10 noviembre 2005

El rally de los obispos

Hay días que las noticias son de película de los Marx. Hoy recibí uno de esos resúmenes de prensa a los que nunca me he suscrito y me encontré la noticia siguiente: "una caravana religiosa recorre África contra el SIDA".

¿El objetivo de tamaña iniciativa? "Sensibilizar a la opinión pública sobre el virus del SIDA, creando de este modo un ambiente favorable para la integración de los enfermos en la sociedad africana".

Y claro, me vienen a la mente varias imágenes, porque la noticia era sólo texto. La primera es la de los obispos de la manifestación del próximo sábado contra la LOE, los eminentísimos, en cabeza bajo la pancarta (espero que de uniforme púrpura o como sea, que no disimulen). E imagino esa procesión en África, camino adelante, quemando kilómetros paso a paso, soportando el calor, los mosquitos y el cansancio. Pero no, en Africa van en coche, en una especie de Paris-Dakar eclesiástico, a lo cómodo. Y van a informar, dicen. Supongo que de como se usa el condón, que es el medio más barato y de más éxito preventivo de los que existen. Y es que, para no tener que integrar a los enfermos lo mejor, creo yo, es prevenir la enfermedad. Pero claro, para eso tendrían que saltarse las filípicas del difunto Karol Wojtila y del actual Joseph Aloysius Ratzinger, por lo visto eminentes especialistas en epidemiología. Y cuidadín con ningunear a Su Santidad, que estuvo 24 años al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (también conocida en otros tiempos como Santa Inquisición) y no creo que se le haya olvidado.
Queridos pastores, en los países que vais a recorrer no hay opinión pública porque no se pueden permitir ese lujo, sólo hay miseria e ignorancia. Y lo último que les hace falta es esa especie de caravana Mr. Marshall curando el SIDA a golpe de hisopo.
Tal vez bastaría con que la Iglesia hiciera por una vez caso a los que sí saben de la enfermedad y levantaran un poco el listón de la exigencia, ni siquiera haría falta que tuvieran la tolerancia que tienen con sus propios pastores descarriados. Armas de destrucción masiva las hay por acción y por omisión, y la Iglesia, con su loca e irresponsable intolerancia se hace responsable de más muertes al día que todos los terrorismos juntos.

08 noviembre 2005

Breve historia de CU

La ciencia tiene rincones oscuros y no me refiero a los fraudes o a escándalos públicos. Ilustraré uno de esos rincones con la muy breve historia de CU. CU es catedrático de universidad. CU sacó la cátedra hace más de 30 años amparándose en que en aquel momento muchos cargos académicos se daban si pertenecías a la secta dominante. CU pertenecía y le fue bien. CU no tenía ni una sola publicación importante en ese momento pero eso no era decisivo, más bien lo contrario, porque no era bueno hacer sombra a quien te da de comer. En los años siguientes, CU organizó un departamento a su medida formado por un amplio espectro de nulidades. Algún aspirante prometedor fue convencido de que su destino estaba en otra parte, forastero. Utilizaron métodos sutiles como prohibir la entrada a la biblioteca. CU no publicó nada importante porque ya no le hacía falta.
CU se jubilará pronto pero en estas tres décadas ha hecho más daño a la ciencia que todos los Jiménez juntos, sean Iker o del Oso. Ha participado en tribunales, negando plazas a candidatos que le decuplicaban el curriculum pero que no eran de la tribu. Ha evaluado solicitudes de proyectos de investigación, negando financiación a líneas de trabajo que nunca entendió, él que nunca tuvo ninguna.
CU prevaricó, pero no desde un programa paranormal o una secta religiosa, actuó desde el sistema de la ciencia normal, desde los aparatos oficiales de la investigación en España. CU sigue aún en activo en estas comisiones, nombradas por algún oscuro personaje a quien Cthulhu confunda.

07 noviembre 2005

Aprendiz de brujo

Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento, logra ser Goya, pero generalmente es un desastre.
Ernesto Sábato
Este comentario se hizo en un momento especialmente benévolo, Sábato tiene alguna otra propuesta mucho más dura que reservó para sus novelas más oscuras (pensándolo bien, todas lo son).
Ahora somos nosotros los que tenemos que aceptar ese papel de aprendiz de brujo al que todo se le escapa de las manos. Hemos creado un primer mundo lleno de luces apoyado en una historia de desequilibrios, explotación y rapiña. El pecado ni siquiera es ese, porque esa es la historia del mundo. El pecado es ignorar la historia creyendo que con eso nos libramos de las consecuencias: Francia está pagando ese olvido estos días.

06 noviembre 2005

El catedrático y su circunstancia

Ví por primera vez al ciudadano Polaino en Popular TV, una cadena televisiva donde fue entrevistado hace unos meses comentando la 'enfermedad' de la homosexualidad y algunas de sus funestas consecuencias. Posteriormente fue llevado al Senado por parte del Partido Popular como experto para argumentar contra la reforma que permitiría las bodas entre homosexuales. La alocución del cuidadano Polaino fue tan brillante que hasta destacados miembros del Partido Popular tuvieron que marcar distancias, supongo que maldiciendo por lo bajo la idea de sacar al susodicho a la luz y ante taquígrafos.
Como ya sabemos, la ley salió adelante pero en ese momento me interesó más echar un vistazo al curriculum del ciudadano, que había empezado su discurso aludiendo a su ciencia y su experiencia: "Voy a tratar de sintetizar, aproximadamente en media hora, la conclusión a la que me ha llevado mi ciencia y mis 38 años como profesor universitario, investigador y psiquiatra con ejercicio clínico".
Supuse, en mi infinita inocencia, que 38 años de carrera universitaria daban para mucho y que sus afirmaciones estarían sostenidas en artículos de prestigiosas revistas internacionales. Y me puse a rebuscar. He aquí los datos:
El Dr. Polaino Lorente es doctor en medicina, profesor y director de departamento en la Universidad San Pablo-CEU, donde imparte asignaturas de Psicopatología. Para que no nos engañemos, esta universidad deja claros sus principios en su declaración de idem: "La Universidad San Pablo-CEU es una universidad privada, reconocida por la Ley 8/1993 y creada por la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, obra de la Asociación Católica de Propagandistas". Por si no ha quedado claro, echen una ojeada a la página de esta asociación (eso sí, con precaución y sólo almas endurecidas).
En la página web en esta Universidad podemos echar un vistazo a las publicaciones científicas del ciudadano. Resumiré los datos: no tiene una sola comunicación en congresos científicos internacionales, ni ha incluido en dicha página una sola publicación en una revista de prestigio; eso sí, tiene publicaciones en revistas como "Fe y razón", "Istmo", "Familia y cultura", "Alfa y omega", "El rotativo"...
Más detalles: en sus 38 años (aludidos como argumento de experiencia en su alocución) ha dirigido 2 (dos) tesis doctorales.
Eso sí, pone como mérito que aparece como profesor invitado en las "tardes de Cristina" de la COPE.
Finalmente, revisando la Web of Science encuentro que sí, que el doctor ha publicado 6 trabajos en su carrera lo que supone que cada uno le ha llevado más de 6 años de media. Por cierto, en sólo uno de ellos firma como primer autor y sólo dos tienen factor de impacto. Ninguno de ellos trata de la homosexualidad.

Lo malo del asunto es que la situación del ciudadano Polaino es una ilustración colorista de una de las facetas más oscuras del sistema de ciencia español. Su circunstancia deja en evidencia cosas que obligan a hacer preguntas simples:

  1. El ciudadano es catedrático. Por cierto, que lo es en un área de conocimiento actualmente inexistente ¿quién y con qué méritos le concedió la cátedra?
  2. ¿Cuáles han sido los criterios de un partido político para decidir que este personaje es un experto en homosexualidad? Hay cientos de profesores universitarios en áreas de psicología ¿cuáles eran sus deméritos ante el elegido?
  3. El ciudadano figuraba como profesor en la Universidad Complutense de Madrid como pude comprobar hace unos meses. Hoy lo he vuelto a buscar y ha desaparecido de las páginas web y, en general, de los archivos accesibles por internet. ¿Un lavado de cara de la UCM? Concluyo que ha tenido que salir de la caverna para que la universidad pública tomara medidas ¿desconocía antes la producción literaria del ciudadano Polaino?
  4. ¿Ha estado el cuidadano en tribunales de plazas docentes? Supongo que sí, porque hasta la LOU en la composición de los tribunales entraba una parte de catedráticos con independencia de lo parco de su curriculum.

No quiero caer en el argumento ad hominem, el ciudadano Polaino no es más que el caso más conspicuo del 'lado oscuro de la fuerza', oculta en la universidad española. Pero hay otros. No hablan de temas socialmente sensibles por lo que no salen en los periódicos pero practican la no-ciencia, donde prevalecen actitudes como oscurecer el discurso para que sea incomprensible o hacer valer la autoridad del cargo sobre el método científico.
Estos ciudadanos están en los tribunales, son llamados a valorar proyectos de investigación donde deciden la financiación de personas que les decuplican en curriculum. Y la ciencia no puede ser eso.
Como decía Pablo Guerrero, tiene que llover, tiene que llover a cántaros.
Hoy me he puesto serio, prometo enmendarme.

03 noviembre 2005

El buen salvaje y otros cuentos

La radio es un gran invento y la escucho asiduamente por motivos que otro día contaré. Pero nada es perfecto y programas normalmente interesantes caen a veces en patinazos de órdago por la manía de ser políticamente correctos. Por ejemplo, no está bien visto criticar al ciudadano rural en cuanto a su actitud con el medio y, en cambio, sí se acepta el topicazo de que el urbanita es un agresivo personaje que atruena los fines de semana con su 4x4 por los antes idílicos paisajes. Pero en esta visión hay excepciones. Comentaré sólo una a raíz de un episodio del Reserva Natural, un buen programa de RNE1 que se emite los sábados por la tarde. Se comentaba el papel proteccionista que los habitantes de cierto parque natural habían desempeñado a lo largo de los años. El programa, en este caso, era peligroso para la glucemia y abundaba en expresiones como la armonía hombre-naturaleza, el sabio conocimiento tradicional que se iba perdiendo y cosas así. La Arcadia rediviva.
Pero, como dice el anuncio, va a ser que no. Hubiera quedado bien pero tuve la puñetera mala suerte de conocer el percal y la zona de la que hablaban y puedo comentar cuestiones que contradicen la visión bucólico-pastoril que nos vendían. Como que la vegetación de la zona en cuestión persiste parcialmente a pesar de sus habitantes (no gracias a), que la han quemado, talado y roturado durante siglos; que restos de la fauna original aún existen, pero a pesar de que los lugareños la han envenenado, cazado indiscriminadamente con lazos, a tiros, con nieve y mediante cepos, también durante décadas. Que el "saber tradicional" hizo que en algunos rincones del parque recibieran a los veterinarios a tiros o estacazos cuando intentaban erradicar la brucelosis o tuberculosis endémica en el ganado. Que la aprobación del plan rector de uso y gestión del parque siempre estuvo supeditada a la ejecución de obras, que las actuaciones de protección de ecosistemas previstos en los planes ni siquiera se iniciaron. Y eso con un parque "emblemático" como dicen los cursis.
Triste panorama que me hace ser escéptico, una vez más, con la visión del buen salvaje de los ilustrados, falsa como un billete de a euro. Por eso, para terminar con la arenga de forma positiva, recomendaré otro libro, magnífico, sobre el choque cultural. Nigel Barley era un antropólogo teórico que decidió hacer prácticas de campo con una tribu poco conocida de Camerún, los dowayos. El objeto de estudio resultó ser muy peculiar, así como la capacidad del antropólogo para atraer los problemas. Su primera experiencia de campo (casi la última) generó un libro delirante donde el mito del indígena en armonia con su medio queda bastante malparado. Antropología irreverente.


Nigel Barley, 2002. El antropólogo inocente. Notas desde una choza de barro. Barcelona, Anagrama, 240 p.

Libros que no son superventas

"En 1941, el profesor Richard Evans Schultes desapareció en la selva amazónica donde pasó los siguientes 12 años de su vida explorando ríos que no figuraban en los mapas, recolectando plantas desconocidas para la ciencia y estudiando la sabiduría y las costumbres de docenas de tribus indígenas de Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Venezuela y, particularmente, Colombia." Treinta años después, dos alumnos suyos, también botánicos, Tim Plowman y Wade Davis siguen sus pasos. Tim Plowman morirá y Wade Davis escribirá este libro que recomiendo a todos los que quieran evadirse, al menos un rato, de la ponzoñosa actualidad de este país. Ojo, que luego hay que volver.


Wade Davis, 2004. El río. Editorial Pre-textos, Valencia, 639 páginas. Traducción de Nicolás Suescún. Pueden leerse las primeras páginas en http://www.lafabulaciencia.com/archivo/04/lect-11.html

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