07 febrero 2010

El color de los dinosaurios

Una de las novedades paleontológicas más interesantes de los últimos años ha sido, al menos para mí, la confirmación de que muchos dinosaurios tenían plumas, incluidos algunos raptores (recuerden Parque Jurásico). Son plumas de tipo diverso, desde "protoplumas" filamentosas, no ramificadas, hasta plumas complejas muy similares a las de las aves actuales.

Los primeros con protoplumas fueron descritos en 1996 (Sinosauropteryx prima) y desde entonces no han parado de aparecer, incluyendo algunos grupos de dinosaurios lejanos a las aves. Para el que quiera saber más de esto le recomiendo el estupendo blog del Paleofreak (busca por "plumas" y aparece una buena cantidad de material).  La novedad en las últimas semanas ha sido que se ha podido deducir el color de algunos de ellos. ¿Cómo es posible esto si no queda resto alguno de pigmento en la fosilización?

La palabra clave es "melanosoma", un orgánulo celular que contiene melanina, el pigmento más común en la piel, pelo y ojos de los animales. Resulta que en condiciones muy favorables de fosilización la estructura de los melanosomas de los dinosaurios se puede conservar lo suficientemente bien como para ser analizada mediante el microscopio electrónico. Dado que los melanosomas están presentes en las plumas de las aves actuales y que su estructura varía con el color que representan, cabe compararlos morfológicamente y deducir el aspecto de los dinos de hace más de 100 millones de años.

Este descubrimiento se debió a la perspicacia de Jakob Vinther, que se dió cuenta que las estructuras que se observaban no eran bacterias, como se había propuesto hasta ese momento, sino otra cosa muy diferente. Vinther aplicó su intuición a plumas fósiles no "dinosáuricas" en un trabajo del año 2008 titulado The colour of fossil feathers (acceso libre) al que no se le dió la debida publicidad. Los posteriores trabajos pudieron hacerse gracias a las excepcionales condiciones de conservación de algunos yacimientos como los de Liaoning, donde se han descubierto cientos de fósiles de todo tipo, muchos de ellos de dinosaurios más o menos emplumados.

Los primeros resultados se publicaron en Nature hace 10 días con el título Fossilized melanosomes and the colour of Cretaceous dinosaurs and birds. Los autores concluyeron que la cola del pequeño dinosaurio Sinosauropteryx estaba coloreada en tonos blancos y castaños, más o menos así (de lo que no es cola, ni se sabe):

Ilustración de James Robins

Las últimas noticias, de hace solo tres días, se refieren a Anchiornis huxleyi y se publicaron bajo el título Plumage Color Patterns of an Extinct Dinosaur. En este caso, aunque el equipo es amplio, incluido Vinther, la principal artífice parece haber sido la paleontóloga Julia Clarke, una profesora de la Universidad de Texas, que "mapeó" los colores y su distribución en el dino completo, de cabeza a cola. Esta especie era del tamaño de una gallina y vivió hace unos 155 millones de años. La recreación artística es así:

Ilustración de Michael Digeorgio

En resumen, algunos colores de los dinosaurios pueden, con suerte y bastante trabajo, deducirse de la morfología de los melanosomas que se han conservado en casos especialmente favorables de fosilización. Los melanosomas sólo aparecen en plumas o en protoplumas por lo que el aspecto de los dinosaurios implumes seguirá siendo desconocido. Los melanosomas descubiertos muestran tonos de blanco a negro y rojizo exclusivamente. Creo que no pueden presentar más colores que estas gamas de grises y amarillos a naranja-rojizo. Para encontrar azules, verdes o colores debidos a otros posibles pigmentos habrá que desarrollar métodos diferentes si ello fuera posible.

Personalmente creo que es mucho más importante haber confirmado la existencia de plumas con varias formas de transición en su complejidad que poder decodificar los colores pero hay que reconocer que esto último nos acerca mucho más a los míticos bichos, es como iluminar una escena que hasta ahora estaba sólo en penumbra.

3 comentarios:

gabriela dijo...

Excelente noticia, aunque siempre ocurre que le dan poco boleto a aquel que descubre algo o que tiene una teoría para algo...O se ríen o lo ignoran, lo desprecian, no le creen...
¿Cuántos años nos tuvieron convencidos de que no existe agua en la luna? Ni siquiera hablaban de una posibilidad...
Me gustó esta noticia, para que abramos nuestras mentes y no seamos tan tajantes al hablar de por qué se extinguieron estos animales. Yo creo que fue un conjunto de fenómenos, que ocurrieron durante muchos años, y que se fueron encadenando, fueron modificando el hábitat, hasta que desaparecieron de la faz de la Tierra.

Ángel M. Felicísimo dijo...

Ha habido varias grandes extinciones en la historia de la Tierra y realmente no se sabe con seguridad qué las provocó. En el caso de los dinosaurios la hipótesis del meteorito tiene fuertes evidencias a su favor aunque nadie puede asegurar que la causa fue esa con completa seguridad.
Tu hipótesis puede ser, cómo no, pero habría de definir qué conjunto de fenómenos fueron, por qué se produjeron y cómo se hicieron realidad justo en ese momento y durante un periodo relativamente breve (geológicamente hablando).
Tienes razón en que la hipótesis de las plumas no fue inicialmente bien recibida (lo mismo que la que sostiene que los dinos eran homeotermos) pero una de las propiedades de la ciencia es que si hay evidencias la nueva idea acaba aceptándose aunque haya resistencia inicial. El caso más notable es la hipótesis de la endosimbiosis como origen de las células eucariotas, una idea revolucionaria que a Lynn Margulis le costó muchísimo siquiera publicarla por primera vez.
Saludos.

Nicolás dijo...

LLegué para los aplausos... Muy interesante la entrada, aunque no termino de ver cual puede ser el motivo para no recibir con agrado un resultado como el obtenido por don Vinther.

Saludos.

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