25 marzo 2008

Blogs, wikis y conductas inapropiadas

¡Niño, caca! dicen desde las altas autoridades. Leo en Juan de Mairena, que lo lee en Gooseania, que cita esta página de la Universidad de Manchester, que se titula (al menos la traducción es mía) Directrices sobre el uso de blogs y wikis y dice algo así:

El uso de páginas web interactivas y con varios autores, como es característico de los blogs, wikis y redes sociales, es cada vez más popular. Aunque la Universidad no desea obstaculizar el uso de estos sitios, usted [1] debe consultar previamente con su supervisor, mentor o inmediato superior para discutir las posibles implicaciones de participar en esos sitios. En particular, debe ser consciente de que publicar resultados preliminares, datos e ideas:

  1. Puede poner en riesgo la independencia y originalidad de su trabajo y tener efectos adversos cuando lo envíe para revisar o publicar.
  2. Puede perder la propiedad de su trabajo con consecuencias impredecibles para los derechos de propiedad intelectual sobre los resultados o productos de su trabajo.

[1] "Usted" se refiere a investigadores postgraduados y de plantilla.

Bueno, aquí tenemos a la UManchester velando por la correcta conducta de sus investigadores en internet, no sea que escriban un blog o hagan comentarios en otro destapando secretos, por no hablar de los inconscientes que son capaces de proponer ideas nuevas, comentar en foros científicos cómo le van las cosas o pedir ayuda para algún problema que tienen. Incluso podría haber algún tarado que pensara publicar sus preprints en lugares nefandos como ArXiv (con 469353 documentos disponibles a día de hoy). Discuta con su confesor "las posibles implicaciones" de sus actos ¿has escrito en algún blog esta semana? ¿cuántas veces, hijo? Miedo a la comunicación se llama eso.

En mi universidad las cosas no llegan a esto aunque últimamente hemos recibido una normativa curiosa sobre el "correcto" uso de la red. Entre otras cosas nos dicen que no debemos usar la red ("uso no aceptable") para:

  • cualquier acto que viole la legalidad
  • fines privados, personales o lúdicos
  • creación o transmisión de material que cause molestias a los usuarios de la UEX
  • distribución de material que viole los derechos de propiedad intelectual
  • destruir o modificar premeditadamente la información de otros usuarios
  • destruir, manipular o apropiarme indebidamente de información que circule por la red
  • usar u obtener cuentas ajenas

Les confieso que todavía estoy algo perplejo con el documento y aún no he decidido si me reconforta o molesta que la autoridad académica vele por mi conducta prohibiéndome violar la legalidad vigente (y la Constitución, supongo, y ya puestos, la Convención de Ginebra...) mediante una norma interna.

El resto (defina "fines personales", por favor) tampoco lo tengo claro: enviar un correo electrónico a mi casa ¿es un fin privado?, enviar el PDF de un artículo interesante a un colega ¿viola los derechos de propiedad intelectual? ¿qué es apropiarse "indebidamente" de material que "circula" por la red? O lo más importante ¿cómo van a saber ustedes si uso mi correo para "fines privados"? ¿cómo van a averiguar si visito webs "inapropiadas"?

En fin, los vigilantes de la playa del ciberespacio velan por nosotros aunque con tanta advertencia acabo siempre por creerme presunto culpable de no sé bien qué.

21 marzo 2008

Rellenando mundos (y 2)

Creo que en el post anterior quedó en evidencia uno de los argumentos preferidos de los partidarios de la "Tierra hueca". Como no he recibido ningún comentario coherente que lo rebata a pesar de las más de seis mil lecturas (efecto Menéame, todo hay que decirlo) asumo que los creyentes han decidido aceptar el argumento deportivamente y corregirán sus páginas web para que el error no se perpetúe [/ironía off].

Hoy, y para cerrar esta miniserie y olvidarnos de este pintoresco asunto, intentaré diluir un par de afirmaciones más aprovechando que no soy aficionado a las procesiones.

Afirmación 1. Todos los planetas y satélites son huecos y tienen entradas en sus polos.

Lamentablemente para los que afirman esto, no sólo existe la excelente y completa imagen de la Antártida que mencioné en el post anterior, donde no se observa anomalía alguna, sino que se ha cartografiado recientemente el Polo Sur de nuestra Luna con una resolución de 20 m, mucho mayor que la disponible previamente.

Los datos que sirven de base a las imágenes fueron tomados a finales del 2006 por dos antenas del Goldstone Solar System Radar, separadas 13 km y situadas en el desierto de Mojave, en California. La captura de datos de los polos lunares es complicada debido a que desde la Tierra sólo se pueden observar tangencialmente y eso aprovechando los momentos del año adecuados, donde las inclinaciones de los dos ejes de rotación permiten una mejor visión directa de la zona.

Antena de 70 m del GSSR

El uso de dos antenas para recibir los ecos del radar permite no sólo obtener imágenes sino la topografía del terreno. ¿Hay agujero? Pasen y vean ustedes mismos (el Polo Sur está justo en el centro de la imagen).

Topografía del Polo Sur lunar. Una imagen de mucha mejor resolución puede descargarse aquí (13 Mb)

Aunque estos datos son relativamente nuevos, ya había mapas de los Polos lunares desde que la sonda Clementine (1994) los sobrevoló. Los mapas de Clementine eran groseros, con una resolución espacial de 1000 m. El GSSR hizo nuevos mapas de ambos polos en 1999 mejorando hasta 150 m en planimetría y 50 m en altimetría (publicados en un artículo disponible aquí e ignorado por los conspiranoicos). Finalmente, este último mapa del Polo Sur tiene una resolución de 20 m en planimetría y 5 m en altimetría. También hay mapas de los polos lunares elaborados con el telescopio de Arecibo: por si tienen curiosidad les pongo las imágenes abajo. Y no, tampoco hay agujero.

Imágenes de los polos lunares elaborados a partir de los datos del radiotelescopio de Arecibo (originales aquí)

Más información en Enhanced Radar Imagery of Lunar South Pole.

Afirmación 2. Hay vida dentro de la Tierra hueca

Es sólo un problema de física. Dicen en una página adepta:

La superficie interna es en realidad la que lleva la mejor parte en los procesos de desarrollo biológico, porque su gravedad siempre será menos que la gravedad externa. Mientras aquí tenemos 9,8 metros sobre segundo como coeficiente de aceleración, en el interior esta medida es de aproximadamente 6,7. O sea que mis 100 kilos de aquí, se convertirían en unos 67 de "adentro".

Lo cual es espectacularmente erróneo. Como ha señalado Sergio en uno de los comentarios al post anterior, sobre un punto situado en el interior de una esfera hueca la fuerza gravitatoria es nula. Eso es debido a que las fuerzas que se ejercen por parte de la masa de la esfera hueca situada a un "lado" y al otro del punto en cuestión son iguales y de signos contrarios. El que quiera asegurarse y quiera seguir el argumento matemático tiene aquí un buen desarrollo. Este hecho se cumple independientemente del grueso de la capa y de la posición del punto interno.

La consecuencia es que nuestros imaginados intraterrestres están libres de gravedad y, a menos que hayan desarrollado velcro en sus pies, flotan alegremente por el hueco intramundo.

En el caso de que existiera un Sol interno, necesario para mantener la vida vegetal que dicen que hay ahí, la situación sería mucho peor por dos motivos:

  • dado que la componente de las fuerzas gravitatorias debidas a la esfera hueca se anulan, la masa de ese Sol interno ejercería su función atrayendo a todos nuestros intraespecímenes hacia un tórrido y desagradable final.
  • la Tierra hueca estaría en un equilibrio inestable y ese Sol se habría encontrado con las paredes internas en un cataclísmico final hace mucho tiempo. El argumento puede seguirse en la entrada de Alf a propósito del Mundo Anillo.

Finalmente, debo confesarles que el tema me parece gracioso (salvo por la evidencia de que hay mucha gente que se cree cualquier cosa que le cuenten) pero que me ha sorprendido mucho la cantidad de webs y foros donde se defiende esta pintoresca historia. En fin, esto es lo que hay.

19 marzo 2008

Las entradas a la Tierra hueca

Los partidarios de la Tierra hueca sostienen eso, que la Tierra es hueca y que existen dos grandes entradas al interior situadas en los Polos Norte y Sur. Luego hay variantes más o menos alucinadas donde aparecen arcanas razas superinteligentes, OVNIs, mamuts, soles interiores y cosas así. No voy a perder el tiempo discutiendo eso pero sí voy a comentarles uno de los argumentos habituales que se utilizan para demostrar que existe una conspiración internacional para ocultarnos la evidencia: la NASA censura las imágenes de satélite de los polos para que no veamos los huecos que allí existen.

Esta variante argumental comenzó con la imagen de abajo, sobre la que se dice en uno de los sitios dedicados a esta historia:

Durante muchos años se creyó que la Tierra era hueca, pero hasta 1968 no hubo ninguna prueba de ello. Ese año, unas fotos tomadas por un satélite mostraban claramente un agujero enorme en el Polo Norte.

Mosaico de imágenes del ESSA-7 utilizado para demostrar la existencias de la apertura polar

El satélite en cuestión era el ESSA-7 y, en efecto, en la imagen (mosaico, en realidad) se ve ese agujero. Bueno, no exactamente. El realidad lo que se ve es un círculo sin datos. Voy a ponerles alguna imagen más actual (ver abajo). La de la izquierda es un mosaico ártico del ASAR (Advanced Synthetic Aperture Radar), un radar a bordo del satélite ENVISAT. La de la derecha es del AMSR-E (Advanced Microwave Scanning Radiometer, transportado por el satélite EOS Aqua). Ambas muestran ese círculo negro centrado en el Polo.

Según las teorías de la conspiración, estas zonas no muestran datos debido a la censura de las agencias espaciales (no sólo la NASA, que ya sa sabe, sino todas) que ocultan la entrada a la Tierra hueca. A mí se me ocurriría pensar lo fácil que sería, si se quisiera ocultar algo, rellenar esos escandalosos huecos con datos ficticios pero se ve que estos cientificos de la NASA no dan para tanto y se limitan a usar la tijera.

Bueno, como supondrán, existe una explicación sobre esos círculos que esta gente no se ha molestado en buscar. Si leemos las llamadas fact-sheets donde se presentan las principales características de los satélites observaremos que en todos ellos se describe un tipo concreto de órbita. Copio fragmentos:

  • ... a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (QuikSCAT)
  • Due to its quasi-polar orbit, the coverage overlap... (Landsat)
  • Ariane will place SPOT 5 in the same orbit as SPOT 1, 2, 3 and 4, i.e. a circular, quasi-polar orbit at an altitude of 830 km (SPOT)

Se llama órbita cuasi-polar a aquella en la que los planos orbitales del satélite están algo inclinados respecto al eje de rotación terrestre. El grado de inclinación se da con referencia al plano ecuatorial: a una órbita polar (el satélite pasa sobre los Polos Norte y Sur) le corresponde un ángulo de 90º mientras que las cuasi-polares serán algo menores.

Las zonas negras en las imágenes anteriores no corresponden, por tanto, a datos que se ocultan sino a zonas sobre las que los satélites no orbitan. Son una consecuencia puramente geométrica del ángulo de inclinación de los planos orbitales.

La afirmación básica de los conspiranoicos se desmonta con facilidad simplemente entendiendo de qué se está hablando. Pero, claro, queda la duda ¿no se habrán diseñado estas órbitas precisamente para que no existan datos de los Polos? O lo que es lo mismo ¿por qué usar este tipo de órbitas que obligatoriamente dejan zonas sin información? Por ser ordenado, comentaré en primer lugar que las órbitas cuasi-polares se engloban dentro de las llamadas LEO (Low Earth Orbits), circulares, geocéntricas y de baja altura, entre 200 y 1000 km. Todos los satélites de observación terrestre habituales orbitan entre los 700 y 900 km mientras que la ISS, Estación Espacial Internacional, orbita a 400 km. Estas órbitas son baratas (no son necesarias grandes lanzaderas) aunque a menos de 400 km existen problemas con la atmósfera y a más de 1000 km con los cinturones de van Allen.

Dicho esto, la razón de las órbitas cuasi-polares es el deseo de que el tránsito de los satélites esté sincronizado con el Sol. Esto significa que el satélite pasará sobre un lugar siempre a la misma hora y, consecuentemente, las imágenes que tome formarán series coherentes en el sentido de que la iluminación corresponderá a la misma hora solar, algo muy conveniente para la observación, interpretación y proceso de los datos captados. Algunos satélites, incluso, "cabalgan" sobre el terminator, la línea que separa la luz de la oscuridad en la Tierra, con lo que mantienen sus paneles solares activos mientras barren con sensores activos la zona oscura.

El problema de sincronizar las órbitas satelitales con el Sol es el de ajustar con exactitud la precesión del satélite (cambios angulares en el plano de giro) con el ciclo solar, que debe ser de 360º/365.242199 días = 0.9856º/día. Asumiendo órbitas circulares, este valor puede conseguirse ajustando dos valores: la altura de la órbita y su inclinación.

El resultado es que las órbitas heliosincrónicas típicas se hacen a una altura de 700-800 km, con un periodo de rotación de unos 95-100 minutos y con una inclinación proxima a los 89º. Si hay alguien interesado en las ecuaciones básicas, las encontrará en este documento.

Dicho de otra forma: ninguna órbita cuasi-polar podrá tomar imágenes de los Polos. Tampoco podrá, por ejemplo, la Estación Espacial Internacional, cuya inclinación orbital es de 51.6º con lo que las latitudes altas no serán sobrevoladas nunca. Y tampoco pudo hacerlo la misión de la lanzadera Columbia STS-75 de 1996 que se supone tomó una "famosa" (y cutre) imagen de agujero polar ya que su inclinación orbital fue de 28.45º.

Consecuentemente, estimados partidarios de la conspiración satelital, aunque dudo que me lean, les ratifico que los círculos vacíos se deben a exigencias físicas de las órbitas heliosincrónicas, no al contubernio de los illuminati. Harían bien en revisar los argumentos que aquí les he esbozado, llegar a la conclusión lógica y eliminar de sus páginas todas las tonterías de los parches polares. ¿Existen satélites con órbitas polares? Claro que sí, pero es que ustedes no se molestan de buscarlos. ¿Quieren una imagen de alta resolución de toda la Antártida, incluido el misterioso y censurado Polo Sur? RADARSAT, un satélite canadiense lo ha hecho y está en internet como imagen de 39 millones de píxeles. Abajo les pongo una versión muy reducida. En la original (37 Mb), que pueden descargar aquí, el Polo Sur está aproximadamente en el pixel 3380, 2800.

Mapa de la Antártida (datos RADARSAT)

17 marzo 2008

The Scientist Delusion

El título es una obvia referencia al libro de Richard Dawkins cuyo título original es "The God Delusion", traducido en el mercado español como "El espejismo de Dios". Es, también, el título de un artículo de David Goldston que se publicó en Nature hace una semana. En él comenta una conferencia impartida por el cosmólogo Rocky Kolb y titulada algo así como "La cosmología en el mundo hace 1000 años (y hoy en Kansas)". Aparte de la broma, Goldston propone que los científicos infravaloramos la receptividad del público a la ciencia así como el poder de los lobbies religiosos a la hora de plantar batalla en el falso debate evolución vs creacionismo. El argumento central de Goldston es que el rechazo a la ciencia no es tan real como parece en los EE.UU. Reconoce que entre un 40-50% de la gente no cree que la humanidad provenga de formas de vida anteriores pero arguye que ese porcentaje lleva estancado un par de décadas y que esas estadísticas concretas enmascaran actitudes generales mucho más favorables a la ciencia. Precisamente por eso, dice, los creacionistas intentan vender que sus propuestas son científicas, porque reconocen que el marchamo de "ciencia" es ventajoso para ganar aceptación pública. También comenta que la mayoría de los estadounidenses no pertenecen a las religiones que tienen alguna querella doctrinal con la evolución y que, frecuentemente, cuando esa querella existe se debe tanto a ignorancia científica como a ignorancia religiosa.

La conclusión de Goldston es que los cientificos no deben creer que se enfrentan a un público inherentemente hostil a la ciencia y que las actitudes sociales ante la ciencia y la religión son complejas y frecuentemente contradictorias. En el caso de la evolución, sostiene que el concepto es para la mayoría de la gente más simbólico que real y que, por tanto, no es un buen indicador para evaluar la aceptación o rechazo a la ciencia.

Personalmente, estoy de acuerdo con el enfoque general de Goldston pero creo que conviene completar y matizar algunos aspectos, algunos de los cuales no he visto comentados en ningún sitio.

El primero es que deberíamos reconocer que la evolución no es bien comprendida por casi nadie que no tenga una formación específica. La consecuencia de esto es que los científicos de otras áreas deben "fiarse" del sistema como yo me fío de las teorías físicas consolidadas o de los avances en bioquímica. Llevado a la sociedad en general, la evolución no se diferencia mucho de una "creencia". La aparente aceptación de la realidad de la misma, mayoritaria en España, es un espejismo porque casi nadie sabría defenderla con argumentos.

Creo que el espejismo "la sociedad es evolucionista" se repite con casi todo: la gente se fía de lo que contamos ya que la ciencia es bien valorada en la sociedad. De aquí, probablemente, el interés de los cuentacuentos de arrimarse a "lo científico".

Otra cuestión distinta es la relevancia de la evolución en la sociedad. Aquí estoy convencido (ya me dirán ustedes) de que a la gente en general lo del evolucionismo vs creacionismo le importa muy poco. Algunas personas con las que he hablado, no relacionadas con la biología, me han comentado que al ser la evolución un hecho, el debate es irrelevante. Como debatir sobre la gravedad o sobre la inercia.

Y aquí tienen razón. Que los creacionistas planteen sus alternativas no debería ser más preocupante que la defensa de la Tierra hueca, por poner un ejemplo. ¿Por qué nos preocupamos entonces? ¿Por qué la riada de posts y comentarios ante las conferencias creacionistas?

Creo que el problema es algo más sutil. Y es que la transcendencia del "debate" no es la propia del caso concreto de la evolución sino la de algo más serio: la del deterioro de la percepción social de la ciencia. Voy a intentar explicarlo brevemente.

La estrategia del "diseño inteligente" es hacerse pasar por teoría científica. Que eso es falso es evidente para los que conocen el significado de "teoría científica" pero no lo es tanto para el resto ya que no es el significado común (teoría = suposición). Si consiguen que sus afirmaciones sean consideradas socialmente como alternativas científicas válidas tienen varias batallas ganadas. La primera es la de sembrar confusión sobre lo que es o no es ciencia. La segunda es la de sembrar dudas sobre los propios científicos ya que, al negarse a discusiones públicas, parecería que no saben defender el evolucionismo ante los argumentos creacionistas. Y la tercera es la de acusar de intolerancia a la ciencia al oponerse a la difusión de sus afirmaciones en ámbitos académicos.

Estas tres batallas, como comenté antes, socavan la percepción social de la ciencia y por eso son de tanto interés para cualquier vendemotos y, lógicamente, no están limitadas a los creacionistas: "los científicos tienen miedo a mi invento y por eso no me dejan presentarlo en la universidad" es una frase clásica de los inventores de motores de agua y máquinas de trabajan gratis.

En esta guerra, la ciencia tiene en su contra algunas cuestiones que son intrínsecas a su funcionamiento actual. Una es la escasa familiaridad con los medios de comunicación: los científicos no estamos acostumbrados a presentar nuestros estudios o ideas en debates televisivos o radiofónicos. Los mass media no son el hábitat natural de la discusión en ciencia y las estrategias para sobrevivir en ese hábitat de frases rotundas, telegenia y tiempo limitado nos son poco familiares. Otra circunstancia es que la mayoría de los conocimientos en ciencia son imposibles de explicar en cuatro frases y sin una formación previa, a veces muy exigente. En este aspecto, los creacionistas del "diseño inteligente" lo tienen mejor porque usan la estrategia de plantear problemas reales o imaginarios pasando la carga de la prueba a los científicos. Y ese debate no está equilibrado: decir que "la evolución no puede explicar la estructura compleja X" lleva unos segundos mientras que una réplica honrada necesitaría mucho más tiempo del que van a darte en el debate. En este sentido, la evolución es un buen tema para ellos ya que se presta a argumentos falaces y espectaculares donde "desfacer el entuerto" ante un público poco informado es una labor imposible.

Y, finalmente, debemos hacer algo de autocrítica: los que nos dedicamos a la ciencia con más o menos empeño no estamos normalmente interesados en invertir nuestro tiempo en convencer a la sociedad de nada. Tampoco es nuestro oficio aunque tal vez deberíamos empezar a plantearnos la rentabilidad social de hacerlo. Creo, como Goldston, que la sociedad no es inherentemente hostil a la ciencia sino justo lo contrario, pero también creo que ese apoyo se sostiene sobre cimientos poco sólidos, sólo debidos al prestigio que la ciencia mantiene en nuestra sociedad. Y es ese prestigio lo que los creacionistas y otros chiripitifláuticos personajes intentan socavar. A río revuelto, ganancia de pescadores.

04 marzo 2008

Mary Moffat

Apenas fue un detalle en una historia más grande. Apareció su nombre y me puse a buscar.

Mary nació en Griquatown, Sudáfrica, en 1821. Eran tiempos difíciles y a ella le tocó ser la mayor de diez hermanos, hijos de Robert Moffat y Mary Smith. Robert era misionero (de la London Missionary Society) y tenía 26 años cuando nació su hija, lo mismo que Mary Smith.

Mary Moffat se casó a los 23 años con otro misionero, escocés al igual que su padre, al que siguió abnegadamente en su misión evangelizadora. Las expediciones los llevaron cada vez más al norte, ya que su marido deseaba pasar el desierto del Kalahari, entonces terra ignota. Este viaje se realizó en 1849 y duró dos meses durante los cuales Mary, embarazada, y tres hijos pequeños, Robert, Agnes y Tom, lo acompañaron. Su cuarta hija murió al poco de nacer. Mary cae enferma y vuelve a Inglaterra para recuperar su salud pero no soporta la separación de su esposo y se reune de nuevo con él en Shupanga, a orillas del río Zambeze. La vuelta es nefasta: Mary cae enferma de nuevo y muere a los pocos días. Era el 27 de abril de 1862. Tenía 41 años.

Esta breve historia refleja el duro papel que muchas mujeres representaron sin pasar a la posteridad. De Mary Moffat apenas se encuentran datos y eso que sus padres fueron relativamente conocidos por su labor misionera. Eso sí, no tanto como su marido, David Livingstone.

01 marzo 2008

El jardín de CaixaForum

Las ciudades son espacios complejos y con una dinámica espacial que oscila entre la organización y el caos. La evolución urbana genera huecos entre las casas, calles que no encajan, espacios sin uso. Son los espacios intersticiales. El destino de estos espacios se reparte frecuentemente entre la basura y la maleza. Paseando por las ciudades no es difícil reparar en que estos espacios intersticiales no son sólo horizontales: medianeras de casas, estructuras abandonadas que nadie se preocupa de demoler y limpiar, amplios muros de hormigón o ladrillo residuos de épocas distintas. Una solución que a veces (sólo a veces) funciona bien es cubrirlo con un mural. Otra la tuvo un tipo llamado Patrick Blanc y creo que merece una reseña.

La sede de Caixaforum en Madrid está en el Paseo del Prado, en un lateral del Jardín Botánico y muy cerca de Atocha. Es un gran edificio de ladrillo, antes sede de la Central Eléctrica del Mediodía, que se comenzó a restaurar en el año 2001. Su entrada tiene una plaza de unos 2500 m2 antes ocupada, creo, por una gasolinera. A esa plaza da la medianera de una de las casas vecinas, una gran pared que planteaba un reto de integración en el espacio público de la plaza.

La solución fue construir un "jardín vertical" de 460 m2 donde intervienen unas 250 especies de plantas, incluyendo musgos y helechos, en un conjunto complejo que mezcla texturas y colores.

El "jardín" está soportado por una estructura metálica de 24 m de altura formada por seis columnas y perfiles transversales. Esta estructura sostiene una capa de poliestireno expandido que sirve de aislamiento e impermeabilización para la casa vecina y a la que se fijan dos láminas de fieltro de poliamida imputrescible y de gran capilaridad. Las plantas extienden sus raíces entre estas láminas.

La irrigación se realiza por gravedad y en el muro de Caixaforum pueden verse tres tuberías horizontales de riego a diferentes alturas. No existe tierra por lo que se trata de una variante de cultivo hidropónico donde los nutrientes se han diluido en el agua de riego aunque supongo que con el tiempo se irá acumulando materia orgánica en el peculiar sustrato. Las plantas que se utilizan deben adaptarse a este medio y muchas son epífitas o rupícolas.

El mantenimiento es constante y, aunque dicen que reducido, sospecho que la reposición tendrá que ser continua si se desea mantener el aspecto estructurado y colorista.

Una vista cercana

El responsable y diseñador de esta historia, Patrick Blanc, es botánico y trabaja en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), en el Laboratorio de ecología tropical de Brunoy. Sus líneas de investigación son, sin duda, el origen de esta peculiar variedad de jardinería: estrategias adaptativas de las plantas del sotobosque tropical, ecofisionomía y ecomorfología, permanencia (perennidad) vegetativa, colonización de soportes, cohabitación...

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