

El texto siguiente no se refiere a mí pero me suena muy familiar porque sufrí algo muy parecido, aunque más breve, en una reunión del colegio de mis hijos. En la universidad no he ido a ningún curso de "perfeccionamiento pedagógico" porque, pobre de mí, creo que tengo cosas que hacer más útiles para mi universidad. Como sin duda estoy equivocado, cuando decida pasar por el curso ya les contaré la experiencia. Mientras tanto, leamos otra:
Empecé como profesor el pasado curso. Ingenuo de mí, asistí a un curso sobre «resolución de conflictos». Al inicio del curso, nuestra «guía espiritual» nos prometió enseñarnos una serie de «herramientas» para resolver o al menos canalizar los conflictos que aparecieran en el aula. A lo largo de 30 insufribles horas, tuve que jugar al corro, danzar en fila india, hacer equilibrios sobre una silla, fingir en un juego de rol que era un padre borracho, y otras chorradas que no solo me hicieron perder tiempo, sino que cuestionaron gravemente mi dignidad. Al final del curso la «guía espiritual» preguntó qué nos había parecido todo, si nos había sido útil, etc. Cuando me llegó el turno de opinar, simplemente pregunté que dónde estaban esas «herramientas» que se nos prometieron al principio. La «guía espiritual» me contestó que la herramienta más grande
que tenía era yo mismo e ilustró su propuesta con un cuento zen. Me fui a casa frustrado, ¿qué había pasado? ¿Es que yo no había jugado bien a la sillita de la reina? ¿Es que no fingí adecuadamente estar borracho? ¿Acaso me salté algún paso de baile? Mi frustración fue mayor cuando pensé que tras 30 horas de ejercicios espirituales todavía no sabía qué hacer con los conflictos.
Visto en La tercera cultura.
Texto tomado de Moreno Castillo, Ricardo (2009) ¿Es la pedagogía una ciencia? Foro de educación, 11: 67-83.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Chssss... que no se enteren de que no es una ciencia o le concederán un presupuesto extraordinario en la Universidad de Zaragoza.
:((

unnombrealazar dijo...

Una persona que ha descubierto que lo que uno compra no siempre es igual a lo que a uno le venden. Pero, hasta donde yo llego, no veo que esto invalide a toda una disciplina de conocimiento.

De hecho, ni siquiera la cuestión relevante sería la cuentificación de cuanta pedagogía es un pufo y cuánta es seria. La pregunta clave es: ¿puede la pedagogía ser una ciencia? Y no se me ocurre ningún motivo para el no.

Si concedemos el sí, el siguiente aspecto es: ¿cómo discriminar entre la pedagogía científica y la no científica? Y si esa persona estuviera mínimamente bien formada como consumidor de productos pedagógicos, habría sido capaz de darse cuenta de que estaba delante de una cantamañanas.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Esos párrafos son solo una cita de un artículo (ver el PDF). En tiendo que el artículo no cuestiona que la pedagogía pueda ser una ciencia sino si lo es realmente. Ahí se defiende con algún argumento (echo de menos algo más elaborado) que el "cantamañanismo" está extendido hasta acabar siendo la norma más que la excepción.

Píndaro Martín dijo...

Estoy seguro de que se puede hacer de la pedagogía una ciencia, aunque como profesional del ramo, lo que yo práctico es más bien pura artesanía, el fruto de años de ensayo y error sin una pizca de experimentación seria con variables controladas y grupos control. Mis jefes (lease el Estado, es decir, todos ustedes) jamás han puesto a mi disposición sesudos trabajos científicos para sustentar la necesidad de esta o aquella práctica pedagógica.
Y sin embargo, en mi humilde opinión de artesano, debo decir que jugar (jugar en general, a mil juegos, introducir el JUEGO en el aula) .. decía que jugar me ha dado a menudo estupendos resultados pedagógicos... que no puedo cuantificar, claro. Ni si quiera puedo estar seguro de que lo que produce buenos resultados sea el juego en si o el entusiasmo que yo pongo por que a mi me gusta jugar.
En fin, ánimo a todos los artesanos de la pedagogía.

Alfredo Oliva dijo...

Angel,

una anécdota, probablemente tergiversada, que no creo que pueda servir para ningún tipo de generalización. Yo podría contarte experiencias igual de interesantes y útiles de charlas y clases de profesionales de ciencias tan duras como la Física o la Química.

Debías haber comprobado las fuentes. No conozco esa revista, Foro de Educación, y no aparece en el listado de revistas de educación, In-Recs, que elabora la Universidad de Granada a partir de su impacto. http://ec3.ugr.es/in-recs/ii/Educacion-fecha-2009.htm

Ese tal Ricardo Castillo es un cantamañanas que no tiene publicado más que alguna bazofia llena de mentiras y medias como el "Panfleto antipedagógico". Intenta encontrar publicaciones serias del fulano.
Creo que le he dedicado alguna entrada en mi blog al panfleto.

Las Ciencias de la Educación son una disciplina bien asentada y que tienen su hueco que en las universidades de más prestigio mundial. Por algo será, digo yo.

Un abrazo

Ángel M. Felicísimo dijo...

Píndaro, yo no estoy muy seguro de que la pedagogía pueda ser una ciencia pero sí, por supuesto, tener bases científicas. Aparte, todos somos artesanos que, en el más común de los casos, significa que hacemos lo que buenamente se nos ocurre e intentamos usar el sentido común.

Alfredo, recuerdo tu alusión sobre el panfleto antipedagógico (acabo de repasarla en tu blog), que descalificaste directamente sin mayores comentarios. No me parece mal, ya comenté que a veces no es necesario entrar a una crítica reposada si nuestra opinión es claramente negativa. Yo no tengo opinión sobre él porque no llegué a leerlo completamente ni a comentarlo, que yo recuerde, en el blog.
Respecto a la "anécdota probablemente tergiversada" puede ser que no sea realmente más que eso (no la cuenta en primera persona) pero mi experiencia en el colegio fue lamentable y aún no ha sido equilibrada con otra de carácter opuesto. No tengo una opinión basada solamente en eso, sería temerario, pero algunas cosas que veo en mi universidad me parecen de auténtico chichinabo. Espero que sea algo local o, a menos, una moda pasajera.
Saludos.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Se me olvidaba:
>Debías haber comprobado las fuentes.
Uhmm, siempre miro las fuentes cuando doy mi opinión o me atrevo a juzgar (casos de pseudociencia y cosas así). Aquí no hay fuentes, es solo una referencia a un artículo disponible en PDF que, en efecto, no está en una revista JCR, lo mismo los artículo de opinión en un periódico o en un blog.
No son despreciables por no estar en el JCR, son opiniones con las que podemos estar de acuerdo o no, el todo o en parte.

Alfredo Oliva dijo...

Angel, no es que no esté en JCR, es que es una absoluta desconocida que no figura ni tan siquiera en los índices españoles de impacto de las revistas de educación. ¡vamos!, que bien pudiera ser la revista del colegio de sus hijos.

No te imagino referenciando un artículo de un iluminado sobre algún asunto de tu especialidad publicado en la revista de una asociación de padres y madres de Móstoles.
Un abrazo

Laura dijo...

jajaja yo soy profesora y también he hecho algunos cursos de formación de este tipo... no acabo de entender muy bien el por que de estas actividades, pero la verdad es que en algunos me he reido bastante... algo es algo.. xD

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