26 octubre 2011

Traductores y correctores para publicaciones científicas

Publiqué mi primer trabajo científico sin saber inglés (fue duro enterarse de que el francés vale muy poco en ciencia). Lo redacté en español y la suerte quiso que en aquellos años la universidad de Oviedo donde yo estaba de becario, a) tuviera una especie de servicio de traducción que, creo recordar, era un profesor del Departamento de Filología Inglesa y b) las traducciones fueran gratis para mí, que no tenía ni una peseta. Sin esas dos circunstancias creo que yo no hubiera publicado ese primer trabajo y mi carrera hubiera ido por otros derroteros ya que el futuro académico estaba entonces muy lejos.
Hoy, como antes, casi toda la ciencia se publica en inglés y es frecuente que nuestros trabajos necesiten una buena revisión para que se ajuste a un inglés correcto, sea éste británico o americano, según la revista destino.


Debemos distinguir claramente entre traducción, donde enviamos un original en español y nos devuelven uno en inglés, y edición, donde el original está en inglés y la tarea de los revisores es corregir errores y modificar la sintaxis y expresiones para que sean más correctas, elegantes o directas.
En cualquier caso, si nuestro nivel de inglés no es excelente, la revisión es muy aconsejable antes de enviar un trabajo de meses o años a una revista. Hay que ser conscientes de que lo primero que va a pasar con nuestro artículo es que el editor de la revista va a hacer una lectura rápida y que el resultado de esa lectura es esencial para dejar una buena primera impresión.
Este negocio no ha pasado desapercibido en la Red y desde unos años atrás hay varias empresas que se dedican a eso. Este post es para hacerles una pequeña lista de las que he encontrado o usado esperando que pueda ser de utilidad a alguno.
  • American Journal Experts: editan, traducen y revisan (peer review). Tiene una calculadora de precios en función del número de palabras y del idioma. Por dar una idea, la edición de un artículo con 3501-6000 palabras cuesta entre 160 y 320 euros según la prisa que tengas (desde 7 días hasta 24 horas). Es el servicio que estamos usando nosotros últimamente.
  • BioScience Writers: editan. Mencionan $70 por hora de trabajo con tres niveles de revisión: básico, avanzado y profesional. Estiman 3-4 páginas de 25 líneas por hora en el servicio avanzado. 
  • Clark Scientific Editing: editan. Hacen presupuesto según la complejidad del trabajo pero dan un precio aproximado de 0,05 GBP por palabra.
  • Manuscript Editor Online: editan y escriben (los únicos que ofrecen este servicio). En el caso del "substantive editing" el precio es de $0,08 por palabra.
  • MSC Scientific Editing: editan, no traducen. Se sube el artículo a la página y devuelven un presupuesto.
  • ScienceDocs: editan y traducen. No hay tabla de precios pero envían presupuestos específicos.
  • Scientific Proofreading: editan, no traducen. Dan un coste aproximado de 20 libras (GB) por hora de trabajo (3-6 páginas/hora). Aspecto cutre.
  • SPi Global: editan, no traducen. Sus tarifas van en función de la extensión del trabajo, a razón de  $0,032 por palabra. 
  • Write Science Right: editan y traducen. Entre $0,6 y 0,9 por palabra según el servicio standard o premium. La traducción la cobran a $0,15 por palabra. 
Algunos de estos servicios tienen ofertas a varios niveles, más de los que he comentado aquí, por lo que a la hora de gastarse el dinero en uno hay que analizarlos con detalle para ver cual se adapta más a nuestras necesidades. Por si quieren explorar otras posibles opciones, hay unos cuantos más en internet: busquen "scientific editing" en Google. Y si alguien tiene alguna experiencia que pueda ser valiosa a la comunidad bloguera, ahí tienen los comentarios a su disposición.
Por cierto, después de meses, por fin llueve en Extremadura.

17 octubre 2011

¿Veré mis fotos dentro de 30 años?

Pues probablemente no, las habrás perdido porque un día se te cayó el disco al suelo o, peor aún, porque las tenías todas en el portátil y lo formateaste para cambiar de sistema operativo. Lamentablemente no hay una solución clara hoy en día para lo que se llama "preservación digital" aplicada a la fotografía pero como el tiempo pasa y algo hay que hacer, en esta entrada les propondré una solución razonable para los que, como yo, no son profesionales pero valoran esas fotografías que guardan el recuerdo de nuestra vida.
La preservación digital es un tema complejo que abarca varios aspectos. Uno de ellos es el formato idóneo, otro el medio material de almacenamiento, otro la organización interna de nuestra colección (una foto que no se encuentra es como si se hubiera perdido).
Hoy tocaré solamente los relativo al soporte físico y al backup. En una rápida encuesta a mi alrededor (no profesionales) me he encontrado con varias opciones y no todas buenas: lo guardo todo en la tarjeta de la cámara y la descargo sólo de vez en cuando en el PC, o bien uso servicios como Flickr para lo que más me gusta o, en el mejor de los casos, las copio en un disco externo más o menos organizadas por fechas.
Como supongo que los profesionales se lo toman más en serio, la solución que les propongo es solo para aficionados que valoran sus fotos y busca un equilibrio entre un coste razonable y una seguridad alta porque no queremos perder nada ¿verdad?

Unidad RAID con 4 discos extraíbles.
Premisas:
  1. Es necesario conservar las fotografías en un soporte específico e independiente de la cámara y del PC.
  2. Es imprescindible mantener una o más copias de seguridad de todo nuestro fondo digital.
  3. Es conveniente tener las fotos controladas en una base de datos o aplicación equivalente.
Para conseguir esto hay que trabajar sobre tres puntos:
  1. Soporte físico.
  2. Copias de seguridad.
  3. Gestión de la base de datos de imágenes.
Propuesta 1: soporte físico sobre discos RAID.
Discos externos como, por ejemplo, estos (los primeros, de sobremesa). La diferencia entre estas unidades y los discos externos normales (como estos) está en la palabra RAID, que significa Redundant Array of Independent Disks o "conjunto redundante de discos independientes". Las unidades RAID contienen dos o más discos duros internos físicamente diferentes y los datos están distribuidos en ellos de forma coordinada y redundante. Estrictamente no puede considerarse como una copia de seguridad pero si nos falla un disco, la totalidad de la información se recupera desde los demás.
La idea es tener una unidad RAID como soporte de almacenamiento principal donde iremos volcando las fotografías organizadas como nos guste más, por sesiones, por trabajos, por fechas... para luego organizarlas con el software de gestión de imágenes. Según copiemos las fotos, la "copia" RAID se hará automáticamente y sin que tengamos que hacer nada. A la hora de elegir la configuración lógica para este asunto deberíamos evaluar RAID 1 para dos discos y RAID 5 si disponemos de más.
Una cuestión complementaria es la interfaz de conexión. Casi siempre usamos la USB 2 pero existen otras dos opciones más rápidas: Firewire 800 y, sobre todo, eSATA. Sólo hace falta asegurarse que tanto el disco como el ordenador que vamos a usar tienen la posibilidad de conectarse por alguna de estas vías.
Anécdota: yo uso varios discos externos de 2 y 4 TB para almacenar datos en mi trabajo, conectados mediante Firewire 800 a ordenadores Dell pero hubo que comprar las tarjetas de éstos independientemente porque no venían de fábrica.

Propuesta 2: copias de seguridad programadas. 
El sistema RAID protege de fallos en el disco pero no nos protege de nuestros errores (borrar ficheros), incompetencia (virus) o accidentes (café con leche). Para protegernos de esos otros problemas es necesario hacer una copia de seguridad en un disco diferente. Las opciones de software para gestionar las copias de seguridad son abundantes pero me permito recomendarles Cobian Backup, gratuita y de código abierto que nos permite realizar las copias incrementales (donde sólo se actualiza lo que ha cambiado entre una copia y la anterior) y definir detalladamente qué y cuándo queremos copiar. Como es lógico, el disco de seguridad debería estar físicamente separado del disco básico para prevenir problemas como robos, incendios, etc. Una persona bien organizada hará copias incrementales al menos una vez a la semana, por ejemplo, la noche de los lunes a partir de las 0:15 h. La copia estará programada y se realizará automáticamente siempre que el ordenador esté encendido.

Propuesta 3: copias en la "nube" complementarias.
Francamente, creo que los servicios que actualmente existen no ofrecen garantías suficientes como para usarlos como única copia de de seguridad pero sí son una opción complementaria muy valiosa y cómoda. Desde Dropbox (carpetas virtuales con 2 GB gratuitos) hasta Backify (ya más específico para backups con 512 GB gratuitos) hay media docena de opciones interesantes, gratuitas o de pago: Syncplicity (2 GB), Wuala (2 GB), Minus (10 GB) La estrategia es dirigir una copia de seguridad a una de estas unidades virtuales y asegurarnos así una copia más, completamente independiente, con el único requisito de estar conectados a internet.

Lo que yo haría: las fotos están en un disco externo RAID, desde los ficheros RAW hasta los productos más elaborados. Esta primera etapa ya supone un plus de seguridad sobre el almacenamiento en un disco normal, interno o externo. Existen dos planes de copias de seguridad. El primero se realiza sobre un disco externo complementario que no tiene que ser RAID necesariamente (aunque si lo es también, mejor que mejor). El segundo sobre un servicio como Backify donde la única precaución sería no subir fotos comprometedoras o, en su caso, subirlas en ficheros comprimidos con clave de seguridad.

15 octubre 2011

[Breves] Mapas y gráficos de tu actividad científica

La figura de abajo muestra la localización geográfica de los autores que han citado alguna de mis publicaciones en revistas científicas (sólo las incluidas en el JCR). Este mapa y otros gráficos pueden elaborarse en la web  ResearcherID Labs. No hay una forma evidente de hacerlo pero para eso estamos: copia el texto siguiente en el navegador:
http://labs.researcherid.com/mashlets/rid/index.jsp?rid=xxxx
y sustituye "xxxx" por tu ResearcherID.

Mapa de citas según ResearcherID Labs.

06 octubre 2011

El gran error de Steve Jobs

El tumor de Jobs fue descubierto en octubre de 2003 durante una exploración rutinaria. Le dijeron que tenía muchísima suerte porque su tumor era una variante rara (<2%) y operable del cáncer de páncreas mientras que la inmensa mayoría no lo es. Con la cirugía, el pronóstico sería bueno a largo plazo porque en ese momento no había metástasis.
Aunque Jobs tenía el sentido común de no hacerse los chequeos médicos por imposición de manos, en este caso rechazó a la cirugía y acudió a una dieta "alternativa" para curarse. Las consecuencias fueron demoledoras: a los seis meses su situación era crítica y decidió operarse, lo que se hizo en julio de 2004. Esos meses fueron decisivos ya que, aunque la cirugía se realizó con éxito, el cáncer se había extendido al hígado, que le fue trasplantado un tiempo después.
El final llegó esta madrugada. Jobs ignoró que no hay evidencia de que una dieta pueda curar ni retrasar un cáncer de páncreas. No la había en el año 2003 ni la hay hoy. Sumergirse en un tratamiento "alternativo" es la forma más segura de que la enfermedad siga su curso y te mate con eficacia. Steve Jobs era un visionario tecnológico pero en esto cometió el gran error de su vida.

Otros fueron algo más espabilados.

P.S. Escribí lo anterior con prisa y no puse alguna fuente alternativa, ya que me las piden en los comentarios aquí van algunas: 1, 2 y 3.
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