30 agosto 2006

El Evangelio de Tux

En esos días sucedió que había un joven escolar en Helsinki que se llamaba Linus el Torvald. Linus era un hombre devoto, un discípulo de RMS, fuerte en el espíritu de Turing, von Neumann y Moore. Un día, meditando en la Arquitectura, Linus cayó en trance y tuvo una visión. Y en la visión vió un magnífico pingüino, sereno y agraciado, sentado sobre un témpano de hielo mientras comía pescado. Y ante la vista del pingüino Linus se asustó profundamente, y rogó a los espíritus de Turing, von Neumann y Moore para que le ayudasen a interpretar ese sueño...

Sólo para místicos: El Evangelio de Tux, desenterrado. Sí, esta vez no he trabajado nada.

3 comentarios:

Pereque dijo...

¿"Tú eres mogollón de guai y alucinante"?

Blasfemo. Prepárese para sufrir la furia del Monstruo Volador de Espagueti y sus Tentáculos Tallarinescos.

P.

Anónimo dijo...

No seas vengativo, Pereque. La Iglesia de los Hechos del Santo Jobs y las Manzanas Sagradas también considera este evangelio apócrifo herético, y, sin embargo, no ha emitido una fatua (todavía) contra él.

Ulisses 101 dijo...

Pues yo voy a añadir ese evangelio a mi religión. Sobretodo me ha gustado la parte del principio, donde Turing crea la Máquina y von Neumann la divide.
Si Tux es el evangelista, entonces no hay duda de que Linus es el profeta.
¡Unámonos todos y construyamos una Iglesia!

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