29 abril 2017

Redes rotas

Revisando viejas fotos me he dado cuenta de la cantidad de gente que he conocido, que he tratado a veces no superficialmente, y que ha desaparecido de mi vida. Al cabo de un tiempo vuelven a presentarse fantasmalmente como en la imagen de abajo, apenas unos miles de puntos grises que, sin embargo, catalizan poderosamente alguna reacción que trae al presente recuerdos aparentemente perdidos. Imágenes cuyo poder no es la calidad fotográfica sino su cualidad evocadora. En un vistazo rápido puedo ver en esas fotos un centenar de personas que se cruzaron en mi camino dejando huella para luego alejarse por sus propios senderos. Muchas de ellas no volvieron a aparecer pero el hito quedó fijado, aunque la pregunta sobre su rumbo quedará, temo, sin contestar.
Luego, se me ocurrió que ese papel es recíproco y posiblemente haya personas que se han preguntado alguna vez qué fue de aquel tipo con extraño apellido que conoció un día y del que hoy se acuerdan, vete a saber por qué. Somos una red tendida en el tiempo llena de roturas, con ramales perdidos, con líneas a trazos. Cada uno de nosotros tiene una red propia, compleja, con cientos de nodos compartidos. Cada uno de ellos forma parte de otra red que, a su vez, se interseca con centenares hasta cubrirlo todo en una imagen de vértigo, en un multiverso de relaciones personales.
En una vuelta de tuerca más, me he preguntado cuántas veces estuvieron algunas redes a punto de cruzarse pero, por una distancia mínima, no llegaron a hacerlo. Una amistad que no se produjo, una relación que podría haber cambiado nuestra vida y que no existió por unos minutos o por unos metros, una encrucijada en la que no tuvimos oportunidad de elegir camino.


06 enero 2015

¿Es importante bloquear el espejo para conseguir una fotografía más nítida?

Como saben algunos de ustedes, hace un tiempo que me dedico a fotografiar monumentos, construcciones históricas y objetos arqueológicos. Una de las cuestiones más importantes en este tipo de fotografía es conseguir la máxima nitidez en cada toma. Lógicamente, la calidad de los objetivos es muy importante pero, una vez fijado un modelo concreto ¿qué puedo hacer para aprovechar sus posibilidades al máximo?
Los consejos básicos son conocidos: trípode y buen enfoque, facilitado este por la elección de un diafragma medio, 8 u 11 en la mayoría de los casos que, además, contribuye a aprovechar la calidad óptica de la lente, que se degrada con valores excesivamente abiertos o cerrados.
Otro consejo que se suele mencionar, aunque no siempre, es aprovechar la función de bloqueo del espejo (cuando nuestra cámara es una reflex, claro). La idea es que cuando pulsamos el botón de disparo, ocurren varias cosas en la cámara. Una de ellas es que el espejo interior sube para quitarse del medio y sólo cuando eso pasa, se abre el obturador para la exposición. El movimiento del espejo, aunque es anterior a la exposición, puede generar vibración o trepidación que, tal vez, se transmita a la toma final haciendo que salga ligeramente movida. ¿Esa posible influencia es una exageración o tiene un efecto detectable?
En el video siguiente se ve progresivamente más lento el proceso de subida del espejo, movimiento de la cortinilla (obturador) y caída del espejo.


Lo mejor, como siempre, es hacer una prueba y el objeto de este post es dársela a conocer.
Para hacerla, puse la cámara en un trípode y fijé el modo en prioridad de diafragma con un valor 8 lo que, con la iluminación disponible, supuso un tiempo de exposición de 1/15 de segundo. La distancia focal del objetivo fue de 200 mm lo que, aplicado el factor correspondiente a una APS-C, supone unos 300 mm equivalentes en una cámara de formato 35 mm. La cámara, una Nikon D7000, se manejó con un mando externo conectado por cable y el objeto, una página de un comic, estaba a 90 cm del plano focal.
Tienen los resultados a continuación. Arriba está la toma realizada usando el doble disparo: el primero para levantar y bloquear el espejo y el segundo para exponer esperando, más o menos, dos segundos entre ambos. La siguiente es la tomada de la forma habitual, sin bloquear previamente el espejo.

Los resultados son tan claros que repetí las fotografías por si algo había salido mal pero no, el efecto de trepidación es perfectamente visible con esta distancia focal.
Las conclusiones, por tanto, son simples: si se quiere conseguir la máxima nitidez, es muy recomendable realizar las tomas en el modo de bloqueo del espejo. Lógicamente, la trepidación se reducirá con las focales cortas y tal vez el efecto deje de ser detectable.
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